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Entrevista con Tyler Bates - Diciembre 2008

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Un compositor en pleno apogeo en la actualidad, Tyler Bates ha recorrido un largo camino: de escribir música para pequeños filmes de reducido presupuesto que apenas daban para pagar el alquiler a trabajar en grandes superproducciones omo 300 o Watchmen. Cultivado e inteligente, Tyler
Bates tuvo la gentiliza de hacer un paréntesis en su ajetrada agenda para
responder a todas nuestras preguntas. Esperamos que disfrutéis de la
entrevista tanto como lo hemos hecho nosotros.

¡Gracias, Tyler!

 

BSOSpirit: Watchmen (2009) se ha convertido ya en la película de la que todo el mundo está hablando. Estamos convencidos que se trata de uno de los proyectos más grandes en los que has trabajado y, en consecuencia, nos preguntamos cuáles han sido los principales retos a los que te has tenido que enfrentar.

Tyler Bates: El peso específico que la novela gráfica Watchmen ha adquirido en la Cultura Pop Literaria es bastante notable. Después de hacer 300 (2006) me doy cuenta de hasta que punto se va a producir un profundo análisis y debate acerca de cada uno de los aspectos de este filme. A decir verdad, eso infunde bastante respeto (risas).

No obstante, yo siempre pongo mi centro de atención en hacer aquello que Zack Snyder me pide que haga así como en seguir mi instinto y hacer lo creo que es mejor para la película. La imaginería visual de las películas de Zack es tan evocadora que siempre resulta una fuente inagotable de inspiración a la hora de explorar una miríada de posibilidades musicales.

Watchmen presenta, además, la característica de ser una película coral, de personajes y con imbricaciones en los aspectos más oscuros de la emoción humana. Personalmente, esa mezcla está más cerca de mi sensibilidad que una tradicional fábula de superhéroes.

Es un película llena de matices y extensa lo que ha redundado en un score de 90 minutos de duración más, aproximadamente, trece canciones. Cada una de éstas tiene, a su vez, un significado particular dentro de la Cultura Pop entre los años Sesenta y Ochenta.

Así, el score viene un poco a jugar el papel de nexo de unión entre todas y cada una de las canciones que aparecen en la película lo que, por descontado, es todo un reto de cara a poder cubrir con coherencia el aludido espectro de ideas.

¡Demonios! ¿Qué os puedo decir? Nunca se corre el riesgo de sobreestimar la dificultad de proporcionar a una película la música que necesita. Si, además, tenéis en cuenta que rara vez estoy contento con lo que hago, es sorprendente lo emocionado que estoy con el resultado de este score.

BSOSpirit: ¿Dirías que has madurado como artista tras tu paso por esta película?

T.B: No hay forma de pasar por la experiencia de hacer una película con Zack Snyder sin madurar como artista. Ha sido capaz de crear su propia cultura artística y, gracias a ellos, consigue que cada uno de sus colaboradores se esfuerce por dar lo mejor de sí mismo. Las películas de Zack son muy complejas en muchos planos y, si quieres salir del atolladero con éxito, debes ser capaz de abordar el reto siendo, a la vez, creativo y cooperativo. Siempre se aprende algo de todas aquellas personas que están involucradas en sus películas.  Bajo mi punto de vista, Watchmen está arriba del todo en la escala Richter de retos creativos y técnicos, lo que supone que te vas a ver envuelto en una montaña rusa y sometido a violentos zarandeos. De entrada, debes de ser consciente que un proyecto de esta magnitud va a resultar una experiencia muy intensa.

BSOSpirit: Al tratarse de una película de gran presupuesto, ¿has sentido en algún momento que se ponían límites a tu creatividad en comparación con películas más pequeñas?

T.B: Aunque no dispusimos de un presupuesto abultado en el apartado musical (según los estándares de una gran producción), sí que puedo decir que me pude permitir prácticamente todo aquello que necesitaba para desarrollar el score que Zack quería con toda comodidad. Warner Bros me ha apoyado muchísimo en el plano creativo.

BSOSpirit: El cómic en el que se basa la película está considerado como uno de los mejores, si no el mejor de la historia. Ofrece un tono oscuro, denso y deprimente que viene a hacerse eco del sentir general imperante en el Reino Unido en los años 80. ¿Te sirvió el material original como una fuente de inspiración a la hora de componer?

T.B: Con toda sinceridad debo deciros que la primera vez que le eché un vistazo al cómic de Watchmen fue cuando Zack me contactó para hacer la película. Y, bueno, lo cierto es que me quedé perplejo ante la complejidad y el estilo visual tan llamativo de la novela gráfica. Creo que puedo decir, honestamente, que tuvo un profundo impacto sobre mí. Aunque, en realidad, lo que verdaderamente me inspira es la manera en que Zack ha contado esta historia.

BSOSpirit: Si fueras a sintetizar la música que has creado para este filme en una palabra, ¿cuál sería?

T.B: ¡Vaya! ¿Habéis dicho UNA palabra? (risas).

BSOSpirit: Aunque se trata de una película de superhéroes atípica, ¿has desarrollado leitmotivs diferentes?

T.B: El score presenta un sonido unitario, pero no diría que se asemeja a alguna de las bandas sonoras compuestas para superhéroes de las que yo tenga constancia. De hecho, no escribí la música pensando en los cánones propios de una película de superhéroes aunque, bueno, ¡sí que hay un par de momentos pensados para hacer un guiño a los aficionados del género!

BSOSpirit: ¿Sabes si está previsto que haya una edición discográfica del score?

T.B: Warner Records tiene previsto sacar el álbum a la calle el día 24 de febrero. En la cara B del single de 12 pulgadas está previsto, además, incluir un corte adicional que My Chemical Romance hizo para el filme.

BSOSpirit: Hace un tiempo oímos que tenía pensado comenzar con la escritura de la partitura al tiempo que se estaba rodando el filme. ¿Ha sido así finalmente? ¿Se trata de una técnica que usas habitualmente?

T.B: Esta vez no tuve la oportunidad de componer algo ni antes ni durante la fase de producción. No obstante, me volqué en ese tema muy al principio de la fase de post-producción. Siempre trato de estar disponible para cada proyecto lo antes posible. De hecho, para filmes como 300 o Halloween de Rob Zombie sí que fui capaz de escribir algunos cortes tiempo antes de que comenzaran a rodar la primera escena.

BSOSpirit: Ya nos has contado que eres consciente de la atención que un proyecto de estas características levanta entre la afición. ¿Alguna vez piensas en ellos a la hora de escribir un score o siempre das preferencia a las necesidades del filme, independientemente de cuál pudiera ser la reacción de los aficionados?

T.B: Desearía que mi música fuera capaz de satisfacer las expectativas de todos aquellos que van a ver las películas en que trabajo pero, obviamente, no resulta nada realista pensar de esa manera. Por eso, en lo que realmente consiste mi trabajo es en proporcionar al filme el score que mejor le va y que más satisface a su director.

BSOSpirit: Es la tercera ocasión en que trabajas con Zack Snyder. Si no estamos equivocados no os conocías con anterioridad Dawn of the Dead (2004) la que, a su vez, constituye su primera película. Además, antes de ese filme carecías de experiencia en el género de terror. ¿Cómo conseguiste causarle una impresión tan profunda?

T.B: Estoy convencido que cuando Zack y yo nos conocimos con motivo de Dawn of the Dead lo ultimo que estaba buscando era alguien que ya estuviera de vuelta de ese mundillo, por así decirlo. Zack tiene un instinto impresionante en lo que se refiere a la química tanto en lo que se refiere a su equipo como en cuanto a la gente que él identifica como con el talento adecuado y la iniciativa necesaria para dar lo máximo de sí en todo momento. Aparentemente, Zack vio algo en mí a pensar de que jamás antes hubiera escrito música para una película de terror y, bueno, ¡también es verdad que le prometí no "cargarla" si finalmente me contrataba!

BSOSpirit: Dado que se trata de un cineasta tan singular, estamos convencidos que su personalidad tiene un impacto en la forma en que abordáis los aspectos musicales del filme. ¿Cuenta contigo para sus proyectos muy al principio? ¿Cuál es el proceso que seguís al trabajar juntos?

T.B: Normalmente formo parte del proyecto antes de que comience el rodaje. En el caso de 300 estuve involucrado en el filme incluso en las fases de desarrollo del mismo, cuando tratábamos de vender la idea al estudio. En el momento en que Warner Bros se mostró interesada en hacer la película, Zack rodó una secuencia de prueba para la que ya escribí el tema de la batalla principal. Una vez el proyecto obtuvo la luz verde, me ocupé de escribir variaciones del tema de la batalla que se usaron durante los entrenamientos a los que se sometieron los actores cada día. Finalmente, escribí un par de piezas más que Zack utilizó para coreografiar dos secuencias. Uno de estos cortes es “Xerxes Tent.”

BSOSpirit: En 300 te mantuviste alejado de las clásicas convenciones del género. La elección de los instrumentos acabó siendo algo más dura de lo que la audiencia esperaba lo que hizo que ese estilo más contemporáneo pillase por sorpresa a los aficionados. No obstante, hasta el momento, es el score del que más se habla. ¿Tuviste claro desde el principio que querías evitar que tu música reflejase un período de tiempo concreto?

T.B: Desde un principio, Zack y yo tomamos como referente películas tales como Lawrence of Arabia, Camelot y Ben Hur. Debatimos acerca de la esencia de esos filmes clásicos y la pasamos por el filtro de algunos grupos de rock del tipo Led Zeppelin, Black Sabbath y Rage Against The Machine. Las películas de Zack siempre reclaman una paleta musical amplia que debe ser ejecutada con total autenticidad.

Precisamente, gracias a haber estado involucrado en la película muy al comienzo me fue posible contar con la mayor parte de las texturas, colores y ambientes musicales en el momento de ver el primer montaje. De todas maneras, por mucho que hubiéramos debatido acerca de la esencial conceptual de las citadas películas y grupos, todo cobra una nueva dimensión cuando te encuentras en la situación de tener que escribir para las imágenes.

BSOSpirit: Como organizadores del Festival Internacional de Música de Cine "Ciudad de Úbeda" siempre procuramos prestar atención a los comentarios y puntos de vista de los aficionados a la música de cine. ¿Cuál dirías que es ese elemento especial que hace que este score tenga atractivo para una audiencia tan amplia?

T.B: 300 es un ejemplo de lo que en ingles llamamos "pulp". Presenta una visión estilizada de un evento histórico y de la sociedad del momento. Hace un recorrido por prácticamente todas y cada una de las convenciones del género de "sandalia y espada" pero bajo un prisma completamente novedoso.

Por otro lado, la esencia de los motivos musicales lleva años formando parte de la historia del cine y de la música así que la cuestión verdaderamente importante aquí era encontrar la manera de darle forma a todas esas ideas. Teníamos que conseguir darle un alma al conjunto para lograr ser efectivos a la hora de soportar los giros emocionales que hay en la película, incluso en los momentos más devastadores. Y, precisamente, es a eso a lo que la audiencia ha sabido responder al escuchar mi música.

BSOSpirit: Otro conocido director al que tu nombre ha estado asociado en más de una ocasión es Rob Zombie. Una de las características de su obra es la forma explícita en que gusta de reflejar un mundo perturbador. Nos preguntamos cómo haces para encontrar el score que mejor se ajusta esa sensibilidad: ¿tratas de racionalizar la esencia del mensaje o buscas, más bien, dejar que sean tus sentimientos ante las imágenes los que te inspiren?

T.B: No creo que sea posible abordar ni las películas de Zack ni las de Rob bajo una perspectiva exclusivamente analítica ni tampoco bajo un enfoque puramente visceral. Las películas de ambos son tan complejas que no se dejan encasillar fácilmente de cara a contextualizar su música. Por lo tanto, cuando llega el momento de ponerme a escribir la música, me veo en la obligación de exponerme a absorber toda la violencia al igual que el impacto psicológico de sus respectivos filmes. Deseo expresar dichos eventos de la manera más real que me sea posible salvo, claro, cuando dichos eventos en hallan en el subconsciente o en la mente de los personajes.

BSOSpirit: Este año tenéis previsto volver a trabajar juntos en Tyrannosaurus Rex (2009). ¿Habéis hablado ya del proyecto? ¿Qué tipo de música podemos esperar?

T.B: Aún no hemos podido hablar de este proyecto porque Rob está ahora mismo ocupado con H2.

BSOSpirit: También hemos oído que tú y Rob habéis colaborado en una adaptación del cómic The Haunted World of El Superbeasto (2009). Por lo que sabemos, El Superbeasto es un luchador mejicano pasado de moda que se enfrenta a un villano de nombre Dr. Satan. ¿Te has divertido con el proyecto?

T.B: Yo de vosotros no me haría ninguna expectativa clara acerca del género de película a la que pertenece The Haunted World of El Superbeasto. Se trata de una película rarísima y, a la vez, muy divertida. Siempre lo paso muy bien siendo parte de cualquiera de las cosas en la que a Rob se le ocurre meterse.

BSOSpirit: Doomsday (2008) de Neil Marshall cuenta con un score muy complejo que, seguramente, podría contarse entre los mejores de su carrera. ¿Nos puedes decir cómo fue tu experiencia en esa película?

T.B: ¡Doomsday fue toda una juerga! Neil es un tipo fantástico al tiempo que un director y guionista de enorme talento. La mayor parte de nuestra relación laboral tuvo lugar a distancia, a través de Internet, porque él vive en Londres y yo en Los Ángeles. Coincidimos unas cuantas veces a lo largo del proceso de crear el score pero, ciertamente, no con tanta frecuencia como ambos estamos habituados. En cualquier caso, he de deciros que lo pasamos muy bien durante las sesiones de grabación que se desarrollaron en Londres, en los estudios Air Lyndhurst. Me encantaría volver a tener la oportunidad de trabajar con Neil.

BSOSpirit: Esta película le proporcionó la excusa adecuada para regresar a los años 80 y seguir los pasos de los primeros scores de John Carpenter. ¿Se podría decir que fue un viaje agradable?

T.B: ¡Por descontado! A Neil y a mí nos gusta el mismo tipo de música. Adoro los scores con sintetizador de los 80 al igual que el uso exagerado de la orquesta que se puso de moda en esos años y que resultaba tan entretenido.

BSOSpirit: “Block 41” y “Hospital Battle” son dos cortes brutales que, literalmente, te quitan la respiración: continuos cambios de ritmo, la mezcla de elementos electrónicos y explosiones de la orquesta, etc. Nos preguntamos de dónde sale la energía necesaria para escribir los 80 o 90 minutos adicionales de música una vez haz finalizado cortes como los mencionados.

T.B: ¡Con frecuencia tengo dudas de si seré capaz de llegar al final de una película! (risas). Aunque el volumen de trabajo sea impresionante, siempre encuentro energías en trabajar con directores apasionados que, además, me proporcionan un material tan bueno. ¡Nos lo pasamos bien!

BSOSpirit: Por desgracia, a pesar de todo el duro trabajo, Doomsday no recibió las críticas que esperabais ni tampoco puede decirse que la respuesta de la audiencia pasara de ser tibia. ¿Cómo te sentiste? ¿Te ves obligado a tirar de auto motivación para seguir hacia delante y mantener tu creencia en la industria del cine?

T.B: La razón por la que escribo música para cine es porque adoro poder colaborar con personas de talento que, además, son capaces de ofrecerme unas oportunidades creativas increíbles. Lo hago porque deseo crecer como artista y como músico. Y, bueno, a estas alturas he aprendido que no hay nada que yo pueda hacer para cambiar el destino comercial de una película en la que trabaje, ni siquiera para alterar la percepción que vaya a tener la gente acerca de mi música. Me siento muy a gusto con que sea capaz de aproximarme a mi trabajo con todo el corazón y el alma y, con ello, contribuya a realizar la visión del director.

BSOSpirit: Somos muy conscientes de que te gusta experimentar con sonidos. ¿Fue Doomsday uno de esos proyectos que te ofreció la oportunidad de probar ciertas cosas que jamás has vuelto a poder aplicar después?

T.B: Neil Marshall lo que quiere es divertirse. Imagino que la razón por la que me contrató para Doomsday es porque sospechaba acerca de mi deseo explorar nuevas sendas en mi trabajo (risas). La experimentación musical no sólo se limita a los sonidos. Creo que resulta de capital importancia en todas las facetas para así ser capaz de crear una expresión artística interesante.

Obviamente, cuando hay un director que se arriesga a pedirme que me suelte un poco la melena no voy a dejar pasar la oportunidad de encontrar nuevas vías para expresar una idea. ¡En ocasiones uno tiene una oportunidad así!

BSOSpirit: Para cerrar esta entrevista querríamos hablar un poco acerca del mundo de los videojuegos. ¿Cuál fue el motivo de que te vieras también involucrado en escribir el score para este tipo de productos?

T.B: Los videojuegos tanto de 300 como de Watchmen están directamente relacionados con sus respectivas películas. Al ofrecerme la oportunidad de ponerle música a los mismos se consigue que haya una mayor coherencia entre ambos mundos. Además, ha sido una buena manera de entrar en ese mundillo. Rise of the Argonauts (2008) ha supuesto una aventura interesante para mí. Fue agradable poder crear algo dentro de un concepto más amplio sin tener que estar condicionando la música a la imagen. Ha venido a ser un pequeño desvío del proceso tradicional de composición.

BSOSpirit: Ahora que mencionas The Rise of Argonauts, ¿podemos esperar en tu score alguna influencia de la partitura que escribiera Bernard Herrmann para Jason and the Argonauts (1963)?

T.B: No realmente. Después de 300 puede decir que estoy bastante puesto en el género de sandalias y espadas.

BSOSpirit: Por cierto, después de ver The Day the Earth Stood Still (2008) nos preguntábamos por las razones por las que no trataste de homenajear el score original de Bernard Herrmann.

T.B: Bueno, no se debe a que Bernard Herrman no sea uno de mis compositores favoritos puesto que, de hecho, lo es. Lo que pasa es que la película es muy diferente de la original y, en consecuencia, demandaba un tipo de música diferente. Para ser honesto, de haber querido hacer un homenaje al score original o haber pensado en ello a medida que trabajaba en el filme, lo más probable es que me hubiera quedado paralizado ante la simple perspectiva de poder, si quiera, hacer un score que pretendiese mínimamente rivalizar o complementar al de Bernard Herrman.

BSOSpirit: ¿Cuándo decidiste dar a tu orquestador habitual, Tim Williams, un rol tan activo en The Rise of Argonauts?

T.B: Tim vive al lado de casa y es un amigo muy íntimo. A lo largo de los años hemos hablado muchas veces de buscar una manera de colaborar en un plano más artístico que el de la relación compositor/orquestador. Este videojuego requería tantísima música que pensé que si Tim se involucraba como compositor seríamos capaces de mantener la calidad y, además, resultó muy divertido poder compartir el espíritu de camaradería derivado de escribir la música juntos.

BSOSpirit: ¿Se va a editar el score?

T.B: No estoy seguro.

BSOSpirit: Y ya, tan solo, una última pregunta: ¿después de haber trabajado en 50 películas y seguir a ese ritmo, nos podrías decir dónde reside el secreto de tu éxito?

T.B: Trato de mantener siempre un espíritu que me permita divertirme con el trabajo que hago. Todo comienza con el deseo de trabajar con gente de un talento excepcional. He pasado épocas muy malas así que soy muy consciente siempre del gran privilegio que supone poder estar trabajando en este negocio de la música de cine. Posiblemente por eso sé identificar aquellas cuestiones verdaderamente importantes en la vida, incluyendo el deseo de hacer siempre el mejor trabajo que me sea posible.

BSOSpirit: Muchísimas gracias, Tyler. Te deseamos mucha suerte.

 

Preguntas de David Doncel & Sergio Gorjón

Entrevista y traducción por Sergio Gorjón
 
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