Guerra, familia y deber a través de una inocente mirada |
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Adaptación a animación del exitoso manga creado por Fumiyo Kouno, “In this Corner of the World” nos cuenta la historia de Suzu, una chica soñadora y muy trabajadora, de familia humilde de Hiroshima, a la que conciertan matrimonio a la edad de 18 años, hecho por el que se traslada a la cercana ciudad de Kure. Corre el año 1944 y toda la inocencia y bondad de la joven se verá puesta a prueba tanto por la cruenta guerra en la que está sumergida el país como por la adaptación a su nueva familia y costumbres. Un camino que unido a la terrible catástrofe acontecida en Hiroshima, su ciudad natal, forjará su espíritu y forma de afrontar la vida de una forma que nunca imaginó.
Ya de por sí, el manga es una absoluta joya (en España está editado por la editorial Ponent Mon), pero verlo plasmado en imágenes con un trazo y una paleta de colores muy deudores del Isao Takahata de The Tale of the Princess Kaguya, hace de su visionado una preciosa experiencia que deja más poso todavía en nosotros tras su visionado.
Siendo una historia tan costumbrista e intimista, la música que la acompaña tenía que seguir también esa línea para no sacarnos como espectadores de lo que se nos quiere transmitir. Para ello, la compositora Rieko Miyoshi (alias Kotringo) construye una partitura en la que el piano y las cuerdas predominan para mostrar con total acierto los sentimientos de la protagonista y el resto de personajes que la acompañan en la historia, dándole también mucha importancia a la parte vocal, la cual es interpretada por la misma compositora, la cual posee una voz muy dulce que retrata muy bien la personalidad de Suzu. Igualmente, como la gran intérprete que es Miyoshi se hace cargo también las partes a piano, acordeón, celesta y percusiones así como las letras.. Dichos instrumentos son utilizados por la compositora para mostrar las partes más desenfadadas de la vida de Suzu.
De los temas en que la voz de Miyoshi se une a la orquesta hay que destacar el exquisito “Kanashikute Yarikirenai”, el cual es una preciosa presentación del personaje de Suzu y su mundo, así como “Migite no Uta”, uno de los temas finales que también es perfecto y emotivo en cuanto a representar todo lo vivido por la joven y el mensaje de esperanza transmitido.
En el bloque más desenfadado y costumbrista de la partitura encontramos temas destacados como “Tonarigumi”, “Gohan no Shitaku”, “Ariko-san” y “Yami-ichi”, todos asociados a los quehaceres diarios de Suzu y en los que los tres últimos el sonido de la marimba entre otros instrumentos sirve para quitar dramatismo a la historia y darle un respiro a los personajes. A este bloque hay que añadir también “Date”, otro bello corte en el que el acordeón es el ideal acompañante junto al piano para un bucólico paseo de enamorados al atardecer.
Por último, nos detenemos en el bloque dramático, y aquí resaltaré “Asa no Oshigoto”, donde la melodía a piano junto a las cuerdas hablan de la tristeza de Suzu; “Hiroshima no Machi”, en el que celesta y piano dibujan el añoro de su hogar; “Senkan Yamato”, breve pero hermoso tema que transmite la mirada de niña que conserva la protagonista ante la visión de ciertas cosas, y “Suzu-san”, donde el piano es el vehículo en el que la compositora vuelca todos los sentimientos de la joven en el broche final de la película.
Es, pues, esta banda sonora un gran ejercicio de saber hacer por parte de su autora, demostrando que ha llegado al corazón de la historia y personajes con su música, justa en la medida de su utilización con una gran mayoría de temas muy breves, lo que hace que la película, ya muy buena por sí sola, salga ganando en calidad gracias al trabajo de Miyoshi, a la que habrá que seguir muy de cerca en sus próximos trabajos. De momento, esta banda sonora es una de las nominadas a mejor música en los próximos premios de la Academia Japonesa compitiendo con A Man Called Pirate de Naoki Sato, Shin Godzilla de Shiro Sagisu y Your Name de Radwimps. Con muchas opciones de llevarse el premio ante alguno de los pesos pesados de la industria.
LO MEJOR: Lo bien transmitidas que quedan las emociones a través de la música en una historia tan emotiva.
LO PEOR: Nada que objetar a un trabajo muy bien realizado.
EL MOMENTO: “Kanashikute Yarikirenai”, “Gohan no Shitaku” y “Suzu-san”. |
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