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Introducción
Thomas Newman es un compositor un tanto  desconocido para el gran público (que no para los aficionados a las bandas sonoras en sentido estricto), a pesar de la facilidad con que sus melodías pueden ser tarareadas o silbadas, situación que sin duda cambiará tras un breve lapso de tiempo, esperemos que tras recibir el Oscar de la Academia.
Thomas Newman viene de una gran familia de músicos: Su padre Alfred es el que atesora más candidaturas al Oscar. Sin duda, esta circunstancia influyó en el joven Thomas, aunque en un principio no estaba interesado en componer música para el cine. Por supuesto, también son familia suya: Lionel Newman, Randy Newman y David Newman.
Sus  comienzos fueron un tanto extraños. Colaboró con Madonna en la BSO de Desperatly Seeking Susan (Buscando A Susan desesperadamente, 1984), poco después trabajó para Joel Schumacher en The Lost Boys (Jóvenes Ocultos, 1986), película de culto para los aficionados al fantástico, aunque su labor se vio parcialmente oscurecida por la inclusión de numerosas canciones en la película (algunas escritas expresamente para el film) que le dieron un "look" claramente de los años ochenta.
Poco a poco empezó a moldear su estilo y a ser llamados para proyectos más importantes. Quizá el punto de inflexión lo marcó la película de Martin Brest, Scent Of A Woman (Esencia De Mujer, 1992), donde terminó de definir su estilo, un estilo radicalmente diferente al de otros compositores, tanto familiares como ajenos a su familia.
Análisis Formal de la Música de Thomas Newman
La música de Thomas Newman  tiene un sello inconfundible y personal que nos hace distinguirla y diferenciarla de las demás. Probablemente, lo primero que nos llama la atención en su música es la selección y utilización de instrumentos, tanto orquestales como extraorquestales, sus registros tonales y sus orquestaciones. Un ejemplo de ello es la profusión que hace Newman de la técnica denominada "Pizzicato", consistente en tocar las cuerdas del violín con los dedos de la mano derecha en lugar de con el arco, y que consigue una peculiaridad notable de sonido (V.g: Six Feet Under Theme. Serie de T.V aún no estrenada en España) haciendo fácilmente reconocible su música.
Newman combina el "Pizzicato" en la cuerda con la utilización de cordófonos extraorquestales un tanto extraños como Banjos, ukeleles o laúdes que también hacen de su sonido la marca particular de Thomas Newman (V.g: American Beauty, (Ídem, 1999). Pay It Forward, (Cadena de favores, 2000).
La utilización de este tipo de cordófonos extraorquestales no supone que Newman abandone la cuerda clásica u orquestal, sino todo lo contrario, también la usa, y de una manera magistral, para acentuar sus melodías, pero casi siempre acompañada de los citados elementos extraorquestales para imprimir su estilo a su composición.
Un claro ejemplo de la utilización de la cuerda es el corte "You Misfortune None Of My Own" de la banda Sonora de The Horse Whisperer (El Hombre Que Susurraba A Los Caballos, 1998) arreglado para cuerda: Violín, violonchelo y contrabajo, en lo que podría ser un claro homenaje a los cuartetos clásicos de Bach.
Otro buen ejemplo de ello serían algunos cortes de Road To Perdition (Camino A La Perdición, 2002), en concreto "Road to Chicago" y "Dirty Money", ambos arreglados para cuerda y ambos de una belleza considerable, sobre todo Road To Chicago donde el piano se encarga de abrir la melodía y un triángulo nos marca el ritmo para que después los violines tomen el protagonismo y dejen al piano en un plano secundario para retomar de nuevo la melodía.
Otra de las características de la música de Newman es la utilización de la sección de Viento-Madera de la orquesta, alejándose de las fanfarrias espectaculares de los instrumentos de metal, lo que no le impide utilizarlos cuando el momento o la grandiosidad lo aconseja.
Para ejemplificar esto, no hay más que recordar una de las secuencias emblemáticas de The Shawshank Redemption (Cadena Perpetua, 1995). Concretamente, el momento en que Andy Duframe consigue la libertad y levanta los brazos al cielo en medio de la tormenta, el cual es realzado por los metales, ejerciendo un interesante paralelismo con el levantamiento de brazos por parte del director de orquesta en el crescendo de los metales.
Es significativo que la aparición de los metales en Road to Perdition (Camino A La Perdición, 2002) también venga asociada a la liberación de un personaje, aunque si antes fue física, en este caso es espiritual. Nos referimos al asesinato en la bañera por parte de Sullivan de Connor Rooney (a su vez asesino de la mujer y el hijo de Sullivan), subrayado por la aparición del metal (siempre utilizado por Newman en momentos muy puntuales), pero suavizado a los ojos del espectador al aparecer su muerte fuera de pantalla.
El tema "That Next Place", correspondiente a la secuencia final de Meet Joe Black (¿Conoces a Joe Black?, 1998), también podría servir como prueba de lo dicho hasta el momento. Y es que Newman vuelve a recurrir al crescendo orquestal, para describir una nueva liberación, en esta ocasión una doble liberación: la de William Parrish (Anthony Hopkins) con la muerte, y la de Joe (Brad Pitt) con la vuelta a la vida.
Esta utilización del Viento-Madera tiene una finalidad muy clara, la de crear una atmósfera adecuada, la gran virtud de Thomas Newman. Pero ya comentaremos el contenido de la música de Thomas Newman.
Uno de los elementos más reconocibles es la utilización del xilófono (V.g: American Beauty (Ídem, 1999)) como instrumento principal y no como secundario o mero acompañante orquestal, acentuando la característica de la percusión en su música y su importancia. El xilófono es uno de los pocos instrumentos de percusión que pueden ser afinados (en su versión orquestal "corriente" tiene un registro de tres octavas y media o cuatro) y Newman lo aprovecha para dar un carácter principal a su sonido en la melodía, a la vez que para acentuar el carácter particular y ajeno de su instrumentación.
A todo lo dicho se une la sencillez de orquestación que su música rezuma, alejado una vez más de las grandes orquestas sinfónicas y de las grandes sonoridades que tanto gustan a otros compositores, pero que Newman rechaza a favor de la introspección. Tomemos como ejemplo la banda sonora de The War (La Guerra, 1994). Uno de los cortes del disco (Gone Again) sólo consta de 3 instrumentos, pero la pieza es de una belleza y elegancia indescriptibles, así como de una sencillez abrumadora: voz, violín y piano componen los arreglos de la preciosa melodía compuesta por Newman para la película, así, el piano se convierte en el instrumento más reiterativo en la música de Newman. El piano aparece en todas las bandas sonoras de Newman, no hay que olvidar que en su formación musical se especializó en violín y piano, siendo este último, con toda probabilidad, su instrumento favorito. Normalmente, aparece en forma de tema de amor, o de amistad, en definitiva, de sentimiento. Con esto nos adentramos en el contenido de la música de Thomas Newman.
La Interioridad. El Contenido de la Música de Thomas Newman
 Echando un vistazo a la filmografía de Thomas Newman es fácil ver qué efecto consigue su música conjugada con las imágenes (independientemente de la calidad, buena en ocasiones, mala en otras, de las películas a las que sirve de soporte o complemento), un efecto de atmósfera, de ambiente, las características principales de Newman. Su música nos transporta a un mundo de sentimiento, un mundo etéreo que nos hace emocionarnos con cada nota de su piano y que evoca muchas sensaciones. Crea Newman una sensación de ilusión, de emoción, que traspasa la pantalla y que nos toca directamente el corazón, conmoviéndonos hasta el extremo, prácticamente haciéndonos levitar con su magia. Sí, mágica es un buen adjetivo para su música, ya que esta nos asombra y se acopla con las imágenes en una simbiosis perfecta.
Es Thomas Newman un músico introspectivo (gracias a la calidez de su instrumentación) que realiza "composiciones interiores", término que puede ser definido como "la música que nos hace evocar pensamientos profundos" o "la música del sentimiento", ya que sus composiciones melódicas son perfectamente válidas para evocar este tipo de sentimientos más allá de la subordinación de las imágenes para las que fueron compuestas, no son las imágenes las que nos hacen sentir, sino la propia música, independientemente de lo que muestre la pantalla.
En los aspectos formales ya se habló de la preponderancia del piano en su música y es quizá este instrumento el que mejor exprese la sensación de la que estamos hablando, al escuchar uno de sus temas a piano es fácil cerrar los ojos y sumergirse en la paz y quietud de la melodía, seguirla sólo con la mente, soñar despierto y despertar al término en el sofá de tu casa, y es aquí, en nuestra opinión, dónde reside el gran talento para componer música de Thomas Newman. Es sin duda este compositor el que mejor refleja la introspección y la interioridad, la inmersión humana en su propia alma y en las relaciones con otras almas, así como los estados anímicos (tristeza, alegría, etc.) en que las personas se ven sumidos por los avatares de la vida.
Pero las composiciones de Thomas Newman no se quedan ahí, sino que realzan y mejoran las cualidades intrínsecas de la película a las que pertenecen, veamos un ejemplo:
En Pay It Forward (Cadena De Favores, 2000), la directora Mimi Leder y el guionista Leslie Dixen nos proponían una historia en que la ilusión de un niño consigue mejorar un poco el mundo en que nos encontramos. El resultado final fue una película con pretensiones y ganas de Oscar desmesuradas que se quedó en simplemente correcta y con un buen acabado.
Hasta aquí, bien, pero si de las secuencias clave de la película fuera eliminada la música de Thomas Newman y fuera encargada a otro compositor (o las secuencias se editaran sin música), el resultado final se vería tan resentido que nos encontraríamos con una película mediocre, sin más. La música de Newman es la que consigue emocionarnos y la que nos transmite las relaciones que narra la película, relaciones de amistad entre un adulto y un niño y sobre todo, relaciones de amor entre dos adultos con problemas. Ciertamente no es este un exponente de la mejor música de Newman, tiene trabajos mucho mejores, pero quizás sea la más ejemplificante en este sentido.
A Modo de Conclusión
 En definitiva, es Thomas Newman un músico que nos transmite emociones diversas con su música, la mayoría introspectivas debido a la instrumentación utilizada y que no deja indiferente a los aficionados, son muchas las opiniones vertidas en torno a su trabajo, buenas y malas. De estas últimas, cabría destacar la de aquellos que le acusan de ser excesivamente repetitivo, a lo que siempre se responderá que es su estilo. De cualquier modo, nadie puede negar las innumerables virtudes de su música y los agradables momentos que nos hace pasar con su especial instrumentación (¡Irreconocible en ocasiones! ¿De dónde salen esas percusiones tan extrañas?) Y con sus temas arreglados para piano.
Esperemos que su talento se vea prontamente reconocido con un Oscar, que ya merece, y que le fue arrebatado en 2000 por su composición para la película American Beauty.
 Para terminar, nos gustaría destacar de su filmografía, la colaboración "estable" con dos directores de gran renombre, como son Frank Darabont y Sam Mendes, que le han escogido para poner música a sus obras, aunque no sabemos si esa colaboración con el primero de ellos seguirá dando tantos frutos como hasta ahora, ya que para The Majestic (Ídem, 2002) la música fue compuesta por Mark Isham. Citamos estos nombres, porque de estas colaboraciones han salido algunas de sus mejores bandas sonoras, sobre todo, la ya citada American Beauty y Road To Perdition (Camino A La Perdición, 2002) así como Shawshank Redemption (Cadena Perpetua, 1994). Sólo faltaría para completar la relación de sus mejores obras la inconmensurable The Horse Whisperer (El Hombre Que Susurraba A Los Caballos, 1998), dirigida por Robert Redford.
Sin duda, tras la obra maestra que es su partitura para Camino A La Perdición, Thomas Newman está en plena madurez artística y creativa que esperamos que dure el mayor tiempo posible. En principio, el año 2003 va a servinos para descubrir una nueva faceta dentro de su universo musical, y es que ha sustituido a su primo Randy Newman al frente de la película de animación de Pixar, "Finding Nemo". Veremos qué tal se desenvuelve...
Sin ningún ánimo de exhaustividad o adoctrinamiento, espero que estas palabras os hayan acercado un poco más a la música de un compositor llamado Thomas Newman.
Filmografía
Finding Nemo (2003)
White Oleander (2002)
Road to Perdition (2002)
The Salton Sea (2002)
In the Beedroom (2001)
Six Feet Under (2001) (Serie tv / Tema central)
Pay It Forward (2000)
Boston Public (Serie tv / Tema central)
Erin Brockovich (2000)
American Beauty (1999)
Green Mile, The (1999)
Horse Whisperer, The (1998)
Meet Joe Black (1998)
Oscar and Lucinda (1997)
Red Corner (1997)
Mad City (1997)
People vs. Larry Flynt, The (1996)
Phenomenon (1996)
Up Close & Personal (1996)
American Buffalo (1996)
How to Make an American Quilt (1995)
Unstrung Heroes (1995)
Corrina, Corrina (1994)
Threesome (1994)
Favor, The (1994)
Little Women (1994)
Shawshank Redemption, The (1994)
War, The (1994)
Flesh and Bone (1993)
Josh and S.A.M. (1993)
Player, The (1992)
Those Secrets (1992) (Telefilm)
Scent of a Woman (1992)
Whispers in the Dark (1992)
Citizen Cohn (1992) (Telefilm)
Fried Green Tomatoes (1991)
Linguini Incident, The (1991)
Career Opportunities (1991)
Deceived (1991)
Rapture, The (1991)
Men Don't Leave (1990)
Heat Wave (1990) (Telefilm)
Naked Tango (1990)
Welcome Home, Roxy Carmichael (1990)
Cookie (1989)
Great Outdoors, The (1988)
Prince of Pennsylvania, The (1988)
Less Than Zero (1987)
Light of Day (1987)
Lost Boys, The (1987)
Jumpin' Jack Flash (1986)
Gung Ho (1986)
Girls Just Want to Have Fun (1985)
Desperately Seeking Susan (1985)
Man with One Red Shoe, The (1985)
Real Genius (1985)
Reckless (1984)
Grandview, U.S.A. (1984)
The Seduction of Gina (1984) (Telefilm)
Revenge of the Nerds (1984)
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Ricardo Torres García, (future noir)
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