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  ParaNorman

(El alucinante mundo de Norman)
Jon Brion
     
Año:   2012
Sello:   Relativity Music Group
Edición:   Normal
Nº Tracks:   16
Duración:   65:34
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
David Martínez Baladé

 
1. Zombie Attack in the Eighties (1:47)
2. Norman at the Piano / Main Title (1:07)
3. Norman’s Walk (2:53)
4. Alvin Attacks (0:49)
5. Enter Neil / Mr P / Ghost Walk / Ghost Dog (4:22)
6. Goodbye Mr P / Historic Drama / Grounded / Heavy Visitation (5:29)
7. Alvin Again / Scary Bedroom (1:13)
8. Norman Tries to Keep It Cool / Grandma’s Got Your Back (1:28)
9. Moth Rock (1:26)
10. The Dead Shall Be Raised (3:06)
11. Zombies Attack (7:59)
12. People Attack (15:55)
13. Are We There Yet? (0:24)
14. Aggie Fights (6:46)
15. Resolution (6:26)
16. Oh, and One More Thing (4:24)
 
 

«Zombie Attack in the Eighties»

«Norman at the Piano / Main Titles»

«Enter Neil / Mr P / Ghost Walk / Ghost Dog»

«Resolution»

 


La eficacia de Brion para comunicar el estado de ánimo del protagonista.


No escuchar la banda sonora antes de ver la película.


Para mí, hay dos: “Zombies Attacks in the Eighties” y “Enter Neil / Mr P / Ghost Walk / Ghost Dog”.

BSOSpirit opina

Nota media: 7,6
 
David Doncel (9), Óscar Giménez (7), David Martínez (9), David Saiz (8), Jordi Vázquez (5)
 

 

 
  alt  
 
 
El guión hecho música
     

altLos zombies están de moda. Molan los zombies. Hagamos películas de zombies.

Esto es lo que debieron de pensar las grandes productoras al ver el bombardeo de películas y series que nos están llegando desde hace dos años. Remakes, continuaciones, adaptaciones de cómics, etc. Pero mira por donde, exceptuando Tim Burton con La novia cadáver y su futura Frankenweenie, en pocas ocasiones ha habido incursiones zombies en el género infantil. Esto ha cambiado. Sumando las producciones internacionales antes mencionadas hasta existe un producto nacional, Papá soy una zombi, que nos invadió en la cartelera y que han iniciado un nuevo camino en el ámbito infantil. Tienen intención de apoderarse de nuestra fantasía, aunque no estoy tan seguro de que puedan apoderarse de nuestro dinero por la subida de los impuestos en la cultura. Sí, dije bien, fantasía. Porque es lo que en la infancia predomina por encima de la imaginación. La imaginación modela, da forma; la fantasía construye, crea.

altEl alucinante mundo de Norman (ParaNorman es su título original) nos presenta el típico argumento de niño aislado, introvertido, raro, pero con un don. Lo típico, nada nuevo. ¿Qué tiene de especial? Pues que en esta ocasión en vez de hablar con animales o cruzar armarios, habla con zombies. Uno de ellos, familiar suyo, le encomienda una “misión” consistente en proteger a la ciudad de una bruja. Para ello necesita hacer un ritual con un libro especial antes de la puesta de sol de un día determinado.

Hasta aquí no parece muy original el argumento: bruja malvada, libro como parte de una solución y niño aislado que se convierte en héroe. La novedad está en cómo plantea la historia. No solo la historia visual sino también la auditiva. En cómo desde el comienzo de la película es capaz de captar al público infantil, por supuesto, y al adulto también haciendo un guiño a la música creada para el medio audiovisual en los años 80.

altEl encargado de haber conseguido esta forma de captar la atención audiovisual es Jon Brion, que, si no ando equivocado, es su primera incursión cinematográfica en el género infantil. A los productores o director o quien haya sido el encargado de seleccionar a este compositor habría que darle la enhorabuena. En lugar de escoger a compositores consagrados en el cine infantil u otros que se dedican a rellenar con música la imagen, han optado por compositores que suelen estar vinculados al cine de autor. Recordemos que la productora de este film es la misma que la de Coraline, cuya música fue otorgada a Bruno Coulais, acertando de pleno y demostrando que quieren hacer productos de calidad.

Para El alucinante mundo de Norman, Jon Brion crea una música que mezcla alegría, humor y acción con momentos de melancolía, tristeza o angustia. Y lo hace de manera soberbia en algunos momentos, como queda reflejado en el track “People Attack”. Si me dijeran que Jon Brion hace un guiño al Zimmer ochentero me lo creería simplemente por la duración que tiene este track, que prácticamente llega a los 16 minutos y en el que el compositor despliega todo su conocimiento musical teniendo como base los violines y convirtiéndose estos en los narradores de esta parte de la historia de Norman, que finaliza con el tema principal.

altDel resto del repertorio que nos ofrece la discográfica que edita la BSO nos queda destacar la alternancia entre temas donde sobresale el sintetizador (nuevo guiño al público que ha crecido con la música de Harold Faltermeyer, Giorgio Moroder e incluso Brad Fiedel), que podemos encontrar en el corte que abre la banda sonora “Zombie Attack in the Eighties”, con otros donde predomina el piano melancólico, simple pero efectivo, que comunica la soledad del protagonista, como el caso del tema principal “Norman at the Piano / Main Titles” y que aparece a lo largo del score en momentos determinados indicando el estado de ánimo del protagonista (“Norman’s Walk”, “Enter Neil / Mr P / Ghost Walk / Ghost Dog”; “Norman Tries to Kep it Cool / Grandma’s Got Your Back”; “Aggie Fights” y finalmente “Resolution”).

altDebo destacar el tema “Enter Neil / Mr P / Ghost Walk / Ghost Dog” por la sensación de recuerdo nostálgico-goonieano. ¿Otro guiño al público adulto?

Pero no olvidemos que el film habla de zombies, cosas paranormales y, en ese sentido, la música de Brion también tiene momentos de terror, como podemos apreciar en“Alvin Again / Scary Bedroom” o en “Zombies Attack”, donde el compositor crea una aceptable atmósfera de suspense/terror, siempre teniendo en cuenta al público al que va dirigido principalmente. En este tema también aparece el uso de sintetizadores usados en el primer tema.

En definitiva, el compositor muestra su gran versatilidad alternando momentos musicales de suspense y acción con tristeza e incomprensión que nos transmiten fácilmente el sentimiento del protagonista y su soledad/aislamiento, que irá desenvolviéndose a lo largo de la historia para ser el protagonista de su propia aventura con un toque de terror. Al mezclarlo todo le ha salido un excelente cóctel que lo ha llamado ParaNorman y que desde su primera escucha es totalmente disfrutable.