Pushing Daisies

Título en español: Criando Malvas
Compositor: Dooley, James
Año: 2008
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 74:27

No cabe la menor duda de que vivimos una época dorada en cuanto a series de televisión. Por supuesto, me refiero a las norteamericanas (con alguna excepción británica). Si esperábais alabanzas sobre cosas del estilo de "Los Hombres de Paco" o "El Internado", ya podéis dejar de leer por hoy, al menos hasta que cambien las tornas. En EE.UU., cadenas televisivas como la HBO y la Fox apuestan por nuevos horizontes, más allá de la típica sitcom, con los que captar cuota de audiencia por encima incluso de algunas producciones cinematográficas y sus lanzamientos en DVD y demás plataformas. Todo ello, en beneficio de los espectadores, que nos estamos encontrando con más de una joya.

Lamentablemente, no todas las nuevas series han contado de primeras con el beneplácito del público y la bendición de las audiencias. A pesar incluso de contar con unas estupendas premisas y una interesante puesta en escena. Tal es el caso de "Pushing Daisies", cuya primera temporada salió a la luz a finales de 2007, con una irregular trayectoria que, para más inri, fue incluso afectada por la famosa huelga de guionistas de Hollywood del pasado 2008. Pese a todo, puede que la citada huelga no fuera tan negativa para la serie, dado que la primera temporada se interrumpió tras la emisión del noveno episodio, justo antes de que los directivos de la ABC, la cadena que emite la serie, se plantearan cancelarla por los no demasiado altos índices de audiencia. Dicho parón permitió a los responsables de la serie replantearse la situación, y en el otoño de 2008, volvía con una segunda temporada en la que se ha garantizado la emisión de hasta 13 episodios más. Más allá de ahí, los fieles seguidores de la serie, aún insuficientes para la ABC, según se ve, tendremos que esperar nuevas noticias.

Pero, ¿qué tiene "Pushing Daisies" para captar a unos fans tan fieles, y al mismo tiempo, no resultar del gusto del público en general? Digamos que no es la típica serie americana, y que cuenta con algunos elementos que la hacen única, y que precisamente sean los motivadores de que no sea tan digerible por todo el mundo. Echemos un ojo al argumento y a los personajes principales. El protagonista de nuestra historia es Ned (Lee Pace, a quien hemos visto recientemente en "The Fall"), un tipo con un peculiar don: puede revivir con un solo toque a alguien que haya muerto. Pero con dos condiciones: No puede volver a tocarlo, o de lo contrario, morirá de nuevo, y esta vez, para siempre. Y sin embargo, y esto también es importante, si mantiene vivo a quien acaba de "resucitar" durante más de un minuto, otra persona del entorno morirá en su lugar. Truculento, ¿verdad? Pues imaginaos al pobre de Ned, cuando descubre su "habilidad" siendo sólo un niño, y se las tiene que ver y desear para averiguar, por las malas, las peculiaridades de su "talento".

En la actualidad, Ned trabaja como pastelero, cocinando unos deliciosos pasteles de fruta, con un sabor único e inimitable, el sabor que da la fruta recién "revivida" tras ser recolectada. Pero su don también está al servicio de Emerson Cod (Chi McBride, recordado por sus papeles en "The Frighteners" y "The Terminal"), un detective privado a quien ayuda a resolver casos de asesinatos misteriosos. Porque, ¿qué mejor que tener la posibilidad de preguntar a la propia víctima quién fue su asesino?

Pero esta fructífera relación entre pastelero y detective se verá afectada cuando, en uno de los casos que se les plantean, Ned revive a la que fue su amor perdido de infancia, Charlotte "Chuck" Charles (Anna Friel), a quien ya no podrá volver a tocar de nuevo, si no quiere sufrir las funestas consecuencias. La imposible relación amorosa entre Ned y Chuck es una de las grandes bazas de la serie, y la que más pasiones despierta entre sus fans. Y, sobre todo, la que más ampollas levanta para Olive Snook (Kristin Chenoweth, completando el cuarteto protagonista), la empleada de Ned en la pasteleria, secretamente enamorada de él, e incapaz de comprender la incapacidad de Ned para establecer una relación sentimental con nadie.

Aparte, tenemos, entre otros secundarios que irán apareciendo en el transcurso de la serie, a las tías de Chuck (interpretadas por Ellen Greene y Swoosie Kurtz), dos antiguas acróbatas acuáticas que ahora languidecen encerradas en su casa. También tienen sus propias historias y ocultan más de una sorpresa.

Tras la serie se hallan algunos nombres importantes, como el de su creador, Bryan Fuller (responsable también de otras atípicas series como "A Dos Metros Bajo Tierra" y "Tan Muertos Como Yo", así que no es de extrañar la temática de "Pushing Daisies"), y el de Barry Sonnenfeld, que ejerce las labores de productor ejecutivo y que además se encargó de dirigir personalmente un par de episodios, piloto incluido. La conjunción de ambos talentos consigue una estética un tanto peculiar y no exenta de encanto para la serie. Si bien hay bastantes escenas que transcurren en una funeraria o directamente en la morgue, y no todas las muertes a las que se enfrentan son precisamente plácidas, nos encontramos por otro lado en un mundo tremendamente colorista, que alterna entre los toques burtonianos de "Eduardo Manostijeras" y "Charlie y la Fábrica de Chocolate", con la especial magia del mundo de "Amelie" (unas reminiscencias que los mismos responsables no niegan).

Y, sin duda, parte del encanto que despide la serie y que atrapa al espectador corresponde también al apartado musical. El score corre a cargo del "remotecontrolero" Jim Dooley (con alguna ayudita de Blake Neely para el episodio piloto), y el tema principal te engancha desde el primer momento en que lo escuchas. No por nada su labor fue recompensanda en 2007 con un Emmy a la Mejor Banda Sonora. Una razón más para que los fans de la serie esperásemos ansiosos una justa edición de la banda sonora tal y como la que tenemos por fin ante nosotros.

El trabajo de Dooley cuenta con las características típicas de una composición para televisión. Pistas cortas (pese a la generosa y espléndida duración del CD), instrumentación acorde con un presupuesto ajustado, y lo que es más disfrutable, una amplia y rica diversidad de temas y melodías, que podamos asociar a personajes y situaciones concretas. Porque los seguidores de la serie saben muy bien que la premisa "pastelero y detective resucitan a una víctima de asesinato para resolver el caso" da mucho, pero que mucho juego, a juzgar por los peculiares argumentos de cada uno de los episodios de la serie. Atención al tono circense de "Bittersweet", a los toques militares de "Wilfred Woodruff's War", o a la peculiar versión del Cascanueces adaptada para las pistas "Victor Narrowmore" y "Change of Heart".

Si antes citábamos como fuentes de inspiración a Tim Burton y a "Amelie", en cuanto a la estética de la serie, justo es reconocer que dichas influencias también se ven reflejadas en el trabajo de Dooley. Pese a que resulta difícil evitar comparar algunos de los acordes con el estilo de Danny Elfman, el compositor ha manifestado más de una vez su contrariedad a su estilo para esta obra se compare con el del pelirrojo, y mantiene que lo que buscó fue asemejarse más al toque de Yann Tiersen para "Amelie". Aparte, no pueden ocultarse los toques típicos de la factoría Zimmer, que se aprecian especialmente en los golpes de efecto con que terminan muchas de las pistas (debido al "cliffhanger" con el que se cierra la escena a la que acompañan).

El CD, en sus casi 75 minutos de duración, recoge casi todos los momentos principales del score para los 9 episodios de la primera temporada. Encontramos motivos fácilmente asociables a los personajes. Por ejemplo, el tema principal, escuchado al final del "Main Title", es el que suele venir asociado no sólo a Ned, sino también a la particular relación que mantiene con Chuck. Chuck cuenta también con su propio tema, una dulce melodía que podemos encontrar por ejemplo en pistas como "Chucky Bees". El joven Ned, del cual vamos descubriendo más sobre su pasado, por medio de medidos flashbacks, cuenta con otro reconocible motivo, como es el caso de "Young Ned's Dissection" (a más de uno esta divertidísima escena le recordará a "E.T."). Incluso, el huraño Emerson Cod cuenta con un tema más caricaturesco, al que acompañan unos chasquidos de dedos. Tenemos una muestra del mismo en pistas como "Emerson and the Bitches".

Quizás, la única pega que le pueda poner al score es la distribución que se ha seguido para situar las pistas, que hace difícil situarlas con respecto al orden de emisión de los episodios. Pero éste es un mal menor, desde el momento en que el disco completo es disfrutable de principio a fin. Incluidas, y especialmente, las tres canciones que aparecen situadas al principio del CD. Ninguna de las canciones es original, pese a contar con arreglos de Dooley para la ocasión. Y cualquier reticencia que pudiéramos albergar por su inclusión, y más al principio del disco, se esfuma en cuanto las escuchamos, adaptadas como están al estilo del resto de la música. "Morning has Broken" es una conocida canción cristiana, que aquí es interpretada por Ellen Greene. Por cierto, ¿os suena la voz de la actriz? Quizás sea porque la recordéis como Audrey en ese fantástico musical que es "Little Shop of Horrors". "Hopelessly Devoted to You", interpretada en un hilarante número musical por Kristin Chenoweth, está tomada prestada de "Grease". Y también merece la pena destacar el dueto que se marcan ambas en "Birdhouse in Your Soul", uno de los grandes éxitos del grupo de rock They Might Be Giants.

Muchos Bothan han muerto... esto, quiero decir, mucho hemos tenido que sufrir los aficionados para tener por fin delante esta edición, a cargo de Varese Sarabande. Pese a que la primera temporada terminó a principios de 2008, los continuos problemas que ha experimentado la serie, por la ya citada huelga de guionistas y por sus poco convincentes índices de audiencia, prolongaron en exceso el lanzamiento del disco. Incluso cuando por fin éste se anunciaba para finales de Octubre de 2008, coincidiendo con el lanzamiento en DVD de la primera temporada de la serie, Varese tuvo que prorrogar hasta dos y tres veces el lanzamiento del disco, por culpa de ciertos problemas con los derechos de autor derivados de la inclusión de las canciones de la Chenoweth, por el contrato en exclusiva que la actriz y también cantante tiene con Sony. Hasta que por fin, como el turrón, el disco llegó a casa por Navidad. ¿Ha merecido la pena? Desde luego.

¿Qué va a ocurrir, ahora que se sabe que la serie no se prolongará más allá de decimo tercer episodio de la segunda temporada? Esta suspensión está afectando incluso a la edición castellana de la serie en DVD, que también se ha visto prorrogada (algunos afortunados tuvieron la suerte de seguir la emisión por Canal+, bajo el título de "Criando Malvas"). Y nos vamos a encontrar con que toda la música escrita para la segunda temporada puede quedar injustamente olvidada en el baúl de los recuerdos, salvo que Varese nos sorprenda con un segundo volumen. Por mi parte, espero que así sea.

Lo mejor: El marcado toque mágico, de fantasía de cuento de hadas, de la música en general, y, sobre todo, poder contar por fin con la merecida edición oficial del score.

Lo peor: El pesar causado por la incertidumbre de que pueda quedar música sin editar en sucesivos volúmenes.

El momento: Imposible rescatar un único momento que resuma el total del disco, debido a la riqueza temática del mismo y a lo divertidas y entrañables que resultan muchas de las pistas. Pero por recomendar algunas, citaría "Young Ned's Dissection", "Chucky Bees" y "Victor Narrowmore", junto con la simpatiquísima versión de "Hopelessly Devoted to You", a cargo de Kristin Chenoweth.

Bac Hylon