El sonido europeo de la aventura |
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Me parece que no es una sorpresa para nadie afirmar que, aunque de manera irregular, el cine de animación europeo cuenta con proyectos que no tienen demasiado que envidiar al cine americano de las grandes productoras. Curiosamente, muchos de los últimos proyectos que nos han llegado son desarrollos que han terminado en series de televisión o que se han originado de alguna de las mismas. Pero si hay algo donde, para mí, mejoramos a los Estados Unidos es en el estilo y originalidad que suelen acompañar sus bandas sonoras. No me malinterpretéis. Hay grandísimas bandas sonoras de animación provenientes de Estados Unidos. Pero no sé por qué, el toque más clásico, desenfadado e incluso original, es más sencillo encontrarlo en las producciones europeas.
Y aquí es donde entramos en Leo Da Vinci. A ver… la idea básica, por sí sola, ya es tremendamente entretenida. Convertir a Leo Da Vinci en un joven aventurero e inventor tiene unas posibilidades infinitas. Solo hay que ver las posibilidades que ha proporcionado su legendaria figura a proyectos más serios y dramáticos, aunque solo sea como carácter secundario o simple excusa. Aquí, sin embargo, aunque se convierte en el protagonista principal, el tono es realmente juvenil. Un clásico desarrollo de aventuras sin complicaciones, que se agradece de vez en cuando, frente a proyectos más serios y profundos. En esta ocasión, el director Sergio Manfio nos presenta a Leo Da Vinci, un joven pintor e inventor de la Toscana que está completamente enamorado de Mona Lisa. Tras diversos sucesos y decidido a ayudarla, se embarcan en una fantástica aventura para encontrar el tesoro de un barco pirata hundido que podría ser la solución a sus problemas. Al final un variado grupo de amigos tendrán que sortear multitud de peligros y una banda de corsarios que, al igual que ellos, buscan el oro. Lo dicho, aventuras sin pretensiones.
El proyecto nace de una previa encarnación del personaje en una serie de televisión, con características similares, de hace ya varios años. Idea que el director ahora convierte una una moderna película de aventuras y animación, realizada con muchos más medios e interés. Para darse cuenta de ello no hay nada más que acercarnos a su joven compositor, el italiano Marco Fedalto, que aquí aprovecha para dar rienda suelta a una entretenidísima y muy disfrutable banda sonora de corte clásico. A menos que me corrija el propio compositor, se trata de su primer gran proyecto para cine y largometraje, aunque ya había colaborado previamente con el director en algunas de sus ultimas series televisivas como son Mini Pet Pals y Symo & Rose. Pero vamos, que si esta es su tarjeta de presentación, lo único que puedo deciros es que tengo muchas ganas de ver lo que es capaz de hacer a continuación.
Aunque ya lo he adelantado antes, la banda sonora es una deliciosa composición de aventuras que puede hacer la delicia de cualquier aficionado, amante de esas bandas sonoras cargadas con un claro carácter aventurero. Divertida, entretenida y con un tono tremendamente vitalista. Es una de esas partituras que, simplemente, hay que colocar en la bandeja del CD, darle al “play” y escuchar toda la escena inicial. A partir de ese momento dudo mucho que nadie sea capaz de darle al “stop”, si no es porque no queda otro remedio. Pero para los que aún tengan alguna reticencia o todavía no les pique la curiosidad, continúo.
Seguro que alguno ya se ha quedado asustado si ha visto el listado inicial de la reseña. Sí, la banda sonora tiene 50 piezas. Algo que comparándolo con su duración (unos 67 minutos aproximadamente) puede dar que pensar que nos vamos a encontrar con una banda sonora de poco desarrollo, con multitud de piezas por debajo del minuto de duración. Lo que puede resultar en un conjunto deslavazado que no se deje saborear como se debería. Bueno, pues quitaros los miedos de delante. El sonido es tremendamente cohesivo, variado y muy bien integrado. A todo lo largo de la banda sonora, nos vamos a ir encontrando con piezas que se mezclan unas con otras en un desarrollo continuo. Si tuviera que definirla, diría que es una banda sonora con un cierto tono más “operático” de lo habitual. Entendiendo como tal, no el sentido grandioso o de estilo de la misma, sino en el sentido de que la música se encuentra ensamblada en conjunto brillante en lo que respecta a su historia y continuidad. El resultado es una banda sonora que, simplemente, necesita que te dejes llevar.
Solo hay que escuchar esa escena inicial, que mencionaba antes, que proporciona un prólogo brillante que nos presenta todo lo que necesitamos saber de la misma. Una escena en la que vamos a conocer a Leo, su carácter, sus inventos y sus principales amigos. Todo reflejado en los seis minutos que nos presentan “Opening Scene”, “Botte’s Race”, “Ciacco on the Lake” y “Good Luck!”. En ella vamos a escuchar el omnipresente tema principal (que representa a Leo y su sentido de la emoción), el tono de aventura que inunda la banda sonora y que varía entre: lo divertido y ligero, pasando por momentos emocionantes y otros más personales. Incluso con unos primeros toques de elementos con cierto regusto histórico, popular y localista.
La partitura desarrolla la música con un carácter fuertemente temático, y con un estilo clásico y muy melódico. Se convierte en una maravillosa guía de la historia y sus caracteres. La música, simplemente, nos va llevando por donde la aventura y su narrativa se dirige. Pero nunca de manera excesiva, ni tampoco pasando desapercibida como si sólo fuese un puro ambiente. Tiene su propia personalidad, y claramente refuerza el tono y carácter de la historia en lo que va necesitando. Lo más destacado es ese sencillo tema principal básico, breve y de presencia continua, que nos basa en Leo. Aunque cuenta con una presentación propia en “Leo’s Theme”, su presencia asalta la mayor parte de la banda sonora. Especialmente cuando la aventura y su personaje deciden llevar las riendas de la trama. Son quince segundos, que consiguen lo que en otras ocasiones no hacen diez minutos. Breve, directo y marcando el carácter del personaje. Para posteriormente ser utilizado en la manera y tonos necesarios para cada momento. A veces más delicado y dramático (“Damned Place”) y en otras ocasiones ganando peso y seriedad (“Toward the Fire”). Pero lo habitual es que personalice ese tono de aventura vital y divertido de su protagonista. Lo cual me trajo a la mente un referente claro, y el cual puede servir de ayuda a los que todavía no tengáis una idea de por donde va la banda sonora: Young Sherlock Holmes de Bruce Broughton. No es una copia, no pretende imitarla. Pero capta perfectamente ese espíritu de aventura continua que tan maravillosamente supo ofrecernos el maestro Broughton.
Pero eso no es todo lo que tiene que ofrecer la banda sonora. La música queda embellecida por orquestaciones muy originales. Especialmente cuando va avanzando la trama y empezamos a movernos por otros terrenos adicionales a la aventura, que permiten completar y redondear la partitura. Múltiples tipos de percusión, diversos efectos acústicos para acompañar momentos de acción, y casi cualquier otra cosa que se os pueda ocurrir. El uso de todas las secciones posibles e imaginables de la orquesta se reparte a lo largo de la banda sonora. Algunos de los más llamativos, es cuando aprovecha en ocasiones para entrar en ciertos aires populares. Música y colores que nos acercan a los necesarios aires italianos y de época, sin nunca ser excesivos sino puntuales. Pero con ejemplos muy entretenidos como “Crop Party”, “Niccoló” o “Agnes”. Especialmente estos últimos sirviendo de entrada a los dos últimos amigos que Leo va a encontrar para acompañarle en su aventura, y con los que la música hace una preciosa y muy adecuada presentación de su carácter y manera de ser.
Además la música tampoco deja de lado la ocasión para poder desarrollar la partitura por otros terrenos más emocionantes y delicados. No solamente por el desarrollo de su relación con Lisa, o con la historia de Agnes. También porque la propia trama necesita de ciertos elementos de drama que le proporcionen más profundidad y evolución a la misma. Y la música se los proporciona. Como puede ser “Lisa’s Father” con la música cargando un tono de melancolía y drama realmente bonito; “My Parents”en esta ocasión con el tema de Leo siendo su centro en tono serio; “Sirius Star” y ese carácter casi etéreo en su emoción; “Problems” con el tema de Leo de nuevo, llevando el tono de melancolía y misterio; “Revelations” manteniendo el aire de misterio y aventura, pero con un claro carácter más definitivo y conclusivo hacia su desenlace. Aunque tal vez el más destacado sea la brillante “Elegy for Leo” donde una voz solista (la soprano Anna Manfio) da el paso final hacia el cierre de la aventura.
A lo largo de su parte central es donde la partitura termina jugando con mayor numero de elementos. Especialmente a partir de “The Story”, donde la trama principal de la película comienza y va a dar lugar al grueso de la historia. A partir de aquí la música va a continuar ofreciéndonos momentos vitalistas y entretenidos. A veces mas serios (“Botte in Adventures”, “The Abduction”, “Sharks”) y a veces más ligeros y divertidos (“Chase Over Roofs”, “Dopes”, “Esterina”). Pero aquí la banda sonora comienza a proporcionarle muchos más elementos de tensión y misterio. En donde la aventura no confluye en momentos de acción pura. Sino que nos va preparando al siguiente episodio. Piezas como pueden ser “Glimpse”, “The Maps” o “Hei!”.
Pero es ya en la parte final es donde entran en juego dos nuevos elementos que completan la amplia variedad de elementos que incorpora la banda sonora. Por un lado, un sonido de claro y marcado carácter militar en la percusión, así como unos toques de aventura marítima en su desarrollo melódico. Y es que, a partir de “Pirates”, aparecen unos nuevos enemigos en la pelea por la búsqueda del tesoro, que van a ser presencia constante en esta parte final. Con ellos, la música recibe ese nuevo color en su tono de aventuras, en los que la música recibe una variación ya final en su sonido. El toque de gracia final para disfrutar de la partitura. No sólo la aventura recibe un tono ya más serio en su sonido. Sino que además piezas como “Boat Surrounded” o “Pirate Boss” le proporcionan nueva vitalidad y energía a la banda sonora.
Todo ello va dirigiéndose a un brillante y entretenido final de la historia. Un final, en cuya primera mitad comienza a desarrollar el desenlace del misterio. Especialmente a partir de “Minacce”, en donde la aventura y la acción es la principal protagonista. Y sobre todo con la brillante “Assault On the Treasure”, que convierte el tema principal en una referencia emocionante y excitante, incluyendo incluso un coro de piratas en su final. Para concluir con “Prisoners” y la maravillosa “Lost in the Sea”. Toda una autentica gozada de música de aventuras. Curiosamente en la segunda mitad de esta parte final, que cierra la película, Fedalto aprovecha para hacer todo un completo repaso por los principales colores y temas que ha recorrido su partitura a través de diversos “Reprise”. El resultado es un precioso recordatorio de lo más destacado de la banda sonora. Incluyendo ese toque divertido y popular con “Agilulfo”, que los “End Credits” completan, para cerrar un conjunto realmente brillante y muy divertido.
De verdad que no os debéis perder esta banda sonora. Una partitura de esas que hacen que el sonido clásico de las aventuras de nuestra juventud siga estando presente, y demostrando que tiene perfecta cabida en el actual mundo audiovisual. Especialmente cuando se es capaz de proporcionar ese carácter europeo más clásico que nos define. Y encima cuando se hace con este gusto por la diversión sin compromiso. Una música ligera, entretenida y, simplemente, maravillosa. |
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