The Wolverine

Con estreno mundial de su tema principal en el Festival Internacional de Música de Cine Provincia de Córdoba, Marco Beltrami terminaba a modo de bonus track el concierto centrado en su extensa carrera que tenía lugar dentro de la intensa programación de la última edición del Festival.

No era la primera vez que un servidor tenia el placer de disfrutar de este leitmotiv, pues tuve el tremendo privilegio y honor de asistir a la sesión de grabación de la banda sonora en los estudios de la Fox en Los Ángeles.

Allí disfrute del maravilloso proceso de creación de esta banda sonora, con la presencia del propio Marco Beltrami y del director de la película James Mangold. Dos temas fueron grabados en esa sesión. El primero, el tema principal del personaje que podemos escuchar en los títulos del final de la película. Con un sonido muy de western, el compositor nos remitía a otro gran momento de su carrera que también lo emparejó con este mismo director, su trabajo para El Tren de las 3:10 (3:10 to Yuma, 2007). Era un temazo que nos hizo vibrar en el inmenso control de sonido, que a modo de cabina de la Enterprise, contenía a varios de los profesionales mas cualificados en cuanto a la grabación de música de cine en Hollywood se refiere.

El segundo tema nos destripó literalmente el desenlace de la cinta. Con esa versión muy cogida por los pelos del Samurai de Plata y un sonido de acción, que el director pidió modificar al compositor para que la escena ganara en intensidad. Varias modificaciones sufrió la escena hasta alcanzar un punto de intensidad solicitado. En ese proceso vimos la vital relación creativa que un director puede mantener con su compositor, sobre todo aquellos directores que tiene inquietudes musicales y entienden cómo una buena banda sonora puede trasmitir algo que no consiguen las imágenes.

Fuera de sesiones de grabación, la edición discográfica que nos ocupa hace plena justicia a la banda sonora que escuchamos en la película. Una partitura demasiado incidental en sus primeros compases, acentuando el sentido introspectivo de la trama y los personajes, así como la localización geográfica de la misma, con una importante presencia de la percusión japonesa.

Los temas finales son los mejores en una escucha aislada y es donde el compositor desarrolla todo su particular estilo para la acción, muy definido y muy personal.

No es una de sus mejores bandas sonoras, pero sin duda si posee uno de los mejores temas principales para un personaje mutante, bastante fiel al espíritu de uno de los mas importantes, Lobezno.