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  Battleship

 
Steve Jablonsky
     
Año:   2012
Sello:   Varèse Sarabande
Edición:   Normal
Nº Tracks:   24
Duración:   76:56
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
Jordi Vázquez Cecilia

 
1. First Transmission (3:17)
2. The Art of War (4:31)
3. Full Attack (3:53)
4. You’re Going to the Navy (1:01)
5. The Beacon Project (5:07)
6. Objects Make Impact (4:38)
7. First Contact Part 1 (1:51)
8. First Contact Part 2 (2:08)
9. It’s Your Ship Now (4:04)
10. Shredders (4:05)
11. Regents Are on the Mainland (2:43)
12. Trying to Communicate (3:15)
13. Water Displacement (2:18)
14. Buoy Grid Battle (3:02)
15. USS John Paul Jones (2:29)
16. We Have a Battleship (2:49)
17. Somebody’s Gonna Kiss the Donkey (4:33)
18. Super Battle: Written and Performed by Tom Morello (1:32)
19. Thug Fight (feat. Tom Morello) (3:29)
20. Battle on Land and Sea (2:48)
21. Silver Star (1:54)
22. The Aliens (4:17)
23. Planet G (3:59)
24. Hopper (3:15)  
 

«The Art of War»

«The Aliens»

«Hooper»

 


La gran inventiva rítmica y electrónica, así como la cohesión de todas las ideas temáticas y sonoras en  su conjunto.


En su escucha aislada y dada la generosa edición del álbum, hay momentos en los que se echan de menos cortes más melódicos y menos “disonantes».


Cada momento en el que suena el inquietante motivo para los alinígenas.

 

BSOSpirit opina

Nota media: 4,28
 
David Doncel (6), Asier G. Senarriaga (1), Óscar Giménez (4), David Martínez (4), Sergio Rivas (6), David Saiz (4), Jordi Vázquez (5)
 

 
Reivindicando a Steve Jablonsky
     

In English

D 6: AGUA
altDicen que Hollywood se está quedando sin ideas, que hay un vacío tan grande en las mentes de los guionistas que estos tienen que recurrir a adaptar míticas series de televisión, best sellers o personajes del mundo del cómic para llenar ese hueco. Personalmente me niego a pensar que con veteranos como Martin Scorsese en plena forma, nuevas e inventivas mentes como la de Christopher Nolan y los avances técnicos que nos ofrecen Pixar o James Cameron nos encontremos ante una crisis creativa. En todo caso, es bien cierto que un nombre popular con una legión de fans ya creados es una baza que las productoras no quieren dejar escapar y hace siete años Steven Spielberg descubrió un nuevo filón al comprar a la compañía japonesa Hasbro los derechos para adaptar su popular línea de juguetes: Transformers. Los resultados de tal adaptación fueron tres películas (la última recaudó más de mil millones de dólares en todo el mundo), una nueva serie de animación, videojuegos y todo el “merchandising” imaginable. No es de extrañar, pues, que con un éxito tan enorme hayamos visto otros productos de Hasbro en la gran pantalla como G.I. Joe (de la que veremos secuela este verano) o el que aquí nos ocupa, el popular juego de mesa Hundir la flota.

El argumento de Battleship es, por supuesto, una simple excusa para un festín de efectos especiales. Los científicos de la NASA encuentran el primer planeta que podría albergar vida extraterrestre. Esperanzados e ilusionados, envían una señal al recién bautizado Planeta G (sic.) para comunicarse con sus posibles habitantes y decirles “hola”, pero por desgracia los extraterrestres tienen un mal día y deciden iniciar un feroz ataque contra la tierra. Esta vez el campo de batalla será el mar, pero no os preocupéis, pues tenemos a dos heroicos hermanos, Alex y Stone Hooper, alistados en la Marina y que lucharán con sus enormes buques de guerra para salvar a la humanidad de su extinción o sumisión.

alt¿Original? No, ni falta que hace, porque la idea era repetir el éxito que tuvo el director Michael Bay con su saga de robots gigantes. Tanto querían “clonar” a dichas películas que el diseño de las naves extraterrestres es similar. El gamberro director Peter Berg (Very Bad Things, Hancock) copia planos y sentido del humor de Bay y le coge prestado a su «compositor fetiche»: Steve Jablonsky.

G 12: TOCADO
altSteve Jablonsky se ha convertido en el máximo y mejor exponente de la música comercial en el cine de Hollywood de los últimos años. Para entender el porqué de ello tenemos que remontarnos casi una década atrás, cuando en el año 2003 a Trevor Rabin le encargaron poner música al film de Michael Bay Bad Boys II. Por problemas en la producción, Rabin tuvo muy poco tiempo para completar la partitura, así que no le quedó más remedio que recurrir a compositores adicionales que le ayudaran a terminarla. Uno de los escogidos para ello fue el prometedor alumno de Hans Zimmer, Steve Jablonsky, quien compuso cerca de media hora de material para el film. Al final del proceso, Bay quedó tan sorprendido y encantado con la música de Jablonsky que desde entonces le erigió como su compositor habitual, tanto para las películas que él dirigía como los que producía su recién inaugurada compañía.

altSin embargo, la música de Jablonsky para Bad Boys II era una extensión de una pieza transgresora llamada Synchrotone, compuesta por su maestro para el film de Ridley Scott, Black Hawk Down, y es que la música del compositor alemán ha ido marcando el sonido de las grandes producciones de Hollywood en los últimos años. Los himnos heroicos de El rey Arturo, el ostinato de cuerdas de El código Da Vinci o Batman Begins, y finalmente el efecto sonoro dramático de Origen, todos ellos han sido usados como cortes temporales y requeridos por los productores para sus films. Jablonsky, familiar con ese sonido, ha sabido coger todos estos elementos e incluirlos de modo más o menos evidente pero siempre brillante en sus bandas sonoras, mientras iba madurando y perfeccionando sus propios elementos electrónicos, tanto ritmos como texturas, que le darían una base homogénea al conjunto y lo harían diferenciarse al resto de compositores que se limitan a reciclar o copiar la música que se les exigía. De este modo, el compositor encontró su propia voz y creó el «high-tech» musical.

O 5: TOCADO
altComo la mayoría de composiciones de Jablonsky, Battleship trata más sobre un diseño de sonido que de frases melódicas per se. No obstante, este diseño está casi siempre sostenido sobre ideas temáticas, que en este caso no son pocas: el motivo de los alienígenas, en el que un sonido electromagnético de energía, a falta de poder ser descrito de una mejor manera, introduce un chirriante e inquietante motivo de dos notas a camino entre el creado por John Wiliams para La guerra de los mundos y Kevin Riepl para el videojuego Gears of War; el concepto usado para el Planeta G, un efecto de sonido similar al de las alarmas de combate y que transmite una sensación de peligro y urgencia; y por último un tema más melódico, el de los hermanos, interpretado por gaitas que simbolizan la libertad e ingenuidad del protagonista principal con su filosofía de primero actuar y después pensar. Además de estas tres ideas principales, encontraremos otras, como la del buque y la de los marines, pero como diría Jack el Destripador: «Vayamos por partes».

altEl álbum abre con «First Transmission», corte para la secuencia de prólogo que recuerda mucho a la que abría el film Transformers: El lado oscuro de la luna y que Jablonsky aborda de manera similar: un tictac percutido y un ostinato de cuerdas imprimen sensación de una carrera contra el reloj, haciéndonos participes de la primera comunicación hacia el Planeta G, mientras un motivo oscuro se apodera del mismo, dando a entender que lo que podría ser un descubrimiento esperanzador se puede convertir en una pesadilla. El corte acaba con vibrantes ritmos marciales y el apoteósico estallido de un motivo de tres notas al que Jablonsky recurrirá para los planos de situación cada vez que se cambia de localización.

El siguiente corte es el poderoso «Art of War», donde varios riff de guitarra eléctrica y tambores taiko nos introduce el más memorable de los temas principales, el del buque, una melodía solemne y grandiosa como lo son esas máquinas de guerra que navegan por el océano. Trombones y tubas, sobresaliendo de una manera ejemplar sobre la electrónica, interpretarán este «power anthem» que muchas veces será complementado con el tema de los marines y el de Hooper, ambos con menos solemnidad y más heroicidad. Así los escucharemos trabajando en equipo en los adrenalínicos «It’s Your Battleship Now» (atención de nuevo a la claridad con la que estan mezclados los taiko) «Water Displacement» (teclados a lo Lágrimas del Sol), «Thugh fight» y «Battle on Land and Sea».

altLa invasión alienígena supondrá también una invasión del álbum, con abundantes dosis de sonidos metálicos y loops electrónicos especialmente creados para la ocasión: «Full Attack», un delirio de distorsiones sintetizadas de todo tipo y percusión híbrida en el que se irá jugando con el motivo del Planeta G durante 4 minutos, no resultando nunca aburrido sino más bien fascinante; «Object Make Impact», un agresivo primer contacto con las dos notas alienígenas; «Beacon Project», con un delicioso toque industrial reminiscente al techno de los años 80 y que supone una puesta al día de las creaciones de grupos pioneros en la materia como los alemanes Kraftwerk; y finalmente «Shredders», con geniales efectos metálicos cíclicos que parecen emular la forma esférica y giratoria de unos mortíferos juguetitos extraterrestres que lo destrozan todo a su paso.

Mención aparte merece «Buoy Greed Battle»  un corte especialmente inteligente, usado en un brillante momento de tensión donde los guionistas del film se las ingenian para hacer su particular homenaje al juego de mesa que están adaptando. Jablonsky equilibra el uso de bases rítmicas con el del diseño ambiental para crear suspense en una escena sin efectos especiales ni acción física, donde solo el montaje de los planos y la música son los responsables de hacer funcionar la misma.

altEl clímax final tanto del CD como del film empieza con «We Have a Battleship», en el que un solo de trompeta interpreta el tema del buque en todo su esplendor y da paso al tema de los marines, en uno de esos momentos marca de la casa que suelen quedar tan bien en una toma a cámara lenta, y que apelan al instinto más primario del espectador, dándole ganas a uno de ser soldado y salvar al mundo. Así que manos a la obra y con el rockero «Super Battle», del guitarrista Tom Morello, nos preparamos para ello. Jablonsky usará al mismo Morello en el siguiente corte, dando así continuidad estilística y un toque gamberro a una lucha de lo más singular en «Thug Fight», donde escucharemos variaciones de los temas principales con guitarra eléctrica y bateria.

Finalmente el compositor retomará su vertiente más heroica en «Battle on Land and Sea», donde escucharemos rendiciones de todos los temas principales para la batalla final del film, y «Silver Star» en el que gaitas, redobles de tambor y toques de piano interpretan el tema tanto de Hooper  como el de los marines dejándonos con una sensación de victoria y satisfacción.

El álbum termina con las suites del compositor para las tres ideas temáticas principales y que ponen un broche de oro a esta generosa edición por parte de Varèse Sarabande.

O 6: HUNDIDO
altEn conclusión, Battleship es una banda sonora a la que a los fans del sonido Jablonsky les gustará, pero a los que esperen que retome el estilo de sus trabajos más tradicionales como Steamboy o la deliciosa Your Highmess quedarán decepcionados. Para el que esto suscribe, Battleship es una de las partituras más maduras de este compositor, con gran riqueza temática y conceptos sonoros bien definidos, compacta,  sin fisuras de ningún tipo y con un tono agresivo perfecto para toda invasión alienígena. Quizás no posea temas tan memorables (si, he escrito «memorables») como los escritos para la saga Transformers, pero lo compensa desarrollándolos mucho mejor gracias a no estar limitado por una atropellada edición por parte del director. Finalmente, insisto en destacar la mezcla de sonido, donde una vez más Jablonsky sabe hacer brillar cada uno de los elementos cuando es necesario, nunca dando la sensación de algo demasiado lleno o recargado, mezclando la electrónica con la misma claridad que una taiko o un trombón.

Arriesgándose uno a perder el respeto (si es que lo tenia) por parte de los aficionados a la música de cine, y por las razones escritas anteriormente, este es un score de tres estrellas 😉