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  Copperhead

 
Laurent Eyquem
     
Año:   2013
Sello:   Varèse Sarabande
Edición:   Normal
Nº Tracks:   31
Duración:   60:20
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
Óscar Giménez

 
1. Copperhead – Main Title (02:47)
2. Sunday Morning (00:47)
3. One Room Schoolhouse (02:23)
4. The Dev’l Among The Tailors (01:41)
Performed by The Barn Dance Musicians
5. The Simple Life (00:44)
6. Avery’s Porch (00:54)
7. Blessed Are the Peacemakers (01:01)
8. A Poor Beggar in This World / The Mill (03:16)
9. The World Turned Upside Down (02:54)
10. The Picnic (01:50)
11. Jeff’s Decision (01:11)
12. The Enlistment (02:59)
13. Candle Light Vigil / The Simple Life (01:47)
14. Hurley’s Dream / Casualties at the Front (02:11)
15. A Peaceful Man (00:54)
16. Visiting Esther (00:50)
17. No News / A Poor Beggar in This World (02:18)
18. Warner’s Return (00:40)
19. Missing in Action (01:07)
20. A Fine Singer (02:03)
21. Ni Goes South (01:04)
22. The Ballot Box (00:46)
23. The World Turned Upside Down (02:20)
24. Tears / A Peaceful Man (01:47)
25. They Are Coming Tonight (00:29)
26. The Locket (03:45)
27. The Prodigal Son (01:08)
28. Sharp Shooters on the Ridge (02:26)
29. Reunion (01:33)
30. Resurrection (05:36)
31. Slumber My Darling (05:09)
Written by Stephen Foster & performed by Marcus Bently
 
 

Tema principal en «Resurrection»

Tema de Jeff y Esther en «One Room Schoolhouse»

«The Simple Life»

«A Poor Beggar in This World»

«A Peaceful Man»

«The World Turned Upside Down»

 


El carácter melódico de toda la obra, con bellos temas que llenan de emotividad las distintas escenas de la película, con especial mención a las apariciones del tema principal y de otros destacados como “One Room Schoolhouse”, “A Poor Beggar in This World” o “The World Turned Upside Down”.


Es una banda sonora para una película de poca trascendencia y relativamente vapuleada por la crítica, algo que siempre perjudica a la difusión de un trabajo musical por muy excelente que sea.


El tema principal en la escena final tal como suena en “Resurrection”.

BSOSpirit opina

Nota media: 8
 
Ángel Aylagas (7), Fernando Fernández (8), Asier G. Senarriaga (9), Óscar Giménez (9), Juan Ramón Hernández (8), David Sáiz (7)
 

 
¿Revelación del año?
 

altUna de las satisfacciones que tiene esto de estar al día en música de cine y reseñar bandas sonoras es encontrarse de tanto en tanto con una joya inesperada. De repente, alguien comenta en un foro algo positivo sobre la música de una película o una serie de la que uno no tiene noticia, o de un compositor del que nunca habías oído nada, y acaba resultando uno de los descubrimientos del año.

Tenemos un claro ejemplo en Copperhead, del compositor francés Laurent Eyquem. Nacido en Burdeos e hijo de músico –clarinetista para más señas- comenzó a estudiar piano a los 6 años, edad a la que comenzó a desarrollar su pasión por la música. En su biografía hay que apuntar una serie de trágicos acontecimientos. Su hermana pequeña murió en el famoso accidente del Concorde en el año 2000. Su padre falleció de cáncer tres años más tarde. Y el propio Laurent subrevivió poco después a una caída de más de diez metros desde un tejado. altVarias operaciones en Francia y Canadá y dos años de rehabilitación diaria le permitieron seguir adelante. Además de la música, su otra vertiente más destacada es su vocación por la ayuda humanitaria, una labor a la que lleva dedicándose desde hace años, viajando por el mundo tratando de concienciar a la gente en temas de injusticia social y económica y de respuesta internacional a desastres naturales o provocados por el hombre.

Su primera banda sonora data de hace cinco años: el telefilm Maman est chez le coiffeur (Mamá está en la peluquería), de Léa Pool, con la que consiguió algunas nominaciones a premios en Canadá. En su relativamente breve filmografía destacan Winnie (2011), biopic de Winnie Mandela a la que encarnó Jennifer Hudson; el drama sobre el Apartheid A Million Colours (2011), de Peter Bishai; o La peur de l’eau (2011), thriller canadiense de Gabriel Pelletier.

altLa banda sonora que nos ocupa, Copperhead, basada en una novela de Harold Frederic, forma parte de la serie dedicada a la Guerra Civil Americana dirigida por Ron Maxwell, cineasta que en los últimos veinte años solamente se ha puesto tras la cámara para hacerse cargo de Gettysburg en 1993, Gods and Generals en 2003 y Copperhead este 2013. Una cada diez años. Su fijación con el tema es evidente, más aún si tenemos en cuenta el carácter “monumental” de las dos primeras. Gettysburg, sobre la decisiva batalla de aquella contienda, duraba más de cuatro horas y media. Gods and Generals, precuela de la anterior, centrada de manera especial en la figura de Thomas Jackson, se acercaba a las cuatro horas de metraje y no tuvo muy buenas críticas. Alguien escribió, por ejemplo, que era «tan seca como un libro de historia de instituto, tan solemne como un funeral y con tanto humor como una reunión del Politburó».

altCopperhead es un film con menos pretensiones y de menor formato, tanto en presupuesto –unos 12 millones de dólares- como en metraje, con una convencional duración de un par de horas. Ofrece una visión más desconocida –al menos para los que no somos estadounidenses- de la Guerra Civil Americana, una visión alejada del frente de batalla. “Copperhead” es el nombre que recibe un tipo de serpiente, la víbora cobriza, y así es como llamaban a los demócratas que vivían en el norte pero que estaban en contra de la guerra. No porque fueran partidarios del sur ni de sus ideas secesionistas ni de su interés por mantener la esclavitud. Eran seguidores del Partido Demócrata, y consideraban que el presidente Lincoln, republicano, había asumido durante aquella guerra potestades que no le otorgaba la Constitución americana. En cualquier caso, eran considerados traidores por sus vecinos republicanos.

altLa trama de Copperhead transcurre en una zona rural del norte del estado de Nueva York llamada The Corners en 1862. Allí vive Abner Beech, un “copperhead” que vive en sus carnes la discriminación de sus vecinos, representados por Jee Hagadorn, un viudo obsesionado con la religión y defensor a ultranza de las ideas de Lincoln. Para más inri, el hijo del primero, Jeff, está enamorado de la hija del segundo, Esther, una relación a lo Romeo y Julieta que no gusta nada a ninguno de los progenitores y que desemboca en el alistamiento del joven, que marcha a la guerra como desafío hacia su padre.

altEs una película de ritmo pausado en la que las miradas y las expresiones cobran en muchos momentos más fuerza que los diálogos y en la que las estampas rurales ofrecen una especie de contrapunto al argumento, haciendo que el espectador se pregunte cómo en aquellos parajes de tranquilidad aparente podía existir tanta tensión política.

Independientemente de lo que gusten o no las películas de Ron Maxwell, hay que otorgarle un gran mérito a su gusto musical. En Gettysburg contó con Randy Edelman, que hizo el trabajo sobresaliente que todos conocéis. Edelman también es autor de unos pocos temas de Gods and Generals, pero el mayor peso de la partitura recayó en John Frizzell, quien se marcó otro trabajo excelente. Para mi gusto, lo mejor que ha hecho, de lejos, en toda su carrera.

En Copperhead, Maxwell vuelve a dar en la diana al recurrir a este compositor francés poco conocido. El score de Laurent Eyquem destila sensibilidad y elegancia en toda su extensión. Que nadie espere temas heroicos ni de acción trepidante. Basada en una orquesta de cuerdas, vientos de madera y piano, los temas de Copperhead se desenvuelven en el plano dramático y evocador, abarcando desde la más amarga melancolía hasta la grave solemnidad, con algunas pinceladas de esperanza, sobre todo en algunos de los tracks finales.

altNo puede decirse que sea un trabajo innovador. Algunos momentos recuerdan a John Barry, otros se mueven en la línea de la música popular americana y otros parecen dirigirnos de manera directa a la Comarca de hobbits descrita musicalmente por Howard Shore. Lo que resalta del trabajo de Eyquem es su capacidad para que su música conecte emocionalmente con el espectador, una música en la que impera la melodía y que permite al oyente cerrar los ojos y disfrutar pausadamente de un trabajo sin fisuras.

Eso ocurre desde el primer momento con “Copperhead – Main Title”, bello tema principal iniciado con piano, continuada con clarinete y con un cambio de melodía con violín solista al que posteriormente sigue una trompa, con acompañamiento posterior de toda la sección de cuerda. La música y los paisajes campestres reflejan esa idea de falsa paz aparente que existe en The Corners.

altEl tema principal reaparece más tarde en “The Enlistment”, una pieza que comienza con cierto aire festivo, a la Americana, con tambor marcando el ritmo –una de las escasas concesiones a la percusión y los metales en toda la banda sonora-. Acompaña el momento en que varios jóvenes de la región se alistan al ejército de la Unión. Pero la música cambia poco antes de la mitad del track, introduciendo el piano con el tema principal, otorgando así un sentido carácter dramático a las sucesivas despedidas, en especial a la de Jeff y Esther.

El tema principal es el que cierra la trama en la segunda mitad de “Resurrection”, un final al que la música dota de un aire más cargado de esperanza.

altHay varios temas excelentes que Eyquem sitúa repetidamente en varios momentos de la historia. Para la historia de amor de Jeff y Esther crea una bonita y reposada melodía romántica con arpegios de guitarra acompañando a las cuerdas y las maderas. Lo encontramos en “One Room Schoolhouse” y se repite en otros tracks como “Candle Light Vigil / The Simple Life” o la primera mitad de “Resurrection”.

altOtro de los temas más conseguidos, cargado de impactante dramatismo, es “A Poor Beggar in This World / The Mill”, en el que las notas del piano se suceden en un tono tan fúnebre como bello, acompañando una conversación de Esther con su padre. El mismo leitmotiv lo encontramos más adelante con título similar, “No News / A Poor Beggar in This World”, asociado a la desesperación de Esther, que no tiene noticias de Jeff.

En la misma línea hay otro fantástico tema, “The World Turned Upside Down”, -en el CD hay dos tracks con el mismo título- con protagonismo de piano, violonchelo y oboe, con el que se describe el mal ambiente existente por la confrontación política entre vecinos.

La apacible vida rural aparece reflejada en cortes como “The Simple Life” o “Candle Light Vigil / The Simple Life”, iniciada con una frase de clarinete o flauta que parece situarnos en la Comarca de Tolkien, más aún si lo que vemos es gente en su hábitat campestre, con sencillas ropas de agricultores, deambulando por campos o montados en carros. Es también el tema que escuchamos en “Jeff’s Decision”, “Visiting Esther” y “Sharp Shooters on the Ridge”, en esta última ocasión de forma más dramática.

alt“A Peaceful Man”, también repetido con el mismo título en el CD, es otro de los recursos que usa el compositor, en este caso asociado a la figura de Abner. Es un breve tema con fiddle y piano que concede un carácter folk a una melodía más propia de un himno religioso.

Hay otros tracks que destacan por su elegancia y emotividad. Por ejemplo, “The Picnic”, leitmotiv romántico asociado a Jeff y Esther; “Hurley’s Dream / Casualties at the Front”, que acompaña la dramática lectura en el diario de la lista de bajas en la guerra; “A Fine Singer”, con un oscuro chelo que suena cuando un carro trae al pueblo un ataúd con el cuerpo de uno de los jóvenes caídos; “Ni Goes South”, cuando el hermano de Esther marcha hacia el frente en busca de Jeff; o “The Prodigal Son”, con flauta en tono más optimista y bucólico para reflejar uno de los reencuentros del tramo final de la película.

altCon carácter más anecdótico, en el CD se ha incluido una versión del clásico popular celta “The Dev’l Among The Tailors”, interpretado por The Barn Dance Musicians para una escena festiva en un granero del pueblo, así como una canción de cuna de época para los créditos finales, «Slumber My Darling”, interpretada por Marcus Bently.

Lo dicho, siempre es agradable descubrir a un compositor que no conoces si es con un trabajo que te atrapa desde el primer instante como sucede en este Copperhead, donde la música tiene un destacado protagonismo poético y narrativo. El hecho de que Varèse Sarabande haya editado el disco representa un espaldarazo importante para Eyquem, que se ha dejado notar con muy buenas críticas y una nominación en la categoría de descubrimiento del año en los premios de la World Soundtrack Academy. Puede ser el primer gran paso de una carrera que se antoja de lo más prometedora.