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  Wyatt Earp

 
James Newton Howard
     
Año:   1994
Sello:   Warner Bros.
Edición:   Normal
Nº Tracks:   23
Duración:   60:23
     
Ficha IMDB
 
 
 
 

Reseña por:
Asier G. Senarriaga

 
1. Main Title (04:40) *
2. Home from the War (01:58)
3. Going to Town (02:00)
4. The Wagon Chase (02:41) *
5. Mattie Wants Children (01:55)
6. Railroad (01:50) *
7. Nicholas Springs Wyatt (01:31) *
8. Is That Your Hat? (02:06)
9. The Wedding (03:16) *
10. Stillwell Makes Bail (02:36) *
11. It All Ends Now (01:53) *
12. Urilla Dies (04:35)
13. Tell Me About Missouri (02:56) *
14. The Night Before (03:11)
15. O.K. Corral (07:01)
16. Down by The River (02:57) *
17. Kill’Em All (05:02)
18. Dodge City (01:01) *
19. Leaving Dodge (01:23)
20. Indian Charlie (01:33)
21. We Stayed Too Long (01:50)
22. Winter to Spring (01:18)
23. It Happened That Way (01:10) *
 
* Los mejores temas
 
 

«Main Title»

«The Wedding»

«It All Ends Now»

 


La superlativa definición musical del Far West, la mitología del western hecha música, lo memorable de cada tema, subtema, leit-motif y melodía, lo variadísimo de su desarrollo, la emoción que suscita en el oyente la composición, la épica, el romance genuino, el drama, la leyenda convertida en pentagrama que la obra supone, en resumen todo. Y descúbranse ante el sentido de epopeya de su “Main Title”, “The Wagon Chase”, “Railroad”, “Nicholas Springs Wyatt”, “The Wedding”, “OK Corral”, “Down by the River”, “It All Ends Now”, o “It Happened That Way”, se encuentran ante uno de los scores más portentosos de la historia, y no exageramos un ápice, descúbranlo, nos lo agradecerán eternamente.


Un en mayúsculas, y rotundo, NADA. Todo en esta obra colosal es de un nivel de inspiración y talento tal, que no se puede catalogar de otra forma, sino de obra maestra.


Tres, el inicio musical sobre un panorama de campos de maíz inabarcable, con el título surgiendo majestuoso a los sones del inigualable tema principal (incluso las notas parecen decir… “Wyaaatt Eaaarp”); el camino de los Hermanos protagonistas, acompañados de Doc Hollyday al lugar que marcará su destino y les convertirá en leyenda, “Ok Corral”, la épica y la emoción hechas música (la carne de gallina es una segura consecuencia de su escucha), y el emocionante final camino a Alaska, con unas inolvidables palabras, “It Happened That Way” y una última rendición apoteósica al tema central, que como marcara señeramente John Ford, es la demostración final de que, siempre, lo que prevalece es la epopeya. “Que se Imprima la Leyenda!!!”

 

 
«Así fue como sucedió…»
 

altCuando se habla del género americano por antonomasia, es fácil que acudan a nuestros recuerdos tiroteos entre villano y héroe, en el que el más rápido imponía su ley, cabalgadas al amanecer por Monument Valley, carretas de pioneros dirigiéndose a la Tierra de Promisión, ataques indios, escaramuzas al ferrocarril en pos de botines sin cuento, bandidaje, robos a la diligencia, aventuras de jinetes del Pony Express, fuertes en el desierto y la Caballería al rescate, batallas con Winchesters, contra Colts, en la que la distancia al objetivo marcaba quién sería el vencedor, peleas inolvidables en el Saloon, o partidas a cara de perro con cartas marcadas al ritmo honkytonk del pianista de turno, y venganzas, sheriffs, marshalls, outlaws, y forajidos, pero sobre todo, un nombre, un nombre cuyo significado implicaba el Far West mismo, cuya implicación era el despliegue de la aventura, cuya vida fue la Historia, de cómo la Frontera fue borrada, de cómo las leyendas se forjaron, y de cómo el Oeste fue conquistado.

Se trataba de
 Wyatt Earp

altY cuando en 1993, la producción de una biografía del mito real, comenzaba su proceso de rodaje, los aficionados al género, los enamorados de la aventura, sabíamos que un film para la historia, estaba a punto de llegar a las pantallas, y que una película que haría justicia al personaje e inolvidable su leyenda, se estaba creando ante nuestros ojos. Con Lawrence Kasdan a la dirección y guión, y uno de los repartos más brillantes de la historia del séptimo arte, plagado de actores y actrices en estado de gracia, Kevin Costner, Dennis Quaid, Gene Hackman, Michael Madsen, Tom Sizemore, Bill Pullman, Jeff Fahey, Joanna Going, Isabella Rossellini, Catherine O’Hara, JoBeth Williams,…, sólo quedaba una cosa para redondear la ecuación, que situara definitivamente la película, en los altares, una partitura a la altura.

Y con James Newton Howard a los mandos, no sólo se dio lo citado, sino que nos encontramos con una de las mejores obras de toda su carrera, si no la mejor, un alarde como se han visto pocos de inspiración, talento descomunal, sentido de la maravilla, emotividad lírica, emoción genuina y perfección estilística a la enésima potencia, alcanzando el Walhalla musical con rotundidad.

altLa creación de Howard destaca sobremanera por considerar todas y cada una de sus escenas, como la más importante, lo cual da lugar a momentos inolvidables continuamente, a cada paso que da la historia, un nuevo temazo  se nos despliega, a cada recuerdo o analogía con un suceso anterior, sutiles pinceladas de temas pretéritos enclavados en otros nuevos, variaciones llenas de belleza, dos temas de amor a cual mejor, dos motivos de acción inolvidables, un tema central glorioso, uno para el Wyatt imberbe a quien su padre educa con mano de hierro, un tema para los villanos, uno para la ciudad mítica de Tombstone, uno para el no menos legendario OK Corral, un tema para la tragedia y la venganza, otro para la dureza del personaje, uno para el ferrocarril (que en el montaje completo del director evolucionaba en el tema de los indios), uno para la leyenda, variación del central, uno para la boda con Urilla, uno para Mattie, otro para Josie, el amor de su vida, y un epílogo final donde la grandeza era incluso aumentada por la sutilidad de una coda modesta sinfonicamente, pero grandiosa en implicación emocional. Sencillamente, una obra colosal, una partitura superlativa, y un trabajo a la altura de las más grandes creaciones para el western y sus más brillantes autores musicales.

Y si alguna vez alguien les pregunta, si las cosas sucedieron de esa manera, esbocen una
sonrisa cómplice,
y respondan con seguridad,

“Así fue como sucedió…”