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Mision imposible III

Mission: Impossible III


Título en español: Misión imposible III
Compositor: Giacchino, Michael
Año: 2006
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 64:17

Bueno
Tracklist:
  1. Mission: Impossible Theme (00:52)
    Composed by Lalo Schifrin
  2. Factory Rescue* (04:14)
  3. Evacuation (02:46)
  4. Helluvacopter Chase* (03:12)
  5. Special Agent Lindsey Farris (02:45)
  6. Ethan and Julia (01:23)
  7. “Humpty Dumpty Sat On a Wall”* (05:53)
  8. Masking Agent (03:38)
  9. Voice Capture (02:40)
  10. “See You In The Sewer” * (01:42)
  11. Davian’s Brought In (02:04)
  12. Bridge Battle (04:10)
  13. Davian Gets The Girl (02:41)
  14. IMF Escape (02:42)
  15. Disguise The Limit (03:21)
  16. Shang Way High* (03:37)
  17. The Chutist* (01:58)
  18. Hunting for Jules* (03:53)
  19. World’s Worst Last 4 Minutes To Live (04:08)
  20. Reparations* (03:33)
  21. Schifrin and Variations* (03:05)
  22. Bonus Track - Not appearing in the film. Contains the original demo track which was written and recorded by the composer in November 2005

  23. *Los mejores temas

Serie Misión imposibleVoice On Recording: This tape will self-destruct in five seconds. Good luck, Jim.

En los años 90 Hollywood decidió que un buen remedio para la sequía de ideas era adaptar al cine célebres series de televisión. Por supuesto que con anterioridad existían ejemplos de series que habían dado el salto a la gran pantalla, pero en los 90 esta práctica se multiplica exponencialmente, con resultados diversos.

Uno de los seriales de espionaje más populares de la televisión norteamericana era Mission: Impossible, así que era cuestión de tiempo que el ejecutivo de turno tuviera la genial idea de versionar en cine dicha serie. Creada por Bruce Geller en 1966, estaba protagonizada, entre otros por Peter Graves, Greg Morris y Martin Landau, y se emitió hasta el año 1973, cosechando un gran éxito y varios premios, incluidos 3 Golden Globes, 6 Emmy y un Grammy.

El tema principal fue compuesto por el legendario Lalo Schifrin, y puede contarse entre los más famosos compuestos para series de televisión. La música de los diferentes episodios también es mayoritariamente de Schifrin, aunque hubo colaboraciones de otros prestigiosos compositores como Jerry Fielding, Robert Drasnin y Gerald Fried.

Como introducción al score compuesto para la tercera aventura cinematográfica de Mission: Impossible, compuesta por Michael Giacchino, repasaremos los filmes y la música de esta saga, en el que cada eslabón es diverso, único y con personalidad propia.

Primera misión: Brian DePalma. Lo que la verdad esconde.

Además de un actor notable a ratos (aunque completamente insoportable en otras muchas ocasiones), Tom Cruise es un avispado productor y debió ver un buen vehículo de lucimiento personal en la adaptación de la serie creada por Bruce Geller, convenciendo a su socia Paula Wagner y al estudio al que estuvieron vinculados como productores hasta hace unos años, Paramount, para que incluyeran dicho proyecto en la parrilla de blockbusters para el verano de 1996.

Misión imposibleSeguramente convencidos por el excelente trabajo que el mítico Brian DePalma había llevado a cabo en la traslación a la pantalla grande de The Untouchables producida por la propia Paramount, se encargó al director de Carrie la adaptación de Mission:Impossible.

El guión del film había sido escrito por el barroco David Koepp y el veterano Robert Towne, basado en una idea de Koepp y el director/guionista Steven Zaillian, y presentaba al equipo de Jim Phelps (interpretado en el film por Jon Voight y en la serie por Peter Graves), liderado por el intrépido Ethan Hunt (Tom Cruise, encarnando a un personaje inexistente en la serie) enfrentándose a las consecuencias de una misión que termina siendo un desastre, provoca la muerte de la mayoría del equipo de espías y pone en el punto de mira de la Administración estadounidense al propio Hunt, que es visto como un traidor y que se verá obligado a demostrar su inocencia.

Lo cierto es que el guión del filme, tramposo y manipulador como pocos, es una de las bazas de la película (magistral la escena en Victoria Station, en la que el relato de unos hechos por parte de uno de los principales protagonistas del film se nos muestra en imágenes no concordantes, que reflejan las sospechas de su interlocutor, quien no es otro sino Hunt), al que el gran Brian DePalma  saca todo el jugo posible, con su estilo inquieto y deliciosamente recargado, consiguiendo unos pasajes de brillante suspense y unas hiperbólicas secuencias de acción finales, que rompían de forma salvaje con lo visto hasta entonces en el film.

Además, la producción contaba con un ajustado reparto internacional, en el que destacaban los franceses Emmanuel Béart y Jean Reno, así como Ving Rhames, Kristin Scott Thomas o Vanessa Redgrave. A la postre,  el film se ha convertido con el tiempo en un clásico moderno y en él encontramos una de las mejores películas de acción de los noventa, y sin duda una de las más originales.

Dicen las malas lenguas que la relación de Cruise y DePalma durante el rodaje distó lo suyo de ser idílica, sobre todo por el afán del productor de controlar el film que además protagonizaba, y ello se tradujo en una producción y postproducción más o menos convulsa, y como no,  una de las víctimas del ambiente enrarecido fue el compositor inicialmente asignado al proyecto, Alan Silvestri.

La música del autor de la partitura de Back To The Future, que más tarde hemos podido recuperar en compactos de dudosa procedencia, estaba totalmente orientada a la acción, usando música electrónica y guitarra eléctrica y se caracterizaba (al menos en la parte que Silvestri grabó y se incluye en los referidos CDs, ya que parece ser que el músico nunca llegó a grabar la partitura completa) por no usar ni una sola vez el tema de Lalo Schifrin. No obstante, sí compuso un tema principal para el film, sospechosamente parecido a Nixon del maestro  John Williams. (Tenéis una reseña de esta partitura en el siguiente enlace)

Misión imposible coverEn fin, el trabajo de Silvestri no agradó al productor Mr. Cruise, que se dejó recomendar por su entonces esposa Nicole Kidman, a un Danny Elfman que acababa de poner música a To Die For de Gus Van Sant.

El trabajo de Elfman, aunque lejos de ser su mejor partitura, es más que notable, a pesar de contar con un plazo más que ajustado para la entrega del score, y combina los temas atmosféricos y de suspense, con recios motivos de acción compuestos para la traca de fuegos artificiales final made in DePalma. Uno de los highlights del score (seguramente también para el compositor, que lo incluyó en el segundo volumen del recopilatorio Music For a Darkened Theatre) es el corte “Looking For ‘Job’”, que ilustra la búsqueda de pistas por parte del protagonista, mediante una suave melodía para orquesta y coro, aunque no exenta de ritmo.

El compositor de Batman sí usa el tema principal de Schifrin en su composición, y además integra sutilmente en el score no sólo este motivo sino también el vibrante tema The Plot también compuesto por el genial músico argentino, igual que hará Michael Giacchino en su score para M:I III.

En conclusión, una  partitura de contrastes (que, en palabras del propio autor, va “de lo ligero a lo contundente”) que sirve a las imágenes a las que complementa y que destaca por su refinado trabajo de percusión, que parece presagiar otras obras posteriores de Elfman, como Planet Of The Apes.

Segunda misión: John Woo. Palomas encadenadas.

Para la segunda de las misiones de Ethan Hunt estaba claro que Mr. Cruise no iba a contar con el genio de Brian DePalma, que cometió el error de estar más preocupado de hacer una buena película que de fabricar un producto taquillero o de filmar primeros planos bonitos para lucimiento de la caprichosa estrella. El protagonista de Top Gun debió pensar que quedaría muy cool contratar a un director oriental como John Woo, que para entonces ya había hecho sus pinitos en el cine americano, con las rutinarias Hard Target y Broken Arrow y la divertidísima e imposible Face/Off. Y como en la segunda de las cintas indicadas, el director de Hong Kong recurriría al alemán Hans Zimmer para que compusiera la música de esta nueva, Mission: Impossible.

Misión imposible 2El trabajo de Woo se caracteriza por contener todos sus tics y muletillas – mucha gente apuntándose entre sí en medio de palomas blancas que cruzan volando la pantalla- y solamente alguna de sus virtudes, en cuanto a la planificación visual, aunque perdiendo por goleada frente al maestro De Palma. No solamente se echó de menos en esta secuela al director de Obsession, sino que también hubo que lamentar la ausencia en el guión de David Koepp. Esta vez el guión fue escrito en solitario por el antaño fabuloso Robert Towne, que perpetró un descafeinado y delirante pseudo-remake de Notorious del maestro Alfred Hitchcock.

La película por supuesto fue protagonizada por Tom Cruise a.k.a. Mr. Producer, que se rodeó de un ecléctico reparto formado por la guapísima Thandie Newton, y sosainas como Dougray Scott y Richard Roxburgh. Repitiendo papel encontramos a Ving Rhames y el papel de  comandante de la misión recayó en un Anthony Hopkins en horas bajas, que sin embargo protagoniza el momento más divertido y destacable del desaguisado, cuando entre las “típicas” fallas y hogueras de la Semana Santa sevillana, remarca cuánto nos gusta a los españoles, quemar a nuestros Santos –o algo por el estilo-.

En fin, pasando a la música, el score de Hans Zimmer fue criticado en su momento, por el escasísimo uso del tema de Lalo Schifrin y la falta de sinfonismo de la propuesta, más bien concebida como una suerte de jam session entre amiguetes (ahí están, entre otros Klaus Badelt, Nick Glennie-Smith y Jeff Rona). Se trata de un score rockanrollero, que prima la utilización de los sintetizadores, guitarras eléctricas y bajos, casi al cien por cien orientada a la acción, pero con algunos momentos de respiro y tranquilidad, que a la postre se convierten en lo mejor de esta composición, destacando el uso de la magnífica voz de Lisa Gerrard y sobretodo el precioso tema para guitarra española, que se encarga de tocar Heitor Pereira.

Y con ello llegamos a la tercera Mission: Impossible. Y ya suele decirse que a la tercera va la vencida…
Tercera Misión: J.J. Abrams. Imposible, pero cierto, el mejor film de acción de la década.

Durante varios años la idea de desarrollar una tercera parte para la franquicia quemaba en las oficinas de Cruise/Wagner, la productora de Tom Cruise junto a su socia Paula. Las ideas y ofrecimientos de un buen guionista y director con futuro, como Joe Carnahan, convencieron en un principio, pero el guión prometido no llegaba, y cuando al fin lo hizo no cumplió las expectativas, se retrasaba la pre-producción para arreglar aquello, y Carnahan desistía para dedicarse a proyectos más personales, o esa fue la explicación oficial que hería lo menos posible a todas las partes, porque las reuniones de trabajo entre productores y director/guionista parecieron querer recordar a los amigables encuentros entre griegos y troyanos hace ya unos cuantos siglos.

AliasPero tal como en ocasiones surgen las cosas más afortunadas, por casualidad, Mr. Cruise pidió para un fin de semana de relax que le consiguieran unos Dvds de algo realmente entretenido,  porque iba a pasarse un par de días sin preocupaciones de ninguna clase y quería relajarse con algo que le hiciera aislarse ese tiempo. Y Wagner le pasó los packs de las primeras temporadas de una serie titulada …

Alias.

El resto es ya conocido, Cruise quedó maravillado por las tramas de espías, dobles agentes, conspiraciones, acción adrenalínica, triples agentes, localizaciones a lo largo de todo el mundo (al menos aparentemente, ya que todo se rodaba en California, aunque conseguía dar la impresión de justo lo contrario), cuádruples agentes, … ,  y unos personajes, que nos conquistaban y hacían que empatizáramos con ellos, y nos emocionáramos, dentro de una serie de acción que conseguía dejarnos sin aliento ante cada nueva misión de la agente Sydney Bristow & company, episodio tras episodio.

Y por supuesto, un productor como Cruise, que otra cosa no, pero sabe lanzarse al vacío sin red, si considera el riesgo, merecedor de un saludable intento, contactó con el creador y alma mater de la serie, J.J. Abrams. En tres semanas, ambos estaban trabajando en el guión de Mission: Impossible III, junto a los habituales guionistas de Abrams, Alex Kurtzman y Roberto Orci. Su objetivo, crear un nuevo film de la saga que fuera un hito en el cine de acción moderno. A fe mía que lo consiguieron.

La narración, al habitual modo Alias, comenzaba con una escena de impacto, que era cortada en su momento álgido, para retrotraernos en un flash back al pasado, y narrarnos durante el film cómo se llegó a esa situación. Y el cómo, es una experiencia arrebatadora, de tensión, emoción, y apabullante acción desaforada, que deja casi sin aliento en más de una ocasión en espera de ver cuál será el siguiente paso en la misión. Destaca por primera vez, con tanta intensidad, el espíritu de equipo de la Fuerza Misión Imposible, el comando con el que el agente Ethan Hunt realiza sus “encargos”. Realmente estos agentes se preocupan por el compañero, luchan con él y por él, sin importar la dificultad inabarcable de la misión, algo que se echaba de menos en otras entregas, donde todo era un nido de traidores de magnitud cinco (aunque esta tercera misión guarda algunas sorpresas en la recámara en este aspecto, excelentemente conseguidas a efectos de guión). Y la estructura de la trama, cómo se implica al espectador con los personajes, con J. J. Abramsayuda de las muy consistentes interpretaciones de todo el elenco, cómo cada escena de diálogo está perfectamente pautada dentro de la narración, cómo crece en el espectador la angustia ante lo que sabemos va a ocurrir, cómo el agente Hunt nos lleva en un viaje sin retorno de inquietud y desasosiego ante unos retruécanos dramáticos que se complican hasta lo, nunca mejor dicho, imposible.

Y cómo asistiremos a un viaje por medio mundo, de Washington a Florida, de Los Angeles a Italia, del mismísimo Vaticano hasta Shanghai y sus “pendulares” rascacielos, que a punto está de llevarnos al infarto, tras escenas memorables que pasarán a la historia del cine de acción, como la batalla con misiles, aviones y helicópteros en la autopista sobre el mar (tan impresionante y apoteósica como una similar en la grandiosa Mentiras Arriesgadas), el asalto en inferioridad a una fábrica terrorista en Alemania, una operación de tiralíneas en la Santa Sede, o un salto asombroso al vacío, sin distancia de paracaídas en pleno centro de una de las urbes más tecnológicamente avanzadas de Oriente.

Sólo una pega cabe ponerle al sobresaliente resultado, como Buñuel ya nos dejara sin saber que había en la cajita en Belle de Jour, o Tarantino nos escamoteara el contendido del maletín que debían recuperar Jules y Vincent, Abrams nos deja con la miel en los labios, ante la verdadera condición de “La Pata de Conejo”.
¿Saben una cosa?, ni falta que hace saberlo, el viaje es lo importante.

Michael rinde tributo a Lalo Schifrin, Giacchino realiza un despliegue de tensión y acción desaforada apabullante. La música de Mission: Impossible III.

“Su misión, si decide aceptarla …”

Una partitura con el título de Mission: Impossible no sería la misma sin un elemento esencial, la mítica melodía, que el no menos mítico Lalo Schifrin compusiera en los sesenta para una serie de televisión, cuya mejor definición me haría aplicar una tercera redundancia.

GiacchinoDanny Elfman la empleó con inteligencia en la primera entrega, Hans Zimmer le proporcionó un tono rockero y una fuerza notable en la segunda, y Michael Giacchino no podía sino rendirle tributo dentro de su composición, en la tercera. Pero el compositor, no sólo le rendiría homenaje, así como al Maestro (“Schifrin & Variations”), sino que le aportaría su toque, para hacer de su versión del tema original, algo inseparable de Mission: Impossible III

Cada vez que oigamos el inmortal tema, en esta tercera percibiremos una ligera variación en sus notas principales, una agitación superior en su tempo inyectando una mayor dosis de épica y adrenalina si cabe a la gloriosa melodía original. Las rendiciones de Giacchino al motivo central de la saga tienen lugar en contadas ocasiones, consiguiendo que se incremente la expectación y la emoción con ello, ante cada nueva aparición. Desde los breves títulos de inicio, ya con la variación (“Mission: Impossible Theme”), no lo volvemos a encontrar hasta “Humpty Dumpty Sat On a Wall”, “Masking Agent” en su conclusión (tras un preceptivo y logrado ejercicio de suspense musical que deriva en el motivo), y sus consecutivos “Voice Capture” y “See you in the Sewer”, donde obtenemos la más pasional y entregada, si bien brevísima, rendición al tema made in Schifrin dentro del film. Por último, el más completo tributo se encontrará en la Suite final, ya en los Títulos de crédito de cierre, donde Giacchino aplica todo su buen hacer a entremezclar sus variaciones con el Mission Impossible Theme, haciendo crecer éste, hasta culminar en un orgiástico fin de fiesta orquestal que sirve de despedida a la composición y al film.

En cuanto a la partitura original propiamente dicha, el compositor se mueve por los terrenos de la acción y la agitación continua, siguiendo los movimientos de sus personajes con precisión de cirujano, llevando al espectador en volandas a la emoción, catapultando la espectacularidad de las misiones y las trampas encadenadas a un nivel superior, y consiguiendo un trabajo redondo en su conjunto. Aunque quizá la forma en que la partitura está creada lleve a minusvalorar este trabajo, los continuos ostinatos con diferentes instrumentos y el apoyo de la orquesta son el recurso fundamental, y es escasa la presencia de motivos para personajes o acciones, sin embargo, la variedad de los recursos, la solvencia con que se resuelven la totalidad de las escenas y la soberana lección de ritmo incesante sin flaquear nunca que la obra consigue, no nos hace sino darla una alta valoración.

Misión imposible 3La película está dividida en continuas set pieces, intercaladas por escenas de diálogos que otorgan la debida pausa a la trama, y evitan infartar al espectador por las implosiones de adrenalina que las primeras suscitan. Para cada una de estas set pieces, Giacchino crea un ostinato diferente, que va creciendo y abarcando todo el espectro sonoro conciliando toda la tensión de las escenas musicalmente. Ejemplos tenemos en el inicial “Factory Rescue”, en el que tras el homenaje del compositor al tema clásico de Schifrin, “The Plot”, la acción y la primera misión se desata (escuchar el tema a partir de los 50 seg.,  y especialmente a partir del 1:23). Para la siguiente misión imposible, y la infiltración en la Santa Sede, Giacchino recurre a un efecto de conteo de segundero de reloj (gran idea por cierto, al lograr un efecto subliminal), con un ligero recordatorio al tema de la serie, pautado por un nuevo ostinato, esta vez al piano, de fondo, con el apoyo de la orquesta en primer término (atentos a partir del 2:45, donde al piano le van sirviendo de contrapunto solos de diversos instrumentos, hasta encontrar la connivencia de la orquesta al completo).

A partir de ese instante las escenas son más secas, las acciones más decisivas, y tiene lugar uno de los instantes claves que llevará la trama a un punto sin retorno. Es ahí donde Michael abandona ligeramente la diversión y el desenfado que pudiera tener la música de acción, y ésta se torna más seca y salvaje si cabe:

-“Bridge Battle”; en la que un nuevo y diferente ostinato nos lleva a la descripción de un ataque indiscriminado, del que no hay huida posible. Sin embargo, los héroes harán su aparición en el momento más desesperado, la orquesta se concentra en los metales para crear una atmósfera de tensión irrespirable, en un crescendo formidable, que da paso a un juego entre las trompetas y a la entrada de unas intrigantes cuerdas y un arpa que nos llevan a …

-“Davian’s Get The Girl”; nuevo ostinato, nuevo y ondulante juego metales y cuerdas, en un hipnótico tour de Force cuasi terrorífico, que culminará reflejando musicalmente los desesperados intentos de Ethan Hunt por evitar que todo su mundo se venga abajo al fracasar en su objetivo (atentos a partir del 1:52 al crescendo de los metales, con el contrapunto de las cuerdas, a la vibración que consigue en el ánimo del oyente, y a la conclusión del tema, que me recuerda levemente al tema de amor de Alex North para Espartaco), dando paso a …

Misión imposible 3 imagen-un comienzo de suave e hipnótica percusión metálica, que nos conduce al tema de Giacchino para Ethan Hunt, “IMF Escape”, que brillará con luz propia a partir del 00:59, cuando el agente logra burlar las extremas medidas de seguridad (con algo de ayuda de sus amigos, que dirían Los Beatles) de las instalaciones de la Fuerza Misión Imposible, y enfrentarse a su destino en ..

-“Shangh Way High”, donde de nuevo la brillantez para la acción del compositor encuentra otra piedra de toque. El movimiento pendular imposible de Mr. Hunt encontrará un soberbio refrendo musical en un nuevo ostinato in crescendo con apoyo en la percusión (desde el 2:16), para culminar en un epopéyico motivo para el salto al vacío del protagonista y la eliminación del enemigo para acceder a sus instalaciones, antes de …

-saltar en paracaídas por debajo de la altura mínima de apertura, “The Chutist”, momento en el  que Giacchino amplia el tema anterior añadiendo una antológica percusión exótica (1:09), para el momento de mayor peligro. La tensión es inabarcable, pero aún nos queda el fin de fiesta musical …

- de “Hunting for Jules”, donde el compositor echa el resto para concluir su porcentaje elevadísimo de escenas de acción en este film. Recurriendo a su hipnótico motivo para una situación insostenible de tensión (ya presente en “IMF Escape” por ejemplo), este muta en un nuevo tema de acción, percutante, agitado, sobreexcitado, hipervitaminado, extasiante, llevándonos en volandas, en ese momento el film nos tiene en sus manos, la música nos hace ser Hunt, nuestro corazón bombea a la misma velocidad que el suyo, nosotros somos ya del equipo. El motivo concluye en su interacción de cuerdas agitadas y metales furiosos, conduciéndonos a la guarida del villano, y al final de todas las cosas (que diría Gandalf).

Imagen Misión imposible 3-“World’s Worst Last 4 Minutes To Live”, percusión, sección de violines en primer término dando el do de pecho, una orquestación más propia de Lost (otro trabajo de Giacchino, el cual por cierto, ya ha creado escuela en la composición de música para la televisión), y un final lleno de notas alargadas, percusión, trombones, cellos, en un mix de calculado efecto, hasta que Hunt consigue, como no, culminar su misión más imposible, vencer a la muerte.
La partitura regresa a terrenos ya transitados en la presentación del tema de amor de “Ethan y Julia”, en “Reparations”, éste una vez más, totalmente dentro del estilo compositivo de la serie Perdidos, pero no exento de una notable belleza y capacidad de llegar al oyente/ espectador. Notas al piano, arpa, violines llenando de lirismo el espectro sonoro, magia sinfónica en suma, para despedir la obra y sumergirnos en los End Credits

Donde como ya hemos indicado, Giacchino demuestra una vez más su amor por el tema clásico de Lalo Schifrin aportando su personal touch, y dejando abierta la posibilidad de una nueva entrega, en la que el nuevo agente asignado a la Mission Impossible Force, tendrá por delante una ardua tarea, para estar a la altura de sus predecesores …

“… este mensaje se autodestruirá en cinco segundos. Buena Suerte Ethan”

Lo mejor: El ritmo de mil demonios al que partitura y película se mueven y desarrollan, que no deja respiro por la intensidad de los pasajes de acción, lo trepidante y emocionante del conjunto y por una vez, la empatía que sentimos por los personajes, consiguiendo sus responsables, J.J. Abrams  y Michael Giacchino, que nos sumemos a su causa, sin remisión. La variación que el compositor aplica al tema clásico de Lalo Schifrin para la franquicia (soberbia nueva orquestación), y sobre todo la forma en que entramos en la nueva misión del  agente Ethan Hunt, la adrenalina pura de “Factory Rescue”.

Lo Peor: Que la montaña rusa de diversión, excitación y aventura que la partitura logra a raudales, tenga un final.

El momento: Señalaremos tres, la sacudida de estar al fin de verdad, dentro de una auténtica misión imposible, en el corazón mismo del peligro, “Factory Rescue”, la sensación de urgencia y emoción absorbentes de “Hunting for Jules”, y la diversión y savoir faire del buen cine de espías de toda la vida (con retranca en su título), “Humpty Dumpty Sat On A Wall”. Michael Giacchino, keeping us all time high!.

David Saiz & Asier G. Senarriaga

 
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