Puntúa esta banda sonora

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Mujeres al borde de un ataque de nervios (Vinyl)
(30th Anniversary Edition)

Bernardo Bonezzi
     
Año:   2018
Sello:   Quartet Records
Edición:   30th Anniversary Edition
Nº Tracks:   15
Duración:   28:23
     
Ficha IMDB
Web de la edición discográfica
 

 

Reseña por:
David Doncel

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SIDE A

1. Soy infeliz (3:11) Lola Beltrán
2. Mujeres al borde de un ataque de nervios (2:42)
3. El teléfono no suena (2:56)
4. Soñando con Iván (1:09)
5. Persecusión persuasiva (1:35)
6. Pepa en la noche (1:17)
7. La mirada indiscreta (2:02)
08. Taxi triste (1:01)

SIDE B

1. Taxi Mambo (1:54)
2. Candela en apuros (1:04)
3. Los tacones de Pepa (2:06)
4. Hacia el aeropuerto (1:39)
5. Desmayo de Pepa (2:14)
6. Sala de doblaje (0:34)
7. Puro teatro (2:59) La Lupe

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«Mujeres al borde de un ataque de nervios»

 

«El teléfono no suena»

 

«Pepa en la noche»

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Una edición cuidadísima con un sonido espectacular.

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Nada.

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«El teléfono no suena», donde el compositor nos presenta el tema de Pepa (Carmen Maura). Uno de los mejores realizados por el compositor en su extensa y destacable carrera.

 

Bandas sonoras en vinilo: ¿postureo o lo antiguo siempre es mejor?

Son pocos los vinilos que hemos reseñado en BSOSpirit. Y creo que esa es una situación que debemos arreglar obligatoriamente. Más que nada, dado el prestigio y longevidad de nuestra página. Y más cuando este formato está de nuevo en pleno auge. Ironías de la vida.

Así que vamos a arreglar esta situación aprovechando que Quartet Records ha lanzado dentro de su colección de ediciones navideñas de 2018 la edición especial 30 aniversario de Mujeres al borde de un ataque de nervios en Vinilo. También encontraréis este título en CD para aquellos que os de grimilla este formato retro.

Antes de nada, una más que necesaria introducción valida para aquellos que queréis empezar a coleccionar bandas sonoras en vinilo, no solo para exhibir sus maravillosos diseños o sus discos de colorines raros. Si realmente tenéis intención de escuchar estos, es indispensable tener en cuenta varios mandamientos del buen amante del vinilo:

1.- No todos los vinilos suenan igual

Pues no. Parece algo de perogrullo, pero las razones son más complejas de lo que pueda parecer en un principio. Una vez grabada la banda sonora (y por supuesto, el sonido final también depende de como se haya grabado) una discográfica que licencia esta banda sonora (esto sirve para cualquier tipo de música, no solo bandas sonoras) la masteriza. Consigue así lo que conocemos como master de la banda sonora en cuestión.

Y precisamente este es el momento crucial del proceso para conseguir un buen sonido en vinilo. Podríamos decir que un 70% de las discográficas utilizan el mismo master para todos los diferentes formatos que llegan al usuario final. Y precisamente esa masterización se hace principalmente enfocada al formato CD o digital. No se piensa específicamente en el diferente y personal sonido del vinilo.

Normalmente no hay un proceso de masterización especifica para el formato vinilo. Y eso hace que el sonido esté apagado y a veces saturado cuando lo escuchas en tu tocadiscos.

Hay discográficas como Quartet Records que pone especial mimo en los procesos de masterización de todas sus bandas sonoras y eso incluye sus lanzamientos en vinilo, que por la presente son escasos, pero me costa que es un mercado en el que están muy enfocados.

Quartet, por ejemplo, realiza tres masters diferentes, dependiendo de los tres formatos donde va dirigida la banda sonora. Uno para CD, otro para formato digital y otro para vinilo. Eso nos posibilita tener un sonido vivo, muy dinámico y totalmente diferente a lo que escucharás en los otros dos formatos.

2.- No todos los vinilos masterizados específicamente para este formato suenan igual

Que una empresa discográfica decida remasterizar una banda sonora específicamente para vinilo no garantiza que esta masterización sea la correcta o funcione. Está claro que es un paso de gigantes con respecto a una edición en vinilo que viene de un master en CD o digital. Como decimos, es una práctica muy habitual, producto del interés de la discográfica de conseguir mas beneficios de una banda sonora posiblemente ya descatalogada, sin gastar mas en su “adaptación” al nuevo formato. Subirse a la ola de la nueva moda retro. Porque, por supuesto, cada masterización adicional es un desembolso para el editor.

Para garantizar que se ha llevado a cabo una buena masterización en formato vinilo, las discográficas que buscan un buen resultado final suele optar por un Test Pressing de su nueva edición. Son promos físicos enviados desde fábrica para que el editor pueda escuchar de primera mano el resultado final y confirmar que se ha realizado una correcta adaptación a este formato. Esto también supone un desembolso adicional. Pero confirma de primera mano que el resultado final será el que se busca de gran calidad sonora.

Si el editor detectara algún problema en este Test Pressing, revisaría qué cambios debería de hacer, los mandaría de nuevo a fabrica y se repetiría este Test Pressing hasta dar con el resultado perfecto. Normalmente no suele repetirse este proceso.

3.- No todos los equipos de casa consiguen hacer justicia al sonido del vinilo

Muchos me habéis comentado que el vinilo es un formato anticuado que se ha vuelto a poner de moda por esa tendencia «gafapasta» y “guay” que parece intoxicarnos actualmente. Que si el azúcar es veneno y la carne el demonio.

Que su sonido en la vida será superior al que ofrece el formato CD o digital y que la mayoría de la gente solo los compra para exhibirlos a familiares y amigos o para decorar la casa.

Y no os pienso quitar la razón a aquellos que argumentan lo anterior.

En verdad que hay mucho postureo con este tema. Coleccionar vinilos y escucharlos en un tocadiscos no deja de ser otro elemento más de esta extraña época que vivimos. Y podríamos decir que la inmensa mayoría compra vinilos para no escucharlos, y si los escuchan lo hacen en unas condiciones que posiblemente les empujen a pensar que el formato CD es inmensamente superior.

Pero tened en cuenta que ahora, tristemente, hay muchas bandas sonoras que solo son editadas en formato vinilo. O que tiene en este formato ediciones con temas adicionales que no encontramos en digital o CD (como la banda sonora de Creed de Ludwig Göransson). Un punto importante a tener en cuenta.

Quiero romper una lanza a favor de aquellos pocos que realmente disfrutan la música en vinilo. O aquellos que lo hacen independientemente del formato en que lo escuchen. Aquellos que entienden de este formato y que saben que para escuchar un buen vinilo no solo es indispensable que esté bien editado con un master específico sino que además es necesario poseer un buen equipo de música.

Ahora se ha puesto de moda también esos tocadiscos todo en uno, con forma de tocadiscos de los años 70 americanos, de usar y llevar a todos sitios a modo de maleta, llenan las listas de regalos de reyes o de bodas.

Estas son buenas opciones para empezar en el mundillo siempre que se tenga en cuenta que los vinilos NO SUENAN como tiene que sonar en ellos.

Si os gusta este mundo, si os apasiona la buena música y ademas tenéis un oído fino, eso sin contar las miles de bandas sonoras en CD que puedes tener en tu estantería, para ti se hace indispensable tener, antes que un buen tocadiscos (ahora veremos opciones buenas y económicas) un buen amplificador. Este te servirá para escuchar música en CD, escuchar tu series y películas como nunca y, si lo compras con entrada especifica de Phono, escuchar tus vinilos con una amplificación de calidad y con la potencia que no te puede dar un tocadiscos todo en uno.

Considero que este es el primer e indispensable paso para poder disfrutar correctamente de un buen vinilo.

El segundo y también indispensable es, por supuesto, contar con un buen tocadiscos. Y es cuando entrarás en un mundo con mil opciones y aún más postureo.
Que si lo mejor son los vinilos antiguos que tenía tu padre o tu abuelo. Que si lo mejor es su puesta al día. Que si puedes ponerle una aguja de 500 euros para que ya te sientas en el Monte Olimpo de la música…

Bien, te compartiré mi experiencia. Poner al día un tocadiscos antiguo y que luego dé unos resultados óptimos es caro, muy caro. Puedes reutilizarlos tu, sin ponerlo al día, pero estos, como todo lo que tiene una edad, no funcionarán a la perfección. Posiblemente las agujas se hayan estropeado. Existen modelos que te permiten sustituirla. Hay gente que se dedica actualizar y modificar platos. Pero es un proceso caro que posiblemente te lleve a superar el precio del amplificador. Y si hablamos de un amplificador con entrada de phono estamos hablado perfectamente de unos 600-700 euros.

En serio. Para el que escribe, salvo que tengas una colección exagerada de vinilos antiguos y seas un fanático de la HI-Fi y ya tengas unos altavoces y un equipo de primer nivel, desaconsejo esta opción.

Si eres como yo, un trabajador padre de familia, hay buenas opciones en el mercado. Céntrate en aquellos tocadiscos con tecnología actual. Recuerda que muchos DJ no han dejado de utilizar estos equipos y que estos platos normalmente se han ido modernizando y adaptando a los nuevos tiempos, a diferencia de los tocadiscos de tu abuelo o padre.

Hay varias opciones en el mercado, pero la marca Audio-Technica tiene tocadiscos económicos con muy buen resultado final y con mucha capacidad para modificar si en el futuro te metes en el mundillo. Hay un modelo muy económico que te saldrá por 120 euros y otro, que es el que te recomiendo, el AT-LP120, que puede salirte por 244 euros y da una calidad-precio ciertamente imbatible.

También os planteo mi opción. Yo tengo un Onkyo CP-1050-D. Lo pille en Amazon supuestamente de segunda mano, y digo supuestamente porque estaba nuevo. Su calidad de fabricación de primera y su aguja de serie es más que correcta y modificable por otras mas caras del mercado. Yo escucho mis vinilos con esta aguja y os puedo asegurar que, por la presente, no estoy pensando en cambiarla.

4. ¿Cómo saber qué vinilos van a sonar bien?

Terminaríamos con esta introducción al mundo del vinilo de la banda sonora con esta pregunta. Y es una muy buena pregunta habiendo llegado hasta aquí, después de los tres puntos anteriores.

Existe una máxima que suelo seguir a rajatabla. Cualquier LP editado en tiempos pasados seguramente sonará muy bien en tu equipo de sonido. ¿Por qué? Pues tiene una respuesta fácil. En su época el vinilo era el formato prioritario y los masters se realizaban teniendo en todo momento en la cabeza el mismo. Su gama dinámica y viveza normalmente es buena o muy buena. Y ademas es un formato que aguanta mucho el paso del tiempo, incluso si ha estado entre capas y capas de polvo. Hay productos que nos ayudarán a limpiarlos y tenerlos a punto para no sufrir demasiados chasquidos en su reproducción. Hay tiendas de discos como La Metralleta en Madrid (tiene también comercio online) que tiene una colección envidiable a buenos precios (10 euros es un muy buen precio para un disco correctamente conservado). Y os aseguro que la inmensa mayoría sonará bien.

Para los nuevos lanzamientos en vinilo la cosa es bien diferente. Y aquí es cuando nos metemos en lodos. Hay muchas compañías que predisponen el diseño y los colores a la experiencia auditiva. Sus masters dejan que desear y muchos ni lo tratan específicamente para este formato.

Ante eso, fijaos siempre en la discográfica que lo edita. Si es una discográfica que suele caracterizarse por tratar muy bien sus productos a nivel sonoro, no os quepa duda que todos sus lanzamientos tendrán especificado en su información que los masters han sido tratados específicamente para ser editados en vinilo.

Hay compañías que no lo especifican. Y ante eso no os quedara otra que, o bien arriesgaros o bien esperar a que nosotros podamos reseñarlos y trasmitiros lo que pensamos de dicha edición. Desde nuestras redes sociales aceptamos solicitudes de reseña. ¡Así que disparad!

5. ¿Todos los estilos musicales suenan igual en vinilo? ¿Las bandas sonoras mejor en vinilo? ¿Algunos ejemplos de vinilos bien editados?

Otra buena pregunta (claro, me las hago yo…). Bien, para el que escribe no todos los estilos musicales suenan igual en vinilo.

Para mi es un formato perfecto para el jazz. Y de hecho lo prefiero al CD. Nunca, al menos a nivel de calidad y limpieza de sonido, el vinilo superará al CD. Pero si te metes en este mundo del vinilo lo harás para conseguir una experiencia diferente, no mejor.

El jazz es un género pensado para el vinilo. Y un café. Todo el ritual que supone en una sobremesa el poner y escuchar un disco de Miles Davis o Quincy Jones mientras lees un cómic, un libro o un periódico, y te tomas un café como si tuvieras allí mismo en tu salón a esos artistas míticos… Eso, queridos amigos, no tiene precio.

Otro género que se beneficia y mucho de este especial sonido del vinilo es la electrónica. Me chifla el sonido de los nuevos discos editados por John Carpenter. O los antiguos de Tangerine Dream.

Y por extensión todo el rock sinfónico u orquestal de los setenta. Discos pensados en su momento para su lanzamiento en vinilo. Algunos una verdadera obra de arte tanto en su diseño como en su sonido.

Sobre si el vinilo es el formato idóneo para las bandas sonoras, bueno, en general respondería con un no. Pero con ciertos matices.

Como llevamos años adoctrinando en el MOSMA (el Festival de Bandas Sonoras de Málaga), las bandas sonoras no son un género musical sino un conjunto de géneros. Así que si la banda sonora es jazzística y está editada siguiendo los parámetros correctos que he especificado anteriormente, pues sí, posiblemente esa banda sonora tenga un plus en vinilo que no tenga en CD.

Pero si hablamos de bandas sonoras orquestales, yo personalmente, y salvo que tengáis garantía de que se ha masterizado para este formato o solo estén editadas en formato vinilo, os recomendaría que os la compraseis en CD o digital.

Y si tuviese que elegir entre aquellos vinilos que tengo y que se caracterizan por aportar una experiencia única en dicho formato, no tendría duda en elegir el doble sacado hace poco por La La Land de E.T., una maravilla remasterizada para el formato y la ocasión por un habitual de esta discográfica y Quartet Records, el gran Mike Matessino; Labyrinth de Trevor Jones y David Bowie, una nueva edición remasterizada del vinilo original; The Party de Henry Mancini, también editada por Quartet Records; y por supuesto todas las bandas sonoras editadas en su momento directamente en vinilo de las que destacó especialmente por su sonido y por el cariño que le tengo el Local Hero de Mark Knopfler.

En definitiva, para contestar a la gran pregunta que titula este apartado de la reseña, no hay ni blanco ni negro, sino escalas de grises. El desatado interés despertado en la actualidad por lo vinilos y, más específicamente, por las espectaculares ediciones de bandas sonoras en vinilo, es un acto de total postureo. No os quepa duda. Pero gracias a esa nueva ola de amor por lo retro, uno puede encontrar más de una perla dentro de la marea. Hay casas discográficas que solo venden items de decoración. Arte. Pero no música, o música demasiado enlatada o encorsetada. Sin vida. Y otros editores buscan aportar a sus clientes un producto de gran nivel en todos los aspectos. El visual y el auditivo.

Vosotros aficionados que queréis meteros de llenos en este otro mundo de las ediciones de bandas sonoras en vinilo, deberéis como en los alimentos de los supermercados, leer siempre la letra pequeña y por supuesto, seguid lo que os contemos aquí en BSOSpirit. Tanto en sus reseñas habituales como en La Buhardilla.

Mujeres al borde de un ataque de nervios, por fin en vinilo

Bien, después de esta amplia introducción, recordemos que estamos aquí para saber más sobre el estreno en vinilo de una banda sonora mítica dentro de nuestro cine, al igual que lo fue la película a la que acompañó. Recordemos, la primera película nominada al Oscar de Pedro Almodóvar. No se llevó el preciado galardón (lo haría años después por Todo sobre mi madre y después por el mejor guión de Hable con ella), pero gracias a esta nominación su carrera despegó imparable hasta ser la que es hoy, la de uno de los cineastas más reconocidos y respetados a nivel internacional, convirtiendo cada nueva película que estrena en todo un acontecimiento (cerca está el esperado próximo estreno de su próxima cinta Dolor y Gloria).

Suponía también la última colaboración con su compositor habitual, el madrileño Bernardo Bonezzi. Un compositor que, sin duda alguna, le había ayudado a definir su estilo transgresor, personal y colorido que siempre ha acompañado al director. Después del total reconocimiento de Mujeres al borde de un ataque de nervios a nivel internacional, el director se encontraba en una envidiable posición a nivel internacional que le posibilitó trabajar con dos grandes de la música de cine: Ennio Morricone y Ryuichi Sakamoto. Justo después, en 1995, con La flor de mi secreto, empezaría una indispensable relación profesional con Alberto Iglesias, que dura, ante la satisfacción de todos los que disfrutamos de esta, hasta la presente.

Con Mujeres… Bernardo Bonezzi consiguió una evidente madurez en la composición de bandas sonoras. Tal fue la madurez en la composición de Bonezzi en Mujeres… que a partir de ahí el compositor nos entregaría maravillas entre las que destacan Morirás en Chafarinas, Nadie hablará de nosotras cuando hallamos muerto o El amor perjudica seriamente la salud.

Las verdaderas razones que posibilitaron la ruptura de esta interesante pareja de profesionales siempre serán una incógnita, como toda causa que condiciona una ruptura. Pero el compositor, en 2006 comentaba en el ABC que «Trabajar con Almodóvar era muy difícil». Ante la pregunta que le hacían en el conocido periódico de tirada nacional «¿Pero fue un matrimonio feliz? ¿Fue más fácil por ser un «colega»?» el compositor respondía «¡Qué va! ¡Absolutamente al revés! De hecho, tras esas películas decidí dar por terminada nuestra colaboración. La diferencia de criterios era muy grande. En aquel momento me era difícil trabajar en contra de lo que sentía. Ahora soy más flexible».

Está claro que cada cual toma los caminos que le parecen los mas correctos a lo largo de su vida. Y Bonezzi decidió distanciarse de Almodóvar justo en el momento que este despegaba hasta el infinito y mas allá. Está claro que hay personas que tienen el don de la oportunidad.
Mujeres… contenía una banda sonora 100% Almodóvar, pero en unos planteamientos primitivos que evolucionaron a un nivel mayor de la mano de Alberto Iglesias.

Retomar esta banda sonora 30 años después de su estreno, es literalmente viajar en el tiempo. Y recordar un tipo de cine y de música de cine que ha quedado contenido, para nuestro especial disfrute, en estas ediciones discográficas que comentamos en BSOSpirit. Esta en especial es una grandísima banda sonora con un impoluto sonido. Este, como ya comentaba en la introducción sobre escuchar bandas sonoras en vinilo, proviene de un master realizado ex profeso para vinilo. El dinamismo y viveza en el sonido es más que evidente desde su primer corte.

La edición ademas se beneficia en vinilo de una edición espectacular. Con un diseño marcadamente pop en la linea de su arte original, que se ha cuidado hasta el último detalle al contar para el mismo con Juan Gatti el diseñador original de todo el arte de la película y de sus títulos iniciales. El vinilo está prensado en color blanco perla y tiene un libreto que contiene una interesante retrospectiva en sus lineas realizada por Pedro Almodóvar, además de dos entradas más realizadas por José María Benítez, responsable de Quartet Records, sobre la película, la banda sonora y Bernardo Bonezzi. Y no olvidemos el magnífico texto de Mario Vaquerizo, repasando lo que esta película y el cine de Almodóvar a significado en su vida.

Además, encontraremos fotos de las sesiones de grabación con un joven Bernardo Bonezzi, en una época donde el cine español empezaba a soñar con grandes horizontes a manos de un cine posiblemente menos encorsetado y más libre que el de ahora, demasiado pendiente de cifras y números.

Mujeres al borde de un ataque de nervios es, sin lugar a dudas, una de las mejores películas que ha dado nuestro cine. Y una de las mejores películas de su director Pedro Almodóvar. Fue un claro punto de inflexión en su carrera. Muy claro a nivel musical. A Bonezzi hay que otorgarle la prodigiosa capacidad de definir un estilo, entre Bernard Herrmann y Frank Skinner (como bien apunta José María Benítez en las liner notes, especialmente cercano encuentro Mujeres… a Escrito sobre el viento de Skinner), que definiría musicalmente el cine de Almodóvar.

Una edición simplemente indispensable (y más en vinilo). 

 

Os dejamos con algunas fotos de esta magnífica edición: