Puntúa esta banda sonora

 

 

 
La ligne droite

 
Patrick Doyle
     
Año:   2011
Sello:   Varèse Sarabande
Edición:   Normal
Nº Tracks:   21
Duración:   40:12
     
Ficha IMDB
 
 
 
 

Reseña por:
Óscar Giménez

 
1. Leila Runs Free (01:40)
2. Stadium Memories (02:34)
3. Seeing Her Son (01:35)
4. The Changing Room (01:09)
5. Training Games (01:28)
6. First Training (01:38)
7. Training Breakthrough (01:42)
8. The Other Woman (01:42)
9. You Tricked Me! (01:31)
10. Suspension Bridge (02:21)
11. Stealing a Car (02:23)
12. Running in the Sand (03:38)
13. Yannick Falls Overboard (01:11)
14. Rescued (01:57)
15. Playing Bridges (01:46)
16. Leila’s Past (01:48)
17. Triple Training (02:06)
18. Raising Hands Together (01:46)
19. Through the Tunnel (01:13)
20. The Race (02:23)
21. Yannick and Leila (02:41)
 
 

Tema principal en «Running in the Sand»

«Seeing Her Son»

«Yannick and Leila»

 


La capacidad del compositor para exprimir de infinitas maneras un solo tema principal con una formación orquestal limitada.


A pesar de todas esas variaciones, no deja de ser una banda sonora repetitiva.


“Running in the Sand”.

 

Trailer 

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Un Doyle distinto al servicio de Wargnier
     

altUna mujer sale de una cárcel francesa. Tras alejarse un poco de la prisión, saca de una bolsa unas zapatillas deportivas. Se las pone sentada en el suelo y comienza a correr por una carretera. A medida que aumenta su velocidad, escuchamos cómo el piano y una pequeña sección de cuerda aceleran el ritmo y aumentan la intensidad de la música.

Así arranca La ligne droite, con el tema “Leila Runs Free”, una colaboración más entre el director Régis Wargnier y el compositor Patrick Doyle, estrecha relación que comenzó en 1992 con Indochine y ha seguido dando buenos frutos musicales con Une femme française, Est-Ouest, Man to Man y Pars vite et reviens tard.

La ligne droite tiene como protagonista a Leila, una ex atleta de ascendencia magrebí recién liberada, y Yannick, otro atleta que se ha quedado ciego tras un accidente. A pesar de haber perdido la vista recientemente, Yannick sigue entrenando en el estadio y acaba contratando a Leila como guía. Es el inicio de una relación de sucesivos altibajos emocionales en la que cada uno buscará la forma de enfrentarse a su nueva vida.

En contraste con las superproducciones para las que ha trabajado Patrick Doyle en 2011 –Thor y Rise of the Planet of the Apes-, la partitura de La ligne droite está ejecutada por una formación orquestal pequeña: básicamente una sección de cuerda con solos de violonchelo y violín –excelente Carmine Lauri-, piano, arpa y aportaciones muy puntuales de algún otro instrumento.

altEl compositor escocés fundamenta la práctica totalidad de la banda sonora en un único tema principal. Con esta economía de medios, el planteamiento nos acerca al minimalismo. De hecho, algunos fragmentos del score recuerdan a Philip Glass –especialmente The Hours– y a Michael Nyman.

No puede negarse que La Ligne droite es repetitiva. Sin embargo, puede alegarse en defensa de Doyle que construye tema tras tema variando constantemente el tema principal. Tampoco es algo nuevo en el compositor, pues basta recordar, por ejemplo, Nouvelle France, donde en todos los cortes aparecía el tema principal, aunque casi siempre de distinta forma. Continuos juegos armónicos, cambios del instrumento protagonista, incrementos y disminuciones de la intensidad y del ritmo, así como distintas maneras de presentar el ostinato casi omnipresente a lo largo de score, hacen que la escucha de La ligne droite no aburra, algo que también facilita su relativamente corta duración, que ronda poco más de los 40 minutos. Aun así, la edición discográfica contiene más música que la propia película, con algunos tracks que no se han utilizado.

Comienza con “Leila Runs Free”, que nos presenta el tema principal sobre un ostinato de cuerdas y después sobre una base rítmica de piano sobre la que juegan violines, violas y chelo. El segundo track, “Stadium Memories”, arranca con cuerdas graves y acompañamiento de piano, instrumento que poco después se dedica tan solo a marcar acordes que parecen resonar con eco. Este evocador recurso acompaña un flashback en el que Yannick recuerda sus carreras antes de que perdiera la vista.

altLos cortes que vienen a continuación son una demostración de todo lo que puede hacerse con una formación orquestal pequeña y un solo tema, mostrándolo casi desnudo, como en “Changing Room” –no utilizado en la película y similar a “The Other Woman”-, vibrante en “Training Games”, desgarrador en “You Tricked Me!” o intenso en “Suspension Bridge”. Todas esas variaciones del recurrente tema principal constituyen un dinámico ejercicio de estilo dotado de ritmo y emotividad.

Uno de los pocos tracks algo diferentes, aunque la armonía del tema principal sigue ahí, es “Seeing Her Son”. La escena nos descubre que Leila es madre y sigue de lejos a su hijo, al que no ve desde que la encarcelaron. Es un tema delicado, emotivo y optimista al mismo tiempo, con chelo y luego violín sobre acompañamiento de piano, que va aumentando de ritmo y desarrollándose con un aire cada vez más esperanzador.

Otro aspecto interesante lo encontramos en “First Training”. Incluye al principio una melodía de violín que suena en varias ocasiones cuando vemos la cuerda que une a la guía con el atleta ciego, el vínculo imprescindible que enlaza sus movimientos durante la carrera para seguir la “línea recta” del título.

Por su parte, “The Other Woman” tiene interés por acompañar al flashback donde se nos explica por qué Leila acabó en la cárcel. Comienza con glissandos de cuerdas y piano, con una interpretación lenta del tema principal con piano, al que se unen después el violín y el chelo, siempre de modo muy melancólico.

alt“Running in the Sand” es uno de los tracks más representativos de esta banda sonora. Comienza con esa frase de violín solo que asociamos a la cuerda que sirve de vínculo entre la pareja protagonista. Sigue el tema principal con apoyo de piano. Al principio es lento, pero va evolucionando, cambiando el tempo y volviéndose más alegre. La interpretación del tema continúa con piano y apoyo de cuerdas, acelerándose cada vez más y con progresiones muy propias del estilo de Doyle. Leila y Yannick han ido a la casa que de la costa donde se criaron él y su madre, y la principal escena de este tema nos muestra al chico corriendo solo por la playa cada vez más rápido, una secuencia tan bella como espectacular donde la música brilla de manera especial.

“Playing Bridges” es otro de los tracks “distintos”. En concreto, es un tema de arpegios de piano interpretado por el propio Doyle, que suena como música de fondo durante una conversación entre Yannick y su madre mientras juegan a los dados. Correcto, pero nada representativo de la banda sonora.

También es de destacar “Triple Training”, con una ejecución enérgica de las cuerdas y el piano y un posterior solo de chelo con el tema principal. Es una pieza que transmite potencia, esperanza y emoción. Acompaña una escena en la que Leila entrena con otro guía y se tapa los ojos para sentir lo mismo que Yannick cuando corre.

El clímax de la película llega con “The Race”. Escuchamos una rápida ejecución del tema principal con piano y ostinatos de cuerdas. La pieza transmite sensación de velocidad con intensidad creciente, contrastando con las imágenes en cámara lenta de Yannick y su guía perfectamente sincronizados.

altPor último, para un final algo desconcertante por precipitado y pillado por los pelos -esa es mi opinión-, escuchamos “Yannick and Leila”. Doyle nos presenta un nuevo tema de carácter romántico en crescendo con cuerdas sobre piano. No deja de ser una variación del tema principal, pero resulta menos reconocible hasta el punto de convertirse en un tema distinto, con una melodía y una tendencia hacia la espectacularidad –algo excesiva- que son marca de la casa del compositor escocés.

Concluyendo, podemos decir que La ligne droite es impecable ejercicio de estilo, fruto de la libertad creativa que le otorga Régis Wargnier a su compositor predilecto y que no tiene nada que ver con los clichés que posiblemente se ve obligado a utilizar cuando trabaja para superproducciones hollywoodienses. Es una banda sonora que ha sido bien acogida por críticos y aficionados. Incluso alguna famosa página de internet concede a Doyle, por primera vez, la máxima puntuación a uno de sus scores. Creo que tampoco es necesario exagerar hasta ese punto, puesto que La ligne droite no está a la altura ni será nunca tan recordada como Henry V, Much Ado About Nothing, Frankenstein, Great Expectations, Sense and Sensibility o Harry Potter and the Goblet of Fire, por poner unos pocos ejemplos. En cualquier caso, si que estamos ante un trabajo notable.