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Star Trek 2009

Star Trek 2009


Compositor: Giacchino, Michael
Año: 2009
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 44:54

Excelente
Tracklist:
  1. Star Trek (01:03)
  2. Nailin' the Kelvin (02:09)
  3. Labor of Love (02:51)
  4. Hella Bar Talk (01:55)
  5. Enterprising Young Men (02:39)
  6. Nero Sighted (03:23)
  7. Nice to Meld You (03:13)
  8. Run and Shoot Offense (02:04)
  9. Does It Still McFly? (02:03)
  10. Nero Death Experience (05:38)
  11. Nero Fiddles, Narada Burns (02:34)
  12. Back from Black (00:59)
  13. That New Car Smell (04:46)
  14. To Boldly Go * (00:26)
  15. End Credits * (09:11)
    *Contains Theme from "Star Trek" TV Series, Written by Alexander Courage & Gene Roddenberry

Star Trek: Los tiempos están cambiando

El final de una era…

Era en el mejor de los tiempos, cuando el reparto de La Nueva Generación rodaba Némesis, el que sería su último viaje en la gran pantalla, una despedida que sería para siempre, sobre todo para uno de los muy queridos personajes. Para esta aventura se cambió el tono de la saga, haciéndolo mucho más oscuro de la mano de guionistas que nunca antes habían manejado estos personajes. Y el resultado fue bueno, puede que el mejor de las cuatro películas del capitán Picard y compañía, con una historia más sólida que de costumbre, muy adulta. Y aunque fue muy bien en taquilla no alcanzó los resultados que se esperaban de élla, quizá porque era demasiado adulta. Era el año 2001.

Star Trek Nemesis Star Trek Enterprise

Era en el peor de los tiempos, cuando una nueva tripulación que había surcado las pantallas de televisión durante cuatro temporadas, llegaba también a su último y precipitado viaje. La tripulación del Enterprise del capitán Archer había servido de precuela de toda una saga, retrocediendo la acción mucho tiempo antes de las aventuras originales del capitán Kirk de las pantallas de los años 60. El regreso de Star Trek a jardines bien conocidos en los que pasear a sus anchas, dándole al público un toque de nostalgia combinado con nuevas aventuras, nunca llegó a funcionar del todo. Tras dos primeras temporadas que no engancharon al público, la serie casi fue cancelada, pero entonces en su tercer año ofreció una temporada con un único arco argumental que es una de las joyas de la televisión de todos los tiempos. Este magnífico relanzamiento de la serie, propició una cuarta temporada donde los argumentos se extendían por dos y tres episodios, como si se tratara de películas para televisión. Pero el público estaba cansado. Sin haber llegado nunca a las cuotas de pantalla que se esperaban de élla, Enterprise fue cancelada. Era el año 2005.

…es el inicio de otra.

Dos tripulacionesDespués de muchos años (desde 1987) no había ningún producto de la saga ni en televisión ni en la gran pantalla. Para muchos Star Trek era una marca muerta, algo de lo que el público se había cansado después de cuarenta años. No les faltaba algo de razón a quienes pensaron así. Y es que no solo de fans acérrimos se puede vivir hoy en día en el mundo del espectáculo, y aunque los trekkies somos muchos, no somos todos. En el estudio empezaron a hacer hincapié en que la saga se había cerrado las puertas del gran público, confiando en que era algo tan instalado en la cultura popular que siempre tendría éxito. Y por desgracia, el éxito relativo no siempre se traduce en éxito mercantil. Así fue que el mercantilismo acabó con cuarenta años de Star Trek. La saga quedaba aparcada temporalmente, a la espera de encontrar alguien que cogiera el timón y marcara un nuevo rumbo.

Se manejaba la ya antigua idea de retomar los primeros personajes, los míticos Kirk, Spock, McCoy, Scotty, Uhura, Sulu y Chekov. Anteriormente al rodaje de Aquel País Desconocido (1991), la sexta entrega, se había barajado un argumento parecido, en el que los jóvenes personajes se encontrarían por primera vez durante su entrenamiento en la Academia de la Flota Estelar, y sentarían las bases de su futura amistad. Entonces se pensaba que el reparto original era demasiado “viejo” para seguir en activo, y el principal escollo era que el público identificaba demasiado a cada actor con su personaje como para de repente presentarlos con veinte años y unas caras desconocidas. El casting era entonces una tarea imposible. Pero eran otros tiempos, y en palabras del creador Gene Roddenberry, Star Trek debía mirar al futuro y no al pasado, ir siempre hacia adelante. El reparto de La Nueva Generación (1987-1994), tomaría el relevo con Generations (1994), en lo más alto de su carrera, siendo una de las series más importantes del momento, y una de las primeras en dar el salto a la gran pantalla durante los años 90. Los productores Rick Berman y Michael Piller que por entonces decidían el destino de la saga, no tenían razones para buscar en los cajones historias de jóvenes cadetes del siglo XXIII, y así el argumento seguiría durmiendo durante unos cuantos años más.

Llega el nuevo Jefe:

Zachary Quinto y J.J. AbrahamsEn Hollywood es bien sabido que ante las crisis se echa mano de lo que se sabe que funciona, así pues se desempolvó este antiguo proyecto y se buscó alguien con probada capacidad para darle vida. Se barajaron varios nombres, incluído el de el mismísimo Steven Spielberg, hasta que llegó a las manos de J.J. Abrahams. Este genio moderno, auténtico renaissance man del siglo XXI, ha probado su capacidad para enganchar al público en series como Felicity o Alias, lo que demuestra sin lugar a dudas que puede pisar diferentes terrenos sin mancharse. La principal característica de sus creaciones es la complejidad de sus personajes, algo de lo que muchos presumen pero no todos lo hacen con razón. El género teen tuvo uno de sus mejores exponentes en Felicity mientras que en Alias supo reinventar el mundo de los espías fusionando de forma fantástica a James Bond con Misión: Imposible. Y en los dos casos, por encima de la historia siempre primaron los personajes, que cargados de sentimientos, dudas, miedos, contradicciones y ambigüedades morales, son de lo más real que se ha encontrado en televisión. Además no hay que olvidar que es el creador de Perdidos, una serie que se hará de culto con el tiempo, cuando comencemos a entenderla del todo. En este caso seguramente hay opiniones muy encontradas, pero en lo que a Abrahams se refiere como creador de la serie, la historia y los personajes son suyos, así como su destino ya que es uno de los principales guionistas.

También ha dado el salto a la gran pantalla de la mano de su amigo Tom Cruise en Mission: Impossible III. De hecho se puede decir que salvó a su amigo de un batacazo, recogiendo un proyecto que había cambiado tantas veces de manos y había sufrido tantos retrasos y parones, que iba a convertirse en una de esas películas fantasma que duermen en los cajones de Hollywood después de haber costado auténticas fortunas. Su factura es impecable, y el guión descansa sobre pilares sólidos. Sin embargo la más realista de las tres misiones imposibles no contentó a mucha gente, quizá por resultar demasiado realista. Su mano también se dejó notar en un éxito rotundo y extraño llamado Cloverfield (en España Monstruoso, hay que joderse con los títulos). Esta película cruce de muchas cosas y lanzada con una curiosa campaña de publicidad era un experimento arriesgado que obviamente salió mejor de lo esperado. Su carrera como productor y guionista es mucho más extensa, incluyendo otras series como Fringe o Seis Grados, y en cine hay que remontarse hasta títulos como Armageddon, Eternamente Joven o A Propósito de Henry. También es actor y ha compuesto los temas de algunas de sus series.

Fringe Seis Grados Perdidos
Alias Felicity Cloverfield
Mission: Impossible III A propósito de Henry

Trekkie o no trekkie, ésa es la cuestión.

Abrahams dirigiendoEste es el perfil resumido de un director / productor / guionista que un día recibe el encargo de resucitar algo que se creía muerto. Un auténtico desafío para cualquiera. Centrándonos hay que decir que Abrahams no era ningún fan de Star Trek, aunque conocía los personajes nunca llegaron a calarle, así que en principio no iba a hacer otra película para trekkies, algo en lo que estaba de acuerdo con el estudio. Se trataba de abrir la saga a un público más amplio, al mismo tiempo que sorprendiera a los ya convencidos, Pero sus palabras dejan claro que la película se haría para los no-trekkies. Esta declaración es muy fácil hacerla, pero visto el resultado final hay que decir que tener las ideas claras es la mejor receta para que el pastel salga como debe. El punto principal sobre el que tuvo que imponerse como director, fue la libertad creativa. No quería verse agobiado por las cabezas pensantes de Hollywood que le hacen un encargo tan importante y luego suelen pasarse a aportar ideas propias que se terminan aceptando a medias. Su libertad ha sido total, tanto a la hora de elaborar el guión como en las decisiones estéticas o en el casting. Para empezar la historia se desarrolló conjuntamente con guionistas que sí conocían Star Trek en profundidad, y es algo que se aprecia en los pequeños detalles, nombres que se mencionan, situaciones, uniformes, utensilios, etc. Cosas que hacen sonreir a un viejo trekkie Leonard Nimoy en 2009como yo. Pero respetar y rendir homenaje a cuarenta años de historias no significa que no se pueda aportar nada nuevo. Abrahams toma decisiones arriesgadas, que abren auténticas brechas entre lo que ya conocíamos y esta nueva película. Ahora es el momento de avisar a los incautos que algunos de los siguientes comentarios pueden desvelar aspectos de la película, así que cuidado:

Para empezar Kirk y el capitán Cristopher Pike no se conocían, esto está establecido en la serie clásica. La primera nave de Kirk fue el Farragut. En la Federación no se conocía en esta época el aspecto que tenían los Romulanos. Kirk conoció a su padre. Y así puede seguir una larga lista, demasiado técnica y freaky para esta web.

Todos los cambios “oficiales” son decisión de Abrahams, lo que demuestra que realmente la historia se escribió para que todo el mundo la disfrutara, no solo un grupo de iniciados. Y para ser justos hay que decir que cualquiera de esos cambios fundamentales, están plenamente justificados por lo que sucede en la historia (sí, se trata de viajes en el tiempo, no desvelo nada contándolo). Pero iniciar una nueva era con nuevos bríos y nuevas formas, no significa olvidarse de todo lo anterior. El ejemplo más claro es la aparición de Leonard Nimoy como el Spock que todos conocemos, procedente del futuro, en un papel que es algo más que un cameo, y su regreso al cine desde la sexta entrega en el año 91. Además la viuda del creador Gene Roddenberry, la actriz Majel Barrett dio vida de nuevo a la voz de la computadora del Enterprise, en su última colaboración, pocas semanas antes de morir. Existen muchas otras razones, pero estas dos son las principales y más sentimentales que encuentro para decir que las nuevas manos que sujetan las riendas de la franquicia han sido más que respetuosas con aquellos que han hecho posibles los últimos cuarenta años de historia del cine y la televisión.

U.S.S. Enterprise NCC-1701

Nueva EnterpriseNuevo puenteHablando de iconos, mitos y sentimientos, no se puede pasar por alto el excelente trabajo y el cariño que se ve en el diseño de la nueva Enterprise. Mejorada por dentro y por fuera, nuestra querida vieja dama del espacio brilla más que nunca. Nuevo exterior que le añade espectacularidad. Nueva forma de viajar. Nuevas armas. Nuevo puente tan brillante que los reflejos son constantes en la cámara, una forma de rodar que añade realismo y verosimilitud a escenarios y situaciones fantásticos. Hemos visto una pequeña parte de la nueva nave y los demás diseños espaciales de la Federación, y tienen el toque justo de recuerdo a los originales. La estética de la serie clásica es como el punto de partida del aspecto visual de la película, que es muy espectacular al tiempo que respeta el concepto básico en Star Trek de que todo la tecnología debe ser coherente visualmente con el uso que una persona haría de ella.

Nuevas caras, viejos amigos

SpockJames Tiberius KirkVolviendo a la historia se puede decir que tomó forma al ir dotando de un pasado a unos personajes que todo el mundo conoce, pero que no nacieron con el uniforme puesto. Solo la combinación de lo conocido con cambios nada superficiales, podía dar a Kirk y Spock (auténticos personajes protagonistas) nueva vida. Chris Pine interpreta a un gran James T. Kirk, con todo lo que hace único al personaje, esa mezcla de humor, ironía, sarcasmo y valentía, que están más cerca del Han Solo de Star Wars que del Kirk original y sobreactuado de William Shatner, quien tras grandes polémicas deseó buena suerte al nuevo intérprete, pero no aceptó reunirse con él ni darle consejo alguno. Zachary Quinto es Spock, lo cual resulta inquietante tras conocerle como Syler en Heroes. Lo cierto es que es un gran talento, que ha recogido el que probablemente es el papel más complejo de todos, y lo ha hecho suyo con brillantez. En su caso revisó el personaje junto a Leonard Nimoy, pero teniendo claro que no buscaba imitar a quien lleva cuarenta años interpretándolo. En definitiva Nimoy le aseguró que ambos Spocks pertenecen a momentos distintos de la vida del mismo personaje, y los conflictos, interioridades y reacciones no tienen que ser iguales. Sin embargo no puedo dejar de apreciar sutilmente cuanto se parecen en el fondo el joven y el viejo Spock al final, siendo el primero alguien que aún busca una identidad y un lugar en el mundo, y el segundo alguien que tiene resueltas todas las contradicciones de sus dos mitades.

NeroEric Bana en el preestreno en Camp ArifjanAsí como se añade profundidad a los protagonistas, el resto del reparto tiene una importancia relativamente grande aunque no estén tan desarrollados, y es que no se puede narrar la infancia de cada uno de ellos. Aun así cada uno tiene su momento clave a lo largo de la película, incluyendo las escenas en las que se presentan a la nueva audiencia, una especie de primera impresión que todos estábamos esperando, algo así como la primera vez que un nuevo actor recita la frase: "Mi nombre es Bond, James Bond.". Una de las bazas principales es el villano, que aunque bastante bidimiensional está impresionante, Eric Bana en el papel de Nero. Solo con verle sabes que tienes que quitarte de su camino. Y pensar que se barajó a Russell Crowe para el papel… El malo siempre ha sido importante en Star Trek, en este caso por la increíble actuación y caracterización de Bana, si bien la simpleza de su personaje se entiende como un medio de no eclipsar el auténtico sentido de la historia, que no es más que el de reunir por primera vez a una tripulación. Ese es el auténtico centro de la película, la reunión de nuestros queridos personajes, bajo circunstancias excepcionales que cambian el destino de todos ellos. Pero una de las máximas de la saga es tratar de engañar al destino, y así Abrahams y sus guionistas le dan vueltas a esta idea, cambiando todo aquello que conocemos para después contarnos que el destino de todos ellos sigue siendo el mismo, que su fuerza está en actuar juntos, y que el Enterprise es su lugar. Y el destino de todos nosotros es seguir disfrutando de las aventuras de Kirk, Spock, McCoy, Scotty, Uhura, Sulu y Chekov en el siglo XXIII. En futuras entregas volveremos a sorprendernos con todos ellos, pero tengo que citar especialmente a Karl Urban en el papel de McCoy, un auténtico trekkie que veía la serie con su padre y ahora lo hace con su hijo, interpretando al doctor magistralmente, haciendo que continuemos teniendo por él ese cariño especial que el fallecido DeForest Kelley había logrado de nosotros.

Nueva tripulaciónLeonard "Bones" McCoy
Capitán PikeWinona Ryder y Ben Cross

Lo cierto es que todos ellos destacan en algún momento, incluso los secundarios como Bruce Greenwood en el papel de Pike (que por favor no nos priven de él en la siguiente película), y Ben Cross y Winona Ryder como los padres de Spock, aunque sospecho que mucho material de estos dos personajes se ha quedado en el limbo (principalmente porque hay escenas del trailer que no aparecen en la película). En definitiva, el reparto final está hecho a conciencia, ya que los personajes lo merecían. Con estos nuevos actores podremos llevarnos gratas sorpresas en el futuro. A algunos de ellos seguramente se les identifique con su personaje ya de por vida (sea eso bueno o malo).

El futuro comienza

Y es lo que siempre pasa con Star Trek, sea para un público abierto o no, que al final termina dejando una pequeña semilla en el corazón de todos, al margen de las historias, el argumento, los efectos especiales y todo lo demás. Guste o no guste, la ciencia ficción y las películas del espacio, con toda su parafernalia tecnológica y su lenguaje propio, es uno de los géneros que más taquilla hacen, por el simple hecho de que estas películas se transforman en puro espectáculo en una gran pantalla. Después de algunos años en que este género ha caído tristemente en la pura estética, hay que regresar a los clásicos para al mismo tiempo que se les insufla nueva vida, nos den la lección de la ciencia ficción de otros tiempos donde lo que primaba era el contenido. Abrahams ha tomado el relevo. Nuevos Kirk, Spock y compañía se ponen a los mandos de una nueva Enterprise, que no deja de ser la misma de siempre. Cuarenta años cambian a todo el mundo, incluso a esta saga. Pero el espíritu con el que los nuevos responsables de este éxito inician esta nueva etapa, es el de contar historias que lleguen al público a través de guiones sólidos y personajes con los que identificarse porque no son simplemente máscaras vacías. J.J. Abrahams ya ha puesto su nombre junto al de Gene Roddenberry en letras de oro en el mundo del espectáculo. Esperemos que siga al mando de la nave durante mucho tiempo, porque estoy seguro que nos llevará a lugares donde nadie ha ido antes… aunque a Vulcano ya no podamos volver, ¿o sí?

Contexto Musical

Giacchino, a día de hoy, y dada su enorme popularidad en el medio televisivo, cinematográfico y en el mundo de los videojuegos (medio que representó el arranque de un estilo sinfónico y arrollador de este gran compositor), merece poca presentación entre la comunidad de aficionados a la música de cine.

Personalmente, Giacchino me metió en el bolsillo tras ver Ratatouille (a pesar de que aún no había escuchado nada de sus videojuegos), y aunque Lost (2006) no estaba nada mal (especialmente en la tercera y cuarta temporada, donde realmente me enganchó su música), y The Incredibles (2005) era un gran homenaje al genial John Barry, fue su trabajo para Pixar el que me hizo marcar a Giacchino con el Target de calidad.

Antes del estreno de Ratatouille (2007) ya se conocía de la existencia de un nuevo proyecto Giacchino, la nueva entrega de Star Trek, rejuveneciendo la plantilla clásica de la serie, en una gran pirueta argumental digna de elogio.

De aquella (lo reconozco), la decisión de que fuera J.J. Abrahams el director, y, sobre todo, que fuera Michael Giacchino el compositor, me provocó bastante incertidumbre. Otros nombres me asomaban en la cabeza antes que Giacchino, gente como Brian Tyler (Jerry Goldsmith no era una opción, evidentemente), o incluso una gran oportunidad para el genial Edward Shearmur (porque no, después de esa joya sinfónica que es Sky Captain and the World of Tomorrow o de ese ambiente opresivo y post apocalíptico de Reign of Fire).

Star Trek es exigente para un compositor, y más teniendo en cuenta el listón de los compositores que han pasado por la saga y dejado huella, especialmente en el caso de Jerry Goldsmith (de cuyo tema principal se enamoró perdidamente Gene Roddenberry), seguido de James Horner, cuyo Star Trek II: The Wrath of Khan es, de lejos, uno de sus mejores y más agresivos trabajos.

Star Trek Star Trek II Star Trek III Star Trek IV
Star Trek V Star Trek VI Star Trek VII
Star Trek VIII Star Trek IX Star Trek X

El listón era muy alto, y mis conocimientos musicales sobre Giacchino se limitaban a su buen hacer en Lost, su adrenalítica e intensa partitura para Mission Impossible 3 (2006, una película pelín floja para mi gusto, donde solo destacaba Giacchino y el villano de la función, el gran Phillip Seymour Hoffman), su homenaje a Barry para The Incedibles y el motivo principal de Alias.

Pero el tiempo es sabio... y vaya si lo es. Primero, Ratatouille me hizo experimentar algo que hacia mucho tiempo no me sucedía en un cine. Me hizo permanecer absorto, quieto y extasiado en mi butaca durante los End Credits (como hacíamos en los viejos tiempos el grupillo de aficionados que formamos en Gijón), escuchando anonadado la partitura de Giacchino.

Aquel día tenía dos cosas realmente claras: quería Ratatouille YA, isofacto. Llegó el genio de la lámpara, y... tachan!!!! Deseo concedido. En pleno aniversario, regalazo al canto de mi pareja.

Ratatouille Mission: Impossible III Speed Racer Lost

Poco después, Giacchino sería nominado al Oscar (y no sería la única sorpresa, ya que le acompañaría, gratamente para el que escribe, una nominación valiente para Marco Beltrami por su 3:10 to Yuma).

La segunda cosa fue algo tan claro como un vaso de agua cristalina. Las dudas e incertidumbres sobre Star Trek acaban de disiparse. Si Michael Giacchino era capaz de hacer semejante maravilla con una película de animación, que no haría con la saga de Kirk y compañía. Los dientes comenzaron a ponerse largos, pero muy largos.

  Comenzaban a llegar los trailers, y siendo de nuevo sinceros, al principio temía una película estilo Michael Bay: barrabasadas del quince, fantasmadas por doquier, megalohiper explosiones y argumento cero. El último trailer fue el que me captó definitivamente.

  Llegó el Día D y la hora D, y tres amigos fuimos al cine, y la sensación final no fue que vimos algo... fue que experimentamos algo. Volví a sentirme vivo musicalmente hablando con una película.

  Este año, vi Gran Torino (correcto score), The Curious Case of Benjamin Button (para variar, un magistral y maravilloso trabajo de Desplat) y The Reader (correcto score), pero ninguna de esas partituras me había llenado de la forma en que lo hizo Star Trek; me hacía sentirme vivo, excitado, vibrando con cada oleada musical que me golpeaba. De hecho, hay una escena concreta de la película en la que se me pusieron los pelos como escarpias, y eso me ha pasado pocas veces (la que corresponde con el "Enterprising Young Men").

  Todo es subjetivo, y habrá quien no comparta mi opinión, ni sobre este score en concreto, ni sobre mis comentarios anteriores, pero solo quiero dejar patentes mis impresiones, y desde luego fueron de impacto. Fue toda una experiencia, como en los viejos tiempos, por poner algunos ejemplos, cuando fui al cine y escuché las partituras de Waterworld, The Ghost and the Darkness, Hook o First Knight.

Secret Weapons over NormandyFue entonces cuando me volqué a escuchar trabajos de Giacchino, a intentar descubrir más sobre la dimensión musical de este compositor. Quizás este un poco pez en el mundo de los videojuegos, pero las repetidas audiciones de Secret Weapons Over Normandy (2003), trabajo que Lalaland posee en limitadas cantidades y que recomiendo encarecidamente adquirir, me dejaron noqueado. Con cada escucha descubría más y más detalles; una obra densa y madura, llena de complejidad y diversidad, con el estilo y la impronta del compositor y con tres claras vertientes inspiracionales: el Williams aventurero, el Goldsmith oriental y el Poledouris ruso.

  Secret Weapons Over Normandy comparte alguna pequeña similitud compositiva, leve todo sea dicho de paso, con algún pasaje de Star Trek, simplemente en clara referencia al estilo del compositor. El magistral corte "Nero Death Experience", resolución climática de la película, posee unas poderosas secciones corales, en clara alusión al combate final con Nero y el peligro de destrucción que corre la Tierra, algo que Giacchino, en Secret Weapons Over Normandy, manejaba de manera gloriosa en la parte rusa del videojuego.

  Pero llama la atención encontrar el germen compositivo del motivo de Star Trek en... Speed Racer (2008). En el corte cinco, "Vroom adn Board", encontraremos la semilla del leitmotiv. Comienza a asomar lo que, posteriormente, será la génesis del motivo principal de la nueva franquicia. Es solo el aroma, la fragancia.. pero está ahí.

  Sucede con otros grandes compositores, como el gran Goldsmith, cuyo tema principal para esa genialidad que es Stunid's Lonigan (incomprensiblemente sin agotar) es el germen de otra genialidad del maestro, Justine. Cuestión de estilo y evolución, nunca de plagio, pues no es ese el caso (ni aquí ni con Giacchino)

Mercenaries: Playground of DestructionPor otro lado, ciertas figuras percusivas o recursos musicales de acción que encontramos en Mission Impossible 3, Speed Racer o Mercenaries, Playground of Destruction (2005), son también parte del estilo compositivo de Giacchino para ofrecernos los combates entre Nero y la federación, a través de fuertes percusiones y fanfarrias de vientos oscuras y siniestras.

  En definitiva, un gran trabajo que pasamos a analizar, y del que solo puedo hacer una recomendación a modo de orientación (cada cual que haga lo que quiera): ved la película antes de enfrascaros con la audición de Star Trek. Aunque eso tampoco sería problema; es igual de bueno antes "de" que después "de". Así de claro.

Buscando un Motivo Central

Estaba claro que la reinvención del Universo de Star Trek por parte de J.J. Abrahams requería, forzosamente, un nuevo tema central, pegadizo, majestuoso, épico, un motivo que emergiese de forma triunfal y heroica para las aventuras de la nueva y joven tripulación.

Pagando su debido homenaje, especialmente en los end credits, al motivo central de la serie creado por Alexander Courage, Giacchino se puso el mono de faena y dio con la clave. Dieciséis notas, nada más y nada menos.

Al principio, dos juegos de cinco notas para anunciarlo, y seis finales para rematarlo, donde Giacchino le da ese toque heroico y épico que necesita el motivo (como me encanta ese tercer bloque final, por el amor de Dios), una oda al espacio, surcándolo como una majestuosa brisa mientras el Enterprise navega por el inmenso azul oscuro impregnado de planetas y estrellas, de satélites y abismos negros...

Póster¡Tachan!, como diría el Joker con su chiste del truco del lápiz que desparece. Tenemos el motivo principal, tenemos lo más difícil, y construida de forma sencilla, sin aparente complejidad.

Y no solo eso, Giacchino lo hace funcionar para los temas de acción, para los momentos más emotivos, para los más dramáticos... Giacchino ha conseguido inscribir su nombre no solo en el Universo de Star Trek con matrícula (aunque Goldsmith siempre será el Boss, pese a quien pese), sino que, a mi entender, ha compuesto uno de los mejores y más retentivos motivos de los últimos años de largo, junto con el reciente motivo de Wanted de Elfman, otra pequeña delicatessen, y de una forma sencilla y directa, sin complejidades sumas.

Otros Leitmotivs igual de brillantes

  Por si fuera poco, Giacchino nos ofrece una maravillosa fanfarria de cuerda, un momento completamente mágico, como prolegómeno del motivo central, dedicada a la joven tripulación, una especie de melodía de transición maravillosa y vibrante que funciona como el verdadero prólogo musical de la primera aventura de los jóvenes cadetes. "Enterprising Young Men" es el claro ejemplo de ello, un momento musical impactante en el inicio del corte.

  Giacchino nos ofrece dos motivos musicales más. El primero para Nero, un motivo siniestro y oscuro de siete notas, donde abre una nota y repiten de dos en dos hasta siete, engendrando el leitmotiv de Nero. Todas las sonoridades que Giacchino asocia a la nave minera romulana van en sintonía con ese tono siniestro y amenazador, a veces mediante magistrales variaciones del tema de Nero, otras veces con una serie de motivos oscuros que resaltan la villanía del personaje, todo ello al más puro estilo de acción de Star Trek, a lo Goldsmith y con la impronta de Giacchino.

  Además, para la génesis de Kirk, Giacchino nos brinda un bello e intenso motivo dramático en "Labor of Love", que recuperará en la parta final, cerrando el círculo argumental de la película brillantemente y con nota.

Spock Kirk Nero Uhura

  Finalmente, Giacchino nos ofrece un espectacular y apocalíptico motivo para el enfrentamiento final entre Nero y su séquito contra Kirk y Spock, incluyendo connotaciones casi bíblicas con la Tierra corriendo peligro de destrucción total a través de las masas corales en "Nero Death Experience". Maravilloso.

  Tenemos un tema principal, varios secundarios, los metemos en una coctelera, y que tenemos... pues, para el que escribe, un musicón, un auténtico viaje sonoro a la más profunda y vibrante aventura especial de los últimos años.

Análisis del Score

Star Trek

  Al llegar a casa, y tras haberme chupado en el cine todos los minutos de los end credits (ya hacía años que no hacía esto), aún me duraban los efectos narcotizantes del score de Giacchino. Antes de acostarme a dormir, tenía un pensamiento fijo e ineludible en la mente: me haría con el score de Star Trek y lo llevaría a Úbeda para que me lo firmase maese Giacchino.

  Y eso hice, aunque lo que más me llamó la atención es la gran cantidad de música que se quedó fuera de la edición de Varese Sarabande. Tenemos solo tres cuartos de hora, que se me antojan cortos, y aunque muchas de las piezas básicas están, otras se echan a faltar, como la persecución de la criatura a un exiliado Kirk en un peligroso  planeta, el mismo de Where No Man Has Gone Before, uno de los capítulos pilotos de la serie (pequeño homenaje, y no el único) o la pelea sobre la plataforma excavadora del Narada.

  Pero, pensándolo bien, que más da. Para mí, Star Trek (2009) es uno de los discos del año con diferencia, una de aventuras espaciales de las de antes, con fanfarrias pegadizas, motivos de acción frenéticos y espectaculares, cargada de emotividad y magia.

  El primer corte, "Star Trek", de un minuto escaso, expone el leitmotiv principal de forma solemne y noble, con tintes heroicos, dejando entrever la grandeza de lo que vamos a ver a continuación.

Nailin' the Kelvin

  Y dicho y echo, saltamos a un magistral corte de acción,  "Nailin' the Kelvin", pura vorágine musical, donde el Kelvin, la nave que por circunstancias acabará pilotando durante escasos minutos el padre del futuro James T. Kirk, se enfrentará al Narada, la nave excavadora de Nero, de aspecto insectoide y de gran potencia armamentística.

  La batalla es intensa y espectacular, y la música de Giacchino refleja perfectamente ese caos y destrucción, donde irrumpe el tema de Nero por primera vez, añadiendo variaciones del tema central para las decisiones del padre de Kirk, mientras la acción musical fluye de forma agresiva e intensa.

LanzaderaEl corte tres, "Labor of Love", es una pieza impresionante, de gran belleza e intensidad dramática, para una escena magistralmente rodada (uno de los mejores prólogos de los últimos años), donde encontramos un excelente contrapunto musical y visual: siguen las escenas de batalla y destrucción, pero mientras el padre de Kirk se lanza hacia una muerte segura capitaneando en solitario el Kelvin, su mujer da a luz en una lanzadera espacial al futuro James Tiberius Kirk.

La escena, pese a la espectacularidad de la lucha, es bella y hermosa, alternando el parto con las escenas del padre preparando el asalto final, primando la belleza del parto y el drama del padre sobre la espectacularidad de las imágenes..

Giacchino opta por una música dramática cargada de intensidad, que se va construyendo magníficamente, alzando su crescendo en el momento en el que el Kelvin se estrella contra el Narada, renunciando a cualquier elemento musical de acción. Brillante.

"Hella Bar Talk" acompaña la escena de un joven y rebelde Kirk tras la pelea en el bar, con el motivo principal en clave reflexiva, para finalizar con una brillante percusión electrónica retomando el leitmotiv principal mientras Kirk se dispone a convertirse en cadete de la flota estelar.

Kirk

Y llegamos al Highlight del score junto con los "End Credits". Y no solo eso, estamos ante uno de los mejores temas compuestos para una película en tiempo, en mi humilde opinión. "Enterprising Young Men".

  Una emergencia en Vulcano exige que los jóvenes cadetes de la flota deban entrar en acción. Y Giacchino capta esa sensación de cosquilleo, de emoción y aventura con una brillante apertura de cuerda (donde dos secciones van trazando un motivo vibrante y enérgico, con ritmo ascendente) y un magistral acompañamiento de percusión, que juntos van construyendo un motivo que se convierte en una auténtica oda a la aventura especial, desembocando en un clímax musical antológico, con la explosión del tema principal cuando los cadetes ven al Enterprise suspendido en el espacio, sabia nueva para la peligrosa aventura que se cierne sobre la joven tripulación.

EnterpriseActo seguido, Giacchino introduce brillantemente el tema de Spock, vibrante y heroico, con la trompeta como principal instrumento conductor, para desembocar en un cierre apoteósico, donde tras nueva explosión del motivo principal, Giacchino cierra el corte con la friolera de nueve golpes orquestales, secos y en alusión al futuro peligro al que se enfrentará la tripulación.

  "Nero Sighted" (el avistamiento de Nero) es un corte de acción que tiene lugar a la llegada del Enterprise a Vulcano, donde la Narada ha destruido las naves de la flota estelar, tramando unas intenciones no poco nobles sobre los vulcanos. El tema de Nero suena con intensidad, y Giacchino nos ofrece música de acción marca de la casa: Percusión agresiva, unas fanfarrias de vientos inmensas (en especial las trompetas) y la sección de cuerda echando humo, todo ello con un ligero déja vú a la Goldsmith (de hecho, el tema de Nero es muy goldsmithtiano).

Fases de transición y baterías militares nos conducen a una parte oscura y tétrica para la presentación de Nero a la tripulación del Enterprise, quien exige que depongan las armas y le entreguen a su capitán, con una versión triunfal y maléfica del motivo del romulano como cierre del corte.

  "Nice to Meld You" es uno de los mejores cortes del compact de largo, y, curiosamente, solo unos escasos segundos del final aparecen en pantalla, una vez finalizada la fusión.

SpockGiacchino nos ofrece un corte dinámico y magistralmente compuesto para el momento en que un anciano Spock explica, a través de la fusión vulcana, el origen del conflicto actual, cuyo germen reside en la historia del romulano Nero. Giacchino nos ofrece un magnífico corte conducido por una magistral variación del motivo de Nero, donde cuerdas, percusión y vientos construyen un corte muy dinámico y vertiginoso, realmente vibrante.

  "Run and Shoot Offense" es un corte de acción de la casa, donde Spock y Kirk, pistola fáser en mano, se baten en persecución con los hombres de Nero. El corte es enérgico y con grandes dosis de acción a la Goldsmith (incluso durante un momento me viene a la mente cosas como Star Trek V) donde dos secciones de vientos juegan a perseguirse en el comienzo del corte, repitiendo el mismo motivo de acción una y otra vez, un recurso musical que da sensación de huida y persecución (el juego del gato y el ratón). En la parte final, Giacchino comienza a introducir tintes dramáticos y apocalípticos para la lucha final.

  "Does It McFly?" es el descubrimiento de una nave de origen Vulcano en el Narada. El motivo principal hace acto de aparición para los planes de acción que trazan Kirk y Spock, con aparición final de una variación del motivo de Nero.

AmenazaEl súper corte de acción es, sin lugar a dudas, "Nero Death Experience", donde Giacchino introduce masas corales para el combate final contra el Narada para salvar la Tierra. El tema de Nero, Spock y del Enterprise (Kirk) asoman durante todo su desarrollo, con los coros introduciendo una dimensión apocalíptica (en especial cuando se fusionan con las variaciones del motivo de Nero). La acción es frenética, con momentos espectaculares y crescendos musicales vertiginosos, resultando toda una auténtica lección de compositiva de lo que Debe ser un corte de acción.

  En el minuto cuatro y veinte, Giacchino retoma el motivo de "Labor of Love", algo que argumentalmente es un perfecto cierre en contrapunto a la apertura de la película, con una fase de transición musical que va in crescendo, hasta que el tema de "Labor of Love" explosiona finalmente (consumándose las venganzas de Kirk y Spock) y los acordes de apertura del motivo clásico de Alexander Courage aparecen.

  "Nero Fiddles, Narada Burns" es la resolución de la batalla, donde el motivo principal y los coros van preparando el cierre del corte, hasta que en el minuto y medio Giacchino nos ofrece una excelente resolución climática, con los coros omnipresentes, y el leitmotiv principal conduciendo el corte en clave heroica. En la película, el tema apocalíptico que escuchamos en la parte final del corte solo va acompañada de los coros, cargándose la parte orquestal.

  El breve pero intenso "Back from the Black" solo aparece en la película cuando explosiona el motivo central, cargándose la oscura fase inicial, llena de incertidumbre y tensión.

Spock"That New Car Smell" es el brillante epílogo musical, donde Giacchino nos ofrece una emotiva versión del tema de Spock a través del Erhu, una especie de violín oriental que ofrece unas connotaciones exóticas, casi como de otro planeta, pero que le confiere un toque melancólico y cálido, humanizando al personaje de Spock, a modo de brillante coda final.

El tema principal de Star Trek de Giacchino comienza a intercalarse cercano al minuto dos, tomando el control del corte, y tras una nueva y breve aparición del motivo de Spock, Giacchino nos ofrece un cierre final magistral y heroico, como mandan los cánones de Star Trek (en especial los trabajos de Goldsmith y Horner).

  El breve "To Bodly Go" es la antesala de los brillantes títulos de crédito finales, un homenaje a la serie clásica, que se prolonga en el explosivo comienzo de los "End Credits", donde me atrevo a decir, sin ningún género de duda, que Giacchino ha compuesto, y de largo, uno de los mejores cortes del presente año y de toda su carrera.

  Los coros arrancan para acompañar a la orquesta mientras Giacchino paga su debido homenaje (peaje obligado) a Alexander Courage con una brillante y magistral versión del tema clásico de la serie. Atención a los segundos 20 y 50, de auténtico infarto, como intercala un vibrante motivo de acción para seguir enlazando el tema. Pasado el minuto uno ofrece el nuevo motivo de Star Trek, cerrando la primera parte de la suite, de nuevo, con el tema de Courage, completamente apoteósico (un relevo generacional y musical).

Acto seguido, al inicio del minuto dos, introduce el motivo de Spock, primero a través del Erhu, en clave emotiva, siguiéndole una brillante fase de cuerda que es una auténtica delicia, a modo de rendición para el personaje Vulcano, añadiendo un magistral acompañamiento de coros. Y al minuto tres y medio, Giacchino nos lleva de nuevo a un auténtico frenesí musical, glorioso y bendito, con una explosión heroica del motivo de Spock, con las trompetas y los metales alcanzando cotas épicas que hacia tiempo no escuchaba en una banda sonora.

NeroLa siguiente parte de la suite comienza en el minuto cinco, donde Giacchino nos ofrece el motivo de Nero, magistral, donde una brillante percusión, la sección de cuerda y los vientos construyen una base musical magistral, sobre la que las trompetas trazan el motivo de Nero.

Cercano al minuto seis nos ofrece la parte final de esta gran suite temática, un auténtico festón musical donde nos brinda una versión aún más heroica y vibrante del "Enterprising Youg Men", donde el motivo de aventura de la fanfarria de cuerda (esa oda a la aventura de los jóvenes cadetes) y unos trompetazos ascendentes de auténtico infarto, dan paso al motivo principal de Star Trek, donde orquesta y coros vuelven a fusionarse magistralmente para alcanzar cotas épicas realmente apabullantes, con un magnífico cierre final.

Un Disco editado de 45 Minutos... para una partitura de... ¿casi el doble?

  La edición regular de Varese Sarabande recoge varios de los Highlights del score, pero no todos, dejándonos con un disco que se hace corto, aunque intenso en audición.

San Francisco

  El "Labor of Love", "Enterprising Young Men", "Nice to Meld You", "Nero Death Experience", "That New Car Smell" y los "End Credits" son en si ya una clara justificación para pillarse el disco de cabeza, sin pensar ni un maldito nanosegundo.

  Pero otros grandes cortes de acción o heroicos se han quedado en el tintero, quizás pasto de una futura Deluxe Edition de Varese Sarabande, donde podremos disfrutar de una edición completa de esta gran obra de Giacchino.

  Llama la atención la cantidad de música por bloques que se queda fuera de la película. Antes de la llegada al Enterprise, el tema del lanzamiento de la tripulación, momento en el que McCoy inocula una sustancia a Kirk para simular una enfermedad, se nos queda fuera, una brillante y rítmica variación.

ParacaidistasPerforadora

  Pero el premio gordo se lo lleva después del "Nero Sighted". Tras la llegada a Vulcano, se queda fuera la friolera de quince-veinte minutos. Primero, la lanzadera con el capitán del Enterprise camino del Narada, con una brigada en su interior para neutralizar la perforadora de Nero. Y acto seguido, la caída libre sobre la perforadora, la lucha sobre la perforadora donde Sulu nos demuestra su dominio del esgrima (gran momento musical, donde una percusión rítmica y agresiva reflejan la crudeza del combate) y el incidente en Vulcano.

  Después de eso viene el destierre de Kirk y la persecución que sufre por parte de unas grotescas y enormes criaturas, que tampoco encuentran reflejo en el disco, hasta llegar al "Nice To Meld You". Casi ná.

ScottyOtros momentos como el de Scotty yendo por las tuberías del agua, o la irrupción del Enterprise en Saturno se quedan sin score en el disco. Hablamos de que tan solo tres cuartos de hora de música aparecen editados cuando tenemos casi el doble de score en la película. Es mucho, demasiado.

  Pero no nos engañemos, al menos el disco contiene algunos de los mejores momentos y nos sirve como motón de muestra del gran trabajo compositivo de Giacchino.

  Esperando la completa, y contando desde... YA.

 

Where No Man Has Gone Before

  Un nuevo compositor escribe con luces de neón en la saga de Star Trek. No es momento de comparar los trabajos de todos los compositores (máxime cuando sigo creyendo que Goldsmith tocó el cielo en la saga con sus partituras, seguido de cerca por Horner), pero Giacchino ha dejado una impronta musical espectacular y soberbia, como debe ser.

  Estoy ansioso de volver a escuchar la música de Giacchino en Star Trek, de seguir deleitándome con la obra de este compositor para la saga. Y mientras espero Up y Land of Lost, seguiré disfrutando de Star Trek al máximo nivel, preparándome para ese pedazo de Suite que nos aguarda en el V Festival de Úbeda, momento que promete ser antológico.

  Larga y Próspera Vida a Star Trek, que goza de una excelente salud musical gracias al impresionante trabajo de Michael Giacchino.

Lo mejor: Todo, el matrimonio de la música y las imágenes es brutal, y hay escenas realmente antológicas, como el “Labor of Love” o el “Enterprising Young Men”.

Lo peor: La de música que se ha quedado fuera de la edición, y hablamos de mucha, así como las malditas comparaciones, lo cual deberíamos de evitar.

El momento: Me quedo con dos, que me pusieron los pelos como escarpias. “Enterprising Young Men” y los “End Credits”. Monumentales.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)
Carlos Mulas Hernández (Sr. M)

 
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