Querer a veces no es poder |
|
Nueva incursión en el cine de uno de los superhéroes más conocidos por los no aficionados al cómic. Ésta vez la historia clásica es reinventada parcialmente siguiendo la línea marcada por DC Comics en su vuelta de tuerca para conseguir unos personajes modernos (véase la trilogía del caballero oscuro o la línea 52 de la editorial DC editada en España por ECC Editorial).
Auspiciada esta versión por la producción de los Nolan y con guión de David S. Goyer (guionista de cine y de cómics) la película Man of Steel podrá tener rechazo o afinidad, pero no se le podrá negar en ningún momento lo bien “vendida” que está (antes de su estreno ya tenía el gasto cubierto gracias al merchandising, con lo que desde la primera entrada ya es todo beneficio).
Zack Snyder(300, Watchmen) ha logrado el Superman más parecido a los cómics en cuanto a lo físico y sus poderes, pero no lo ha conseguido, ni de lejos, en cuánto al carácter, ni en la dualidad del personaje Clark Kent/Superman. A lo cual añadir que tampoco ha conseguido mantener un equilibrio de personajes secundarios, destacando una primera parte de Russell Crowe (Jor-El) y un Kevin Costner (Jonathan Kent) perfectos, en contraposición a una Amy Adams (Lois Lane) de vergüenza ajena.
Para la parte musical se recurrió al colaborador ya habitual de Christopher Nolan, Hans Zimmer, después de un malentendido explicado por el propio compositor, y en un principio garante de éxito en este apartado dando calidad al producto final. Y digo en un principio porque el resultado de la música trasladada a la pantalla ha sido, en mi opinión, decepcionante. No se puede hacer una música tan abstracta, con un enfoque tan distinto y tan sin sentido para un personaje referente como es este Superman.
Esto no es Batman, ni Superman tiene ese mundo tan oscuro. Sin embargo, la música sigue esa senda cuando debería haber sido otra bien distinta y no seguir el mismo patrón musical. Batman es la antítesis de Superman. La música aplicada en ambas historias debería haber seguido ese camino. Lo que puede quedar bien en un lugar no tiene porque quedar bien en otro.
La narración musical creada por Zimmer para Superman sugiere pensar en la creación de un personaje “vacío sin afinidad” que no identificamos con nada ni nadie (salvo en un momento determinado, “Flight”, en el que la música se acerca al héroe en plan “tranqui colega, estoy contigo pero ya me voy”).
Directamente la música en esta película se ha convertido en un “acompañamiento musical”, no en música de cine. Es como si el compositor hubiera sacado la composición por su cuenta y lo hubiera titulado “Tubular Bells IV” o “Mythodea 2” o directamente “Viaje al espacio”. En ese sentido, si lo puedes asociar a una historia, la tuya o incluso la de un superhéroe cualquiera, que podrá gustarte bastante, ya que te la vas creando con tu imaginación. Dicho de otro modo, la historia te la “montas” en función de lo que escuchas y no de lo que estás viendo en la pantalla. Ahí la música sí es bastante buena, puro estilo zimmeriano.
Es por ello que da sensación de que Zimmer ha ido por un lado y el director por otro y que no ha habido apenas diálogo sincero entre ellos o que el director y/o compositor no han sabido “gestionar bien la música” en determinadas secuencias. Esto lo sugiere también el uso excesivo y abusivo de la percusión otorgando fuerza sobrenatural a la música. Bien, correcto. Es una cosa positiva intentar convertir la música en un superhéroe musical si no fuera porque cuando se une esa percusión a los efectos especiales de la película te da como resultado puro ruido. Y eso ya no gusta tanto. Aun así, es de agradecer que Zimmer se atreva con cosas nuevas y en este caso fue juntar a percusionistas profesionales como queda reflejado en este video:
{youtube width=»330″ height=»186″}QTOMIyynBPE{/youtube}
Aunque eso de coordinar percusionistas ya se lleva haciendo en España desde hace mucho tiempo y como los españoles somos así de “echaos palante” no juntamos 12 sino 200.
{youtube width=»330″ height=»186″}IK1db1kSZS4{/youtube}
Volviendo a la composición, es destacable, en sentido negativo, el mismo comienzo para dos momentos antagónicos (nacimiento y muerte) en los temas “Look to the Stars” y “Krypton’s Last” dejando un poco descolocado al personal. Y que no existe de forma clara y nítida un contratema heroico del superhéroe cuando sí hay uno claro de la soledad de Clark Kent.
Aun así, tiene grandes momentos, como el principio de “Terraforming” o el tema “Oil Rig”. Y por supuesto el tema “Flight”.
Está claro que Hans Zimmer ha hecho su versión de Superman y, guste o no, ha sido valiente al probar cosas nuevas. Unas veces le ha salido bien (Inception) y otras, como es el caso, no tan bien. Lo que es indudable es que siempre lo intenta y eso hace que para mí sea uno de los mejores compositores hoy día.
|
No hay comentarios