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  Epic

(Epic: El mundo secreto)
Danny Elfman
     
Año:   2013
Sello:   Sony Classics
Edición:   Normal
Nº Tracks:   21
Duración:   52:21
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
Javier Palomino

 
1. Leafmen (01:17)
2. Pursuit (02:40)
3. Tara’s Chamber (03:03)
4. Meet Dad (00:34)
5. Moonhaven Parade (01:27)
6. Alarms (00:41)
7. The Selection (02:13)
8. Ambush (04:17)
9. Tara’s Gift (02:05)
10. Small (02:25)
11. Girl Meets Boy (03:24)
12. Rings of Knowledge (02:35)
13. Antlers (02:10)
14. Kidnapped (00:54)
15. In the House (03:39)
16. Many Leaves (01:54)
17. Escape (04:45)
18. False Start (03:07)
19. Epic Final Confrontation (03:19)
20. Return (04:18)
21. Epic Finale (01:34)
 
Bonus Track (en la versión digital):
 
“Rise Up” (Beyoncé Knowles) (3:25)
 
 

«Tara’s Gift»

«Ambush»

«Epic Finale»

 


Ese toque mágico con el que Elfman arropa las preciosas y coloristas imágenes de la película, todo un canto a la naturaleza más viva.


El tema de los Boggans, no por calidad técnica o musical, sino porque es el más deprimente para escuchar.


El bloque narrativo que forman los tres temas seguidos “The Selection”, “Ambush” y “Tara’s Gift”, que contiene los momentos musicales más bonitos y apoyan uno de los mejores tramos de la película en todos los sentidos.

BSOSpirit opina

Nota media: 7,57
 
Ángel Aylagas (7), Fernando Fernández (7), Asier G. Senarriaga (7), Óscar Giménez (8), David Martínez (7), Juan Ramón Hernández (8), Sergio Rivas (9)
 

 
Música para un mundo secreto
 

altSi algo tiene Epic: El mundo secreto es precisamente aventuras en una historia de fantasía épica muy al alcance de todo el mundo. Aunque se olvida fácilmente y no aporta gran cosa al imaginario colectivo cinematográfico, más en concreto al de la animación, lo cierto es que es una película entretenida y fresca, con buen ritmo, perfecta para el verano, y muy certera en su tratamiento del típico relato de aventura fantástica. Princesas importantes, guerreros que las protegen, la naturaleza como objeto sagrado a proteger y una misión caída del cielo a quien menos se la esperaba vuelven a ser los ingredientes de la historia en Epic: El mundo secreto, dirigida por Chris Wedge (Ice Age).

altLa película adolece de ausencia de personajes realmente memorables, quedando lo suficientemente bien dibujados como para servir a la efectividad de la historia (entre otras cosas, porque son un tipo de personaje que ya conocemos de sobra) pero algo cortos a la hora de profundizar en el drama de cada uno, necesariamente (aunque de sobra) superficial. A pesar de ello, visualmente es donde más destaca el nuevo filme de los Blue Sky Studios, lleno de detalles medidos al milímetro, con secuencias muy bien resultas como la emboscada de los Boggans durante la elección del capullo a cargo de la princesa Tara, o en general toda la primera parte de la película, que a la mitad va perdiendo fuelle y se hace inesperadamente menos espectacular conforme se acerca a su vago final.

altEpic está llena de referencias a míticas películas como Cariño, he encogido a los niños, Ferngully: las aventuras de Zak y Crysta, Pulgarcita e incluso la reciente Avatar, así como a otras más maduras como Nausicaa del Valle del Viento, del gran Miyazaki y sus estudios Ghibli de anime. Es de este tipo de historias de las que se aleja Epic, haciendo un tratamiento más generalista del habitual enfrentamiento entre las fuerzas del bien, ilustradas en los Hombres Hoja, defensores del Bosque, y las fuerzas del mal, los Boggans, unos bichejos nada icónicos en su forma y por tanto en clara desventaja frente a los buenos de la película. De hecho, los antagonistas funcionan mejor como masa que como enemigos individuales, pese a que al jefe de los Boggans, Mandrake, le ponga voz en la versión original el oscarizado Christoph Waltz.

altEl profesor Bomba (Jason Sudeikis) vive en una casa cercana a un bosque en el que está convencido de que viven seres diminutos en una continua lucha por dejar a la naturaleza abrirse paso frente a la corrupción y podredumbre que extienden los Boggans. Tras quedarse viudo, se refugió en su ardua búsqueda, lo que le llevó a alejarse de su hija adolescente MK, quien decide mudarse a vivir con su padre un tiempo. De forma inesperada, se verá inmersa en esta lucha tras ser repentinamente reducida a un ínfimo tamaño, y deberá tomar conciencia de su responsabilidad para conseguir llevar a cabo la misión que le ha sido encomendada, con la ayuda del rebelde y descuidado Nod (Josh Hutcherson) y el excesivamente serio Ronin (Colin Farrell), además de un caracol que quiere ser Hombre Hoja y una babosa (Aziz Ansari)  convencida de ser una rompecorazones con las mujeres, quienes aportan el punto cómico durante el viaje.

altArrastrando los pequeños defectos de la película, Danny Elfman contribuye bastante a mejorarla componiendo una partitura muy agradable, con un buen equilibrio entre las partes más épicas, las más líricas y las secuencias de acción, pero que queda a muy poco de no superar el simple funcionalismo del score hacia la historia. Al igual que en el argumento de la película, a simple vista no reconocemos al Danny Elfman de siempre. No es hasta que nos acercamos a las hojas de los árboles que componen todo el bosque y las analizamos de cerca que podemos ver sus pinceladas de siempre, especialmente en tres vertientes a lo largo del score, las más destacables en el conjunto y que se equilibran de forma magistral en dos de los mejores tracks, «Ambush» y «Tara´s Gift». A través de esas tres corrientes se puede recurrir para estructurar el análisis de una música totalmente a la altura, pese a todo, que además nos devuelve al Elfman más épico, nunca mejor dicho.

El Danny Elfman indie

altPor una parte, lo escuchamos en los sonidos de flauta, violines y cuerdas percutidas en guitarras al más puro estilo de El indomable Will Hunting o de Big Fish en sus momentos más folk, insistiendo en ese sonido más indie que ha ido desarrollando en sus últimas aportaciones, como en Silver Linings Playbook.

Ya en el inicio de la partitura podemos adivinar este sonido en contadas ocasiones, concretamente en el primer track “Leafmen”, en el que se nos presenta geográficamente el entorno rural en el que se enmarca la casa de los protagonistas humanos, y seguidamente el carácter rebelde y desenfadado de Nod, también identificable en prácticamente la totalidad del tema “Small”.
 

«Leafmen» introduce posteriormente el tema correspondiente a los Hombres Hoja (0:40- 0:54), que también sirve para identificar a Ronin, el capitán de los soldados, de forma individual.
 

altResulta curioso cómo el tema de Nod pasa de ser un tema desenfadado, propio de un joven irresponsable que tontea con MK en “Girl Meets Boy”
 

…a todo un himno señorial al final de “Epic Final Confrontation”, cuando decide comprometerse convirtiéndose en Hombre Hoja.
 

El Danny Elfman más Danny Elfman: lirismo y coros

altEsta línea se encuentra en las armonías más épicas apoyadas por coros, cercanos a los momentos más preciosistas y también más oscurantistas de La novia cadáver y de Eduardo Manostijeras, por poner un ejemplo claro. La vertiente siniestra u oscura es muy representativa en los pasajes dedicados a los carroñeros Boggans, representados por el malvado Mandrake. Encontramos su tema en “Tara’s Chamber”.
 

La contraparte preciosista se reproduce en todo su esplendor en el leitmotiv correspondiente a la princesa Tara, que a su vez representa a la “madre naturaleza”, como si del brote esplendoroso de ese capullo de la película saliese una majestuosa flor. Lo escuchamos en «The Selection»:
 

Un florecimiento que vuelve a sonar, esta vez apagándose, al final de “Ambush”, o por última vez y de una forma preciosa en “Tara’s Gift”.

altEs en las pistas más serenas e intimistas, como la misma “Tara’s Chamber” al principio o “Meet Dad” (que nos evoca claramente algunos tramos de Big Fish y la nombrada La novia cadáver) donde se le reconoce más claramente en su más característica esencia.

Cuerdas, coros, campanas, piano y arpa también combinan al Elfman más etéreo en “In The House”
 

…donde además, a través de un hogareño piano, se vuelve a introducir después el leitmotiv correspondiente a MK, unido a la relación con su padre, escuchado anteriormente al principio de “The Selection”.
  

El Danny Elfman cinético y aventurero

altEn las secuencias más cinéticas y grandilocuentes, en cambio, incluso parece recordar a momentos de Un puente hacia Therabithia, de Aaron Zigman, o (apurando) algunos de Cómo entrenar a tu dragón, heredando golpes de efecto y frases musicales más propias de John Powell, aunque obviamente sin llegar a igualar la calidad de éste en uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Los tracks “Leafmen”, “Ambush”, “Pursuit” o “Epic Final Confrontation” son buen ejemplo de ello.
 

altEn definitiva, si hay algo que criticar de este score es que no es excesivamente memorable, pero tampoco es cuestión de cebarse con el bueno de Elfman, al que, si de algo hay que culpar, es de arrastrar inevitablemente los mismos defectos de la película que musicaliza. Se echaba de menos un score de Elfman sencillo pero realmente narrativo en cuanto apoyo al relato, al tiempo que nos ofrece pasajes de gran belleza musical merecedores de, como mínimo, una palmadita de aprobación en la espalda. Y eso es lo que consigue con Epic: El mundo secreto.