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  Jack the Giant Slayer

(Jack el caza gigantes)
John Ottman
     
Año:   2013
Sello:   WaterTower Music
Edición:   Normal
Nº Tracks:   22
Duración:   72:51
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
Asier G. Senarriaga

 
1. Jack and Isabelle (Theme from «Jack the Giant Slayer») (03:56) *
2. Logo Mania (01:00) *
3. To Cloister (01:28) *
4. The Climb (02:41) *
5. Fee Appears (03:16)
6. How Do You Do? (02:23)
7. Why Do People Scream? (03:17)
8. Story of the Giants (03:22) *
9. Welcome to Gantua (04:12)
10. Power of the Crown (01:21) *
11. Not Wildly Keen on Heights (02:19)
12. Top of the World (02:30)
13. The Legends Are True / First Kiss (03:43) *
14. Roderick’s Demise / The Beanstalk Falls (05:36) *
15. Kitchen Nightmare (03:24)
16. Onward and Downward! (03:19)
17. Waking a Sleeping Giant (02:21)
18. Chase to Cloister (05:19) *
19. Goodbyes (02:29) *
20. The Battle (05:31) *
21. Sniffing Out Fear / All Is Lost (05:07) *
22. The New King / Stories (04:17) *
 
* Los mejores temas
 
 

Tema de Jack en «The New King / Stories»

Tema de Isabelle en «Jack and Isabelle (Theme from Jack the Giant Slayer)»

Tema de la Corona en «Power of the Crown»

Tema de Roderick en «Roderick’s Demise / The Beanstalk Falls»

Coda final en «The New King / Stories»


 


El virtuosismo de una partitura que parece de otro tiempo, un regreso memorable a la Golden Age, en la que bien pudiera ser la mejor composición de su autor, y un apabullante recorrido por la mejor música de aventuras, emoción y deleite sinfónico en mucho tiempo. La deliciosa disposición temática, la magia del Reino de Cloister hecha música, John Ottman retornando, por la puerta grande no, Gigante.


Absolutamente, nada, a una obra tan llena de talento, madura, entregada y vibrante no se le puede poner ni un solo pero.


Incontables, pues son múltiples los instantes para el recuerdo, pero señalemos que cada vez que el inolvidable tema central para Jack entra en juego, la carne de gallina es la consecuencia de su escucha, y por el sentido de la maravilla, la conclusión, un fastuoso fin de fiesta sinfónico para el recuerdo, “The New King / Stories”, y la exaltación de la aventura que esta apoteósica obra supone. Sencillamente, majestuoso Ottman.

BSOSpirit opina

Nota media: 8,33
 
Ángel Aylagas (8), Fernando Fernández (9), Asier G. Senarriaga (10), Óscar Giménez (9), Ignacio Granda (8), David Martínez (9), Javier Palomino (6), Sergio Rivas (8), David Sáiz (8)
 

 
«¡Las Leyendas son ciertas!»

 

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De cómo las fábulas se hacen realidad,
a través de la música

altHay ocasiones en las que los aficionados deben darse cuenta de que la música de una película no está destinada a ser exclusivamente escuchada en disco o fuera de las imágenes, que ésta ha sido creada con un fin, servir al film y ser un todo con el mismo, logrando que al ser visionado y escuchado el conjunto, éste alcance los objetivos deseados por director y equipo, no exclusivamente para ser disfrutada de forma aislada. Hay ocasiones en que la música, asimismo, no nos llena en su audición aislada y, sin embargo, sirve a la perfección a la película, hay ocasiones en las que la música es difícil abstraerla separada, para su escucha. Ahora bien, tras este preámbulo debo dejar claro que Jack The Giant Slayer no entra en ninguno de esos casos.

Esta partitura funciona con las imágenes obteniendo unos niveles de implicación y emoción genuina en el film absolutamente arrebatadores, pero en su escucha aislada es igualmente extraordinaria, sin duda uno de los trabajos sinfónicos más fascinantes de los últimos tiempos, lleno de tal cantidad de detalles y de una orquestación y mimo melódico tan entregado, que se convierte por derecho propio en uno de los mejores trabajos de los últimos años. altOjalá el camino en el cine actual siguiera los parámetros y el sentido de la maravilla de este score, y se dejara un poco de lado el apego a un mismo sonido y una misma concepción musical, impuesta en el cine comercial desde finales de los noventa, regresando de verdad a las grandes orquestas, y con ello me refiero a las verdaderamente inmensas, y al retorno de las partituras llenas de detalles en los que fijarse y que admirar, a aquellos scores temáticos de gran aparato que décadas después de su composición aún nos siguen asombrando como si fuera nuestra primera escucha. Con Jack The Giant Slayer, John Ottman nos retrotrae por un instante a la Golden Age, un instante que dura toda la película, un instante que congela el tiempo durante la audición de todo el CD, un instante por el que los aficionados le estamos sinceramente muy agradecidos.

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Con ello no quiero decir que nos encontremos ante una obra maestra capaz de cambiar la concepción de la composición para el cine, ni falta que le hace, no, no es necesario, pero sí nos recuerda aquel tiempo, y nos retrotrae vívidos a la memoria, salvando las distancias, aquellos días en que escuchamos por primera vez creaciones como Willow, The Land Before Time, Krull, Total Recall, Cocoon, Superman, Lionheart, Legend, Raiders of the Lost Ark, The Empire Strikes Back, Return of the Jedi o Legends of the Fall, y entonces sabemos, sentimos quizá no racionalmente, sino en nuestro lado más nostálgico, que Ottman está en esa misma liga, y que nos encontramos ante un clásico instantáneo. El tiempo, creemos sinceramente, nos dará la razón.

John Ottman & Bryan Singer,
otra pareja compositor (y montador) para la historia

altMuchas son las duplas artísticas que han marcado la historia del cine y de la música para la imagen, desde los míticos Alfred Hitchcock y Bernard Herrmann, hasta los más recientes M. Night Shyamalan y James Newton Howard, o Tim Burton Danny Elfman, llegando a la labor conjunta desde que se conocieron en la Universidad del Sur de California (USC) a finales de los años ochenta, de Bryan Singer y John Ottman.

Tras unir sus caminos en gran medida, debido a la fama que John obtuvo en el campus componiendo los scores para cortos de amistades y compañeros, consiguiendo varios premios por el titulado Summer Rain, Singer se puso en contacto con Ottman para, en principio, montar una pequeña película de éste titulada Lion’s Den. El talento del montador y su brillantez humana les llevó a hacerse amigos rápidamente, y los esfuerzos de ambos les unieron de nuevo primero para un film que rompió records en Sundance, Public Access, y después para crear ese proyecto mágico soñado que lanzó merecidamente ambas carreras, la obra maestra de abracadabrante estructura y extraordinario guión (nacido de la virtuosa mente de otro integrante del grupo Singer, Christopher McQuarrie), de título The Usual Suspects. El resto es historia, premios Baftas, nominaciones a Globos de Oro, Premios de la Academia, Independent Spirit Awards, y un futuro juntos.

altCon la excepción hecha del primer X-Men, debido a que John Ottman debutaba al tiempo como director, montador y compositor con Urban Legends Final Cut (un fallido pero muy disfrutable slasher con ingeniosos guiños meta cinematográficos, al estar ambientada en una escuela de cine, y homenajes al maestro Alfred Hitchcock), Singer y Ottman cabalgarían juntos, que diría John Ford, en Apt Pupil (si alguien quiere aprender montaje y tensión narrativa, que visione esta lección de cine a todos los niveles), X2 X-Men United, Superman Returns, Valkyrie, con resultados cuando menos ciertamente notables, en todos los casos, y en alguno de ellos, realmente espectaculares (sí, en mi humilde opinión también en la denostada y muy infravalorada entrega del Hombre de Acero). Si no me creen, pueden comprobarlo con el prólogo de X2, que tiene lugar en la Casa Blanca e implica a uno de los mutantes más entrañables de la saga, o toda la parte final de Valkyrie, alguien capaz de montar o componer esos scores, por el lado de Ottman, y ser tan perfecto en dirección, puesta en escena, ritmo y magia cinematográfica, por el de Singer, es un absoluto regalo para el aficionado y para todos aquellos que amamos la creación de películas, no hay ninguna duda.

altHasta llegar a este año, a la adaptación de la leyenda de Jack y las habichuelas mágicas, el cuento tradicional, que enfrentaría a esta dupla a un nuevo desafío, la exaltación en pantalla grande de la aventura de toda la vida y un divertimento nostálgico delicioso, a la par que retrotraer al oyente a los tiempos pretéritos de la Golden Age, con una partitura sinfónica de primer orden, que nos hiciera sentir que estamos ante una perfecta traslación de los espíritus de Korngold, Rozsa,Goldsmith o Williams.

Y para este viaje a la legendaria Tierra de los Gigantes,
Singer y Ottman, iban a demostrar…

“Que las leyendas son reales…”

El Viaje de Jack a Gantua,
de cómo a través de la música
unas habichuelas mágicas pueden cambiar el destino de un Reino,
y una corona forjada en la magia convertirse en leyenda

  ATENCIÓN: ¡sutiles spoilers en el camino! 

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altUna partitura clásica como ésta debía seguir, como no podía ser de otra forma, los cánones de las grandes composiciones del pasado, una estructura férrea, incluso una Overture, en este caso acompañando el gran despliegue de logos, “Logo Mania”, de todas las compañías implicadas en la producción del film, una disposición temática llena de leitmotivs (Jack, Roderick, Isabelle, la Corona Mágica, Gantua, los Gigantes, Cloister…) para personajes y desencadenantes de la trama, y un tema de amor poderoso y emotivo para dar cumplida réplica a las emociones en pantalla. Esta Jack The Giant Slayer destaca por todo ello, pero la grandeza de la partitura está en el fastuoso sinfonismo, lleno de embriagadores instantes para que cada tema, cada motivo, cada melodía, tenga su momento y se luzca, hasta que finalmente una arrebatadora Coda cierre la obra y nos abandone a todos los oyentes con un golpe final, haciéndonos desear casi inmediatamente comenzar el viaje, desde el principio, una vez más.

altEl tema principal, lo podemos encontrar en el CD, ya desde la suite inicial, “Jack and Isabelle (Theme from Jack The Giant Slayer)”, que escuchamos en el film durante los títulos de crédito finales.
 

Une los dos temas centrales, el de Jack, que acompañará al personaje y sus acciones y aventuras durante toda la composición…
 

…y el de la Princesa, un motivo lleno de sensibilidad y lirismo, perfecto contrapunto al anterior.
 

Al mezclarse, simbolizan el amor y pasión que los protagonistas sienten el uno por el otro. Algo que caracterizaba siempre las creaciones aventureras de antaño sin duda, y que John Ottman rescata con clasicismo y savoir faire entrañables.
 

altEl tema de Jack entra en acción con vigor y encomiable poderío a los metales, que con el apoyo de una atronadora percusión de timbales, se ven apoyados por la lírica entrada de las cuerdas y la fuerza de los coros, abriendo la melodía a un lírico impasse, que conduce al arpa para dar lugar a la fusión con el motivo de Isabelle, para flauta, celesta y cuerda, otorgando una aire de inocencia y magia absolutamente embriagador, haciendo que poco a poco más instrumentos se vayan incorporando, hasta la llegada última de los coros, dando pie a que un fascinante solo de viento nos conduzca al Reino de Cloister, hasta culminar con la seda de la postrera entrada de arpa y madera.

Logo Mania” nos lleva en volandas a la más desaforada aventura a base de percusión y un crescendo de metal para abrirnos los ojos con genuino sentido de la maravilla ante la aventura de la que estamos a punto de ser testigos.
 

La dulce y llena de belleza melódica rendición al tema de Cloister, al que se suma el de Jack abren el camino al viaje para vender el caballo y la carreta de su tío, que deberá llevar a cabo el protagonista, mientras una panorámica de cámara sobre el castillo y el Reino, nos ofrece el acompañamiento coral con un bello arreglo de cuerdas pletórico de magia, “To Cloister”.

altUna de las habichuelas mágicas ha llevado a cabo su labor, y con ella la casa de Jack y a Isabelle, sin que éste pudiera hacer nada por evitarlo, y la magnificencia sinfónica, con una arrebatadora entrada de los coros femeninos, nos muestra su obra, una planta gargantuesca que lleva hasta el cielo y quien sabe dónde más, y ante la cual los Caballeros del Rey se ofrecen voluntarios para su escalada. Jack partirá con ellos, y arabescos a las cuerdas, vientos, metales y percusión dominarán el espectro sonoro manteniendo el suspense de la peligrosa ascensión, y acompañando ardides traicioneros en el camino, “The Climb”.
 

altGantua presenta a sus habitantes, allá donde la planta termina, y los timbales y los juegos percusivos toman la iniciativa, en el instante en que Fee empieza a acumular bajas entre los supervivientes de la ascensión, junto al fagot en clave amenazante, “Fee Appears”. El arpa y la melodía de la princesa, con breve y sucinta aparición del tema de Jack, uniéndose por primera vez en uno solo en el film, nos anticipan una historia de amor de cuento haciéndose realidad, “How Do You Do?”. La habilidad de Ottman se encuentra en no perder de vista al tiempo las acciones en pantalla, creando una atmósfera de ensueño a la par que consiguiendo pautar el ritmo narrativo de manera perfecta.

altEl rescate llena de inquietud la partitura, “Why do People Scream?”, a base de disonancias y orquestación furiosa, con austera participación de cuerdas, percusión y flourishes en notas agudas de los cellos, combinados con puntual presencia de ostinatos a los timbales, llevándonos en volandas a la entrada de los coros en tono ceremonial y cuasi gregoriano, en el grandioso “Story of the Giants”.
 

Es el instante en el que los precedentes de la leyenda nos serán desvelados a base de crescendos a las cuerdas y furibunda percusión, preciosismo al arpa y lírica participación coral de fondo, sin tomar excesivo protagonismo, pero cambiando el estado de ánimo del espectador, ante una emotividad lograda a través de la brillante orquestación, que pone un nudo en la garganta (un tanto en la línea, lo recuerda en el estilo, del “Chevaliers de Sangreal”, perteneciente al score de The Da Vinci Code, de Hans Zimmer), hasta concluir brillantemente con el regreso por todo lo alto del tema de Jack a la conclusión del track.

Unos característicos golpes percusivos, la definición musical de Gantua, nos describen la amenaza latente de la Tierra de los Gigantes para los humanos, hasta que, pasado el minuto, la grandiosidad de la orquesta puntúa el viaje de Jack para encontrar a sus compañeros, entre suspense musical y juegos a las cuerdas, vientos de madera y metales continuos, alcanzando un clímax de tensión con un nuevo ostinato de percusión y cellos, llevándonos directamente al interior de la morada del líder gigante, “Welcome to Gantua”.
 

altLa magia vuelve a dominar la composición, en el que sería el equivalente al tema del Arca de la Alianza de John Williams para Raiders of the Lost Ark, de esta partitura, sin parecerse, pero llevando a cabo esa función sobrenatural en la narración musical. La entrada de los coros y la mística de su combinación con las cuerdas le otorgan una pátina intemporal, los mitos transformándose en realidad ante nuestros propios ojos, y oídos. El tema de la Corona haciendo su entrada, “Power of the Crown”.
 

altLa huida nos lleva un inquietante mickeymousing descriptivo, en palpitante orquestación al ritmo de los latidos de un corazón, “Kitchen Nightmare”, con incorporación diegética de una canción de los gigantes, y cuerdas en agudo y tempo ultrarrápido (¿referencia quizá al temp track y a Death Becomes Her de Alan Silvestri en particular?), y a un juguetón recurso percusivo de épica medida, hasta alcanzar la entrada a la única salida del peligro, allí donde un gigante se encuentra justamente dormido, “Not Wildly Keen on Hights”y “Waking a Sleeping Giant” (separados en el disco, no así cronológicamente), con las trompas dando cumplida réplica a las acciones en pantalla.

Los coros sutilmente pautan la epicidad del momento, “Top of the World”, dando paso a la descripción de la perspicacia de Jack para huir de Gantua, con la percusión propia del lugar cerrando el tema. El peligroso descenso da pie a Ottman para regalarnos una preciosista rendición al tema de Cloister entremezclado con el de amor, mostrando subliminalmente como el destino del lugar se hallaba indisolublemente engarzado al de Jack e Isabelle, y cerrando el círculo con una brillante versión del tema de Jack para flauta y cuerdas (“The Legends Are True / First Kiss”), que pone literalmente la carne de gallina.
 

El motivo se ve entonces cortado por la amenaza de los gigantes, que nos lleva a…

alt…la traición de Roderick (que aunque tiene lugar cronológicamente antes, aquí se muestra después) y la jugada de estos, al encontrar las habichuelas mágicas, percusión poderosa, crescendo orquestal, golpes de sonido a los metales, y el tema de Roderick, desplegándose por primera vez en toda su grandeza y trágico significado en el CD, ante su destino final, a partir del 00:43 en primera instancia…
 

…y en toda su gloria y lirismo coral desde el 02:27, “Roderick’s Demise”.
 

Mientras, Jack e Isabelle se ven obligados a efectuar un arriesgado salto, por motivos argumentales que no desvelaré, y el tema de Jack vuelve a hacernos vibrar con una explosión orquestal apabullante, “The Beanstalk Falls”.
 

altEl suspense y el lirismo se entremezclan en el catárquico “Onward and Downward”, que explota en una apoteosis in crescendo de cuerdas, percusión y metales punteando la acción y dejando sin resuello al respetable que asiste al peligro, para a partir del 02:17 obtener su recompensa con una sublime explosión orquestal final y la poética rendición al tema de Jack, tomando la acción las riendas del score, para no abandonarlo ya hasta el final…

… en que el despliegue de toda clase de alardes a la orquestación nos llevará en volandas, y todos los temas se reunirán para conducirnos a la batalla final, que decantará el dominio de toda Albión, mostrando la persecución a caballo a los héroes de unos gigantes ya en el Reino humano, desde el 01:35 agárrense, que el viaje se pondrá movidito, “Chase to Cloister”. Atentos a partir del 02:20, la épica hecha música, la persecución transformando la adrenalina en emoción genuina…
 

…los ostinatos percusivos de Gantua, enfrentados a Jack y los Caballeros, el tema de Cloister, de la Corona, de Jack sucediéndose sin respiro en explosiones sinfónicas cada vez más emocionantes…
 

…hasta la pausa del guerrero, que supone el bellísimo “Goodbyes” y el hermoso juego entre cuerdas y vientos que nos hace ver que estamos en el ojo de la tormenta, y que la batalla está a punto de comenzar y el enfrentamiento final con el líder Gigante llevará a Jack a dar probada cuenta de su valía, de nuevo, en…

alt…“The Battle”, uno de esos temas que Miklós Rózsa hubiera firmado orgulloso décadas atrás, atentos a la entrada coral a partir del 01:23, que casi corta la respiración por su emotividad, la rendición a toda orquesta del tema del Reino
 

…la sucesión de épicos instantes, a partir del 03:11, Williams y Goldsmith reunidos en un solo cuerpo, la emoción de los juegos a las cuerdas, la grandeza del heroísmo de la lucha reflejada musicalmente con virtuosismo, hasta la percusión final de la lucha de Jack contra el líder gigante, y la explosión sinfónica y coral de gran magnitud, desde el 04:17 hasta el final, con especial mención al motivo de la leyenda desde el 04:54, apoteósico y me quedo corto.
 

altEl fin se acerca, el destino de la batalla está en las manos, o más bien en la perspicacia, de Jack, para salir indemne cuando todo aparenta estar en contra, y con la irrupción de su tema a toda orquesta le veremos celebrar una victoria, apoyado en los coros y la percusión, aparentemente imposible, “Sniffing Out Fear/ Al lis Lost”. Ottman, no recurre al tema central hasta que casi se lo imploramos, de ahí su mayor efectividad, cuando tras la fastuosa entrada de todo el coro, celebramos la salvación de Albión, y la recuperación de…

una Corona,
la consagración de un Campesino en Caballero,
el amor imposible transformarse en realidad,
la magia hecha música,

The New King / Stories

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alty un cuento de hadas materializarse ante nuestros ojos (y oidos), acompañado de una explosión sinfónica arrebatadora, y la rendición más apoteósica que imaginarse uno pueda a un tema para la historia, Jack e Isabelle ya juntos para siempre musicalmente, como futuro rey y reina de Cloister, un motivo memorable que culmina un viaje, una partitura para el recuerdo.

Y una historia, que real o no, sirve de perfecta fábula, a un ritmo de vals preciosista a piano y gran orquesta sinfónica, que se verá cerrado por la belleza coral y dos golpes percusivos a modo de recuerdo de lo que pudiera volver a suceder…

Y de que cualquier narración se hace real en la mente de cada uno de sus oyentes o lectores, 

   que en ello reside la supervivencia de la magia,
y quién sabe,
incluso de convertirse en el próximo salvador de su Reino, de su amada, y de su destino…

Que tiemblen los habitantes de Gantua,

¡Jack no caerá en el olvido!

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John Ottman contesta para BSOSpirit sobre Jack the Giant Slayer

altBSOSpirit (BS): Hola John, muchas gracias por atendernos. Después de tantos años colaborando con Bryan Singer, en una labor doble, como montador y compositor, mirando hacia atrás, ¿cómo piensas que tu trabajo ha evolucionado en todo este tiempo en vuestros films juntos, centrándonos especialmente en Jack el caza gigantes?

John Ottman (JO):Creo que la respuesta es que, a medida que nos hacemos más mayores, todos maduramos. Y quizá esto se refleja en mi trabajo. Con cada nueva partitura aprendo algo nuevo y refino mis sensibilidades. Ese conocimiento que tenemos el uno del otro beneficia cada nuevo proyecto. La ironía es que este último score (Jack”) es el film más palomitero que nunca hemos hecho. Así que, tan refinadas como mis sensibilidades quizá puedan haberse vuelto, ésta era precisamente la composición que iba a ser un poco más ostentosa. Pero aun así hay una forma perspicaz para hacer eso, y ese fue mi objetivo para la música, empujarlo todo cuanto pudiera hasta esos límites, pero manteniéndolo lo más inteligente posible dentro de los confines del film.

BS: En el libreto del CD explicas tu proceso creativo encontrando el tema principal para Jack, y cómo éste apareció tarde en la creación del score. Bien, nos encantaría conocer cómo la inspiración y la estructura temática afectaron a la partitura como un todo en este caso en particular.

JO:Bien, como indico en el libreto, el tardío descubrimiento del que iba a ser el tema de Jack significó que tenía que retroceder al principio y reintegrarlo en temas que ya había escrito. Esto fue extremadamente irritante, y nunca había encontrado antes este problema. Mi regla principal es tener siempre los temas preescritos, de modo que pueda establecer una línea temática para estructurar la partitura. La intención original era usar el tema de amor como tema central, englobando ambos personajes. Cuando me di cuenta de que esto no estaba funcionando, mi plan original había fracasado. No obstante, la disposición global de la música evolucionó con la historia, y yo solamente adapté el tema de Jack para lograr el mismo efecto durante la narración musical, aunque fuera a ultimísima hora.

altBS: La estructura y la presentación de Jack the Giant Slayer es un fuerte valor a favor del score, y ciertamente, algo que hoy en día forma parte tristemente de la excepción, no de la norma. En el caso de esta composición, se siente un propósito en cada track para acompañarte hacia el final, dejando que el espectador y el oyente perciban la evolución de la historia musicalmente, sin olvidar el desarrollo de temas y leitmotivs hasta la llegada de la poderosa coda final. ¿Cómo vas decidiendo esto, preparas un guión musical para la evolución de la composición?

JO:Como ya comento antes, yo escribo los temas y motivos previamente, y ya que conozco la historia, me aseguro de que con lo que obtengo luego éstos puedan ser expandidos en variaciones más dramáticas según el film avanza. El tema de Roderick,en gran medida ausente del CD, es un sencillo motivo de clásicos acordes in crescendo y en algunas ocasiones entremezclándose con pizzicatos y cuerdas en trémolo con salterio. Necesitaba mantenerlo sencillo, porque sabía que el tiempo en pantalla para el motivo iba a ser limitado, incluso en sus instantes más grandiosos. Su momento álgido en el film tiene lugar cuando el personajecamina hacia el límite de Gantua para observar desde las alturas el Reino bajo la tierra de los Gigantes, que él se dispone a conquistar. Ese era el momento que yo buscaba para que el tema obtuviera su explosión definitiva. Asimismo, el tema de la Corona tiene su gran momento en el instante en que Roderick está muriendo gritando por ayuda. Aquí tuve una gran cantidad de tiempo en pantalla para lanzarme a componer algo enorme, con coros y metales a lo grande, la interpretación más completa del motivo de la corona. Si no organizaba algún tipo de guión musical, como señalas, me encontraría perdido a la hora de componer el conjunto del score. Sería mucho más difícil ir creando la disposición temática, y ni siquiera me acercaría a tener una línea de apoyo estructurada de la historia en pantalla.

BS: Debemos señalar que tu tema central es realmente destacable, y el poder sinfónico de la música alcanza al oyente desde el mismo inicio. ¿Cómo decides el tono del score en términos de orquestación, junto a tu equipo?¿Cómo tomas la decisión de qué instantes requieren ser ensalzados por los coros, cuáles por la sección de cuerdas, cuál por la entrada de los metales, para qué momentos un mayor sinfonismo y grandiosidad orquestal?

JO:La orquestación lo es todo. Es lo primordial para que el score narre la historia. Es el motivo por el que yo escribo todas las partes yo mismo, hasta la ultimísima nota para un pizzicato. No me puedo imaginar entregando la partitura a un orquestador para que rellene los espacios en blanco creativos. Todos y cada uno de los matices y detalles de orquestación, floritura instrumental, brillo, zumbido, tiene un tremendo impacto en la escena. Me pondría muy nervioso delegar esta tarea en otra persona. La decisión de usar coro o instrumentos de metal específicos es todo parte de la narración de la historia. ¿Cómo podría dejar en otra persona esa responsabilidad?. Es una íntima parte del proceso compositivo para mí. En cierta forma, el trabajo de mis orquestadores es a la vez más sencillo y más difícil por ello. Ellos tienen una gran cantidad de tracks muy densos para trabajar, completamente repletos de múltiples matices e indicaciones marcadas por mí. Incluso en ocasiones tengo tiras y aflojas ya desde el click track. Así que hay mucha discusión para saber a qué compás pertenecen las notas. A menudo no indico el tipo de compás, así que una gran tarea para ellos es medir la música a la par que arreglar las cuerdas y los metales que he escrito, a menos que yo específicamente les haya indicado que una línea alta de cuerdas la interpreten por ejemplo, los cellos.

altBS: ¿Quiénes, mirando al pasado, podrían ser tus referentes, para componer una partitura como la de Jack the Giant Slayer?, ¿Goldsmith, Williams, Horner, Rosza, quizá una pizca de la paleta musical aventurera de Erich Korngold?

JO:Realmente no estoy seguro, pero tienen que ser Goldsmith y Williams, ya que crecí con sus trabajos y absorbí sus sensibilidades musicales. No intento en mi trabajo hacer que un score suene como nadie en concreto. Yo empiezo a escribir, y en este caso quería una gran aventura con el espíritu de aquellas películas del pasado. Algunas reseñas señalan momentos que son directas referencias a determinados scores, pero no soy consciente de la mayoría de esto, excepto por un par de áreas obvias donde tengo que emular instantes del temp. Algunas veces, cuando leo esas reseñas, no sé ni siquiera de lo que están hablando. Pero claramente, todo viene de dentro de mi cabeza, y refleja algo que absorbí años antes, en este score probablemente más que en ningún otro, porque la idea era un retorno al clasicismo aventurero de antaño. Es una labor arriesgada, desde luego, escribir una partitura clásica y no permitir que dé la sensación de pasada de moda. Arriesgar a tope, pero manteniendo un sentido de frescura para las audiencias actuales fue la parte complicada. Por otro lado, tampoco deseaba sonar a cliché o demasiado obviamente a cuento de hadas. A pesar del hecho de que el film es muy ligero, el objetivo para la música fue tomarse en mundo de Jack con seriedad.

BS: Debemos añadir, que tu presencia durante el II Festival Internacional de Música de Cine de Úbeda, allá por 2006, y tu estreno mundial en concierto de Superman Returns, o haber podido disfrutar de piezas como The Usual Suspects en directo, fueron personalmente varios de los highlights de nuestra vida como aficionados. ¿Cómo recuerdas aquellos hermosos días en España?

JO: ¿Por “hermosos”, te refieres a “CALUROSOS”? Jajajaja, guardo con gran cariño los recuerdos de aquellos días. Nunca olvidaré Úbeda porque fue también el último concierto de Basil Poledouris. Tuve la oportunidad de compartir momentos con él en el hotel y ser testigo de su magnífico último hurra en un escenario de concierto aquella bella noche. Asimismo recuerdo lágrimas en mis mejillas escuchando Rudy ser interpretada. Fue realmente una experiencia mágica, que perdurará en mi memoria para siempre.

BS: John, te deseamos el mayor de los éxitos en el futuro más cercano, y esperamos que Jack the Giant Slayer se convierta en el enorme éxito que realmente se merece.

JO:Muchas gracias por tus palabras. Es difícil pasar dos años de tu vida en algo que no consigue llegar al público con mucho éxito. Jack no lo ha hecho aquí en Estados Unidos. Espero que vaya mucho mejor en Europa.

BS: Muchas gracias por contestar para nuestra página, John.

JO: Un placer.


John Ottman answers BSOSpirit about his score for Jack the Giant Slayer

altBSOSpirit (BS): Hi John, thank you very much for answering BSOSpirit. After many years collaborating with Bryan Singer, in a double feature, as editor and composer, looking back, how do you think your work has evolved through time in your films together, focusing specially in Jack The Giant Slayer?

 
John Ottman (JO):
I think the answer is that as we age, we all mature. And perhaps that is reflected in my work. With every score I learn something new and refine my sensibilities. That collective knowledge benefits the next project. The irony is that the latest score (Jack) is the most popcorn film we’ve ever done. So, as refined as my sensibilities have perhaps become, this was the one score to be a little more flamboyant. But there’s still a smart way to do that, and that was my goal with the score, to push it as much as I could but keep it as intelligent as possible within the confines of the film.

BS: You explain in the Booklet of the Cd your creative process finding the Main Theme for Jack, and how this appeared late in the production of the score. Well, we would love to know, how inspiration and the thematic structure affected the whole score in a case like this particular one?
 
JO:
Well, as I indicated in the booklet, the late revelation of Jack’s theme meant I had to go back and re-integrate it within cues I had already written. This was extremely irritating, and I’ve never encountered this problem. My rule of thumb is to always have the themes pre-written so that I can establish a storyline for the score. The original intent was to use the love theme as the main theme, encompassing both characters. When I realized this wasn’t working, my original plan was foiled. Nevertheless, the overall attitude of the music evolved with the story, and I just adapted Jack’s theme to do the same along with the score – in the eleventh hour.
 
altBS: The structure and presentation of Jack the Giant Slayer is a strong positive value, and certainly something that nowadays is sadly not the norm but the exception. In the case of this score, you can feel purpose in every theme to get you to the end, letting the audience feel the story evolution musically, not forgetting to develop themes and leitmotivs until the final powerful coda. How do you decide this, do you arrange a musical script for the evolution of the composition?
 
JO: As I said before, I write the themes or motifs ahead of time, and since I know the story, I make sure what I’m coming up with can be expanded into more dramatic versions later in the film. Roderick’s theme, largely absent from the album, is a simple motif of rising classical chords sometimes intertwined with quirky pizzicato and tremolo strings with dulcimer. I needed to keep it simple because I knew that I had limited screen time with him, even in his large moments. His biggest moment in the film was when he walks to the edge of Gantua to survey the kingdom below that he’s going to conquer. This was the «payoff» moment I was headed for. Similarly the Crown Theme has its big payoff as Roderick is dying and screaming for help. I had a long amount of time here to go big, brassy and choral – the final full statement of the crown theme. If I didn’t organize a sort of script, as you say, I would be lost writing the score. It would be so much more difficult to come up with material and not nearly as supportive story-wise.

BS: We must point out that your main theme is truly remarkable, and the symphonic power of the music reaches the listener from the very beginning, how do you decide the tone of the score in terms of orchestration with your team?, I mean, how do you decide which moments would be enhanced by the choral parts, which ones just for strings, which ones for a more brassy touch, which ones for a more symphonic grandeur…?

 JO: Orchestration is everything. It’s the primary way the score tells the story. That’s why I write all the parts myself, down to the last pizzicato note. I can’t imagine handing over the score to an orchestrator to fill in the creative blanks. Every nuance and orchestrational detail, flourish, sparkle, drone, etc has a tremendous impact on the scene. I would be a nervous wreck handing this important task over to someone else. The decision to use choir or specific brass instruments is all part of telling the story. How could I let somebody else do that? It’s an intimate part of the composing process for me. In a way, my orchestrators’ job is both easier and more difficult because of this. They have a large number of dense tracks to manage, chocked full of my nuances. I also sometimes fray from the click. So there’s a lot of judgment as to what side of the click to be on. I often do not delineate my time signatures, so a big task for them is to meter out the music as well as arrange the strings and brass I’ve written, unless I’ve specifically delineated that a high string line be played in the celli for example.
 
altBS: What could you tell us, looking to the past, that could be your references to create a score like Jack The Giant Slayer?, Goldsmith, Williams, Horner, Rozsa, maybe the high adventure musical palette of Erich Korngold?
 
JO: I’m really not sure, but it has to be Goldsmith and Williams since I grew up with their work and absorbed their sensibilities. I don’t set out to have a score sound like anyone. I just start writing, and in this case, I wanted a big adventure in the spirit of those movies. Some reviews single out moments that they feel are direct references to scores, but I’m unaware of most of this aside from a couple obvious areas where I had to emulate moments of the temp. Sometimes when I read those reviews I’m puzzled as to what they’re talking about. But clearly it’s coming out of my head and reflecting something I’ve absorbed years before – in this score probably more than any other, because the idea was to be a throwback to classic adventures. It’s a tricky endeavor, though, to write a classic score and have it not feel dated. Pushing the envelope but keeping it feeling fresh for today’s audience was the tricky part. I also didn’t want it to sound cliché or fairytale-like. Despite the fact that the film is lighthearted, the goal was for the music to take the world of «Jack» seriously.
 
BS: We must add that your presence at the II International Úbeda Film Music Festival back in 2006 and your world concert premiere of Superman Returns, or to have enjoyed pieces like The Usual Suspects Live were some of the personal highlights of my life, how do you remember those beautiful days in Spain?
 
JO: By «beautiful» do you mean «HOT»?! lol I look back very fondly at that time. I’ll never forget Úbeda because it was also Basil Poledouris‘ last concert. I got to hang out with him at the hotel and witness his magnificent last hurrah on the concert stage that beautiful evening. I also remember getting tears in my eyes listening to «Rudy» being performed. It was truly a magical experience that will remain in my memories forever.
 
BS: We wish you the highest of success in the near future and hope Jack The Giant Slayer became the huge hit it deserves greatly.
 
JO: I appreciate that. It’s difficult to spend two years of your life on something that doesn’t do too well. «Jack» hasn’t done very well here in the states. I hope it does well better in Europe!
 
BS: Thank you very much for answering to our page, John.

JO: My pleasure.

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La historia de Jack,
de cómo el amor puede ganar un Reino, y salir victorioso de un desafío…
GIGANTE

¿Quién no recuerda aquellos mágicos instantes de la más tierna infancia en que arropados en nuestras camas, nuestros progenitores nos leyeron en alguna ocasión un cuento, cómo aquellas noches recreábamos en nuestra mente las imágenes que acompañaban a aquellas historias, y en nuestra imaginación nos convertíamos en los personajes? Cómo fuimos una vez Jack, el caza gigantes, temeroso de las alturas, pero quien se enfrentó a sus miedos y pudo rescatar a la princesa de Cloister, de la Tierra de los Gigantes, más allá de los Cielos, donde una planta gargantuesca, fruto de una habichuela mágica nos había conducido.

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Y una vez allí, vivimos la leyenda,
una vez allí,
rescatamos a nuestro amor,
liberamos el territorio,
y vencimos a los habitantes de Gantua.

Y así las hordas de gigantes regresaron,
y los troncos con espadas gigantes se cortaron,
el Rey abolió la Ley que solía rezar
que una Princesa con un Noble se debe casar,
y en una boda jamás vista quedaron unidos por el Destino,
la Princesa,
y su Príncipe campesino…

Fee Fye Foe Fumm

De donde viene el Trueno no has de preguntar,
ni donde el rebaño, se ha ido a ocultar,
ni porqué el pájaro ha dejado de trinar,

Y de regreso a casa, marcha con atención,
Ya que los monstruos moran por toda Albión…

¡¡Preparaos!!

¡¡¡Las leyendas son ciertas!!!

 

Agradecimientos especiales a John Ottman por la amable cesión de las fotografías de las sesiones de grabación de la partitura y la concesión de la entrevista sobre su trabajo, y a Óscar Giménez, por su inestimable ayuda y colaboración contínua en todo momento.