El “Sonido Lost”
alt“De niño solía jugar a escuchar desde otra habitación el programa de televisión que veían mis padres y tratar de adivinar qué estaban mirando sólo escuchando la música. Algunos programas eran fáciles de adivinar porque tenían una orquestación específica, mientras que en otros era muy difícil, porque sonaban igual que otros”.

La frase es del propio Michael Giacchino, compositor que en cada serie televisiva para la que trabaja –explica- utiliza un tipo de orquesta distinta, con el fin de que cada encargo musical esté dotado de personalidad propia. “La orquesta para Alias –comentaba en una entrevista- es completamente diferente de la orquesta de Lost, y por lo tanto suenan distinto”.

En palabras del fundador de Varèse Sarabande, Robert Townson, “Michael Giacchino ha creado para Lost un mundo musical único. Incluso cualquier aficionado ocasional de la serie puede reconocer su trabajo a partir de una sola nota… un compás de esas cuerdas desconcertantes o un glissando de trombón, unas notas graves de arpa o unas delicadas notas de piano. Ni siquiera es necesaria una melodía”.

altUna formación orquestal particular
En efecto, la música de Perdidos cuenta con unas sonoridades muy propias, perfectamente identificables. El compositor es posiblemente el menos “perdido” de todos, a pesar de la exigencia del trabajo, pues disponía únicamente de dos días para escribir el score de cada episodio y una mañana con los músicos para grabarlo. En cualquier caso, afirma que nunca quiso saber de antemano cómo continuaría la historia, sino ir escribiendo sobre la marcha, capítulo por capítulo, a partir de las sensaciones que le iba dejando la trama. La música es en sí el reflejo emocional de lo que experimenta cualquier espectador cuando ve la serie.

La orquesta básica de Lost está formada por la sección de cuerda, arpas, piano, trombones y percusiones, algunas de ellas con instrumentos fabricados con materiales del avión que sirvió como decorado. En la sección de percusión se incluye algún instrumento poco convencional, como la flapamba -una especie de marimba- o el angklung –instrumento fabricado con bambú originario de Indonesia-. De tanto en tanto se introduce alguna guitarra, sintetizadores, armónica y melódica –sobre todo para el tema principal de Hurley-, e incluso el instrumento hawaiano por antonomasia: el ukelele.

El sonido conseguido es, consecuentemente, muy personal. Giacchino saca un enorme partido a esta limitada formación orquestal mediante un amplio abanico de recursos, especialmente para los temas de acción y misterio, en los que las percusiones se combinan con trémolos y glissandos de cuerdas y trombones para crear atmósferas densas y opresivas.

Por el contrario, los temas dramáticos tienden a ser lentos, con piano, arpa y cuerdas como protagonistas, y caracterizados por largos acordes que transmiten una gran emotividad. Es habitual que cuatro notas de arpa den la entrada al resto de instrumentos, especialmente en los temas melódicos de los distintos personajes, para los cuales el compositor escribió una gran cantidad de leitmotivs que se comentan con mayor profundidad en el capítulo de este especial titulado “Los temas de Lost”.

Vínculo emocional
altDe hecho, con pocas excepciones, la práctica totalidad de la música de Lost creada por el compositor queda encuadrada en tres tipos de temas: dramáticos, acción y misterio. En estos tres aspectos la música ejerce de vínculo emocional con el espectador. Y lo hace hasta tal punto que los propios creadores afirman dejar espacios en blanco en el guión para que los rellene el propio compositor con sus recursos musicales. En el libreto de la edición discográfica de la tercera temporada, Damon Lindelof y Carlton Cuse escribieron: “Si alguien abriera cualquier guión de Perdidos encontraría dos cosas que probablemente le sorprenderían: un montón de tacos y referencias a Michael Giacchino. Ahora bien, antes de extraer conclusiones, hay que decir que las dos cosas no están relacionadas de la forma en que podría pensarse. Sin embargo, las dos nos sirven con un propósito importante como escritores: existen para transmitir emoción, una emoción más allá de lo esperado”.

“Hay ocasiones en que las palabras fallan –continúan Lindelof y Cuse-, cuando nos sentimos incapaces de transmitir la intensidad de las emociones que intentamos expresar. Es entonces cuando recurrimos a Michael. Tanto en el papel como en la pantalla contamos con su música brillante y única para elevar el listón, para mejorar cualquier escena”.

“En otras palabras –finalizaban- confiamos mucho en Michael para salvar nuestro culo”.

Premios
altMichael Giacchino comenzó a escribir la música de Lost en 2004, el mismo año en que se estrenó The Incredibles, la película de Pixar que supuso su reconocimiento como compositor en la gran pantalla, pese a haber trabajado durante años en el ámbito de los videojuegos y la televisión. Desde entonces ha ganado un Oscar por su trabajo para Up, y la música de Perdidos le proporcionó un Emmy en 2005, además de sendas nominaciones en 2008 y 2010. También el BMI TV Music Award y el ASCAP Award.

En nuestros Premios Goldspirit fue votado como Compositor Revelación de 2004. Al año siguiente, lo ganó en la categoría de Mejor BSO de Otro Medio por la primera temporada de Lost, serie por la que ha seguido acumulando estatuillas de nuestro JerrySpirit año tras año, excepto por la segunda y la sexta temporadas.

Canciones
Un apunte sobre el uso de canciones preexistentes, ya que en las reseñas de las ediciones discográficas apenas hay referencias a ella.. Las canciones tuvieron gran importancia en las primeras temporadas, pero su peso fue decayendo paulatinamente hasta el punto de que en la sexta apenas se utilizaron. Temas de Willie Nelson, Joe Purdy, Blond Boys of Alabama, Ottis Reding, Frank Sinatra. B.B. King o Beach Boys acompañaron diversas escenas, en ocasiones como música diegética. Recordamos por ejemplo, un final de capitulo con imágenes de los personajes en la playa mientras escuchamos lo que oye Hurley en su CD portátil, hasta que se le acaban las pilas… Algunas tuvieron un protagonismo interesante, entre ellas “Make Your Own Kind of Music”, de “Mama” Cass Elliot, que se escucha en el interior del Cisne, cuando Desmond despierta al comienzo de la segunda temporada; o “Downtown”, de Petula Clark, disco que suena en el barracón de Juliet al inicio de la tercera. Tampoco quiero olvidarme de “Redemption Song”, de Bob Marley, cantada por Sawyer al final de la primera temporada.

Otras canciones tienen una importancia tan especial en la trama que Giacchino las adapta para formar parte del score. Sucede con “La mer”, cuando se la canta Shannon a Sayid, instante tras el cual la podemos escuchar interpretada con piano. En la tercera temporada encontramos “Shambala”, un tema de Three Dog Night que escucha por la radio Hugo en la furgoneta de Dharma y que cuenta con su propia versión orquestal de Michael Giacchino. Finalmente, la canción de Perry Como “Catch a Falling Star” tiene presencia en la historia como la nana que Christian cantaba a Claire cuando era niña. Interpretada con voz femenina tras la masacre del templo en la sexta temporada, la adaptación orquestal de Giacchino dota de fuerza dramática a la escena.

Y como canción original, destaca “You All Everybody”, hit de Drive Shaft, la ficticia banda de Charlie y su hermano Liam. Jude Christodal y Chris Seefried fueron quienes combinaron la letra -fruto de un chiste privado de Lindelof y otros productores de la serie- con la melodía -que había sido improvisada por Dominic Monaghan durante el rodaje-.

Óscar Giménez
Fotos de Michael Giacchino en Úbeda: Julio Rodríguez

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