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Code Blue – Season 3

Naoki Sato
     
Año:   2017
Sello:   Pony Canyon
Edición:   Normal
Nº Tracks:   15
Duración:   51
     
Ficha IMDB
 

 

Reseña por:
Juan Ramón Hernández

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1. Code Blue -the same spirit-
2. Against the wind
3. Rising every time
4. Face oneself
5. Cannot be hid
6. Aim higher goals
7. Never walk backward
8. A new day
9. Increasing the speed
10. The second sun (Ft Stevan Lloyd)
11. Blooms in adversity
12. Nothing to lose
13. Driving slow
14.The radiance of tender
15. Have wings

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«Code Blue -the same spirit-«

 

«Against the wind»

 

«Have wings»

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Cómo Sato entiende las necesidades de una serie de este tipo, consiguiendo que su música sea muy efectiva en los momentos que se la requiere y, claro está, el fantástico tema principal que actualizado para esta tercera entrega suena mejor que antes incluso.

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Quedarnos con las ganas de ver un desarrollo musical en los personajes, pues la  historia siempre ha dado para eso y Sato se podría haber lucido muchísimo con ello, aunque hay que entender que el tono y el contexto de la serie pide quizá otra cosa.

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Los estupendos “Code Blue (The Same Spirit)” y “Have Wings”, así como “Against the Wind”.

Emergencias médicas para un Sato en su salsa

Code Blue es una serie de Fuji TV que vio la luz allá por el año 2007 y que rápidamente caló entre la audiencia japonesa. La trama se centra en cuatro jóvenes médicos destinados a la unidad “Doctor Helicopter”, cuya misión es dar asistencia médica urgente sobre el terreno ante situaciones que conllevan traumatismos severos que ponen en peligro la vida de los pacientes en el mismo instante en que ocurre la emergencia médica. Así, en su comienzo, asistiremos al crecimiento personal y profesional de estos jóvenes a través de las traumáticas experiencias vividas por su trabajo, así como por sus propias ambiciones personales, siendo testigos de la fragilidad de la vida.

Aun siendo, como digo, un éxito total desde su estreno hace diez años, la serie solo ha conocido tres temporadas y un especial debido en parte a las ocupadas agendas de sus protagonistas, pero también por decisión de la propia cadena para no desgastar uno de sus productos estrella (igualito que en otros países ¿verdad?), siendo un total acierto esto último para el que escribe pues dicho producto sigue siendo igual de fresco y al reparto se le nota esa frescura en pantalla.

Ha sido este año 2017 cuando ha visto la luz la tercera temporada, siete años después de la segunda, siendo esos siete años los mismos que han transcurrido en la historia. Encontraremos a los protagonistas muy experimentados en sus labores y siendo ellos los que transmiten sus conocimientos a nuevas generaciones. A partir de aquí volveremos a ver nuevos casos de emergencias para el equipo, nuevos horizontes profesionales, así como retomar antiguas relaciones, como he dicho antes, sin perder un solo ápice de frescura pues es una serie muy enfocada a un target muy joven.

Y esto lo entendió a la perfección desde el primer momento Naoki Sato, quien se encargó desde la primera temporada de la música, componiendo una banda sonora muy dinámica, acorde al tono de la serie y, que como digo en el encabezamiento del texto, muestra al compositor nipón como pez en el agua, pues bien sabido es su gusto por la electrónica.

El score de Code Blue es estructurado por el compositor nipón de una forma muy sencilla a la par que efectiva y en todas sus entregas está girando siempre alrededor de su espectacular main theme, el cual en esta tercera entrega es variado un poco en su construcción respecto a las dos anteriores, aunque sin perder una pizca de ese sentido heroico y vital que desprende, haciendo que cada aparición del protagonista, Aizawa, y el resto del equipo brille de una manera muy especial en pantalla. “Code Blue (The Same Spirit)” es su título, en el que una perfecta mezcla de la orquesta y lo electrónico imprimen al tema el sello inconfundible de la música de Sato, quien homenajea claramente a la música que se componía para series de acción a finales de los 80 y principios de los 90 en su composición.

Al margen de este tema, que como he dicho está muy presente en la serie, encontraremos piezas puramente electrónicas que en cualquier discoteca serían bailadas hasta la extenuación, pero que en la serie tienen todo el sentido del mundo, no ya por el público a quien va dirigida, sino por lo bien que funciona en pantalla. El mejor ejemplo de esto es “Against the Wind”, corte que escucharemos siempre que el equipo se pone en marcha ante una emergencia y totalmente equipado se dirige al helicóptero, montan en él y este despega desde el hospital hasta el lugar de los sucesos, haciendo que el sonido “House” que llega a nuestros oídos mientras vemos todo esto nos haga apreciar tanto sensación de acción como de que el equipo médico va con la adrenalina a mil por hora dispuesto a cumplir con su misión frente a toda la adversidad  que les pueda aguardar.

En esta línea musical, aunque con un tono más oscuro y de tensión en ambos se nos presentan temas como “Rising Every Time” y “Nothing to Lose”, el primero de ellos retratando como los médicos, en pleno epicentro de las catástrofes y en medio del caos van atendiendo casos gravísimos, sorteando los más leves dejándolos a cargo de los novatos y tomando decisiones cuya ejecución camina sobre la fina línea entre la vida y la muerte. En el caso del segundo, asociado a acciones en el hospital a modo de intervenciones quirúrgicas en casos complicadísimos donde todo se juega a una sola carta, donde los sonidos electrónicos reflejan tanto la concentración de los cirujanos en sus acciones, así como la tensión y responsabilidad de todo un equipo médico tratando de salvar la vida que hay en la camilla del quirófano rodeados de máquinas vitales, instrumental y la sangre de los pacientes.

No todo (evidentemente) va a ser acción y tensión en la historia y en la música. Como cualquier profesional, los protagonistas tienen sus momentos de descanso, esparcimiento y vida normal. Estos momentos se retratan con temas como “A New Day”, tema en el que la guitarra es protagonista total para mostrar el comienzo de un día cualquiera en la vida de los protagonistas, intercambiando planos de todos ellos mientras se levantan de la cama, asean, desayunan, salen a la calle… lo dicho, vida normal.

La guitarra también es protagonista en “The Second Sun”, con el añadido de la estupenda voz del británico Stevan Lloyd, la cual acompañara muchos momentos en que los protagonistas están solos, pensando en su futuro y en las satisfacciones que les regala un trabajo tan duro. Driving Slow” es otro tema de los pausados y el más desenfadado, su música va siempre asociada a pasajes en los que los protagonistas están disfrutando de alguna actividad al aire libre, bien conducir, bien pasear, ejercicio, etc. El último corte de este bloque es “The Radiance of Tender”, el cual siempre acompaña a momentos melancólicos y de recuerdos asociados a cualquiera de los cuatro protagonistas siendo el piano la perfecta herramienta para acompañar esas escenas.

Y por último, mencionar algún tema (al margen del main theme) con esa esencia que Sato imprime en ellos. “Aim Higher Goals” sería uno de ellos, retratando con orquesta y electrónica la determinación de Aizawa a llegar donde se proponga en su trabajo. “Increasing the Speed” con su adrenalítico comienzo y la introducción de esos elementos de sonidos metálicos junto a los sintetizadores tan característicos en sus composiciones, es utilizado en las escenas de máxima tensión en la serie, y funciona de lujo junto a algunas tomas que se muestran a cámara lenta para darle más espectacularidad a las imágenes. Y así llegamos al otro temazo que tiene esta banda sonora, el más Sato de todos, con las campanas tubulares, cuerdas, percusión, sintetizadores y voces de fondo, rematados con la guitarra eléctrica en su parte final, tocándonos la fibra a más no poder, señalando la fe inquebrantable del cuarteto protagonista en su trabajo así como del sentimiento de amistad y unión que hacen de este equipo médico uno de los mejores de todo el país, dicho tema es “Have Wings”.

Es en resumidas cuentas esta tercera entrega de Code Blue una banda sonora endiabladamente disfrutable en su contexto televisivo, prueba del buen saber hacer de Sato en una serie de estas características, siguiendo la línea que trazó desde su primera entrega y con más energía si cabe.