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Thor: Ragnarok

Mark Mothersbaugh
     
Año:   2017
Sello:   Walt Disney Records
Edición:   Normal
Nº Tracks:   17
Duración:   72:52
     
Ficha IMDB
Web del Compositor
 

 

Reseña por:
Fernando Fernández

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1. Ragnarok Suite (8:53)
2. Running Short on Options (2:47)
3. Thor: Ragnarok (1:10)
4. Weird Things Happen (1:47)
5. Twilight of the Gods (6:15)
6. Hela vs. Asgard (4:31)
7. Where am I? (1:39)
8. Grandmaster’s Chambers (1:19)
9. The Vault (3:47)
10. No One Escapes (3:01)
11. Arena Fight (3:33)
12. Where’s the Sword? (4:34)
13. Go (1:43)
14. What Heroes Do (1:38)
15. Flashback (3:00)
16. Parade (2:20)
17. The Revolution Has Begun (1:47)
18. Sakaar Chase (2:12)
19. Devil’s Anus (4:53)
20. Asgard Is a People (4:21)
21. Where To? (2:23)
22. Planet Sakaar (2:15)
23. Grandmaster Jam Session (3:17)

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Tema de Thor en «Ragnarok Suite»

 

«Twilight of the Gods»

 

«Devil’s Anus»

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La manera divertida y original con que Mothersbaugh se adapta a la estética e intención de esta “extraña” adaptación Marvel. La calidad del resultado está fuera de toda duda y tiene multitud de momentos realmente entretenidos y brillantes.

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La falta de conclusión, o al menos de definición completa de la partitura. Buena parte de ello está provocado por una horrorosa colocación de los temas. Una recomendación personal, que va a hacer que el disfrute de la banda sonora en su escucha aislada aumente muchos enteros: eliminad los dos temas disco finales (o al que le gusten, que los deje al final del todo del programa), y en su lugar comenzar la escucha de la banda sonora a partir de “Running Short On Options”. Programadlo todo para concluir con “Ragnarok Suite”. Os aseguro que la escucha y sensaciones cambian mucho de esta manera.

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Es más que evidente que la impresionante suite inicial “Ragnarok Suite” es uno de los temas del año. Yo quiero pensar que es una suite final, pero cambiada de lugar para satisfacer a los impacientes de las nuevas generaciones. El recorrido y presentación de absolutamente todos los motivos y estilos presentes en la partitura es, simplemente, magistral.

BSOSpirit opina

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Nota media: 7,62

Ángel Aylagas (7), Fernando Fernández (8), Asier G. Senarriaga (8), Óscar Giménez (7), Juan Ramón Hernández (7), David Martínez (8), Jordi Montaner (7), David Sáiz (9)

 

La música de superhéroes se vuelve disco

Hay que reconocer que los aficionados a la música para el audiovisual somos insaciables y nunca estamos satisfechos. Primero, que si todo suena igual y que se está convirtiendo en puro cliché (en referencia a la música para las películas de superhéroes). Pero cuando llega alguien y decide hacer algo diferente, empiezan a aparecer las quejas de que es que se ha hecho algo diferente. No tenemos fondo. Curiosamente, de los elementos que probablemente estén sobrellevando mejor las críticas es la estupenda banda sonora de Mark Mothersbaugh, que se ha marcado otra partitura para coleccionar. Como mínimo para agradecerle.

Sí que hay que reconocer que la película ha intentado crear algo diferente. No sé si ha sido totalmente a propósito, pero, de no serlo, seguro que no lo habían hecho peor ni aposta. Porque la película aprovecha para tomar dos líneas de cómics que se salían de lo normal y darles un giro de 180 grados. Sinceramente, me daba miedo cómo podían ser adaptadas las dos tramas de los cómics. Aunque la de Hulk sí que es verdad que tenía trama muy interesante y con mucho fondo, el “Ragnarok” de Thor me había parecido un aburrimiento más que importante. Sin embargo, la verdad es que da igual, porque en la película no pasan de ser más que ligeras inspiraciones para la trama de la misma. Y es que Taika Waititi consigue darle un giro brutal al estado actual de los superhéroes Marvel. Luego ya podremos discutir que nos guste más o menos. Pero toda esta fuerza de cambio emana de la propia película y su proceso de gestación.

Dicho esto, me gustaría dejar una cosa muy clara desde el inicio: la banda sonora de Mark Mothersbaugh logra sorprender nuevamente por la estupenda calidad de su trabajo y el sentido de la diversión que destila. Sí que es verdad que se le acusa de tener mucho “compositor fantasma” trabajando para él. Especialmente en los últimos proyectos en los que tanto Tim Davies y Wataru Hokoyama cuentan con créditos de música adicional. Pero aquí voy a ponerme serio: esto hay que aplicárselo a todos. Si durante años nos hemos quejado de Hans Zimmer y algún otro por sus composiciones en equipo, entiendo que se repita la queja en este caso. Pero también las alabanzas. No me vale ese “en unos casos sí y en otros no”. Y aparte, podría dudarlo si se tratase de un caso aislado. Pero Mothersbaugh ya ha demostrado en varias ocasiones su destreza con trabajos cargados de desarrollos temáticos, estupendas y originales orquestaciones, una capacidad técnica brillante y un sentido de la emoción más que evidente. Pero uno de los elementos que suele destacar en sus bandas sonoras es la manera tan espectacular con que consigue entremezclar el sonido orquestal, el coral y el electrónico.

En esta ocasión, independientemente del mayor o menor trabajo o culpa que tengan Jones y Hokoyama, el resultado es muy bueno. Y probablemente sea una de las partituras con más elementos electrónicos y del estilo Devo que ha realizado en mucho tiempo. Es más, dentro de las múltiples referencias que pueden dirigírsele a la película, para mí la más evidente es el más que claro referente que tiene con el Flash Gordon ochentero de Mike Hodges. Desde luego en espíritu y desarrollo. No me extraña que incluso Waititi haya declarado que hubiese contratado a Queen para la banda sonora si Mercury siguiera vivo. Es fácil apreciar por qué en esta banda sonora. Y mención aparte merece Kevin Feige. El productor fue el primero en quedar impresionado por los “riesgos musicales” que iban a tomarse en la película. Pero también estipuló que no podía dejarse de lado totalmente el “sonido tradicional Marvel”. De ahí que Mothersbaugh no tuviese problema en incorporar una orquesta de 100 piezas y un coro de 30 voces junto a su electrónica. Todo sumado, es lo que nos encontramos en Thor: Ragnarok.

La película comienza con un tono más clásico de aventura y misterio. Con la orquesta y el duduk dibujando una pieza de prologo intensa y atractiva con “Running Short of Options”. Son los clásicos toques de tensión, aventura y misterio esperables en una película de este estilo. Cuando a mitad de la pieza escuchamos los primeros toques “vintage” de sintetizadores es cuando sabemos que entramos en otro tipo de dimensión. Una dimensión que marcan los créditos de Thor: Ragnarok, donde los sintetizadores toman el mando, especialmente con la memorable introducción del nuevo tema de Thor para la saga (y ya van tres). La introducción me parece maravillosa para situarnos musicalmente en este nuevo universo heroico con un tema realmente memorable.

En este inicio los sintetizadores parecen ser un toque de color y vivacidad, con la música tomando un cariz clásico de aventuras y acción. Pero en todo este comienzo vamos a ir apreciando las diversas aportaciones a la banda sonora que van a irse desarrollando. Aparte de ese nuevo tema heroico para Thor, lo siguiente que vamos a apreciar es el sonido del duduk y una música de carácter noble y épico que parece describir el mundo de Asgard. “Twilight of the Gods” es uno de los primeros momentos brillantes de la banda sonora, con un crescendo en majestuosidad realmente brillante con la entrada final de esos coros y la orquesta al completo. El final de toda esta primera parte es la presentación del malvado de turno, en este caso Hela no parece tener un tema propio, por un solo de voz femenino parece siempre aportar el elemento distintivo de su presencia. Introducido en “Hela vs. Asgard”, la pieza continua el tono dramático y de acción en una pieza potente cargada de percusión y fuerza.

A partir de este momento es cuando comienza la fiesta disco, algo que podría echar para atrás a algún aficionado. Pero de verdad, dejaos llevar por el sonido ya que, aunque es muy diferente al más convencional, su integración es realmente buena, salvo en un par de ocasiones, y en ningún momento le quita fuerza a la partitura. “Where Am I?” aprovecha esa desorientación del protagonista para rodearnos de una electrónica extraña cargada de percusión, ritmos y atmósferas que nos llevan a ese otro lugar. Y es que la banda sonora cuando se centra en el planeta Skaar y en su líder, un absolutamente desatado Jeff Goldblum como el Grandmaster, la música adopta ese tono electrónico ochentero y casi disco en ocasiones. Eso no quiere decir que la música abandone ese carácter inicial. Cuando la acción vuelve a centrarse en Hela y se traslada a Asgard la potencia orquestal y los coros vuelven a hacer acto de presencia y predominación, como se puede apreciar en “The Vault” o “Where’s the Sword?”.

Pero es evidente que los sonidos extraños y ritmos sintetizados parecen simbolizar el planeta y a Grandmaster. Aquí la orquesta pasa a ocupar un segundo plano de refuerzo y potencia de los temas muy cubierta de capas y capas de electrónica. Eso sí, lo que viene a continuación es pura acción, con una continua montaña rusa rítmica, que es prácticamente toda sintetizada, con piezas como “No One Escapes” o la brutal “Arena Fight” realmente brillantes. La  música coge un cuerpo muy entretenido, muy variado, con muy diversos colores. Coro, orquesta, electrónica, ritmos, percusión y diversas entradas del tema de Thor muy importantes. Lo que sin embargo, también empieza a ser evidente es que no escuchamos lo que podríamos denominar uno de esos temas de acción definitivos. Brutales, que nos dejan sin respiro. La acción no termina de ser definitiva. Pero bueno, aún nos queda película por delante.

Lo que sí es evidente es que, aunque algunos de los temas con electrónica son realmente llamativos, cuando la orquesta hace entrada e incluso domina los temas la banda sonora retoma potencia y pegada. Es a partir de “What Heroes Do” cuando entramos en la parte final de la película y en el giro de la situación. Ahora los héroes comienzan a tomar las riendas. Incluyendo en la música. Dejando a un lado el discotequero “Parade”, la música vuelve a tomar intensidad, primero electrónica en “The Revolution Has Begun” and Sakaar Chase”, pero con “Devil’s Anus” (venga va…, decidme que no es genial ese título), la orquesta vuelve a tomar el mando para devolver la pelea a Asgard, Hela y evitar el Ragnarok. Con ello la música gana mucha más intensidad y fuerza, especialmente con la presencia de la orquesta. Pero también por la presencia de los motivos de Hela y Thor de manera más evidente. El crescendo de la huida de “Devil’s Anus”, el retorno del misterio y la aventura majestuosa de “Asgard Is a People” y la conclusiva “Where to?” proporcionan un cierre muy interesante a la banda sonora. Especialmente con la inclusión de los previos temas de Thor compuestos por Doyle y Tyler como detalle final. Aunque ya había introducido la música de Giacchino para Doctor Strange en la inicial “Weird Things Happen”.

De todas maneras, en la partitura no termina de aparecer ese gran tema de acción brutal y definitiva, e incluso la propia conclusión no da sensación de definitiva. O al menos no se siente como tal. La música no termina de alcanzar un clímax claro y conclusivo, más allá de la brillante suite inicial. Y es que ese es el principal problema de la presentación de la partitura: las dos piezas finales electrónicas (claramente anticlimáticas) y ese primer tema que proporciona un clímax, que el resto de la banda sonora es incapaz de satisfacer. Este final es una muestra de la indefinición de la banda sonora, que hace que no sea la partitura más brillante y redonda que podía haber sido.

La verdad es que es una banda sonora interesante, muy original, diferente. Con buenos momentos de acción que no terminan de explotar totalmente, y a la que le falta un poco más de mayor esfuerzo para redondearla. Eso no le quita que sea tremendamente divertida y entretenida. Y eso que yo soy un gran fan del estupendo trabajo de Doyle, Tyler, Beck, Jackman y Giacchino en la saga Marvel. Pero toda su originalidad no le quita que, en los trabajos de estos, podíamos encontrar esos momentos de acción demoledora. Pero hay que agradecerle y apreciar el soplo de aire fresco y diferente que proporcionan tanto película como música. Nos guste más o menos, eso sí.