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Rogue One: A Star Wars Story

(Rogue One: Una historia de Star Wars)
Michael Giacchino
     
Año:   2016
Sello:   Walt Disney Records
Edición:   Normal
Nº Tracks:   21
Duración:   69:29
     
Ficha IMDB
Web del Compositor
 

 

Reseña por:
Asier G. Senarriaga

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1. He’s Here For Us (3:21)
2. A Long Ride Ahead (3:56)
3. Wobani Imperial Labor Camp (0:55) *
4. Trust Goes Both Ways (2:45)
5. When Has Become Now (2:00)
6. Jedha Arrival (2:49)
7. Jedha City Ambush (2:19) *
8. Star-Dust (3:48)
9. Confrontation on Eadu (8:06) *
10. Krennic’s Aspirations (4:16)
11. Rebellions Are Built on Hope (2:56) *
12. Rogue One (2:05)
13. Cargo Shuttle SW-0608 (4:00)
14. Scrambling the Rebel Fleet (1:33)
15. AT-ACT Assault (2:55)
16. The Master Switch (4:03) *
17. Your Father Would Be Proud (4:52) *
18. Hope (1:38) *
19. Jyn Erso & Hope Suite (5:52) *
20. The Imperial Suite (2:30) *
21. Guardians of the Whills Suite (2:53) **Mejores temas

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Tema de la Rebelión y la Esperanza en «A Long Ride Ahead»

 

Tema de Jyn Erso en «Confrontation On Eadu»

 

Versión coral del tema de Jyn Erso en «Your Father Would Be Proud»

 

Motivo de Krennic en «He’s Here for Us»

 

Nuevo tema del Imperio en «I Got Him!»

 

La mística de la Fuerza definida por Giacchino a la Miklós Rózsa en «Guardians of the Whills»

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La imponente grandeza orquestal que emparenta y hermana la composición de Rogue One con las gloriosas creaciones de John Williams que definieron el sonido hace mucho tiempo en una galaxia, muy, muy lejana. La apoteósica unión narrativa entre imágenes y música en los para quien esto suscribe, tres mejores momentos cinematográfico-musicales del año 2016, ”Confrontation On Eadu”, “Your Father Would Be Proud”,  e indefectiblemente, “Hope”. En una sola palabra, excepcional.

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Que Michael Giacchino sólo contara con tres semanas y media para componer y desarrollar una partitura que estaba destinado a crear, porque, si bien los resultados han acabado siendo magníficos, podrían haber sido legendarios.

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Como ya señalábamos, tres. El desarrollo temático completo de “Confrontation On Eadu” con la impecable resolución final adaptando el tema de Jyn Erso a cotas emocionales cuasi místicas y su gloriosa conclusión, la resolución y poder evocador del sacrificio con la imponente y lírica entrada coral en “Your Father Would Be Proud”, o cómo estremecer ante la tragedia y aportar esperanza al mismo tiempo con arrebatadora grandeza, y el minuto y medio más antológico del año, “Hope”, la mejor unión musical con unas imágenes del 2016, y el mayor homenaje al Maestro Williams que un compositor pudiera hacer. Magistral Giacchino.

BSOSpirit opina

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Nota media: 7,37

Ángel Aylagas (8), Fernando Fernández (5), Rubén Franco (8), Asier G. Senarriaga (10), Óscar Giménez (8), Ignacio Granda (9), Juan Ramón Hernández (7), David Martínez (6), Antonio Miranda (5), Jordi Montaner (7), David Sáiz (8)

 

He’s Here for Us: Giacchino se une a Star Wars

Un proyecto novedoso, arriesgado y deseado, sus complicaciones y el camino al éxito

Cuando tras meses y meses de rodaje la producción de Star Wars: The Force Awakens, episodio VII de la saga galáctica, golpeaba la claqueta por última vez  en Pinewood (Inglaterra) allá por el otoño del 2014, la paz no sucedió al frenetismo de la filmación, pues Gareth Edwards, recién llegado de Islandia, donde su nuevo film había comenzado a trabajarse, tomaba el relevo para empezar a dar forma a la primera película fuera de la saga original, un spin-off de título Rogue One, y que tras barajarse que fuera acompañado por un «Star Wars Anthology» debajo, al final quedó con el subtítulo de A Star Wars Story. La narración nos iba a contar la historia detrás del scroll inicial de la original Una Nueva Esperanza, el mítico episodio IV, para narrarnos la batalla que supuso la primera victoria de la Rebelión sobre el Imperio, el mítico robo de los planos originales de la infausta Estrella de la Muerte y la historia de aquellos que lo llevaron a cabo.

Edwards, tras el éxito crítico y de público de su anterior Godzilla, contaba con el beneplácito y confianza de Disney para tomar ciertas elecciones importantes para la producción, contándose entre ellas la decisión acerca del compositor más adecuado para el film. El director no tuvo ninguna duda y señaló a Alexandre Desplat, con quien definiera al legendario monstruo de la Toho, y con quien había colaborado con exquisitos resultados para ambos en la susodicha Godzilla. El estudio estaba de acuerdo y todo fue sobre ruedas.

Hasta que llegó la primavera y el verano de 2016 y un primer pase de prueba no dejó contentos a los jefazos de Disney,

había que modificar el film,
como fuera y pese a quien pesara.

Durante dos meses, una nueva filmación se llevó a cabo variando la narración, volviendo a rodar muchas escenas, cambiando la historia y a algunos personajes de cabo a rabo (caso de Saw Guerrera y el aspecto de Forrest Whitaker) y modificando totalmente la media hora final. En suma, unos 40 minutos, cambiando la presentación de Jyn Erso y su rescate por la rebelión cuando anteriormente se la presentaba por primera vez en su reunión con Moth Mothma y Cassian Andor en los cuarteles de los rebeldes, remozando su conversación con Guerrera y cómo llega a ella, vivificando el encuentro en Eadu de cara a crecimiento de personajes y destino de alguno, y la decisiva construcción y estrategia de la batalla de Scarif, que se modificó de arriba abajo de cara a aumentar grandeza justamente donde irónicamente esta germinaba, en los momentos íntimos, previos, durante, y posteriores (incluyendo el glorioso final que aquí no desvelaré) y cómo construir personajes, no arquetipos, en el montaje final.

Todo ello llevó a la eliminación de secuencias presentes en la campaña de promoción previa y en trailers, impidiendo que entendiéramos el motivo de momentos que ya no tenían sentido en el film terminado y que pudimos ver estrenado allá por el 16 de diciembre de 2016, y que nos preguntásemos cómo sería aquello que se presentó en aquella reunión ejecutiva en Disney hacía unos meses.

Michael Giacchino entra en juego, rien ne va plus

Una de las consecuencias tuvieron que los reshoots y nuevos montajes fue la renuncia airada de Alexandre Desplat, que ya había compuesto y grabado gran parte del score, por no decir su totalidad, al solicitársele que empezara de nuevo porque la historia ya no era la misma. Compromisos previos y un lógico enfado ante la situación le llevó a renunciar a seguir trabajando en Rogue One y a abandonar la producción.

Disney tenía un problema muy gordo entre manos cuando parecía que el largo viaje se había encauzado para bien, ahora faltaba uno de los elementos más importantes, y sin compositor a falta de cuatro semanas y media para grabar, la nueva partitura la tarea se presumía titánica para aquel que se atreviera a afrontar el desafío.

Sin embargo, una persona que llevaba componiendo en su cabeza un score para un film de Star Wars desde su infancia iba a ser el designado, y ante las menos de cuatro semanas ya para componer y los seis días para grabar, masterizar y mezclar, no tuvo otra ocurrencia que responder sin un solo titubeo: “Por supuesto, contad conmigo, empiezo a trabajar ahora mismo”.

Y Rogue One: A Star Wars Story, tuvo su score.

Una composición para La Rebelión, El Imperio y Jyn Erso y su escuadrón de héroes, Rogue One se hace partitura

Michael Giacchino es un compositor que tiene ante todo clara una cosa: si vas a crear música para un film de Star Wars tienes que seguir el camino fijado por John Williams, respetar su sonido, estilo y ampulosidad y belleza sinfónica, y primordialmente no dejar de hacer un homenaje al Maestro de Maestros, seguir la senda musical de la miriada de temas y leitmotivs de la saga, procurando aportar tu granito de arena, haciendo memorables a los nuevos personajes y sus nuevos motivos musicales y, sobre todo y fundamentalmente, hacer sentir a la platea que se encuentran hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana.

Con Rogue One el compositor no sólo lo logra, sino que lleva al oyente y al espectador a un viaje nuevo por hechos y situaciones familiares, sin olvidar el legado anterior y el espíritu de la obra precedente, recurriendo al pasado cuando es necesario, pero a la par demostrando capacidad para hacer memorables las variaciones y fascinantes las nuevas creaciones.

En una saga donde los leitmotivs son tan míticos, la esencia de la nueva composición debía ser la creación de nuevos temas y motivos a la altura para los nuevos personajes y dar una definición nueva a ciertos elementos envolviéndolos en la hilazón orquestal de lo creado por Williams. Giacchino decide componer como elemento primordial y fundamental alrededor del cual tejer toda la partitura, un tema principal para el personaje de Jyn Erso como centro neurálgico de la creación, capaz de conformar un desarrollo completo en forma de suite, e ir desplegándose poco a poco en variaciones de suspense, heroicas, trágicas, aventureras, líricas y finalmente emocionales, a lo largo de toda la trama, sin perder de vista la evolución de la historia, una nueva definición musical para la Rebelión, el Imperio, un motivo para el villano Orson Kennic, revisitaciones obligadas del tema de La Fuerza, el tema de Vader del Episodio IV, la Marcha Imperial creada a partir del V, el tema de Luke, el tema de la rebelión, a la par que crear un nuevo tema para la misma, que aparece por primera vez cuando se sobreimpresiona en pantalla en título del film (últimos 30 segundos de “A Long Ride Ahead”), y al que el compositor denomima el tema de la Esperanza, alcanzando desarrollo durante la película hasta la gloriosa ejecución final de título, como no podía ser menos, “Hope”.

Jyn Erso nos es presentada musicalmente en el tercer tema, “Wobani Imperial Labor Camp”, en su variante sinfónica-heroica…

…para conseguir definirse de manera definitiva en “Star-Dust”, como eje del suspense, en “Confrontation On Eadu” en una variante de sinfonismo abrumador y tonalidad lírica trágica, pero sobre todo en la magnificente conclusión durante “Your Father Would Be Proud”, con el añadido de unos sensacionales coros y una fuerza emocional fastuosa (uno de los mejores temas del 2016 sin duda alguna para quien esto escribe)…

 

…y los suntuosos títulos finales con unos solos de violín y flauta haciendo arabescos con el motivo, simplemente arrebatadores, “Jyn Erso & Hope Suite” (el mejor tema del año en mi humilde opinión).

Centrándonos en este último track, no podemos por menos que ensalzar las cualidades melódicas de un compositor que, a pesar de una premura de tiempo acusada, logra un desarrollo perfecto, matizado y emocionalmente cargado, trabajado hasta el límite por unas orquestaciones perfectas, impecables, que dotan a cada entrada de la orquesta en conjunto de una grandeza y poder sonoro superlativo, y en la que se percibe, como luego confirman los créditos, la labor de investigación de las partituras de la trilogía original, recibiendo reconocimiento de manera póstuma Herbert W. Spencer, orquestador de Williams durante los años setenta y ochenta y una de las razones de su sonido tan propio y sus matices tan característicos. Giacchino culmina la suite con su propio tema de la rebelión, en tonalidad solemne y de una belleza desgarradora.

El sonido característico que marca el estilo del compositor también lo encontramos presente en Rogue One, dando rienda suelta a su brillantez para los ostinatos y la combinación cuerdas metales a desaforados tempos, en “Jedha City Ambush” (atentos a partir del 01:23 donde la emoción se masca en cada nota),…

 

…el pletórico último minuto y medio de “Confrontation On Eadu”, donde una belleza que quita el aliento se transforma en una explosión sinfónica de muchos quilates,…

…la tensión constante in crescendo de “The Master Switch”, muy del estilo con que el compositor creara el mundo musical de Lost, combinando el tema de la rebelión con el de los Guardianes de los Whills y el de Jyn Erso o el primer minuto de “Hope”, con una variante coral apoteósica del motivo rebelde que evoluciona en un cameo de la marcha imperial de Williams seguida de su inmortal tema de la Fuerza.

Asimismo, si hay algo que siempre ha caracterizado la obra de Giacchino, ya desde sus inicios para los videojuegos de Medal of Honor eran sus marchas, muy Williams y en sintonía con este, y que aquí encuentran cumplida réplica con el impresionante nuevo motivo para el Imperio, y que el compositor ofrece en forma de Suite al final del CD (en el film se encuentra diseminado en pequeñas píldoras durante todo el metraje, en combinación con el tema del villano, Orson Krennic). Un tema evoluciona en el otro para volver al inicial, mostrando musicalmente cómo Krennic y el Imperio son un todo, y la razón de ser de este no tendría sentido fuera de las fuerzas oscuras a las órdenes del Emperador, “The Imperial Suite». Entre el 00:00 y el 00:54 se desarrolla el tema imperial…

…para a partir del 01:06 encontrar el motivo de Krennic, primero separado, y tras su explosión sinfónica final unido al primero (a partir del 01:49). Podemos encontrar muestras de ambos motivos en “He’s Here for Us” o “Krennic’s Aspirations» por ejemplo, aquí en combinación y formato tema/contratema con, primero el tema de Vader del Episodio IV, y luego de la eterna Marcha Imperial, que tan excelsamente define al Lord Oscuro.

Hasta este instante no habíamos hecho mención aún a uno de los temas por antonomasia de la obra, y por una buena razón, se trata de uno de los mejores tracks de toda la carrera de Giacchino (de los que hay varios en esta obra como ya hemos ido señalando), y posee una cualidad espiritual como pocas veces habíamos visto en el compositor, y lo más importante, encontrando inspiración en el estilo de otro de los más grandes compositores de música de cine de la historia, Miklós Rósza. Hablamos de “Guardians Of The Whills”. La mística de una melodía madura, llena de belleza lírica y cualidad atemporal le dota de un poso preciosista a la par que medido, consiguiendo una grandeza cuasi bíblica con la entrada de unos poderosos coros, contenidos primero y apoteósicos después, y una exuberante orquestación de cuerdas y metales que, sinceramente, deja sin aliento, para desvanecerse con la dulzura de los violines en un sosiego emocionante.

En definitiva y a modo de resumen, Giacchino lleva a cabo una tarea apabullante para el (muy) poco tiempo a su disposición, sin rehuir del trabajo duro, dotando a la obra de una estructura impecable, una evolución pautada, una disposición temática formidable, y unos cuantos (muchos) temas para el recuerdo, incluyendo alguno de los más poderosos tracks de la carrera del compositor hasta el momento, un triunfo rotundo, que pese a algunas críticas producto quizá de un mal endémico tan corregible como son dejarse llevar por expectativas no ajustadas, ha provocado que algunos críticos no vean este Rogue One como lo que es, sino como lo que pudo ser en otras manos, y eso, desgraciadamente entra en el terreno de las realidades alternativas, no de la realidad, que al fin y al cabo es la que hay que juzgar.

Y en esa realidad, podemos reseñar, sin temor a equivocarnos, que Michael Giacchino triunfa sin paliativos, porque meterse en la boca del lobo de la mirada crítica de cientos de miles de fans por todo el mundo tan de improviso y salir triunfante es sólo posible si tu talento emerge y se despliega en una obra madura, brillante y respetuosa con el legado en el que se encuentra inmersa, y ese es un logro que Rogue One obtiene con summa cum laude.

Y ahora, recordemos a los héroes que dieron su vida por la rebelión, regresemos al mundo musical de una aventura que tuvo lugar…

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana,
Y entonemos el mantra de Chirrut Inwe
I am one with the Force
The Force is with me
(Soy uno con la Fuerza
la Fuerza está conmigo)
¡Y que la Fuerza nos acompañe!