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Signs

Signs


Compositor : Howard, James Newton
Año : 2002
Distribuidora : Hollywood Records

Muy bueno
Tracklist:
  1. Main Titles (01:45)
  2. First Crop Circles (03:17)
  3. Roof Intruder (02:19)
  4. Brazilian Video (02:00)
  5. In The Cornfield (05:40)
  6. Baby Monitor (01:12)
  7. Recruiting Office (02:07)
  8. Throwing A Stone (05:35)
  9. Boarding Up The House (03:05)
  10. Into The Basement (05:19)
  11. Asthma Attack (03:57)
  12. The Hand Of Fate-Part 1 (05:34)
  13. The Hand Of Fate-Part 2 (03:37)

En la época de finales de los cincuenta, principios de sesenta, una serie mítica creció y se desarrolló no sólo dentro del género cinematográfico, sino en la forma de ser de un pueblo gigantesco, el americano. Niños por entonces, adultos ahora, influenciados por esas historias, todas con giros dramáticos impensables en su desenlace, decidieron escribir o dirigir, siguiendo los patrones de esas historias.

Me estoy refiriendo a Twilight Zone, aquí conocida como "En los límites de la realidad". La generación de la que hablaba recoge a grandes genios del cine de entretenimiento de los noventa, y puntales cinematográficos de la actualidad como Spielberg, George Miller, John Landis, Robert Zemeckis e incluso Peter Jackson (aunque éste siempre más rebelde que los correctos anteriormente citados).

El director de origen hindú M. Night Shyamalan es otro de los genios influenciados en mayor medida por estas historias de ciencia ficción - terror, y su corta filmografía así lo atestigua.

Un niño que hablaba con los muertos, siendo uno de éstos el protagonista del relato para sorpresa del espectador. Un ser humano que es irrompible y que no asume lo que realmente es, un superhéroe, con su inevitable contrapartida que todos conocemos al final.

Un cabeza de familia que pierde la fe, y un espectador que nunca se cree la existencia de extraterrestres, hasta que las señales son evidentes, todo reducido a un punto de vista familiar, y a la vez opresivo.

Tres argumentos sacados directamente de historias fantásticas, de giros argumentales en el ultimo segundo, de sorpresas desgarradoras sobre personajes humanos a más no poder.

Y qué decir de la música. Tal vez para las dos primeras historias, un tanto alejada del gran Bernard Herrmann, pero aquí, en Señales, más evidente que nunca, con una música sacada de la que hiciese el maestro para la serie de televisión ya comentada anteriormente.

James Newton Howard compone un tema principal perturbador, más propio de Psicosis que de Ultimátum a la Tierra (también de Herrmann, The Day the Earth Stood Still) con una reiteración de cuerdas de violines que llegan a recordar a Elfman o incluso a Christopher Young en la menospreciada The Gift (aquí Premonición). Unas letras que se forman a golpe de orquesta y que no necesitan de una animación infografica descomunal para mantener al espectador pegado a la butaca escuchando esa magnifica música.

El resto de la partitura se mueve a diferente temperatura. A veces calmada y cálida de temas de piano, que no dejan de enmascarar una cierta sensación de malestar, donde se busca más la construcción de una tensión directamente relacionada con la falta de información que nos da el director, salpicada con momentos más fríos y arrebatadores, llenos de tensión correspondiente a imágenes de información que sí da el director, de siluetas, de apariciones fugaces, de sonidos, pisadas, sombras, reflejos.

Si uno vibró con la película, que así fue mi caso, en una audición posterior de la banda sonora somos capaces de encrespar nuestros pelos del cogote con sólo pensar en varios momentos indispensables en la película por su indisimulada sutilidad (es increíble como este director es capaz de crear con algo sutil, reacciones gigantescas), y su total efectividad. Eso es prueba del buen trabajo de Howard, que describe las imágenes perfectamente, sin sacrificar la melodía, algo que parecen padecer muchos de los grandes compositores que son reconocidos como grandes.

Esos momentos son Roof Intruder, con una súbita subida de la orquesta en un primer momento, y sobre todo la aterradora, Brazilian Video, un corte que soy incapaz de escuchar solo, sin mirar a los lados de mi sillón. Todo a base de un sonido que mantiene la tensión de forma creciente hasta un revelador metal que nos deja a todos con una nueva silueta fugaz en nuestra retina, o en este caso en nuestro cerebro.

El leitmotiv que señalaba anteriormente, el de piano, podría referirse a las Señales directamente, al campo de maíz, tan efectivo como sugerente, y sobre todo, creador de una atmósfera indispensable en la película, algo ya de por si conseguido por una ajustada dirección y sobre todo una planificación de tomas que no deja nada al azar, con dos armas esenciales, que el director hindú sabe utilizar como pocos directores de la actualidad. Lo cerrado del cuadro, con lo que consigue una sensación de agobio a propósito, y mostrar lo que sólo le interesa a él, siendo eso tan fugaz y tan distante que provoca una evidente sensación de malestar. Así podemos llamar la atención de dos escenas, una en la que no pasa nada, la salida del sótano de nuestros protagonistas, con un Joaquim Phoenix que desaparece del cuadro después de subir las escaleras, dejando a más de uno con el pensamiento de un inesperado visitante atravesar el cuadro por algún lado (algo que gracias a Dios, y pensando en mi corazón, no pasó), y otra, cuando Mel Gibson coloca el televisor en el salón, con aquella figura acojonante reflejándose en la superficie de éste, algo que no hubiera tenido la misma efectividad si el director no hubiese cerrado el plano y los espectadores no hubiésemos sabido por donde podríamos identificar la amenaza.

La otra arma es la profundidad de las tomas, encontrándose en un plano que me gustaría destacar por encima de otros y que es uno de mis favoritos. Mel Gibson después de ver el maizal, y encontrarse con la pierna de un visitante inesperado, entra en la cocina de su casa donde se hayan en tres planos diferentes los personajes. En un primero su hermano viendo la tele, en otro él, en la mesa, y en otro más profundo, los niños limpiando los platos. Es normal ver dos planos de profundidad... pero tres, es algo a destacar, y siempre, recordemos, cerrando el cuadro, por lo que perfectamente a Joaquim Phoenix se le puede abalanzar una mano inesperada, con unas uñas demasiado grandes. Así se consigue una tensión difícilmente superable. Así es como un director sabe dirigir de forma magistral.

La banda sonora sin haber visto la película no deja de ser una composición brillante pero poco efectiva en el oyente. Es después de vibrar con ella, y sacar todas sus virtudes cuando el espectador puede llegar a sumergirse en una atmósfera enrarecida y a veces insostenible. Reconozco que no es una partitura que escucharía duchándome, sobre todo si estoy solo en casa.

Destacar los dos últimos temas de Howard, donde consigue sonoridades inmensas que sí son más propias de composiciones más espectaculares, o de momentos llenos de magnitud de composiciones anteriores para el director como es el caso de El Protegido, una partitura superior a ésta, debido claramente a diferentes estilos argumentales.

En definitiva estamos ante una nueva muestra del talento de Howard, que sin duda esta entre los tres compositores que más valoro de la actualidad, haciéndome indispensable la adquisición de su nuevo proyecto para Disney, El Planeta del Tesoro.

Lo Mejor: Su audición después de ver la película.

Lo Peor: No alcanza la alta cota de una obra tan conseguida como es El Protegido.

Los Momentos: Destacaría dos por ser tan diferentes, el tema principal, y Brazilian Video, simplemente escalofriante.

DDBSpawn

 
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