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Memorias de Cine: La Música Poética y Malick

No creo que le descubra nada a nadie si afirmo que MALAS TIERRAS (Badlands) es una de las mejores películas de los últimos 30 años, una de las películas que más ha influenciado en el cine actual y por supuesto una obra maestra imperecedera que cuantas más veces se ve, más se disfruta.

Un día de éstos, o tal vez un año de éstos, porque mi concepción del tiempo difiere de la que tienen el resto de los mortales, dedicaré estas ‘Memorias de Cine’ a la fenomenal película con que Malick debutó en esto de hacer películas, pero hoy quiero centrarme en la música de la película, más concretamente en un determinado tema.

Con singular asombro, comprobé el día que acudí a ver AMOR A QUEMARROPA (True Romance) como la música que abría la película y que posteriormente sonaba durante la práctica totalidad de la misma se parecía sospechosamente a la pieza que sonaba en MALAS TIERRAS, como sucedía también con la misma película.

Pero mi asombro aún fue mucho mayor cuando esa partitura aparecía firmada por Hans Zimmer, me parecía algo surrealista e inaudito. No me lo recuerden, conozco el rumor de la autoría de Mark Mancina, pero para mí si lo firma Zimmer entiendo que es obra suya.

Lo que suena en MALAS TIERRAS, plagiado en AMOR A QUEMARROPA, se titula "Gassenhauser" (Saltamontes) pertenece a ‘La Música Poética’ que a su vez es un conjunto de piezas dentro de la Colección "Schulwerk" (obra de escuela, o para los escolares) compuesta por Carl Orff (‘Carmina Burana’) entre 1950 y 1954. Para más detalles la pieza en cuestión está basada en una danza del renacimiento de Hans Neusiedler, casualmente también titulada ‘Saltamontes’.

De esta forma hasta 1974 ‘La Música Poética’ de Orff, aunque existía una grabación, era música para estudiantes, como ejercicios, como un ‘libro de texto’ si se prefiere. Una composición casi desconocida para el gran público.

Llegó el gran salto cualitativo, de la noche a la mañana la composición se convertía en un canto a la libertad, a la ruptura de un sistema social que oprimía al individuo, el sonido de fondo de los grandes espacios abiertos (físicos o mentales) en contraste con la individualidad personal. Un uso perfecto que sólo un genio creador indiscutible e indiscutido como Malick podía lograr.

MALAS TIERRAS nunca fue una película mayoritaria, así que tuvieron que pasar algunos años, para que algunos jóvenes que la habían visto en su día se incorporasen a la industria del cine, como el propio Tarantino que ya la ha escrito dos veces (AMOR A QUEMARROPA y ASESINOS NATOS).

Gus Van Sant también ha usado la misma composición en un caso más llamativo si cabe. En DESCUBRIENDO A FORRESTER ni el CD incluye el tema en cuestión, ni tampoco aparece acreditado en la película. Aunque el original Van Sant le da el mismo significado a la partitura de Orff. Si es que no hay como crear para lo demás.

Ésta es la historia de Orff y Malick, juntos y reunidos, en una obra maestra que a medida que pasa el tiempo se reafirma como referente cinematográfico y, por lo visto y expuesto, también como modelo en lo que a utilización musical en una película se refiere.

Por cierto a Malick no debió desagradarle demasiado el trabajo de Zimmer en AMOR A QUEMARROPA, porque casualmente en su vuelta a las pantallas tras 20 años de inactividad llamaba precisamente al compositor de la cinta de Tony Scott, logrando con LA DELGADA LÍNEA ROJA posiblemente su mejor composición musical. Ironías del destino.

Mi opinión personal se la pueden imaginar: MALAS TIERRAS es una obra de arte, lo que naturalmente incluye la adecuada utilización de la música como un elemento más del conjunto. La Música Poética de Orff, descubierta por la película me fascina. AMOR A QUEMARROPA me parece una adecuada revisión del film de Malick.

Termino: habrá algún ‘supuesto genio’, analfabeto en realidad, que descalifique a Malick por no haber usado música original, como también hay quien ha comentado la calidad de la creación de Hans Zimmer o Mark Mancina, sin conocer a Orff. Personalmente me da lo mismo, al fin y al cabo yo no soy un ‘elitista’ ni un ‘analista’; soy un simple comentarista que entre otras cosas sabe leer un pentagrama y ha estudiado solfeo... El que tenga ojos para leer, que lea.

Hasta Mañana Amigos

Carlos Infante

Publicado originalmente en LasEstrellas.com

 
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