- ¿Se puede considerar a la música de cine como un género de música independiente de los demás?
Por derecho propio podemos considerar a la música de cine como un estilo de música único e independiente, con la posibilidad de amalgamar una gran cantidad de estilos y géneros procedentes de otras ramas de la música. Su variedad es inmensa y afortunadamente aún no se ha dicho la última palabra.
Es cierto que los adeptos y compositores de música clásica no son de la opinión de considerar este estilo como independiente; están equivocados.
- ¿Podríamos decir que los aficionados a la música de cine son “gente rara”?
Cierto es que la cantidad de población aficionada a la música de cine es ínfima. Sólo un muy pequeño porcentaje es aficionada, por tanto podríamos decir que al menos, los aficionados a la BSOs formamos un grupo cuando menos peculiar. El resto se lo pierde.
Qué aficionado no ha sido requerido por algún indocumentado – con perdón de la expresión -, que le solicite algo de esta música por vagas referencias, como por ejemplo, que te pidan la BSO de El último mohicano a raíz del anuncio de promoción de Antena 3 TV. Lamentable, pero de todo hay en la viña del señor.
En mi caso sólo escucho música de cine, circunstancia que se me podría reprochar, ya que hay que ser más ecléctico y estar abierto a otras opciones, pero la cantidad de material que podemos escuchar es tan ingente, que en una sola vida no habría tiempo material.
- ¿Es la música de cine de una fácil audición?
Por regla general la música de cine tiene su función principal el acompañamiento de las imágenes, a ellas debe su vida. En multitud de circunstancias, si la música se escucha sin visualizar las imágenes, ésta puede resultar algo cacofónica y sin sentido, haciéndose dura de oír. Por tanto no hay que olvidar su función principal, la de acompañamiento.
No obstante, en ciertos casos, nos encontramos con partituras que sin el acompañamiento visual, pueden reportar una fuerza vital tal que su escucha sin imágenes es buenísima.
Como punto intermedio entre los dos casos anteriores, podemos encontrar ejemplos de música que no funciona bien en la pantalla pero que fuera de ésta es ideal.
En multitud de ocasiones, la música de la película nos recuerda a ésta, y si nos ha gustado, la BSO nos gustará más.
Por norma general, la música de cine suele ser de difícil audición, sobre todo para casos de cine de terror, intriga, suspense ó incluso acción; siendo para películas de corte más humano, su música más suave y más fácilmente audible.
- ¿Puede la música mejorar una película?
En algunos casos la música puede hacer buena una mala película y viceversa. La simbiosis música-imagen debe ser excelente para que el funcionamiento sea el correcto.
Por otra parte, hoy día afortunadamente el uso de la música concreta y diseñada para cada escena y situación en una película, está a la orden del día. Esta circunstancia antaño no existía, y los grandes estudios tenían una plantilla de compositores en nómina, que hacía música a modo de clichés, por tanto ésta en numerosas ocasiones no encajaba. Así mismo, en la actualidad, los compositores suelen trabajar después de haber sido rodadas las imágenes; tiempo atrás se tenía que trabajar sin este material, con lo cual difícilmente la música era encajable.
La música en definitiva es importantísima en una película y la mejora.
- ¿Qué consideraciones debemos tomar ante el efecto Deja vu de los compositores?
Ciertamente este efecto se da muy a menudo entre los compositores, incluso en los más insignes. Cada uno de nosotros tenemos una impronta y una forma de actuar, inherentes a nuestro carácter y personalidad; esta impronta impregna nuestros trabajos, y es lo que suele suceder también en el mundo de la música de cine. No obstante, existen compositores que plagian de otros, y otros se autoplagian; afortunadamente no suele darse muy a menudo, pero ciertamente el efecto deja vu está presente en la mayoría de los compositores de música de cine.
- ¿Es una música de fácil acceso?
En líneas generales no lo es. Aunque en la actualidad la mayoría de las películas editadas poseen su correspondiente álbum de música, otras sin embargo no lo hacen así; por tanto nos podemos encontrar ante casos en los que la música no está disponible. Existen aparte de las ediciones normales, discos del tipo Promocionales o Ediciones Limitadas, difíciles de conseguir y que en muchas ocasiones son la única forma disponible de conseguir la música al no existir una edición normal a nuestro alcance.
Por otra parte, los lugares en los que podemos encontrar esta música son escasos, limitándose a grandes superficies, que nos ofrecen un catálogo más bien cortito, o ya en otro extremo, tiendas especializadas de venta por catálogo.
Además siempre existe la posibilidad de la aparición de dos discos, uno conteniendo la partitura y otro el típico de canciones, algo muy habitual últimamente. Lo peor de esto, es que el disco sea un híbrido entre partitura y canciones, perdiendo gran parte de espacio para incluir más material de éstas últimas.
Por último destacar que en lo referente a la accesibilidad de este tipo de música, éste es difícil debido a los altos precios que hay que pagar por conseguir una BSO; debido a los márgenes de ventas que la música de cine posee con respecto a otros estilos.
José Antonio Blanco Morón
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