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  Dolphin Tale

(La gran aventura de Winter el delfín)
Mark Isham
     
Año:   2011
Sello:   Varese Sarabande
Nº Tracks:   21
Duración:   52:03
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
Óscar Giménez

 
1. Dolphin Dance (3:01)
2. Gift from Kyle (2:07)
3. Finding Winter (3:47)
4. Aquarium (1:38)
5. Rufus (0:59)
6. I’m Hazel (1:35)
7. Winter Swims (2:28)
8. Never Calls (1:19)
9. News about Kyle (1:44)
10. Chumash Story (1:51)
11. Sawyer and Winter (4:30)
12. Putting on the Tail (2:34)
13. The Coming Storm (4:36)
14. The Little Girl (1:50)
15. Clay Changes His Mind (1:14)
16. Winter’s a News Story (1:34)
17. Winter Tries another Tail (4:08)
18. The New Tail (2:26)
19. Family Is Forever (0:56)
20. Swim (2:40)
21. Dolphin Tale End Credits (5:06)
 

 

Tema de Winter en «Dolphin Dance»

Tema principal en  «Sawyer and Winter»

Tema de Winter en «Swim»


Los temas principales, recogidos de forma variada en pistas como “Dolphin Dance”, “Winter’s A News Story”, “A New Tail”, “Swim” y “Dolphin Tale End Credits”. 


Buena parte del score se mueve por sonoridades dramáticas algo sosas.


Por la magia que transmite, “Sawyer and Winter”.

 
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Otra amazing true story
     

altMark Isham ya cuenta en su currículum con unas cuantas bandas sonoras de películas «para toda la familia con animalito», ya sea parlante o no parlante. Probablemente, la más apreciada por los aficionados sea Fly Away Home, que data de 1996. Además de gansos, en su repertorio se incluyen cebras de carreras (Racing Stripes), perros de trineo (Eight Below) y, ahora, con Dolphin Tale, tenemos un delfín mutilado.

Todos sabemos que Isham es un compositor de muchos lenguajes, un tipo versátil que tanto escribe un score de jazz como un thriller puramente electrónico. Las películas de animales mencionadas son partituras orquestales creadas para ensalzar historias de superación. En la misma línea podríamos incluir otra cinta Disney encuadrada en la misma filosofía, aunque sin animales, como es Miracle, sobre el equipo norteamericano de hockey sobre hielo que ganó contra todo pronóstico la final olímpica en 1980.

altDolphin Tale se mueve en la misma línea. Trata de un delfín llamado Winter que queda atrapado en una trampa para langostas o cangrejos y varado en la costa de Florida. Uno de los primeros en atenderlo es Sawyer (Nathan Gamble), un chaval poco sociable, hijo de padres separados y bastante retraído. Al delfín se lo llevan a un hospital marino que dirige Clay (Harry Conick Jr.), donde se ven obligados a amputarle la cola a causa de la infección que ha contraído. Sin embargo, Winter va mejorando y se abre la posibilidad de colocarle una aleta dorsal protésica diseñada por el Dr. Cameron McCarthy (Morgan Freeman), especialista en un centro que atiende a veteranos del ejército.

La historia se superación es principalmente la de Winter –con el auténtico delfín mutilado en el papel-, pero no la única. Su relato es paralelo al de Kyle, el primo del niño protagonista, un campeón de natación que se alista en el ejército y vuelve herido. A través de él, el niño contacta con el Dr. McCarthy, que se presta a ayudar al delfín. Pero también es la historia de superación del propio Sawyer, puesto que implicarse en la recuperación de Winter con la gente del hospital marino lo estimula a salir de su caparazón y le hace ver el mundo con distintos ojos.

altEs una de esas películas inspiradas en una historia real que no depara sorpresas y en las que musicalmente no se suelen asumir riesgos. Isham no lo hace, puesto que para experimentar y arriesgarse ya hay otro tipo de películas. En Dolphin Tale nos sumergimos en territorios musicales emparentados con esas otras películas familiares que, todo sea dicho, son de escucha agradable y contienen temas muy conseguidos.

El tema de la partitura es el de Winter, aunque el compositor nos lo presenta con dos variantes. Uno es un vals que encontramos en el primer corte del CD, “Dolphin Dance”, con imágenes de delfines nadando y saltando en el mar. Es un tema muy dinámico y pegadizo, con uso preferente de vientos de madera, que asociamos al cetáceo desde los primeros instantes del film.

Esta danza del delfín la escucharemos a menudo en diversos cortes de la banda sonora, unas veces con carácter alegre y otras en clave dramática, como sucede en “Finding Winter”, cuando Sawyer lo acaricia en la playa donde queda varado, o cuando Clay cuenta a su hija Hazel y a Sawyer una antigua leyenda india (“Chumash Story”).

altEste tema en 3/4 del delfín se combina y complementa con una melodía más desarrollada, que ejerce asimismo como tema principal. En la cinta lo escuchamos por primera vez en uno de esos momentos mágicos que recordamos de este tipo de películas. Es de noche y Sawyer está junto a la piscina del hospital marino donde tienen a Winter. El corte es “Sawyer and Winter”. Comienza suave con arpas y metalófono sobre cuerdas, con algún apunte de piano, y comienza a desarrollarse con el vals del delfín cuando el chico cae al agua. El tema principal se presenta enfáticamente interpretado por la sección de cuerda mientras vemos imágenes subacuáticas en cámara lenta, con algún que otro crescendo de esos que empapan la escena de emotividad.

Ese mismo tema, que refleja el vínculo entre el muchacho y el delfín, así como la historia de superación en sí, aparece en otros momentos de la cinta. También de manera emotiva, aunque con una presentación más dramática, lo escuchamos interpretado con flauta en “The Little Girl”. Acompaña la escena en que Sawyer presenta al delfín a una niña discapacitada en silla de ruedas que, al verlo sin su aleta dorsal, exclama: “Es como yo”. Con un planteamiento dramático parecido, lo encontramos en el breve “Family Is Forever”, casi al final del score.

También en otro de los momentos destacados, “Winter’s A News Story”, cuando en un canal de televisión hablan del delfín sin cola. También se inicia con flauta, pero es desarrollado con carácter épico por las cuerdas y los metales, y enlazado con el vals de Winter.

“Swim” es el track para el clímax de la película, música alegre y dinámica con la aparición de la trompeta –probablemente el propio Isham– interpretando esos dos temas principales.

Como motivos temáticos no hay mucho más. En alguna ocasión se utiliza una serie de cuatro acordes lentos de cuerdas que se asocian al primo Kyle. En el disco lo encontramos en “Gift from Kyle”.

altEl otro motivo, este con cierto carácter cómico, con una melodía de cuerdas entrecortada, es el del pelícano Rufus, que escuchamos, obviamente, en “Rufus”. Tras el que escribió para el de Racing Stripes“A Pelikan Named Goose”-, Mark Isham es posiblemente el compositor que más temas ha creado para pelícanos de ficción.

Con excepción de los tracks ya comentados y otros de carácter más o menos alegre y emotivo –“Winter Swims”, “I’m Hazel”, “The New Tail” o “Clay Changes His Mind”-, el resto de la banda sonora es bastante insípido, subrayando de forma dramática la introspección de Sawyer o los sucesivos fracasos a la hora de colocar prótesis al delfín.

altEl resumen de lo mejor de este trabajo lo tenemos en “Dolphin Tale End Credits”, cinco minutos de suite que comienza con piano para traspasar el protagonismo a la flauta, que interpreta el tema principal. Luego introduce el tema del pelícano Rufus para dar paso a bonitas melodías con arpa y piano –como las de “Sawyer and Winter”, que enlazan el vals del delfín que habíamos escuchado en el primer corte del CD. Finalmente, toda la orquesta interpreta el tema principal en clave de esperanza y optimismo.

Al margen de lo dicho –y de la Cabalgata de las Valquirias de Wagner para una escena con un helicóptero de juguete-, la cinta incluye algunas canciones, unas como música diegética y otras integradas en la banda sonora para acompañar escenas de transición, aunque ninguna original para la película y ninguna incluida en la edición discográfica. Las tres que tienen cierta importancia son el clásico “Sh-Boom” de The Chords, “I’m Yours” de Jason Mraz, y “Safe” de Westlife, utilizada en la escena final con imágenes de Sawyer y Winter nadando.

La impresión final es que estamos ante un buen trabajo de Isham, compositor con muchos recursos para este tipo de películas de domingo por la tarde. Dolphin Tale es un trabajo resuelto con solvencia y profesionalidad que no está a la altura de Fly Way Home o Racing Stripes, pero contiene una serie de buenos temas que hacen de este score una escucha disfrutable.