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Mad Max III: Beyond Thunderdome

Mad Max III: Beyond Thunderdome


Título en español: Mad Max III: Más Allá de la Cúpula del Trueno
Compositor: Jarre, Maurice
Año: 1985
Distribuidora: Capital Records-Emi
Duración: 44:31

Muy bueno
Tracklist:
  1. We Don’t Need Another Hero (Thunderdome) (06:07) (Performed by Tina Turner)
  2. One of the Living (05:58) (Performed by Tina Turner)
  3. We Don’t Need Another Hero (Thunderdome) Instrumental (06:30) (Performed by Tina Turner)
  4. Bartertown (08:27) (score)
  5. The Children (02:12) (score)
  6. Coming Home (15:12) (score)

  El salto de la saga de Mad Max al mercado norteamericano era cuestión de tiempo, y los nombres de Mel Gibson y George Miller comenzaban a brillar con luz propia en el firmamento, aunque sería Mel Gibson quien se llevase la mejor parte.

Mad Max IIIEl salto también produjo una curiosa y llamativa desviación; mientras que la nueva entrega se volvía más comercial, la creación musical se desvinculaba de un fascinante Brian May (no confundir con el guitarrista de Queen), cuya aportación musical era salvaje y agresiva, para llamar a las puertas del siempre magistral Maurice Jarre, cuya mejor aportación es algo que el bueno de Brian May no reflejó en sus partituras; un rayo de luz y esperanza con el motivo de los niños, aunque también la nueva entrega lo permitía, cosa que las dos anteriores no.

  A continuación, os proponemos un breve recorrido por la historia cinematográfica de una de las mejores sagas del cine fantástico-postapocalíptico.

Mad Max: Breve historia de un mito.

Para cada generación existe una década en la que el cine genera una serie de películas, que al margen de su calidad artística, se vuelven míticas. En realidad el cine no es más que una de las formas más recientes que tenemos de transmitir los mitos. Mi generación encuentra la mayoría de esas películas en los años 80, y de entre todas las historias y personajes de esa época, siempre hay uno que nos viene a la cabeza: Max.

El personaje y las películas crearon escuela, y se transformaron en mitos, ya desde el comienzo de la trilogía. "Mad Max" entró en la categoría de mito moderno en su primera aparición en 1979, donde al estilo del clásico Hércules, perdía a su familia de una forma trágica y sangrienta. Un héroe, un protector de inocentes, guardián de la ley, luz en la oscuridad de una sociedad decadente, corrupta y violenta, fiel reflejo de los años en los que está rodada, y por qué no decirlo, también de los años que vivimos. Max era todo eso, pero también un hombre, alguien que solo trata de ser feliz en el mundo que le ha tocado vivir, y como tal (como nos pasaría a casi todos), su tragedia le lleva a renunciar a una parte de sí mismo, la parte más humana, dejando libre una especie de locura que todos llevamos dentro, que no tiene límites en lo destructiva y devastadora que puede ser. Si algo nos enseña Mad Max es que al final ningún acto queda impune... mientras haya alguien como él.

Mad Max Mad Max II

La violencia explícita y bastante salvaje de esta película, junto con ese toque fascista de donde-la-ley-termina-comienza-la-justicia y cuando-la-justicia-no-es-suficiente-aún-queda-la-venganza, no impedían que nos identificáramos con el héroe, entre otras cosas por la buena interpretación de Mel Gibson, que se abría un hueco en las pantallas de todo el mundo con este personaje.

El otro gran gancho era el estilo de road movie de Mad Max (Salvajes de la autopista en algunos países), con impresionantes escenas de acción en carretera a gran velocidad y en el fondo de cada fotograma el paisaje semidesértico y decadente de una Australia interior bastante desconocida para el público en general.

En 1981 todas esos elementos, regresaron a la pantalla convertidos en una película de acción postapocalíptica. El cine fantástico convertía a Max en uno de sus personajes fetiche en "Mad Max 2: El Guerrero de la Carretera". El mundo tal como lo conocemos ha estallado, literalmente. La tan temida guerra nuclear ha devastado las ciudades, dejando un puñado de supervivientes dispersos por el desierto (ahora sí, la verdadera Australia de naturaleza devastada y desierta), un lugar donde no existe futuro para sus habitantes.

Max y su perro

Los guionistas sitúan a uno de los últimos grupos civilizados, bajo el asedio de una banda de violentos, carentes de toda moral que codician el tanque de gasolina que supone la última esperanza de los supervivientes de alcanzar la costa, supuestamente un paraíso en comparación con donde están. Max se ve envuelto en la lucha de los supervivientes muy a su pesar, ya que hasta ahora su vida solo ha dependido de él mismo. Asociarse con esas personas por una buena causa (además de gasolina, claro) supone un rayo de esperanza para Max, más guerrero y superviviente que persona en los últimos años, y para los otros se convierte en su única oportunidad.

George Miller y Mel GibsonLa película es de lo mejorcito que se ha hecho, y resiste como pocas al paso del tiempo. Visualmente ha sido copiada hasta la saciedad, sobre todo en películas de serie B y subsiguientes géneros, y también en películas de corte fantástico de los grandes estudios. Los guionistas confiesan haberse inspirado en películas de samuráis para crear la banda de guerreros, con sus peculiares atuendos, aunque argumentalmente la película es más similar a un western, donde un fuerte es asediado por salvajes. Tuvo un éxito rotundo, incluso en Estados Unidos donde la escasa repercusión de la primera parte llevó a titularla simplemente The Road Warrior, ya que pocos sabrían que se trataba de una secuela.

Como siempre ocurre y ocurrirá, Hollywood había encontrado un éxito ajeno que explotar. En lugar de hacer una versión propia, Warner Bros. decide financiar una coproducción Australia-USA, manteniendo el rodaje en Australia y a los guionistas, el británico Terry Hayes y el propio director George Miller, ya que ambos eran también productores. Pero el tamaño de la película obligó a contratar a otro director, el también australiano y televisivo George Ogilvie para encargarse de la interpretación del reparto mientras Miller se centraba en el trabajo con especialistas y las escenas de acción.

Tina Turner"Mad Max: Más Allá de la Cúpula del Trueno" se estrenó en 1985 y cuenta como gran estrella con Mel Gibson, y como reclamo con la cantante Tina Turner, actriz ocasional que ya había debutado en el musical Tommy (1975) y en Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (1978) y que haría un cameo en Last Action Hero (1993), y que ganó un premio Image a la Mejor Actriz Secundaria en 1986 por esta película. Argumentalmente es una perfecta secuela de la segunda parte, tanto visualmente como en cuanto a personajes y acción, pero sin el toque verdaderamente salvaje que hace a El Guerrero de la Carretera una película excepcional. Es lo que tiene trasladar a Hollywood una idea original...

El nuevo capítulo en las aventuras de Max le lleva a Negociudad, un lugar en medio del desierto donde los excesos y la codicia se disfrazan de "civilización", y por supuesto ese lugar lo dirige Tina Turner. Max será utilizado y después traicionado, siendo enviado a morir al desierto. Allí es encontrado por un grupo de niños y adolescentes, supervivientes de un avión estrellado, que le salvan en la creencia de que es el capitán que regresa a por ellos, a llevárselos volando al mundo del mañana-mañana (las antiguas ciudades). Esta era la idea central del primer argumento barajado, situar a Max en medio de este grupo que está a medio camino entre los Niños Perdidos de Peter Pan y El Señor de las Moscas, y hacer que les arrebate la inocencia y la esperanza en la que viven, mostrándoles la verdad y la crueldad del mundo.

Quizá se trataba de algo muy metafórico y sesudo para la secuela de una película de cine fantástico de subgénero postapocalíptico... Por suerte para los niños, el encuentro con Negociudad (antítesis del pequeño valle donde viven, en medio de una naturaleza envidiable) se salda con una persecución a toda velocidad del tren donde escapan, seguidos por todos los rufianes de la ciudad a bordo de sus vehículos modificados y construidos con piezas, que fueron el gran acierto de las escenas finales de la anterior película. El desenlace es igualito al de Mad Max 2, donde el héroe salva a los demás quedándose atrás: es su destino vagar siempre por el desierto, sin alcanzar nunca los lugares a los que terminan yendo aquellos a quienes ayuda.

ThunderdomeLa gran persecución final es muy espectacular, en la línea de la segunda parte pero más made in Hollywood. Lo realmente llamativo de esta película no es ninguno de los elementos que se toman directamente de la anterior (estética, vestuario, vehículos, paisajes, acción), sino algo totalmente nuevo, algo que ciertamente ha quedado en la memoria cinéfila de una generación. Hablo de la Cúpula del Trueno (Thunderdome), evolución de los antiguos circos romanos, lugar donde se zanjan disputas, celos, rencores... entre dos personas, sin involucrar a nadie más.

No solo es un imaginativo elemento visual, sino que argumentalmente es decisivo, tanto es así que incluso da nombre a la película. Además la acompaña una de esas frases inspiradas, envidia de cualquier guionista, un tesoro en sí misma: "Dos hombres entran, solo uno sale". Si hay que recordar esta película por algo, es por la pelea a muerte en la "Cúpula del Trueno" mientras la multitud jalea este mantra violento y algo sádico. Y por supuesto por catapultar a la categoría de megastar a Mel Gibson, cuyo siguiente film fue Arma Letal (1987).

Contexo Musical - 1985

Maurice JarreJarre viene de ganar su tercer y último Oscar por A Passage to India, una de sus mejores aportaciones, recibiendo un caramelito que nadie podría rechazar; la traslación de la saga de Mad Max a los EE.UU.

Los precedentes musicales son Brian May, cuya primera partitura es caótica y salvaje, reflejando magistralmente la paranoia, la locura y la anarquía que reinan en las carreteras y desiertos de Australia, con un jovencísimo Mel Gibson.

En la segunda parte, May nos ofrece una overtura bestial y magnífica a modo de resumen para el colapso mundial derivado del petróleo y los enfrentamientos entre la raza humana, obsequiándonos con un motivo de acción bestial y agresivo para las persecuciones de coches (famosas y plagiadas hasta la saciedad, como el ejemplo de Doomsday).

En cuanto a Jarre,  1985 sería un año realmente ajetreado, y uno de los más fructíferos de los 80. Para empezar, tenemos Witness, segunda colaboración con Peter Weir, y nueva nominación a los Oscar, con un magnífico y universal tema para la construcción del granero de los Amish, en una de sus mejores creaciones electrónicas.

Además, nos regalaría una magnífica partitura, fusión de orquesta y sintetizadores, para Enemy Mine, con un brillante y magnífico corte final, en una película ya clásica de la ciencia-ficción de la mano del director Wolfang Petersen (Das Boot, Outbreak, The Perfect Storm) con Dennis Quaid y Louis Gossett Jr (Oscar por An Officer and a Gentleman).

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Witness Enemy Mine The Bride Tai Pan

Y por si fuera poco, nos encontramos con The Bride, revisitación del clásico de Frankenstein, una de esas pequeñas joyas del maestro francés, un ejercicio melódico exquisito de Maurice Jarre sabía hacer, para una película de segunda fila donde encontramos a Sting (dos años después de Dune) y Clancy Brown,(The Shawshank Redemption, Highlander, la serie Carnivale), además de una miniserie televisiva francesa, Au Nom de Tous les Miens. Casi ná.

Y en ese contexto, encontramos Mad Max Beyond Thunderdome, donde tenemos a dos Jarre realmente diferenciados pero complementarios. Uno, el que conocemos y amamos, el melódico, y que se lleva el boleto ganador de la saga. Su motivo para los niños ilumina la película de forma magistral, arrojando esperanza al devastado mundo post apocalíptico.

El otro, diferente pero complementario, es un Jarre mezcla del homenaje bien pagado a Brian May con pasajes agresivos, rítmicos y vibrantes para los momentos de acción, con su poderosa vena épica, fusionándolos perfectamente dentro de esa vorágine musical. También nos regala auténticas genialidades, como la marcha de percusión metálica por Negociudad, o la utilización de una melodía magistral de saxo para la fabrica de cerdos y la noche en Negociudad, impagable.

Crossed SwordsComo antecedentes, citar que cada vez que escucho el poderoso motivo para Crossed Swords, el corte uno, Main Title, donde Jarre nos ofrece lo que podría ser el germen del futuro leitmotiv de los niños.

También citar algún recurso de percusión y exótico que Jarre utilizaba en A Passage to India (en concreto, un recurso musical previo al ataque de los monos en el corte "The Temple") y que reutiliza en Mad Max Beyond Thunderdome, y que podemos observar en el corte "The Children" cerca del minuto, una instrumentación muy cuidada para reflejarnos el paraíso como contraposición al desierto, o en la parte final del corte "Bartertown".

  Y posteriormente, en Tai-Pan (1986), con uno de de los más bellos motivos orquestales compuestos por Jarre, envolvente y maravilloso, donde encontramos alguna línea melódica que nos trae una ligera y maravillosa brisa a Mad Max Beyond Thunderdome, pero siempre como un ligero déja vú. También sucederá en algún brevísimo pasaje de The Bride, pero de igual forma, casi como un extensión de su estilo y de la cercanía en dos años.

Mad Max Beyond Thuderdome: Motivos, lo que hay y lo que falta

Jarre nos ofrece un motivo principal, el highlight del score que es el que asocia a los niños, y que es uno de sus mejores composiciones de la década de los 80, y varios y pequeños motivos para varios aspectos de la película:

  • Leitmotiv de los Niños: Jarre, cual pintor exquisito, saca la paleta de colores y nos ofrece uno de sus más bellos y coloridos motivos, un soplo de aire fresco, un auténtico oasis sonora para tamaño desierto lleno de muerte y desolación. Una percusión muy variada, un bella y exquisita instrumentación y un ritmo desenfadado y optimista, que irradia luz y esperanza. El corte cinco es la máxima expresión de ella, aunque Jarre lo reutiliza en variaciones y en los otros dos cortes, a veces como un elemento esperanzador, otras para destacar el dramatismo de los niños.

    Max y los Niños

  • Leitmotiv de Negociudad: Aunque solo sale dos veces, merece la pena citarlos, porque en realidad nos encontramos con un mismo motivo pero con diferente tratamiento. El primero abre el corte "Bartertown", con una percusión metálica a ritmo de procesión, un golpeo de metales que hace referencia a la caótica y peligrosa ciudad, con introducción de un órgano de iglesia, otorgándole cierto carácter apocalíptico y litúrgico, una genialidad. Entre ese motivo oiremos las notas del motivo de Max.

    BarterTownAtomic Cafe

    Pero Jarre va más allá, y pasado el minuto tres y medio, introduce el mismo motivo de diferente forma: a la misma base de percusión y golpeo de metales le añade un ritmo pop y frenético, donde emerge una magnífica melodía de saxo (complementándose perfectamente con la percusión del motivo de Negociudad) y un magistral ritmo de batería que le añade ese toque pop y moderno, para mostrarnos en pantalla el trabajo de Max la fábrica de metano y, posteriormente, la vida nocturna en Negociudad. Magistral. Otra nueva genialidad.

  • Leitmotiv de Max: Es un corte fatalista y con cierto carácter épico. La primera vez que lo escuchamos es durante el motivo de Negociudad, "Bartertown", primero en la apertura del corte, y seguidamente, intercalado con el leitmotiv de Negociudad, a golpe de metales y con el órgano de iglesia, o cuando es presentado para batirse en duelo en la Cúpula del Trueno. En "Coming Home" aparece algunas veces, entremezclado con los ritmos de acción, pero nunca recibe un tratamiento completo como tal, sino que aparece más bien deslavazado, y como un recurso musical para el sino del protagonista, y siempre con una idea musical que acompaña al personaje de Max: su fatalidad, su sino para el fracaso que da paso al triunfo del resto. Otra genialidad del francés. Y van...

    Max

Y aunque no aparece en el disco como tal, Jarre creó un magnífico tema, un leitmotiv para la Cúpula del Trueno, el motivo de Thunderdome. En la película es la fanfarria del inicio del combate entre Max y Golpeador. Posteriormente se recupera parte del motivo en el minuto nueve, para la destrucción y el caos de Negociudad, donde emerge en forma fatalista y dramática.

Sevilla ConcertsEn el Sevilla Concerts, editado por Varese Sarabande, tenéis un magnífico tratamiento de la fanfarria de la Cúpula del Trueno, que no llega al minuto de duración, pero es puro Jarre, una delicatessen.

Análisis de la Partitura en la película

En las escenas iniciales, una vista aérea del desierto, de horizonte a horizonte, nos presenta de nuevo a Max, con una música que son simplemente sonidos que recuerdan al Morricone de las películas del oeste.

A su llegada a Negociudad, están los pasajes musicales más oscuros, percusivos y metálicos de toda la película, lo más parecido al trabajo de Brian May en las dos anteriores junto con la música de persecución del final. Esta música se incluye en la suite "Bartertown" del CD, junto con la que aparece en el submundo bajo la ciudad, donde los cerdos generan la energía mediante el metano de sus c***s, y después la mucho más movida y alegre vida en las noches de Negociudad.

La Cúpula del TruenoLa presentación de la "Cúpula del Trueno", es musicalizada por Jarre como si de la entrada a un antiguo circo romano se tratase, con unas trompetas muy teatrales, que presagian un gran espectáculo. Durante la pelea, Jarre apenas opta por no acompañar con música. Los escasos momentos musicales corresponden a la presentación de los contendientes, en un tono triunfal para "Golpeador" y muy dramático para Max; y el clímax, con una música grandilocuente que golpea como un mazazo. Por desgracia todo el dramatismo que añade a la escena, está oscurecido porque a ratos es apenas audible sobre el griterío de los espectadores de la cúpula. Si todos estos momentos se uniesen también habría un gran tema para añadir al CD.

La travesía por el desierto, corresponde a una música muy oscura, y casi ambiental, soledad y desesperación, muerte y desolación, donde el motivo fatalista de Max suele hacer aparición para reflejarnos el sino del protagonista. Cuando lo encuentran los niños y lo llevan al valle de los que esperan, es donde aparece por primera vez el tema "The Children" incluido en el CD.

Un poco antes de que aparezca la música de "The Children", la chica que encuentra a Max lo hace en compañía de una música que pasa de simple peregrinación por el desierto a ser casi épica, en comparación con el carácter fatalista que acompañaba el deambular de Max.

Max con los Niños"The Children" es, por un lado, la presentación de ese pequeño paraíso en medio del desierto, un oasis en medio de la nada, y por otro lado, el motivo de los niños. Su alegría y belleza contrasta con toda la anterior música. Un tema magnífico que a partir de aquí reaparecerá constantemente, síntoma de un optimismo esperanzador por encima de un mundo decadente y abocado al desastre.

La historia de los niños y el capitán Walker se narra con una música que bien podría estar tocada en directo allí mismo, acompañando las voces de la narradora y las repeticiones a coro de los niños. Es la música para un cuento infantil convertido en  historia real,  acentuando los momentos trágicos y de peligro en la historia de Walker y los supervivientes, y donde la flauta da más fuerza a las palabras de esperanza de sobrevivir de los niños, esperando el regreso del capitán.

Durante toda la estancia de Max con los niños hay bastantes momentos puntuales acompañados de música, tan cortos que la música solo puede ser considerada casi como incidental. La suite elegida de poco más de dos minutos está muy bien, pero se alargaría considerablemente la duración del CD si todos estos momentos fuesen incluidos de forma lineal, algo que no tiene sentido en un disco comercial, lo que es esta banda sonora al fin y al cabo. Habrá que esperar a una edición completa y definitiva por parte de alguna de las discográficas.

MaxMención aparte merece el corte "Coming Home", enorme y monumental suite de quince minutos digna de análisis, y que aglomera musicalmente una idea argumental que nace desde el momento que Max alcanza el paraíso de los niños: volver a casa. Toda esta suite responde a varias escenas de la película, que bien podrían haberse mostrado como una serie de cortes individuales, pero hemos de reconocer que la suite, en sí, no solo guarda consistencia temática, sino que no entorpece para nada la audición, con momentos mágicos, intensos, vibrantes y muy emocionantes, un auténtico Tour de Force, dividida en las siguientes partes:

  • Primera Parte: La escena del Avión. En el comienzo del corte encontramos una maravillosa fase musical, etérea y mágica, donde unas voces infantiles trazan la melodía principal mientras en pantalla vemos a Max lanzando al aire la gorra de piloto del capitán Walker, arrastrada por el viento ante la mirada atenta de los niños. En ese momento, pasado el primer minuto, irrumpe en pantalla una magnífica fanfarria épica, con los vientos, la percusión y los violines acompañando a los niños corriendo hacia el desierto para mostrarle a Max el avión que les trajo en una escena realmente bella, poética e intensa. Es uno de los mejores, con la irrupción del tema de los niños en clave épica, con inclusión de voces infantiles mientras todos posan sobre el avión con el sol tras ellos. Un tono pesimista cierra el bello momento, mientras Max vuelve sobre sus pasos, dejando atrás a los niños.
  • Segunda Parte: El Rescate en el Desierto. Al minuto cuatro comenzará este segundo bloque. Una pequeña fase de tensión musical, con inclusión del tema de los niños, reflejando celeridad y urgencia, da paso en pantalla a Max saliendo a pleno desierto, al rescate de una partida de niños que se ha ido en busca de el mundo del mañana-mañana. Jarre nos ofrece un primer motivo pesimista y triste, cargado de cierta emotividad para el comienzo del viaje, hasta que, pasado el minuto seis, comienza a introducir un motivo más optimista, conforme Max localiza una cometa de los niños, trazando un motivo de urgencia con el leitmotiv de los niños mientras Max corre a su encuentro. Pasado el minuto siete y medio, Jarre introduce una percusión agresiva y los vientos para acentuar el peligro al que asistimos: el desierto se ha tragado a uno de los niños, y el resto va camino de correr el mismo destino, pero Max llega al rescate y evita que la tragedia sea mayor.

    Rescate en el desierto

  • Tercera Parte: La Destrucción de Negociudad. Al minuto nueve, llega la tercera parte, donde Jarre introduce, de forma fatalista, el motivo de Thunderdome. La otrora fanfarria, espectacular y épica, se transforma ahora en un motivo trágico y pesimista, introduciendo un órgano de iglesia acompañando de trompetas y tambores, anunciando el fin de Negociudad, con un motivo similar al del saxo de "Bartertown" pero en clave derrotista, casi a paso de Réquiem. Max, los niños y el Maestro Golpeador huyen a bordo de un tren, destruyendo la fábrica de metano y con ella medio ciudad, sembrando el caos y la anarquía entre los ciudadanos y negociantes, lo que provocará que la Tina Turner, enfurecida y colérica, haga un llamamiento a las armas para rescatar al Maestro Golpeador y acabar con el resto.

    Tapiz

  • Cuarta Parte: Huida Final. Al minuto diez y veinte, Jarre abre el paso con una potente y vibrante percusión, donde los tambores comienzan a atronar, marcando un ritmo violento y virulento a modo de macha para la escena en la que Max conduce en plan kamikaze un vehiculo contra sus perseguidores para que los niños puedan huir a bordo de un avión. El motivo de acción es explosivo (un poco a lo Brian May) con la introducción del motivo de los niños con los vientos en clave heroico y épico, y un magnífico clímax musical in crescendo que alcanza su máxima expresión al minuto once y medio, dando paso a la fanfarria triunfal de los niños montados en el avión que les permite huir, gracias al sacrificio final de Max, que de nuevo se queda atrás. El motivo de los niños simboliza el éxito de la huida, pero acto seguido vemos en pantalla una toma aérea de todo el destrozo de vehículos que ha ocasionado la acción de Max, con un tono más pesimista y desesperanzador. El héroe vuelve a perder, pero gracias a él, el mundo es algo mejor.

    Huida en el tren

  • Quinta Parte: Desolación para Max y Esperanza para los Niños. Al minuto doce y veinte entra en acción la última parte del corte. Los últimos momentos que incluye la suite, son el vuelo sobre la ciudad devastada, Sidney para más señas, y las palabras de recuerdo de los niños, para que en la historia de sí mismos que se cuentan unos a otros, figure siempre el hombre que les dio la oportunidad y la esperanza para seguir viviendo. El comienzo de la música es pesimista y triste, muy melancólica, con la visión de la ciudad devastada y desolada, con la inclusión de un sonido de sintetizador fantasmagórico (algo que ya utilizase en A Passage to India para el personaje de Adela, en el score de The Bride, en el comienzo del corte uno, "The Bride") que comienza a irradiar luz y esperanza, para el momento en el que los niños recuerdan la historia de Max, el hombre que les permitió alcanzar su destino. Al minuto catorce y medio, el sintetizador desparece, y los violines toman su lugar, con las trompetas conduciendo el corte hacia un brillante coda final, muy a lo Jarre.

Max of ArabiaEntre la segunda y la tercera parte de la suite de "Coming Home", tenemos la infiltración en Negociudad (donde se repetirá varias veces el tema de los niños en distintas variaciones hasta llegar a una especie de fanfarria), pero aquí la música es de los más incidental, limitándose a subrayar las escenas, que se cuentan por si solas, sin diálogos y precisamente por eso apenas necesitan música.

  Y antes de la cuarte parte, la huida final, Jarre ofrece en pantalla variaciones de lo que será el motivo de acción final, violento y salvaje, con muchísima percusión (tambores, timbales, baterías...), un buen corte para una edición expandida.

De cualquier modo la música de Jarre no es nada típica de él. Nada heroica en su conjunto dado el tipo de película, pero tampoco centrada en la acción, la fuerza de las tres principales partes de la película se resume bien en los tres temas del CD (la ciudad, los niños y la persecución final), como entidades "temáticas", ya que no hay temas propiamente dichos asociados a los personajes (lo más cercano, Max). Por el contrario la música es más incidental que otra cosa, apoyando largas escenas pero de forma muy fragmentada. Como resumen musical el CD es un gran logro. Una versión completa de la música, estructurada de forma lineal y no temática, sería de agradecer, aunque seguramente tendría una escucha más que difícil y muchos la acusarían de repetirse bastante. Sin duda serían dos visiones muy diferentes del mismo trabajo.

Posando en el desierto

Las Canciones

Tina y MelAl estilo de muchas producciones de aquellos años, la banda sonora contiene un par de canciones para potenciar el impacto de la película con la publicidad en radios y videoclips musicales, y aprovechar la popularidad de Tina Turner. Si bien la presencia de su intérprete en la película como actriz es una escusa perfecta, ya que de otra forma no se explicarían canciones en un film de este tipo, hay que considerar que la letra de las dos canciones guarda relación con la historia. De una forma poco usual, encontramos una banda sonora donde la presencia de canciones junto a una parte del score no se antoja caprichosa y tampoco hay que hacer esfuerzos para escucharlos juntos.

Además de haber estado nominada como mejor canción en los Globos de Oro "We Don't Need Another Hero" es uno de los grandes éxitos de Tina Turner de todos los tiempos, así como el video musical, que incluía imágenes de la película, algunas de ellas no incluidas en el montaje final. Tina Turner estaba en aquellos años en el apogeo de su carrera, tras un disco multiplatino como "Private Dancer" en 1984.

"One of the Living" fue un éxito menor en comparación con el primer single, que incluía la anterior canción. También el video musical, que incluía alguna imagen de la película, pero con una puesta en escena puramente de videoclip, es menos interesante que el de "We Don't Need Another Hero" donde Tina estaba vestida y caracterizada como el personaje de la película, y además aparecía un coro de niños vestidos al estilo de los del film.

Las versiones de las canciones incluidas en el CD están extendidas respecto a como aparecen en la película, en los títulos iniciales y finales.










We Don't Need Another Hero

(T. Britten, G. Lyle)

Productor: Terry Britten

Intérprete: Tina Turner

Premios: Globo de Oro (Mejor Canción Original 1986) Nominación.

Grammy (Mejor Canción Pop intérprete vocal femenina 1986) Nominación

MTV (Mejor Video Intérprete Femenina 1986) Nominación.

Out of the ruins
Out from the wreckage
Can't make the same mistake this time
We are the children
The last generation
We are the ones they left behind
And i wonder when we are ever gonna change it
Living under the fear till nothing else remains

We don't need another hero
We don't need to know the way home
All we want is life beyond the thunderdome

Looking for something we can rely on
There's got to be something better out there
Love and compassion, their day is coming
All else are castles built in the air
And i wonder when we are ever gonna change it
Living under the fear till nothing else remains
All the children say

We don't need another hero
We don't need to know the way home
All we want is life beyond the thunderdome

What do we do with our lives
We leave only a mark
Will our story shine like a life
Or end in the dark
Give it all or nothing

One Of The Living

(Holly. Knight)

Productor: Mike Chapman

Intérprete: Tina Turner

Premios: Grammy (Mejor Canción Rock intérprete vocal femenina 1986) Nominación

In the desert sun every step that you take could be the final one
In the burning heat hanging on the edge of destruction
You can't stop the pain of your children crying out in your head
They always said that the living would envy the dead

So now you're gonna shoot bullets of fire
Don't wanna fight but sometimes you've got to
You're some soul survivor
There's just one thing you've got to know
You've got ten more thousand miles to go

Because you're one of the living
And if we can't stick together
One of the living
Who's gonna make it tonight

Walk tall, cool, collected and savage
Walk tall, bruised, sensual, ravaged
It's every man for himself, every woman, every child
A new breed, ferocious and wild

And all they want to do is shoot bullets of fire
They wanna fight and sometimes you've got to
You're some soul survivor
There's just one thing you've got to know
You've got ten more thousand years to go

Because you're one of the living
And if we can't stick together
One of the living
Who's gonna make it tonight











Maurice Jarre : Beyond Thunderdome

La Cúpula del Trueno de Jarre no tenía límite, siguió años y años generando melodías (A Walk in the Clouds, Sunshine, I Dreamed of Africa), experimentando con la electrónica y los sintetizadores, buscando un equilibrio constante con la orquesta (Jacob's Ladder) o sin ella (The Mosquito Coast, Witness).

Jarre no tenía limites para la genialidad, y nunca se arrugó ante ni ante nadie, y buena prueba de ello es este Mad Max Beyond Thunderdome, donde sin renunciar a su estilo, se desmarca ofreciéndonos una cara más de ese genio que fue, es y será Maurice Jarre.

Maurice Jarre (1924-2009)
MAURICE JARRE 1924-2009 - DEP MAESTRO

Lo mejor: La música de Jarre es espectacular, en concreto el corte de los niños y gran parte de la música de acción, conducida a través de una fantástica percusión en el corte Coming Home, o la procesión de metales y el motivo del saxo en “Bartertown”.

Lo peor: Que la edición actual no recoge la gran cantidad de música que aparece, aunque solo sean simples variaciones. El trabajo de Jarre es magistral, y una edición completa que recogiese la fanfarria de la cúpula, la relación entre Max y los niños y todo el trabajo percusivo y violento de acción de la parte final haría justicia a un gran trabajo.

El momento: Todo, pero especialmente, “The Children”, impagable, uno de los más bellos y floridos motivos que haya escrito Maurice Jarre.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)
Carlos Mulas Hernández (Sr M)

 
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