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World Soundtracks Awards. Ghent (Bélgica). 19-20 Octubre 2012

altCon motivo de la edición correspondiente al año 2012 de los World Soundtrack Awards, celebrados cada octubre en la bella ciudad belga de Gante, y aprovechando la presencia allí, completada con su participación en el concierto sinfónico del día 20, del muy apreciado compositor James Newton Howard, tuvimos el enorme privilegio de entrevistarle para nuestra página, junto a otros compañeros de diversas webs del mundo de la música de cine. Con nosotros, en nuestra entrevista compartida, Tim Horemans, de Filmmusicsite, Olivier Desbrosses, un amigo y conocido de los Festivales de Música de Cine de Úbeda y Córdoba a lo largo de los años, como representante de la francesa Underscores, y por último, Krisztina Lukácsi y quien esto suscribe, por parte de BSOSpirit .

El recibimiento de la organización, hemos de señalar, que fue absolutamente exquisito y perfecto a todos los niveles, y pese a lidiar con una complicada logística y multitud de horarios que respetar y cumplir, en todo momento se mostraron amables y respetuosos con cada tiempo asignado, haciéndonos el trabajo muy, muy fácil. Así fue cómo la entrevista a un cercano, campechano y ciertamente encantador James Newton Howard fue de una puntualidad extrema, y dio pie a una hora realmente relajada y agradable.

altJames nos recibió sin agentes de prensa o publicistas a su alrededor, preguntándonos inicialmente el medio al que representábamos y nuestra nacionalidad, teniendo el detalle de darnos la mano y saludarnos antes de invitarnos a sentarnos, como un cálido anfitrión, haciendo que nos sintiéramos realmente bien acogidos.

Inicialmente, nuestro compañero Tim Horemans le cuestionó sobre su pasado en diferentes grupos musicales, como intérprete de teclados, orquestador o arreglista, y cómo entró a formar parte del mundo del cine y la imagen. Nos comentó que tras colaborar durante años para gente como Earth, Wind and Fire, Barbra Streisand o Toto, o como teclista para Elton John, se le solicitó de una manera casi accidental si se vería participando en un proyecto en el que tuviera que escribir música para cine, allá por 1984, tras lo que decidió conscientemente lanzarse a la piscina para ver si era capaz de ello, y de sincronizar su música a lo que sucedía en pantalla. El resto es obviamente historia, y se le ha dado muy bien durante las tres siguientes décadas, debemos añadir.

altOlivier le preguntó sobre su historial como compositor de films de acción y sobre cómo Hollywood te encasilla rápidamente si no eres capaz de mostrar que puedes ser totalmente ecléctico. James reconoce que es muy selectivo a la hora de elegir sus proyectos, precisamente para evitar esto, pero que él ama el género de acción porque entre otras cosas le da ocasión para escribir mucha música y tener tiempo en pantalla, lo cual ayuda a estructurar y dar un sentido de cohesión a cada obra. En este punto nos aclaró que no le gusta especialmente escribir para comedias, que no le supone atrayente si el proyecto no le enamora a entrar en este género, y que asimismo, también se muestra incómodo dentro de la acción si la trama es tonta o no tiene sentido lo que se cuenta. Si el guión es bueno, si los diálogos son buenos, entonces hay un adecuado punto de partida y la necesaria motivación para él para desarrollar un buen score. Nos pone como ejemplo su última creación estrenada, The Bourne Legacy, y cómo tuvo que escribir una gran cantidad de música, con partes electrónicas que le dieron mucho trabajo, pero que se siente especialmente orgulloso de ellas (aunque siente que, a pesar de suponer mucha labor, estas aportaciones electrónicas no son lo suficientemente valoradas por el aficionado). Nos añadió que, tras hablarlo con el director, Tony Gilroy, coincidieron en que debían huir de los scores de John Powell para la saga, pues se encontraban ante otro personaje que difería de Bourne y cuyas características no eran las mismas, por lo que, excepto pequeños recordatorios por encontrarse en el mismo universo fílmico, su partitura iba por otro lado. Esto es sobre Aaron Cross, Jason Bourne sólo es una referencia para los personajes, sería contradictorio oír su música aquí.

altNuestro turno llegó y decidimos centrarnos en su labor para Lawrence Kasdan, de quien admiramos sus colaboraciones para dos films en particular, en los cuales es capaz de definir musicalmente dos siglos de Historia de USA, desde el Far West y la historia de cómo el Oeste fue forjado, con Wyatt Earp, pasando a la modernidad, con una gran urbe cosmopolita, Los Ángeles, y sus habitantes, en cierto modo perdidos y con dificultad para relacionarse entre ellos, en Grand Canyon, culminando en una rendición a la música americana tradicional, como homenaje a los Estados Unidos, en la poderosa fanfarria que da título al film. Howard nos señaló que su colaboración con Kasdan era probablemente su relación favorita con un director, y que él le considera personalmente un amigo, con el que además tiene la suerte de admirar su trabajo y entenderse muy bien profesionalmente.

altCentrándonos en Wyatt Earp, nos comentó que todos sentían que aquel proyecto era algo muy grande, y muy especial, y que él deseaba que Kasdan lo llamara para componer la música, pero que estaba comprometido con un film previo (para Joel Schumacher), aunque sintiendo que la historia de Wyatt era el film que él deseaba hacer, y probablemente uno de los más importantes proyectos de su vida. Howard viajó a Nuevo México durante el rodaje y convenció a Kasdan de que él era el ideal para el film, y Lawrence se encargó de que fuera contratado y el otro film no supusiera un problema por coincidencia de tiempos de trabajo.

Una vez en la composición, se buscó crear una amplia gama de matices a través de la música, un sentido de unión familiar, de pérdida, de triunfo, un gran tema de amor para cada parte de la historia, un recorrido musical por una América en crecimiento, y todo ello a través de la historia del personaje central, dotando a la composición de una estructura, y que a pesar de abarcar muchos sentimientos y emociones se sintiera cohesionada y evolucionara hasta la conclusión de la obra. Sin embargo, no deseaba que los temas sonaran a cliché, a música típica del western (aquí nos tarareo incluso un tema típico de los años treinta, que nos hizo imaginarnos un vaquero cabalgando al ritmo del banjo), dotando a la obra de una consistencia independiente de géneros, sin renunciar a su descripción del mundo de los pioneros, y la importancia de la unidad familiar que el patriarca Earp define perfectamente en el film. Como anécdota, dos piezas de la partitura, el tema principal, no fue compuesto para esa parte del film, con los títulos de crédito iniciales, pero a Kasdan le gustó tanto que se convirtió en el motivo central, y de ahí empezó a nacer la estructura de la composición; y la forma en que se llegó a crear la música para la llegada al OK Corral, cómo inicialmente fue rechazada, sin apenas música, o una versión más atonal y percusiva, casi atávica, del instante (con timbales y violines en agudos escalofriantes), y se optó por otorgarle la épica que merecía el momento, incluso pasándose de épico hasta encontrar el punto justo, el que finalmente se escucha en el film.

altEn este instante, James Newton Howard nos dio una primicia cuando le preguntamos sobre el lanzamiento que La-La-Land Records está produciendo de este score en su forma más completa, para adelantarnos, aunque su implicación en la producción de los discos, no pasó de varias reuniones con los responsables de la discográfica, a los que no obstante, dio su bendición, que cree que será un lanzamiento de una caja de 3 CDs nada menos, probablemente con toda la música, incluyendo partes rechazadas y alternativas. En unos meses, todos podremos contar con este mayestático trabajo en toda su gloria, gran noticia.

Sobre Grand Canyon, enseguida nos anunció que era la pieza elegida para ser dirigida por él mismo en el concierto del día siguiente, un instante inolvidable para cada uno de los asistentes al evento, debemos añadir.

altLa siguiente pregunta era relativa a cómo un compositor se enfrenta a las fechas de entrega, cada vez más ajustadas, de los diferentes trabajos, centrándonos en el caso de su score para King Kong, para el que sólo tuvo cuatro semanas y unos días para hacer frente a casi tres horas de música. Nos contó, que gracias a ese trabajo, ahora tiene más presión que antes, pues todos le consideran un extremadamente buen compositor bajo una elevada presión (se ríe ante esta confesión) y que cada vez es más ajustado y difícil ser capaz de componer así, pero que cree que, gracias al apoyo y generosa colaboración y comprensión de Peter Jackson, fue capaz de entregar el que él considera una de sus mejores trabajos para esta producción (sólo que no es muy sano no salir ni siquiera a la calle en más de un mes a cuenta de componer todo a tiempo, jajaja).

altA pesar de que Mr. Howard prefiere de dos a tres meses como mínimo para poder desarrollar una partitura, no obstante reconoce que King Kong es probablemente una de sus composiciones favoritas. Asegura además, que a pesar de que en Hollywood todos piensan que fue ayudado en este proyecto, certifica que todo nació de su trabajo. Como ejemplo, su tema para Central Park (el tema de amor del film) le costaba tanto que Jackson le dijo que simplemente se sentara al piano y le tocara diversas ideas que tuviera. Howard grabó como diez minutos de diferentes ideas, solamente al piano, en cassette, y se las mandó al director. Al día siguiente recibió un mensaje tal cual: “Si vas al minuto 3 y 57 segundos, y durante los siguientes cuatro segundos solamente, hay algo ahí que pudiera ser el tema de amor de Kong” (Historia verídica). “De ahí empecé a desarrollar lo que acabó siendo el tema Central Park”.

altEs entonces cuando entramos en una de las más valoradas colaboraciones para los aficionados, la que mantiene desde hace más de una década con el director M. Night Shyamalan, de la que nos señala que es una de las más reconfortantes y apreciadas de su carrera, a pesar de ser realmente agotadora, pues es su amigo fuera de la profesión, y siempre quiere dar lo mejor de lo mejor hasta límites increíbles por él. Es curiosa la anécdota sobre Unbreakable y la forma de hallar su tema principal. Él entregó cuatro diferentes aproximaciones según lo solicitado por el director, y mientras Night las escuchaba, él pensaba: “¡por favor no elijas la número cuatro, por favor, la cuarta no!”. ¿Adivináis cuál fue la seleccionada, verdad? Esto ocurre mucho, nos señala el compositor, y a veces hay que amoldarse, aunque tu opinión difiera y creas que tal o cual versión que compusiste podría quedar mejor. Al final es el director quien con su visión te acaba demostrando en este caso que te está llevando hacia donde al film más le conviene, y a ti te guía para que des lo mejor de ti mismo. Esto siempre ocurre con Night.

altEn The Village, por ejemplo, hasta que no apareció Hillary Hahn (la violin solista) no nos dábamos siquiera cuenta del potencial de la composición. Ella la elevó a otro nivel. Es la colaboración y el respeto por el trabajo del otro lo que lleva a la excelencia. Con Night es cómo él me desafía profesionalmente, continuamente, todo el tiempo, siempre obteniendo una positiva sinergia para superarnos con cada nuevo trabajo. Además, es reconfortante siempre la energía que aporta y cómo comprende la necesidad de cada escena y de cada film a la hora de dar espacio a la música.

En este punto, y ante nuestra pregunta sobre su nuevo proyecto juntos, After Earth, nos comentó que estaba enfrascado en esa composición en ese momento (Gante supuso un descanso del score por unos días) y que aunque aún estaba evolucionando hacia donde iba esa creación, nos adelantó que esperáramos algo íntimo, emocional, pero a la vez marcadamente épico. Como se podrán imaginar en aquel momento las sonrisas inundaron la sala.

altNuestra compañera Krisztina pasó a preguntarle en ese instante sobre los motivos de su no regreso a la franquicia de Christopher Nolan sobre Batman, en The Dark Knight Rises. Ante la, de nuevo, sonrisa del compositor, pasó a aclararnos que no había ninguna razón oscura, nunca mejor dicho, en ello, que él estaba muy interesado en dos films, The Hunger Games y Snow White & The Huntsman, que coincidían en el tiempo con esta producción, y que el trabajo y el entendimiento que mostraron Hans Zimmer y Nolan le había impactado tanto en Inception que, humildemente, no quería interferir, y sentía que esta ocasión les pertenecía exclusivamente a ambos, que Hans era su amigo, y que no había ningún problema entre ellos. No se puede ser más elegante, respetuoso y leal en una respuesta, ciertamente. Chapeau, señor Howard.

altPor último, y para concluir, pues ya nos estábamos quedando sin tiempo, según nos indicaba la organización, aunque el compositor se mostró encantado de seguir con la entrevista señalando que no había problema por estar unos minutos más, le pedimos su opinión sobre la evolución de la música de cine actualmente, poniendo un ejemplo claro: cómo sentía que había evolucionado su música de acción desde sus colaboraciones con Andrew Davis para The Package o The Fugitive, hasta la actualidad, con creaciones como Salt, para Philip Noyce, o la actual The Bourne Legacy, para Tony Gilroy (con quien lleva ya tres films y una nominación al Oscar). Howard se mostró encantado de contestar para hablarnos de quien ha supuesto desde siempre un referente, Jerry Goldsmith (en ese momento señaló mi camiseta de Tributo a Jerry, que yo llevaba puesta en ese momento, aprobando mi admiración por el Maestro, y demostrando nuestra coincidencia alten un mismo ídolo musical), quien siempre le ha inspirado y hecho luchar por ser mejor compositor, y cómo su música siempre le había acompañado en su trayectoria musical. A su vez, nos indicó que en los últimos veinte años se ha pasado de componer para el director a componer, salvo contadas excepciones, para los productores, y a la petición expresa constante de demos y mockups, que deben ser aprobados para seguir trabajando, cosa que antes no se daba, y a la insistencia de los temp tracks, aunque este particular a él no le molesta especialmente, pues si es música temporal brillante le obliga a esforzarse aún más por ser mejor, y si es un desastre, pues se lo pone fácil para crear algo distinto y hacer ver su visión. Desde los años noventa hasta ahora ese ha sido el camino y el cambio básicamente, pero él sigue trabajando como antaño, sólo que a veces no es posible conseguir el acercamiento deseado por demasiadas manos en la misma masa. De su trabajo en Salt, agradeció nuestra valoración del score, y volvió a recalcar lo orgulloso que se sentía de su trabajo con Gilroy, y que, a pesar de que quizá esta última creación para la saga Bourne no ha convencido demasiado al aficionado, él lo considera un trabajo sólido y complejo.

altTras cerrar la entrevista, pasamos a llevar a cabo el photocall tradicional, del que a lo largo del artículo habéis podido observar varios ejemplos. Desde luego, toda una experiencia tener la ocasión de compartir esos momentos con uno de nuestros compositores más apreciados, pero no sería justo no señalar, que con posterioridad a la entrevista, Howard, a lo largo de la tarde y a la mañana siguiente tras la rueda de prensa, fue todo amabilidad y cariño para con todo aquel que se acercó para estrecharle la mano, solicitarle una foto o pedirle una firma, a lo que él respondió con una infinita paciencia y agradecimiento. Tanto es así que se pasó más de una hora firmando en la recepción de su hotel la mañana del día siguiente, y sin duda, ver lágrimas en los ojos de aquellos que obtenían la firma dedicada de su score favorito, la felicidad en las caras de quienes posaban junto a él en docenas de fotografías, fue un momento inolvidable, que no hace sino engrandecer el carácter humano, sencillo y campechano de uno de los compositores más admirados de la actualidad, carácter que le hizo emocionarse hasta el llanto cuando ante una platea rendida a su obra no pudo evitar durante el concierto, que las lágrimas surcaran sus mejillas durante la ovación tras la inolvidable interpretación, dirigida por él mismo de su Fanfarria para Grand Canyon. Gracias Señor Howard, su música nos llegaba al corazón, desde ahora, aún más.

Agradecimientos especiales a Flip Vermeersch y Tom Heirbaut, miembros de la Organización del Ghent Film Festival, por su ayuda y amabilidad, y por supuesto, a James Newton Howard, por hacer posible esta entrevista.

 

Autores


Asier G. Senarriaga
y Krisztina Lukácsi

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