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The Christopher Young Experience

Christopher Young saludaHablar de Christopher Young implica hablar de un gran pedazo de mi juventud, de un compositor con el que crecí desde pequeñito, versátil y con un magistral oficio, todo un ejemplo de profesionalidad.

Por eso, verlo rondar por el V Festival Internacional de Música de Cine de Úbeda de un lado a otro (en el patio del Hospital de Santiago, en el Teatro Ideal o por las calles de Úbeda) me provocaba auténtica fascinación y admiración. No me lo podía creer; Christopher Young estaba aquí.

Supongo que, la mayor parte de nosotros, hemos crecido con los mismos compositores, gente como Goldsmith, Williams, Horner, Poledouris, Herrmann o Rózsa (entre muchísimos más), pero siempre hay otros compositores más personales, más “tuyos”, que ayudan a definir el perfil musical de cada uno de nosotros. Mis dos compositores preferidos, en ese sentido, fueron Michael Kamen y Chris Young.

Desde chaval fui comprando casi todo lo que se me ponía a tiro. Y así fue como descubrí que Young era muchísimo más que terror o ciencia-ficción: manejaba perfectamente el drama, la comedia, la acción, el thriller, el romanticismo, el jazz, el hip-hop o lo experimental. Young era un todoterreno, se zambullía en cualquier género sin despeinarse un ápice.

Mis Inicios con Chris Young – Toma de Contacto: The Fly II

Mi primera experiencia semiconsciente con Christopher Young tuvo lugar entre 1989-1990, y a diferencia de mucha gente, no fue con Hellraiser (1987) o Hellbound (1988), sino con The Fly II (1988).

Die hard coverCon once añitos, me colé en mi primera película No Recomendada para Menores de 13 Años (toda una experiencia). Fue Die Hard (1988), y con un amigo que tenia dos años más (mi excusa en caso de problema con la edad). La película fue espectacular, y fue mi primer contacto con Michael Kamen, una de mis debilidades, y del que pronto descubriría la brutal The Dead Zone (1985).

Ir a ver Die Hard fue, en cierto modo, algo accidental, pues la intención era ver Willow, que ya no estaba en las salas, por lo que la elección era Die Hard o The Serpent and the Rainbow, (interesante película de Wes Craven, de lo mejor que tiene, que ya es decir mucho…).

Un año después, y sin haber visto The Fly de David Cronenberg, me fui directo a mi segunda experiencia de cine adulto, con una película que era mucho más salvaje (incluso gore) que Die Hard, con algunas escenas que me impactaron bestialmente. Se trataba de The Fly II, evidentemente.

Me dirigí a los extintos Cine Hollywood, unos multisala cercanos al Parque Isabel la Católica, cercano al Molinón, y me senté a disfrutar de una gran película de terror, amada y odiada a partes iguales, donde el trabajo de Christopher Young me impactó, literalmente.

The fly 2 coverEstaba claro que aun tendrían que pasar unos años, no muchos, para empezar a asociar trabajos con el nombre de Young, pero The Fly II, con aquel espectacular motivo principal de apertura, me dejó noqueado.

Bastantes años después conseguí el compact de The Fly II, y recuerdo estar flotando. Era uno de los trabajos que más me habían marcado desde mi juventud, y aquel fue un momento maravilloso y especial (ni que decir tiene que, hoy día, te consigues muchísimas cosas con poco esfuerzo, pero antes, cuando no comprabas al extranjero y no tenías Internet, conseguirte The Fly II dentro de España era como ganar de goleada un partido).

Lo posterior a The Fly II ya se enmarca en Hellraiser y Hellbound: Hellraiser 2, a las que definiría como Obras Maestras (en especial la segunda). No solo son dos de la mejores composiciones de Christopher Young, sino de lo mejor del género del terror, y para este humilde servidor, de lo mejor que he escuchado en mi vida.

Def con 4 coverPero lo que más recuerdo, es una modesta producción de Serie B llamada Def-Con 4 (1985). Recuerdo haber visto la portada de la película en alguna revista de aquella época (quizás Teleindiscreta) y quedarme totalmente atraído con aquella foto del esqueleto enfundado en un traje de astronauta,... pero la película fue bastante cutre, para ser sinceros.

La grabé de la tele en VHS, de madrugada, y al día siguiente, salí apresurado del colegio, con la intención de ver la película. Cuando me puse a ello, me llamó la atención los potentes y percusivos títulos musicales de inicio. Que gran tema, esto promete...

Me llevé un buen chasco con la película, pero cuando comencé a identificar y asociar el nombre de Christopher Young, y vi que Def-Con 4 era suya, me alegré. Y aún más cuando compré la edición Intrada por 18€ (sealed), estando ya descatalogada.

El Punto de Inflexión: Jennifer 8 y Bright Angel

La película que marcó un antes y un después con respecto a Christopher Young fue Jennifer 8 (1992). Aquel Main Title principal, con los violines y el piano, nos dejó prendados a toda la pandilla de amigos (Edu y Mulas y servidor).

¡Que pedazo de música!. Que belleza, que lirismo e intensidad dramática, con excelentes cortes de acción y muchísima tensión. Aquel trabajo fue la demostración de que su talento estaba más allá del horror y el fantástico.

Jennifer 8 coverPor aquella época, comprábamos por correo a casa como la extinta Vinilo o Rosebud, y cuando me llegaron unas ofertas con Jennifer 8 a buen precio, no lo dude ni un instante... a la saca.

Poco después, en otras ofertas, llegaría mi primera prueba de fuego con Chris Young; Bright Angel (1991), partitura intimista y algo experimental, con guitarra y toques a la americana. Cuando la escuché, sin haber visto la película, me gustó pero me quedé un poco pensativo y desconcertado (error de juventud).

Quiso el destino que en la televisión pública echasen de madrugada una película que se llamaba El Despertar de un Ángel (yo ni sabia el nombre), en una madrugada de mediados de los 90, de viernes a Sábado. Estaba durmiendo por aquella época en casa de mi abuela, y no me digas por qué (no te lo sabría decir), pero me quedé sentado mientras empezaba la película y comencé a visionarla.

Pensé que aquello me sonaba, pero no acababa de situarlo. Entonces, la palabra mágica (como Dad en The Fly II): Music by Christopher Young. ¡Ajá!.

Bright angel posterEra Bright Angel (1991). Y como no tenía nada mejor que hacer, me quedé viéndola, en V.O.S. (fue mi primera película en versión original, como lo lees). Y sólo porque la música era de Christopher Young. Aquello comenzaba a ser algo similar a lo que me sucedía con Jerry Goldsmith: ver o grabar las películas que tenían su música.

La película me gustó bastante; cine independiente, con un argumento sencillito y bien narrada e interpretada. Cuando acabé de verla, la música de Young me enganchó definitivamente. Me puse el compact varias veces y lo disfruté enormemente. Esa fue una de las veces que aprendí una máxima: que el trabajo de un compositor debe ser juzgado, primeramente, en el medio para el que fue creado.

Es por esta razón por la que no suelo escuchar el score antes de ver la película, salvo algunas excepciones (como ese horror que es Van Helsing o películas estilo Fast and Furious Tokyo Drift). Pero en casos como Slumdog Millonaire, Wall-E, Zodiac o The Curious Case of Benjamin Button siempre veo la película antes.

The Vagrant – Young Experimental

Con la confirmación de Christopher Young como uno de mis compositores preferidos, llegó una obra de culto y experimental, todo un reto para cualquier oyente: The Vagrant (1992). Una primera escucha y la impresión fue muy buena. ¿Qué demonios era aquello?. Efectos distorsionados de voz, máquinas de escribir, percusión urbana,… todo un cúmulo de sonidos y ruidos experimentales que junto con el grueso de la partitura conformaban un cocktail realmente efectivo. Y todo ello por 395 pesetas en ofertas de saldo en Hipercor (el chollo).

The vagrant coverLa película, traducida con el “sugerente nombre” de Psicosis Mortal (título para película de sobremesa del fin de semana), cayó en mis manos algún año después. La compré en VHS solo por el score y … ¡me gustó!.

Era una paranoia de película, enfermiza y psicótica, con un gran Marshall Bell (Total Recall, Starship Troopers) como el diabólico vagabundo, y un desquiciado Bill Paxton (Aliens, True Lies, Frailty) como la atormentada víctima, sumándose el siempre interesante Michael Ironside (Total Recall, V, Scanners) como detective de policía.

El score de Young, por enésima vez, funcionaba como un guante, reflejando perfectamente no solo ese aire rancio y enfermizo del vagabundo, sino la psicosis y locura del personaje de Paxton, con un ambiente musical brumoso y ténebre, pero siempre con cierta chispa de humor negro a través de toda una serie de recursos musicales de Young realmente magistrales.

Si Jennifer 8 me confirmó a Young como algo más que un compositor de terror y fantástico, The Vagrant lo sitúo en un plano superior, con una partitura no apta para todos los paladares y gustos, pero que volvía a poner de relieve la versatilidad y el saber hacer de Chris, así como su inquietud por la experimentación y la búsqueda de nuevos recursos y sonidos musicales.

The Vagrant fue clave para mis inicios musicales con el Young más experimentador, como Torment (1986), suite incluida en la edición de Intrada de Def-Con 4 (1985), o trabajos como Pranks (1982), The Oasis (1984) o Nightmare on Elm Street 2 (1985), trabajos duros y experimentales, donde Young buscaba sonidos angustiosos y novedosos, así como las percusiones de Def-Con 4, o ese interesante trabajo con orquesta y sintetizadores que es Invaders From Mars (1985).

Pranks cover A nightmare on elm street 2 cover Invaders from mars cover The oasis cover

Y sin olvidarnos de esa magistral suite llamada Masses, incluida por el extinto sello Bay Cities con otra suite experimental de corte oriental llamada Koku-ryû y el score de Max and Helen (1990, recientemente reeditada por BSX con The Oasis).

Masses es una suite de treinta y tres minutos magistrales, donde Young recoge ciertas ideas musicales de su trabajo rechazado para Invaders from Mars y construye un monumental trabajo realmente fascinante, una génesis musical donde la construcción musical pasa por diferentes etapas, con un cierre final que conecta con el comienzo del corte, cerrando así el concepto musical de Masses.

Pero esa experimentación no se quedaría ahí, en sus inicios, pues incluso en trabajos como Hellraiser, Hellbound o The Fly II (“Fly Variations”) encontramos un Young atrevido y experimental, capaz de ir más allá del puro y simple convencionalismo, más allá de la típica música de terror, huyendo del simple efectismo musical, como demuestra la reciente The Exorcism of Emily Rose (2005), una de las mejores partituras del género de terror de los últimos años.

Murder in the first posterYoung Dramático : Eclosión y The Shipping News

Tristemente, la fama de Christopher Young no obtendría el reconocimiento crítico que se merecía por el denominado star system de Hollywood hasta que le comenzaron a llover proyectos de primera línea.

Y así llegaron las magistrales Murder in the First (1995) o The Hurricane (1999), trabajos que por fin hacían algo de justicia, asociando su nombre a proyectos, a priori, destinados a los Oscar o a obtener una fuerte recaudación en taquilla, cosechando excelentes críticas musicales, pero que tristemente le dieron la espalda de cara a las nominaciones.

Servidor tardó algo más de tiempo en descubrir éstas dos joyas, aunque nunca dejé de disfrutar de la música de Young con cada nuevo proyecto que se sucedía, como Species (1995), Copycat (1995), Unforgettable (1996) o Murder at 1600 (1997).

The man who knew too little coverPero quiero destacar dos trabajos que me volvían a dejar literalmente noqueado. El primero fue la magistral comedia The Man Who Knew Too Little (1997), con el gran Bill Murray, donde Young, sin renunciar a su estilo, se marca una comedia al más puro estilo clásico, con temas que harían la envidia del mismo Mancini.

Y por último, esa salvajada sinfónica de pura acción que es Hard Rain (1998), uno de los mejores trabajos de acción de los 90 de largo, y probablemente lo mejor del género de acción compuesto por Young, con un leitmotiv principal tremendo y espectacular, así como la introducción de un motivo de armónica para los ladrones, que constituye uno de los temas que más adoro de Chris Young.

Hard rain coverEl catálogo de recursos musicales de acción, que ya inauguró con trabajos como Def-Con 4, sentó aquí su estilo definitivo para los ritmos vibrantes, estableciendo a Young como un compositor válido al 1500% para la música de acción, con melodías frenéticas y bestiales. Hard Rain puso a Young en otro nivel más, que le permitiría acercarse a trabajos como Swordfish (2001) o Entrapment (1999).

No paraba de devorar y disfrutar trabajos de Christopher Young, ampliando cada vez más mi colección de trabajos, tanto de sus nuevas ediciones, como Judas Kiss (1998), The Big Kahuna (1999) o Bless the Child (2000) como de sus viejas ediciones, como The Dark Half (1993), Bat-21 (1988) o Hider in the House (1989), hasta que, de nuevo, Christopher Young me volvió a dejar noqueado y emocionado, encontrándome con uno de los mejores trabajos que he escuchado y disfrutado en mi vida: The Shipping News (2001).

The shipping news coverFue lo más cerca que estuvo de ganar un premio importante, con su nominación al globo de oro como mejor partitura dramática. Un motivo brillante y retentivo con un toque folk, casi a modo de lamento y gemido (una excelente metáfora para toda una gama de personajes atormentados, acostumbrados a ser perdedores) y con una melodía envolvente que convierten este score en una auténtica obra maestra. Es una partitura maravillosa y preciosa, de gran belleza e intensidad dramática, y llena de excelentes momentos musicales de gran intimismo.

The Shipping News es uno de los pináculos en la filmografía de Young, un año después de otra joyita llamada Wonder Boys (2000), que pasó tristemente de puntillas en los Oscar (gran película y gran score) y su brillante trabajo dramático y de toques sureños y místicos para The Gift (aka Premonición), una obra menor y muy interesante de un Sam Raimi pre-Spiderman.

En el 2001, The Shipping News compartiría cartel con una trabajo fruto de su oficio y madurez musical llamado The Glass House, un correcto thriller que se beneficiaba bestialmente del buen hacer de Young, o el melodrama romántico Sweet November, una preciosidad que debería de ser editada oficialmente para deleite de los aficionados a la música de cine.

Los siguientes años me depararían no pocas sorpresas, como el irregular Blockbuster The Core (2003), uno de los mejores trabajos musicales de acción y aventuras de los últimos años, o la adaptación del superhéroe demoníaco Ghost Rider (2007, que horror de película, pero que gran score).

Además, se completaría la trilogía del poker, iniciada con la genial Rounders (1998), y rematada con las brillantes Lucky You (2007) y Shade (2003), o dos auténticas delicatessens, como el excelente drama televisivo Something the Lord Made (2004), del cual recomiendo encarecidamente su adquisición, o ese maravilloso trabajo rechazado (editado por Varese Club) con toques sureños para An Unfinished Life (2006).

Rounders cover Shade cover Something the lord made cover An unfinished life cover

Y éste año tenemos por delante Young para rato: The Informers, The Uninvited, Drag Me to the Hell (de lo mejor que he oído en años, con un tema principal extraordinario), Love Happens y Creation. ¿Alguien da más?

Una Pequeña Anécdota Personal

Allá por 1998 (más o menos), Rosebud (la famosa tienda de bandas sonoras afincada en Valencia), realizó una increíble oferta de títulos de Intrada, una liquidación de Stocks al nada desdeñable precio de 495 pesetas de las viejas (tres euros).

Hicimos auténticos estragos, comprando toda clase de títulos: Critters, Critters 2, Angel (Craig Safan), Iron Eagle III, Unlawful Entry, Crash and Burn (del genial Richard Band),…. Y entre ellos, un Christopher Young, Judicial Consent (1994). Cuando nos llegó el paquete (donde además me venía la maravillosa Star Trek V de Jerry Goldsmith), repartimos el botín, quedando en pasarme, al día siguiente, por casa de mi colega Edu.

Judicial consent coverEl único disco que escuché entero fue Judicial Consent, y bastante de Critters 2 (me encanta Nicolas Pike), pero la sensación total fue el primero. Estaba alucinando en colores. ¡Que maravilla de score!. Música para un thriller de Young, muy al estilo de Jennifer 8 (parecía su hermana menor), con un precioso tema principal de piano.

Al día siguiente me planté en casa de mi colega, y nada más abrirme la puerta, ambos nos miramos con complicidad, con la misma idea en la cabeza. “¿La has escuchado?”. Ambos sabíamos perfectamente a cual nos referíamos, y resultó que fue el primer CD que habíamos abierto y escuchado, quedando automáticamente alucinados. ¡Qué calidad!. Y para una película televisiva..

Ésta pequeña anécdota nos sirvió, de una forma bastante explícita ya, para darnos cuenta de que Christopher Young era uno de nuestros compositores preferidos, y de esto hace ya diez-once años...

Tapiz de la Obra de Christopher Young

A continuación, y a modo de pequeño recorrido por la obra de este genio, os proponemos las siguientes reseñas realizadas por los distintos colaboradores de BSOSpirit para diferentes obras de Christopher Young.

Drama, horror, fantástico, jazz, thriller, superhéroes, folk,… una amalgama de géneros que ponen de relieve la versatilidad de uno de los compositores más en forma del panorama actual, y que no ha dejado de sorprendernos con su gran calidad musical y su excelente oficio y buen hacer.

Nightmare 2 cover Bless the child cover Def con 4 cover Ghost rider cover

Hellbound cover Jennifer 8 cover Murder in the first cover Pranks cover

The grudge cover The shipping news cover The tower cover Haunted summer cover

Flowers in the attic cover Hard rain cover The gift cover Sweet november cover

IV Festival de Ubeda – Christopher Young Is Coming…

Ver el video de Chris Young anunciando su presencia en la web del Festival (Congreso por aquel entonces) fue todo un shock para mí. ¡Christopher Young en Úbeda!. Iba a poder conocer en persona a uno de mis ídolos desde mi infancia.

Me invadieron toda clase de sensaciones, todas ellas maravillosas y emotivas. El compositor de Hellraiser, Species, The Fly II, Def-Con 4, Jennifer 8, The Shipping News, The Dark Half…. ¡en el V Festival de Úbeda!.

Christopher Young y Wataru

Verlo tocar en concierto, hablar con él y preguntarle sobre su obra, revisar los discos que quieres llevarle para que te firme…solo restaba un año exacto para poder ver cumplido uno de mis sueños.

Christopher Young’s Talk – A Dream Become True

Desde el preciso momento que supe de la presencia de Chris, tenía claro que aquella charla no me la perdía salvo causa de fuerza mayor (muerte o similares).

El tiempo transcurría y sucedió una de esas cosas que no terminas de creerte cuando te suceden. Entré en mi correo de Yahoo, recibiendo un email donde… ¡me ofrecían presentar a Christopher Young!. ¡Comor!. En serio que lo releí varias veces, mirando destinatario y remitente, concepto del mensaje, cuerpo del mensaje… todo.

Mi contestación fue algo así como: ¿Dónde está la cámara oculta?. Aquello era mucho más de lo que imaginaba, mi sueño de conocer a Chris Young en persona, hacerme alguna que otra foto, y ya puestos… ¡invitarle a una Sidra! (y al final no solo le invitamos, sino que mis amigos Edu y Mulas le regalaron una en la fiesta flamenca). Aunque tampoco tuvo desperdicio ver a Alfons Conde, excelente compositor, verle escanciar sidra y beberla. Como decimos en Asturias, un paisano hecho y derecho.

Christopher YoungAcepté en cuestión de nanosegundos (gracias Daviciño), y acto seguido pensé: ¿Y ahora qué digo?. ¿Cómo preparo la charla? Y eso sin contar cierto miedo escénico o a quedarme en blanco, pero todo ello asumible con tal de estar sentado en la misma mesa que Chris.

Todas aquellas preguntas obtuvieron respuesta a los pocos minutos. Amaba la obra de Christopher Young, conocía prácticamente toda su discografía (tenía el 90% de lo que le habían editado), y había escuchado una y otra vez gran parte de su música. Había escrito reseñas de su música para BSOSpirit, por lo que creía tener ciertos conocimientos necesarios para poder presentarlo, pero siempre desde un punto de vista de aficionado a su música.

Conocía su obra, amaba su música desde su andadura musical en los años 80 hasta los tiempos actuales. Otros compositores me exigirían preparación, pero Chris no. Su discografía era una de mis fieles compañías durante todos los meses del año. Aquello aplacó parte de mis nervios, y el resto, pues era cuestión de lanzarse a la piscina, y zambullirse de lleno al lado de uno de mis ídolos musicales.

Así que estaba todo visto para sentencia; vamos que nos vamos para Úbeda, al V Festival Internacional de Música de Cine, a disfrutar de la compañía de los congresistas y viejos amigos, del concierto y el recital, y de la presencia de tamaña cantidad y diversidad de excelentes compositores (Patrick Doyle, Joel McNeely, Roque Baños, Michael Giacchino, el gran y descacharrante Alfons Conde, Fernando Velázquez, Alejandro Vivas, Claudio Simonetti, Philip Rombi, Aritz Villodas, Pascal Gaigne y Sergio de la Puente), y como no, de la presencia de Christopher Young.

V Festival de Úbeda – Christopher Young Is Here!

Mesa redonda ÚbedaRecuerdo estar en la garita de congresistas (nombre cariñoso para los integrantes del departamento de atención a congresistas) y ver como entraba Christopher Young. Me quedé atónito y parado (¡Ya está aquí!). Todo el mundo se le acercaba, y el tenía tiempo para todos, sin escatimar en abrazos y sonrisas.

Christopher Young estaba echo para Úbeda, y Úbeda para Christopher Young. Desde aquel momento supe que Chris sería una de las leyendas del Festival de Úbeda, uno de los compositores que más serían recordados y amados por los congresistas.

Era maravilloso verle en acción, hablando, posando para las fotos, firmando, y sobre todo… ver como había un feedback. No solo tu le preguntabas… ¡él también se interesaba por ti!. Era alucinante, realmente increíble. Si Chris ya me había conquistado con su música, aquella humanidad y sencillez aún reforzaban más la grandeza de aquel compositor.

Era jueves, por la mañana, y tan solo restaba un día para la charla, por lo que la impaciencia (y cierto nerviosismo) crecía en mi interior.

Christopher Young, the Man

Desde la mesa, formada por Heriberto Navarro, Daviz Sáiz, Christopher Young, la traductora y servidor, comenzaba a ver como se llenaba la sala. En la pantalla de atrás, una retrospectiva espectacular con un recorrido por la obra del compositor. Una vez finalizase, comenzaría mi pequeña presentación, sin guión, pero con pasión.

Los aplausos cerraron el pequeño y sentido homenaje, y comencé, de forma breve y sucinta, con un breve recorrido por como me había marcado la obra de Young desde sus comienzos hasta llegar al momento actual, donde dí paso a Chris para disfrutar del espectáculo de su charla, y del fabuloso video que Heriberto Navarro había preparado sobre los homenajes encubiertos de Young a compositores, escondidos en los track list de la mayor parte de sus discos (doy gracias que finalmente el tiempo lo permitiera, pues hubiera sido tremendamente injusto que el video de Heriberto no viese la luz, tras invertir una gran cantidad de tiempo).

Chris Young se levantó tras la presentación, cogió el micro, y comunicó su intención de dar la charla en pie, pues se sentía más cómodo y a gusto. Todo un lujo verle hablando con naturalidad, de tú a tu, como un igual más.

Christopher Young

Primero quiso dirigirse a los compositores, animándoles, e incluso invitándoles a Los Angeles, a una mansión donde estudian varios compositores a su cargo (durante cuatro meses, sino puedes pagar el alquiler, Chris te permite estar gratis, pero luego has de pagar una renta baja, bastante simbólica). Chris Young apadrinando a jóvenes promesas, dándoles consejos gratuitos, y contándoles su propia experiencia personal. ¡Aquello era impresionante!

Chris había sido un aficionado a la música de cine (de echo citó a Bernard Herrmann como uno de los culpables), todo ello derivado de una profunda pasión por el cine, por lo que decidió, tras trasladarse a Los Angeles en 1980, en la UCLA Film School, y con la única experiencia previa de ser percusionista de Jazz (algo que se observará en muchas de sus partituras posteriores, como The Telephone o Shade).

Su tutor fue el genial David Raksin (Laura), quien rechazó su primera composición musical, lo que provocó una enorme aflicción en el joven Chris, quien decidió seguir estudiando y no perder nunca la fe.

La siguiente vez, Raksin observó mejorías, y así se lo hizo saber a Chris. Poco a poco, comenzaría a ganar posiciones con respecto a sus colegas de clase, llegando sus primeros trabajos, como Pranks o The Power (1984), donde Young comenzaba a forjar su estilo para trabajar la tensión, o el uso de percusiones experimentales realmente magistrales, como en The Oasis o Def-Con 4.

Chris Young no dio el nombre del tutor en la charla, pero quien sea conocedor de su biografía, sabe quien fue su profesor, el gran David Raksin, quien falleció en el mismo año negro de Jerry Goldsmith, Elmer Bernstein y Michael Kamen..

Todo este primer acto de Chris me dejo de manifiesto una cosa: el gran valor humano del compositor, pura filantropía. ¿Quien demonios iba a ofrecer una casa donde alojar compositores para ayudarles en sus estudios, e incluso permitirles estar cuatro meses gratuitamente si no podían pagar el alquiler?. NADIE. Al menos que yo conozca. Y Chris no se cansó de invitar a cuantos jóvenes compositores hubiera en el Festival.

Spiderman, Drag Me to Hell y Creation – Tres en Uno

Acto seguido, fuimos de cabeza a la música de cine, donde Young nos revelaba las diferencias entre Sam Raimi y Danny Elfman para Spiderman 2, en concreto a la música referente a Octopus (negándose a rehacer más música), y aquello provocó la llegada de Young, rehaciendo la música para ese corte (muy al estilo de Hellbound) así como algún corte más, como la pelea del tren.

La tercera entrega de Spiderman puso en juego a Young como compositor tras las diferencias salariales entre lo que se le ofrecía a Elfman y lo que éste pedía. El resultado final fue que Young compuso un score tristemente no editado, y que fue bastante masacrado durante el rodaje, llegándose a contratar a varios compositores adicionales para ofrecer diferente material (Deborah Lurie, Steve Bartek,…).

Drag me to hell posterEl resultado para cualquier compositor sería decepcionante, pues componer un score y que solo una porción del mismo se utilice es, como poco, una putada. Pero no, Christopher Young le da la vuelta, y sorprende a todos afirmando que para una gran superproducción como Spiderman 3, que hará taquilla en todo el mundo y será vista por millones de espectadores, es una suerte que su música, aunque solo sea en pequeña proporción, aparezca en la película de algún modo.

Aquella demostración de modestia, de sentirse afortunado por figurar en los créditos de la película, me había dejado boquiabierto. Otro detalle más de la increíble humanidad y sencillez de Christopher Young.

Tras varias bromas del compositor sobre su relación con Raimi (con quien se lleva bien, y con quien le gusta mucho trabajar), pasó a comentar sus nuevos trabajos. El primero, el magistral Drag Me to Hell (Arrástrame al Infierno).

La noche antes, en el pub El Mono Sabio (un abrazo muy fuerte para Toni), tuve el placer de hablar con Young por mediación de David Sáiz (una excelente persona al que mando un fuerte abrazo) que hizo las veces de intérprete para evitar que mi raquítico inglés me pusiera en evidencia. Poco después, David me comentaba que había visto Drag Me to Hell en Londres, en sesión matinal, y que al acabar los main titles, rompió a aplaudir. ¡Que razón llevabas!.

Chris nos explicó que el motivo principal tenía un violín con una melodía gitana, donde tocaba las notas con cinco dedos (materialmente imposible, salvo que tengas cinco dedos y seas un virtuoso del violín).

The mephisto waltz coverEl leitmotiv principal, mediante las notas del violín, se asociaba con el demonio y el infierno, algo que automáticamente asocie a otros trabajos, como el magistral motivo central de The Mephisto Waltz (1972) de Jerry Goldsmith, o el motivo del diabólico duende que intenta destrozar el ala de un avión en la cuarta historia de The Twilight Zone (1985), de nuevo con Goldsmith.

Chris Young nos puso el tema central (los Main Titles), acompañado de las imágenes. Fue glorioso, una auténtica bestialidad. Es de lo mejor que había oído en años, realmente impactante, y tras ver la película, el resultado era aún más impresionante si cabe. Aquel motivo me quedó grabado en la mente, sin dejar de tararearlo una y otra vez, tras salir del cine, y éste año solo me ha sucedido eso con Star Trek de Michael Giacchino.

Christopher Young

El público allí presente (uno de los mayores llenos de todas las charlas del Festival), estaba alucinando con aquel temazo, incluido el propio Chris, quien movía la cabeza y los brazos, marcando el ritmo, siguiendo la melodía, acentuando los golpes de efecto musicales (como el momento coral al estilo Hellbound), como un fan más.

El aplauso que arrancó fue bestial, con el público levantándose de forma espontánea. A nivel personal, fue uno de los momentos más emotivos que he vivido en el Festival, con el público rendido ante Chris Young. El propio Chris se arrodilló, completamente entregado, en una muestra de agradecimiento sincera y emotiva.

Christopher Young

Acto seguido nos propuso escuchar los End Titles del drama de época Creation (2009), donde de nuevo colaboró a las órdenes del director John Amiel, con quien ya lo había hecho en Copycat (1995), The Man Who Knew Too Little (1997), Entrapment (1999) y The Core (2003).

Creation es una biografía de Charles Darwin, con Jennifer Connelly y Paul Bettany, y los End Titles recogían un excelente material dramático, muy contenido y de excelentes apuntes líricos, con un bellísimo pasaje de piano. Un trabajo a tener en cuenta y que espero con gran interés, como toda su obra, y que provocó, de nuevo, un aplauso unánime.

Christopher Young

Y como delicioso plato final, el montaje del video homenaje a Christopher Young a cargo del gran Heriberto Navarro, que finalmente encontró su hueco en la charla pese a lo justos que fuimos de tiempo, y con un despliegue sobre la mesa de una excelente muestra de LPs de Chris Young, propiedad de Heriberto, por el que literalmente estaba babeando.

Chris disfrutó con el video y dio un breve repaso a los Lps de Heriberto, donde Chris destacó Hellraiser, e hizo un breve comentario a Def-Con 4, una obra que deseo reivindicar, y donde ya se aprecian ideas musicales que anticiparán material futuro.

Christopher Young

Acto seguido, finalizó la charla, y sin turno para preguntas, se procedió a un pequeño sorteo donde un amigo mío, Edu, fanático de Chris Young como yo, tuvo la fortuna de recibir Ghost Rider (que bodrio de película pero que magistral score de Young) firmado por el compositor en vivo y en directo. Un buen colofón.

Christopher Young y David RaksinChristopher Young de Fan a Compositor

Una cosa que me ha llamado la atención de Chris Young ha sido su infinita paciencia, siempre rodeado de fans y con sonrisas para todos, posando para las fotos que le requerían, o invitando a todos los presentes a bebidas e incluso comida (como el día de los Kebabs).

Todo ello tiene origen en su pasión por la música de cine, siendo Herrmann uno de sus primeros ídolos musicales, y un referente musical en algunas de sus obras (Pranks). Goldsmith también fue fuente de inspiración en algunos de sus trabajos de los 80 (como Invaders From Mars o U-Boats). Esa pasión por el cine derivó en su deseo de ser compositor, donde lleva años consolidado en el star system, como uno de los compositores más versátiles y demandados del panorama musical, viviendo uno de sus años más dulces con excelentes críticas para The Uninvited y Drag Me to Hell.

No da síntomas de agotamiento, de falta de ideas o repetición y reciclaje de material. La fama que tiene no se la he subido a la cabeza ni un gramo; es un tío accesible, sencillo y abordable, que te habla de tú a tu, con respeto, con cariño, con pasión, interaccionando en conversaciones realmente interesantes.

Christopher Young, Fernando Velazquz y Godwin Borg

Y todo ello se refleja en la evolución de Chris Young, quien nunca ha olvidado su pasado como fan cuando dio el salto y se convirtió en compositor. Cada vez que nos ve a nosotros, sus fans, derrochando esa pasión por su música, pienso que él, de alguna forma, se ve reflejado en todos nosotros, cuando era más joven y sentía lo mismo.

Y es algo que une, porque empatiza con sus fans. Chris Young no es solo un gran compositor, es un gran fan de la música de cine, y eso es el nexo de unión con sus seguidores, una experiencia que pocos compositores han podido vivir a es nivel.

Inciso: Gala de los Goldspirits – Un gran Momento, Único es Irrepetible

En la gala de los Goldspirits, que premia a los mejores compositores y trabajos del año, y durante las actuaciones de todo ese elenco maravilloso elenco de aficionados y apasionados de la música de cine que son King Marcus, Daniel Mestre, Isabel, Asier, Ana Lozano, Alberto Camarasa, Josema, Agustin, Luchoro, y muchísimos más, tuvo lugar un momento que quedará para la posteridad de todas las galas.

Luis (nuestro Luisillo más universal, un fuerte abrazo) se subió a la palestra con la cara de Pinhead, y tras pronunciar su discurso de homenaje al gran Maestro Young y al género del Terror (con un guiño a Giacchino por Roar! y al gran Claudio Simonetti), regaló la máscara al gran Young, que ni corto ni perezoso, se la plantó en la cara para deleite de todo el personal.

Christopher Young

La gente encargada de la iluminación y el sonido (abrazos para Julio “Neo”, Juan Antonio,...) aportó su grano al apagar las luces y someter la actuación de un Young enmascarado a un intermitente juego de apagados y encendidos. Los flashes de las cámaras también colaboraron en el gran momento.

Todo el público asistente (desde los aficionados hasta los mismísimos compositores) no paró de aplaudir en todo momento. Fue una catarsis colectiva donde Young colaboró de forma enérgica y desinteresada, integrándose como un aficionado más.

Fue uno de los momentos álgidos de la gala y del Festival, un gran momento para la memoria de Úbeda, que partió de la excelente idea de Luis para homenajear a Christopher Young .Gracias!

Christopher YoungEpílogo: Conversación Nocturna, Sidra y un … Hasta Pronto!

Durante la noche del Sábado, tras finalizar el conciertazo (rozando el cielo con Hellbound), unos pocos tuvimos una apasionada conversación con Chris Young, donde no paramos de lanzarle halagos y ensalzar su buen hacer, y donde Chris también nos hacía todo tipo de preguntas, como cual era nuestro compositor preferido (aún recuerdo haberle dicho Jerry Goldsmith y ver como sonreía ante mi respuesta mientras pronunciaba un Yes como aprobación).

Durante la conversación, nos comentó que lo mejor de su obra arrancaba tras Hellraiser, a lo que educadamente me opuse de todas las maneras posibles. ¿Cómo pasar por de esa maravilla experimental y percusiva que es Def-Con 4?. ¿O la dualidad de la belleza y la dureza de The Oasis?. ¿O el terror en estado puro de Pranks o A Nightmare on Elm Street 2?. Al citar Def-Con 4, el propio Young reconoció que aquel trabajo tenía elementos interesantes.

También nos habló sobre la dificultad de conseguir un tema central para Murder in the First, probando con multitud de diferentes temas (no quisiera decir una cifra por miedo a equivocarme, pero creo que fue muy alta), hasta que finalmente encontró ese maravilloso y emotivo leitmotiv principal.

Fue media hora donde Sergio Hardasmal, Angel Ayalgas y servidor disfrutamos como enanos (recuerdo a Sergio resaltando esa masterpiece que es The Shipping News, o Angel destacando su capacidad para el terror con obras como la inquietante y escalofriante The Exorcism of Emily Rose). Aquella pequeña porción de tiempo fue impagable y maravillosa, irrepetible, y es uno de los momentos que más veces rememoro, provocándome una gran nostalgia cada vez que lo hago.

Al día siguiente, con una paciencia infinita para firmar los discos de todos sus fans (como el resto de compositores), llegó tarde a la comida, donde nunca perdió la sonrisa y se ofreció para todo tipo de fotos y brindis, como la foto que os presento a continuación, donde Christopher Young posó con nuestra mesa, cogiéndome cariñosamente la cabeza con su mano, como se observa en la foto, donde también se encuentra el magistral Wataru Hokoyama (autor de la magnífica Afrika), alumno de Chris.

Christopher Young

Mentiría si no dijese que en aquel momento me emocioné profundamente: me estaba abrazando uno de mis ídolos, un compositor del que, hasta aquel año, tan solo había podido disfrutar mediante la compra y escucha de su música, y ahora lo tenía a mi lado, abrazándome.

Uno de mis sueños se había cumplido (el de conocer a Jerry Goldsmith ya será inalcanzable, pero puedo morirme sabiendo que he conocido en persona al gran Christopher Young, uno de mis compositores preferidos).

Pero aún restaba el colofón final con Chris en la tarde noche, antes de la Fiesta Flamenca, y durante la misma. Tras finalizar la mesa redonda con los compositores, mis dos amigos decidieron no quedarse al sorteo de los compacts de Varése, e ir a pegarse una buena ducha para traerse unas sidras a la Fiesta Flamenca. El objetivo: regalarle un par de botellas a Fernando Velázquez y Juan Antonio Bayona, regalarle una botella a Chris Young y cumplir la promesa de escanciar sidra y bebernos un culín con algunos congresistas y con el compositor Alfons Conde. Y todo ello se cumplió.

De no haber decidido ir al apartamento a ducharse y coger las sidras, no se hubiesen cruzado con el bueno de Chris y hacerse estas fotos donde se ve a mis amigos con Chris y la sidra que se le regaló. Impresionante.

Christopher Young y Edu Christopher Young y Mulas

Por la noche, la fiesta continuó, con un buen catering, mucha bebida y muy buena sintonía, donde unos cuantos asturianos, previa consulta, decidimos sacar la poca sidra que quedaba (algo caliente, fue la pena) para ofrecer a quien gustase. El primero, Chris Young, quien afirmó gustarle mucho. Acto seguido, el gran Alfons Conde decidió escanciar la sidra el mismo y beberse un buen vaso, y todo sea dicho, con estilo (él mismo había afirmado haber ido a Gijón y que le había gustado mucho, a lo cual no dudamos en invitarlo a venirse cuando quiera).

La noche fue mágica, y fue llegando a su fin, con los compositores fusionándose con el resto de la gente, hablando distendidamente, pasándolo bien. Uno de los congresistas internacionales, Marco Bellano, un joven compositor italiano que pertenecía a prensa, charló distendidamente con Chris para realizar un artículo in situ. Todo ello era la prueba viviente del Espíritu de Úbeda, presente hasta la clausura del Festival… y más allá, porque terminado el mismo, es imposible desconectar en días, incluso semanas.

(Christopher Young

Algunos todavía decidimos prolongar la alegría en el Mono Sabio, donde coincidimos un buen puñado de amigos para la despedida final, pero momentos antes, vimos partir a Chris Young del lugar, con nostalgia pero con alegría, sabiendo que habíamos disfrutado de un momento único.

Estoy seguro que la partida de Christopher Young tuvo que ser realmente triste y emotiva: se iba de un lugar donde la diversión parecía ser eterna y sin final, pero como dicen por ahí, y con mucho acierto, todo lo bueno se acaba… pero permanecerá grabado en mi memoria hasta el fin de mis días.

Christopher Young

¡Gracias por todo Chris! ¡Siempre nos quedará Úbeda!

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)
(Un agradecimiento a Julio Rodríguez por las fotos)

 
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