A Tribute to Michael Kamen

Como siempre me gusta hacer cada vez que opino, quiero “poner en situación” al aficionado que me lee. Vaya por delante que yo no soy ningún amante o interesado en las grabaciones de conciertos o recopilatorios de bandas sonoras. Cada cual tiene sus manías, pero este es un formato que comprendo perfectamente en el mundo del rock y del pop, no así en el mundo de la música para el audiovisual. Lo mismo que se pierde la “experiencia” en cualquier grabación de un directo, en el caso de esta música la transmisión de las sensaciones y sentimientos no me llega en absoluto igual cuando se trata de una grabación. Para eso ya me preparo yo las recopilaciones o selección que quiera.

Dicho esto, sí que es verdad que, especialmente para nuevos aficionados o aquellos que están empezando a interesarse en este mundo, son entradas que pueden ser ideales. Principalmente para conocer a un compositor o género con el que no se ha tenido mucho contacto. Y en este sentido, esta grabación me parece absolutamente ejemplar. Ya adelanto que si hay alguna pega, más allá de los gustos personales de la selección de piezas (con lo que me remito a mi primer párrafo), va a ser por parte de los grandes aficionados y conocedores de la obra del compositor. Echarán de menos “sus” piezas favoritas, o de seguro que quisieran más muestras de potencia y acción del catálogo de Kamen. Sin embargo, el contenido del disco es realmente brillante y una muestra magnífica de por qué este compositor nunca se le termina de meter dentro de los grandes maestros (Williams, Goldsmith, etc.) pero sin embargo es raro que los conocedores de la música de cine no le incluyan entre los más destacados.

Todo el concierto aquí representado rezuma clase, estilo y gusto por cada bit digital que contiene el CD. Y es que si Kamen demostró su categoría y buen hacer, fue por su capacidad para llegar emocionalmente con su música al espectador. Jungla de cristal, el Robin Hood de Kevin Costner y muchas otras no serían lo mismo sin su capacidad para la melodía y la emoción. Algo que se transmite maravillosamente en la selección que se interpretó en este concierto y que refleja esta edición.

El sonido es impecable. El gusto y cuidado de la edición es maravilloso, y para aplaudirle a José María Benítez y su discográfica Quartet Records. Claro, brillante, vibrante y directo. En algunas piezas incluso más claro que su original discográfico, porque poca gente va a disfrutar de la música de Los inmortales, Las aventuras del Barón de Munchausen o Edge of Darkness como se disfruta en este disco. Todo un aplauso muy merecido para el trabajo de Chris Malone en este sentido

La música transita por un derrotero realmente muy melódico y agradable, lo que permite que las bandas sonoras más reconocibles por el gran publico, gracias a sus famosos temas principales, sean las más brillantes y disfrutables en esta presentación –Don Juan de Marco, Robin Hood, príncipe de los ladrones y Hermanos de sangre-, de manera que terminan haciéndose incluso cortas. Pero la acción y la emoción también se encuentran presentes en el disco. Desde la emocionante presencia de la música de Los inmortales, que será todo un descubrimiento para aquellos que solo recuerden los temas de Queen, hasta una estupenda suite de acción que incluye música de Jungla de Cristal, Licencia Para Matar, Arma Letal y el maravilloso tema principal de la serie de HBO De la Tierra a la Luna.

Si se le quiere poner algún pero, es evidente en momentos que la orquesta tiene falta de tensión y fuerza para alcanzar el empuje que la música de Kamen exige en ocasiones. Algo que afecta puntualmente al desarrollo de la suite de Robin Hood, y que se hace más evidente en la interpretación del famoso tema de James Bond en la suite de acción. Pero nada que afecte al disfrute de la escucha de este concierto y disco. Más allá de lo que pueda esperarse en cualquier concierto en directo. Algo que, no podemos olvidar, es lo que representa esta edición. De la misma manera que, por esas mismas razones del directo, hay que aplaudir la inclusión de piezas tan vibrantes como la espectacular Edge of Darkness y su guitarra. Sin discusión, uno de los momentos más destacados del mismo.

La pena es que, a menos que se sea uno de los afortunados que ya hayan podido hacerse con su copia, la edición se encuentra agotada. Pero aquellos que hayan podido hacerse con su copia física, dudo que se arrepientan. El concierto refleja la gran clase del compositor y la capacidad de transmitir emociones a través de su música. Sin lugar a dudas es una edición recomendada para todos aquellos que quieran apreciar o comenzar a conocer al tristemente desaparecido maestro.