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Rampant

(Chang-gwol)
Inyoung Park
     
Año:   2018
Sello:   MUSIC&New
Edición:   Normal
Nº Tracks:   18
Duración:   39:46
     
Ficha IMDB
Web del Compositor
 

 

Reseña por:
Juan Ramón Hernández

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1. The Return of the Prince (2:27)
2. Last One Standing (2:34)
3. Battle at the Foreign Ship (1:37)
4. King’s Bedchamber (1:29)
5. Battle Against the Palace Guards (3:28)
6. Death of Concubine Cho (2:06)
7. The Outbreak (2:18)
8. The Prison (1:53)
9. General Infected (2:48)
10. The Encounter (1:51)
11. Haksu’s Death (1:58)
12. Nocturne (1:34)
13. The Palace After the Outbreak (1:11)
14. The Sacrifice (3:19)
15. Prince Beats the Drum (2:50)
16. Fire Arrow (2:07)
17. Final Duel (2:46)
18. Torches of Salvation (1:30)

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«The Return of the Prince»

 

«Nocturne»

 

«Prince Beats the Drum»

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Los pasajes de acción y las geniales orquestaciones de Park para la sección de cuerda.

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Que no se haya incluido toda la música en esta edición digital. Estaría genial una edición en CD en un futuro con todo el score completo.

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“The Return of the Prince”, “Nocturne”, “The Sacrifice” y “Prince Beats the Drum”.

Locura zombie muy disfrutable

Tras el incontestable y merecido éxito de Train to Busan (2016), sus productores han vuelto a la carga este año con una nueva cinta del género dándole a este una vuelta de tuerca.

Situada en la era de la Dinastía Joseon, la película nos presenta una historia a caballo (salvando las distancias obviamente) entre algo parecido a una de las historias de poder y traición shakespearianas que podemos ver en Juego de tronos, mezclada con 28 días después,

La historia nos presenta a unos rebeldes que quieren derrocar al rey Lee Jo, cuya lealtad a la dinastía Qing del imperio chino no es bien vista entre el pueblo y alguna gente cercana a él. Dicha rebelión la encabeza el príncipe heredero Lee Young, que negocia con marineros holandeses la compra de armas de fuego que le permitan derrocar a su padre para así liberar a su reino de la influencia China. Pero al margen de armas, el barco holandés trae en su interior una plaga que complicará la guerra política entre los leales al rey, su oposición y Kim Ja-Joon, persona infame, asesina y uno de los principales ministros del rey que cree que puede usar el resultado de esa plaga en su beneficio y así poder reinar.

Entrando en medio de este juego aparecerá el Príncipe Ganglim, alias Lee Chung, joven mujeriego y despreocupado, hermano del príncipe heredero, que acaba de regresar de China, el cual se verá envuelto en una inimaginable lucha en la que no tendrá más remedio que tomar la espada para liberar a su reino de la maldad que lo asola.

Aun con una historia sencilla y nada novedosa en lo argumental, Rampant te atrapa gracias a una magnífica labor tras la cámara del director Kim Sung-hoon , ofreciendo planos estupendos para mostrar la horda zombie o las luchas que permiten seguir muy fácilmente toda la acción que transcurre en la cinta.

Cómo no, en una película de estas características, el diseño de producción es espectacular, con grandes conjuntos para las ciudades y el palacio, y elaborados trajes tradicionales que transportan en el tiempo. Igualmente la coreografía es también impresionante: la forma en que los cuerpos de los zombies se retuercen y deforman al transformarse, los movimientos de los guerreros al luchar contra los primeros… Lo dicho, todo un festín visual.

Si en algo falla la película es que los personajes son planos y unidimensionales: un villano sin motivación clara, un sirviente que da el tono cómico y un grupo de guerreros que parece sacado de un juego de rol: hay un arquero, un espadachín e incluso un monje guerrero. Solo el personaje del Príncipe Ganglim (muy bien interpretado por Hyun Bin) tiene una construcción, un desarrollo y un peso específico en la historia.

Pero la verdad es que, una vez metidos en lo que propone la película, poco importa si la mayoría de personajes son planos en su desarrollo. Rampant es una película tan loca, llena de acción y bien hecha que al final solo queda una sensación de satisfacción tras su visionado. El problema con su publicidad y distribución ha sido la famosa coletilla “De los creadores de…”, lo que ha hecho que las expectativas fueran altísimas y el descalabro en taquilla mayúsculo. Pero como he dicho anteriormente, la película (por lo menos para el que escribe) es todo un ejercicio de entretenimiento del bueno y un buen aperitivo para la llegada de Kingdom, la nueva serie de Netflix, que también está ambientada en la era Joseon, con zombies de por medio y cuyo estreno tendrá lugar el próximo 25 de enero de 2019.

Todo un hallazgo

Eso es lo que ha supuesto para mí el visionado de Rampant, el descubrimiento de Inyoung Park, compositora que yo creía nueva en la música para el audiovisual (iluso de mí) y que por el contrario lleva ya bastantes años poniendo su talento al servicio de distintas películas, series, anuncios, videoclips, musicales, así como trabajando con directores de la talla de Kim Ki-duk.

Park firma para esta película una estupenda banda sonora orquestal en la que destaca por encima de todo las orquestaciones que hace la compositora para la sección de cuerda, convirtiendo a esta (bien secundada por metales y percusión) en la máxima protagonista de una música que no da tregua en los momentos de acción y tensión, que son la mayoría, del film.

Vaya por delante que la edición digital que ha visto la luz es muy escasa en cuanto a música (solo 39 minutos de score), cuando en la película, que dura dos horas, hay muchísima más de la que aparece en una edición en la que han apostado por incluir los temas digamos asociados a las escenas más importantes de la historia, dejando fuera cortes que merecen mucho la pena igualmente.

Los temas de acción van cargados de adrenalina y acompañan de manera formidable a las escenas más espectaculares de la película como se puede comprobar en cortes como “Battle at the Foreign Ship”, “Battle Against the Palace Guard”, “The Outbreak” o “The Prison”, estos dos últimos con un componente muy desasosegante y amenazante en las cuerdas ligado a la amenaza zombie que es reforzado por oscuros coros masculinos para poner al espectador con la máxima carga de tensión posible viendo las escenas a las que acompañan.

Aunque pocos, la película también tiene algunos momentos más tranquilos para incidir en la parte más calmada así como la dramática de la historia, y la compositora realza esos momentos con los temas “King’s Bedchamber”, Haksu Death” y el bellísimo (con instrumentación oriental) “Nocturne”, el cual da paso a “Sacrifice”, otro hermoso tema que en su in crescendo con la flauta de bambú como absoluta protagonista da paso al momento álgido de la película y su mejor escena, la cual se hace acompañar en un principio por algunos de los mejores temas del score: “The Return of the Prince” (donde hace aparición uno de los dos pequeños leitmotivs asociados a Ganglim), continuando con “Prince Beats the Drum” (atención a esas trompetas a modo crepuscular para el protagonista) y “Fire Arrow”, para llegar a su resolución final en “Final Duel”, todos ellos con las incansables cuerdas dispuestas a no darnos un solo momento de respiro y con la aparición nuevamente de los coros masculinos para dar más “caña” si cabe a las imágenes y a nuestro ánimo como espectadores.

Para finalizar, con el último corte y a modo de epílogo, toda la adrenalina que nos ha sido transmitida por Park y su música quedará rebajada con “Torches of Salvation”, tema en el que en su parte final aparece el leitmotiv heroico asociado a su protagonista, que le va como anillo al dedo a la escena final con la que cierra la película.

En conclusión, es esta Rampant una banda sonora que funciona de maravilla con la película, que nos descubre a una gran compositora a la cual espero que le lleguen más trabajos para la gran pantalla pues tablas tiene para acometer otros grandes proyectos que deberían llamar a su puerta tras este trabajo.