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The going up of David Lev

The going up of David Lev


Compositor: Goldsmith, Jerry
Año: 1973
Distribuidora: Buysoundtrax, Edición Limitada de 2.000 copias
Duración: 33:46

 
Muy bueno
Tracklist:
  1. Main Title (1:15)
  2. Last Thoughts (1:03)
  3. Thoughts Again (0:37)
  4. Ask the Doctor (1:30)
  5. Accepting Reality (1:23)
  6. Don't Miss The Bus (1:18)
  7. Intro/A Girl With Ribbons In Her Hair (3:03)
    (Written by Yair Rosenblum)
    (Lyrics by Norman Newell - Performed by Topol)
  8. The Kibbutz (4:18)
  9. Chiribim (3:23) (Lyrics by Sheldon Harnick - Performed by Topol)
  10. Sleepy Boy (2:37)
  11. No Information (0:49)
  12. The Old City (2:23)
  13. A New Friend (2:16)
  14. A Sin Against God (1:37)
  15. The Legend (5:39)

Lo supe desde el momento en el que puse el CD y me senté a escucharlo, incluso me atrevería a decir que antes de ponerme a escucharlo: tenía una joya entre mis manos, una gema del mayor genio que para mi ha existido, Jerry Goldsmith.

Lo curioso del caso es la oscuridad del proyecto en si, que para muchos puede pillarles por sorpresa, pero que curiosamente puede ser una obra mejor que muchísimas del periodo que tiene, y que más conocidas por el aficionado medio.

Y esa curiosidad me provoca alegría, porque no solo es maravilloso ir viendo como caen joyas como Freud, The Spiral Road o A Gathering of Eagles, sino como aparecen trabajos desconocidos para el grueso de los aficionados, como los thriller A Step Out of Line y The Brotherhood of the Bell, doble CD cortesía de Intrada, o este que tenemos entre manos, The Going Up of David Lev, cortesía de Buysoundtrax.

Un Curioso Proyecto para Jerry Goldsmith

Como se puede leer en el folleto de notas del CD (donde John Burlingame hace una precisa y exacta recreación de cómo este proyecto llegó a Jerry Goldsmith), el inicio data de la celebración del 25 Aniversario desde la creación de Israel.

Imagen David LevPara celebrar tamaño acontecimiento se decidió rodar una película que transcurriese en Israel, y cuyos temas, evidentemente, girasen en torno al pueblo judío.

El argumento nos muestra a un niño llamado David Lev, cuyo padre ha fallecido en la guerra de los Seis Días. Su madre aún no la ha superado, y David decide averiguar todo lo que pueda sobre la trágica muerte de su padre, viajando desde Tel Aviv a Jerusalem, siendo ayudado por un taxista interpretado por Topol, famoso por su participación en Fiddler on the Roof (El Violinista sobre el Tejado) del año 1971, quien además canta un par de canciones.

El viaje le permitirá conocer los detalles de la muerte de su padre, que gracias a la intervención del taxista, se convertirá en una historia menos dura, dejando a su padre casi como una especie de héroe, resultando todo ello una experiencia enriquecedora para David, que le hará madurar un poquito más.

Esta historia aglomera los grandes temas del pueblo judío, especialmente el sufrimiento y la esperanza, dos máximas con las que han convivido a lo largo de la historia, y que se reflejan tanto en la historia como en la magnífica banda sonora de Jerry Goldsmith, a quien se le ofreció el proyecto, recibiendo críticas realmente positivas (tanto por captar el espíritu judaico de la historia, como por la profundidad emocional de la misma).

Post-Justine, Pre-QVBII y Pre-Masada

Cuando la noticia del lanzamiento del CD apareció en la red, tardé escasas horas en comprármelo, y ardía en deseos de que me llegase para bucear en pos de un nuevo tesoro del maestro.

La espera de la llegada del CD se me hacía eterna, máxime cuando encima leí, en un foro de filmscoremonthly, que el score tenía parecidos con sus obras para Justine (1969), QBVII (1974) y Masada (1981).

Justine QBVII Masada

Siendo una película ambientada en el pueblo judío, tenía su lógica pensar que nos pudiéramos encontrar material de similar factura, y así fue.

De hecho, lo primero que te viene a la mente nada más poner el CD, en el primer corte, es una fragancia al Justine de Goldsmith, a ese aire judaico.

Pero la piedra básica no es ese parecido, una pauta que habla de la maravillosa evolución musical del genio de Goldsmith a través de los años, sino los cimientos compositivos que establece para dos de sus mayores obras maestras, ambas ganadoras del Emmy: QBVII y Masada.

El tono judaico, tanto el más dramático y melancólico, como el más esperanzador y alegre, son sembrados en esta partitura, generando una línea continuista para futuros trabajos.

Jerry GoldsmithPor ejemplo, la esperanza, representada en el tema cinco, Acepting the Reality, es el germen del tema de Masada, observándose futuras líneas musicales que nos llevaran hasta 1981 desde 1973.

El tono más dramático y melancólico, como los cortes dos y tres, se ven reflejados fuertemente en el drama de QBVII, excelente miniserie televisiva sobre un juicio contra un militar nazi, o los solos de violín, en el fantástico corte final.

El tono más alegre y rítmico, que representa el espíritu judío, nos lo encontramos en cortes como The Kibbutz o A New Friend, también representan los temas más alegres de sus futuros trabajos, como en QBVII, en el corte Rekindling the Flame of Jehovah.

Por eso creo que The Going Up of David Lev es una pieza musical que arroja luz a dos niveles: primero, un trabajo oscuro en la discografía del Maestro que es una nueva caja de sorpresas para el aficionado, y segundo, y es el que más me gusta, ver las raíces y evoluciones musicales del Maestro, cuyos caminos llevan a Masada y QBVII, e igualmente influyen en otros compositores, como el futuro Sadat de Charles Bernstein, escuchada hace unos meses y donde se observa una ligera influencia del maestro Goldsmith.

1973 – A Busy Year

Solo por simple curiosidad, habría que añadir, al comentado trabajo, lo que el año 1973 significó para el Maestro en cuanto a volumen de trabajo, y realmente es impresionante, sin lugar a dudas.

Para empezar, una de sus obras más emblemáticas, auténtica obra maestra: Papillon. Fue su cuarta colaboración con Franklin J. Schaffner, y uno de sus trabajos más redondos, acompañando magistralmente la adaptación del libro de fugas del famoso Henri Charriere.

Por su fuera poco, ese año se mete, entre pecho y espalda, con One Little Indian (Intrada), Shamus, The Don Is Dead y Ace Eli and Rodger of the Skies (FSM). Muchas obras desconocidas, pero maravillosas todas ellas.

Papillon One little indian Police story Hawkins on murder

Pero ahí no acababa el tema, porque Goldsmith también trabajaba en televisión, estando inmerso en las series Police Story (Prometheus), The Walton, Hawkins on Murder (FSM), Barnaby Jones y la película televisiva The Red Pony. Vamos... casi nada.

Principales Motivos Musicales

Music by Jerry Goldsmith

Son dos, que juegan en contraposición con los elementos argumentales de la película, representados en el sufrimiento (primer leitmotiv), y en la esperanza (segundo leitmotiv), al que suma un tercero, escuchado en The Kibbutz:

-Leitmotiv Primero: Es el motivo más dramático y melancólico, que aparece en el corte primero, donde Goldsmith construye una bella pieza de corte judaico, con un toque de tristeza, relacionado con la tragedia del padre de David Lev, cuya muerte aún no ha superado la madre del chico. Es un bellísimo corte con un ligero toque de nostalgia.

-Leitmotiv Segundo: Se relaciona con David Lev y su viaje. La primera vez que lo escuchamos es el corte cinco, y exalta las ganas y energías del muchacho por averiguar la verdad de su padre, y el inicio de un viaje físico que le llevará a un viaje emocional y de madurez.

-El tercer motivo es el relacionado con el Kibbutz (corte ocho), un magistral motivo, lleno de alegría y colorido, muy rítmico, para la vida en el campo de una comunidad judía donde se detienen el taxista y David. Es uno de esos cortes de los que no me cansaré de escuchar en toda mi vida, donde tras una apertura explosiva, Goldsmith brinda un motivo más pausado, casi a modo de Waltz folclórico, demostrando que sabe captar la esencia del pueblo judío como ningún otro compositor.

La esencia del Sonido Judío (Jewish Music)

Siempre me ha apasionado los toques étnicos o folclóricos en las bandas sonoras (música hindú, africana, oriental, americana, judía…), y compositores como Maurice Jarre o Jerry Goldsmith (por citar dos de un buen puñado de ellos) eran auténticos genios en el dominio de los sonidos propios de otras culturas, convirtiéndolos en bastiones que ornamentaban la narración de la historia.

EnemiesSchindler's listEn concreto, uno de ellos, es el sonido judío (Jewish Music) que los compositores utilizan para recrear las historias del pueblo judío, como John Williams en Schindler`s List (1993), Maurice Jarre en Enemies, a Love Story (1989), o el caso que nos ocupa, con el gran Jerry Goldsmith.

Ese sonido judío se logra, esencialmente con instrumentos como el clarinete o los violines, utilizando lo que se conoce, musicalmente, como la escala Menor, con la segunda disminuida y la tercer mayor, mientras que con el bajo utiliza un ostinato de fondo sobre el que baila la melodía, brincando entre la primera y la quinta (Todo ello consultado a un compositor de música, que mis conocimientos musicales son limitados para el uso de esta jerga… Gracias Pablete).

En definitiva, un nuevo ejercicio de dominio musical del Maestro Goldsmith, quien no solo da magistralmente una clase de pincelada étnica sobre el sonido judaico, sino que logra dotar al resultado final de la carga dramática que necesita.

Breve Análisis del Score

The going up of David Lev

El Main Title ya nos presenta el primer leitmotiv, donde una ligera brisa nos devuelve al Goldsmith del 69 con Justine. Unos acordes de guitarra construyen una cuna musical que se mece sobre el sonido de una flauta de pico (low whistle) que construye el tema central, dando paso, acto seguido, a un arpa que sustituye a la guitarra y a un corno inglés (que suena como un oboe), que igualmente sustituye a la anterior flauta. El tono del motivo es melancólico, evocando la pérdida del padre de David Lev, a través de una bella y delicada melodía.

Los tres siguientes cortes, Last Thoughts, Thoughts Again y Ask the Doctor contienen este tema, pero con tonos más oscuros, la típica marca del Maestro en los 70, y que se relaciona con la madre de David Lev, quien no todavía no ha superado el trauma por la muerte de su marido.

En el corte cinco, Acepting the Reality, encontramos el que podría ser el motivo para el viaje de David Lev, un leitmotiv colorido, lleno de esperanza y que contiene lo que podría denominarse el toque Jewish de la música del maestro, esa que poco después le llevará a QBVII o Masada.

Las trompetas llevan las notas principales del motivo, siendo el contrapunto al primer leitmotiv, despareciendo la melancolía y renaciendo la esperanza.

Don’t Miss the Bus contiene una parte final maravillosa, donde tras unos pizzicatos de cuerda, Goldsmith nos brinda el motivo de David Lev, casi a modo de fanfarria, muy rítmico y colorido, con una caja tamborileando de fondo (tambor sin cordón).

The going up of David Lev

Tras una estupenda canción cantada por Topol (A Girl with Ribbons in Her Hair), llega el magistral The Kibbutz, un corte que literalmente abre con una explosión musical que impregna el ambiente de color y ritmo (los violines trazan melodías frenéticas, las panderetes adornan la danza de los violines, y las trompetas engrandecen la melodía principal).

Comienza con un ritmo de cuatro durante seis ocasiones (con el bajo, violines, tambourines, clarinete y trompetas), pasando a un ritmo de tres durante tres veces seguidas, con las trompetas elevando la melodía, lo que le confiere ese tono de danza folklórica, volviendo a repetir toda esta estructura de forma magistral.

Es, con mucho, uno de los mejores motivos del score, cuyo desarrollo es maravilloso, pura melodía, cargado de jewish music, donde Goldsmith construye una especie de danza folklórica, con el toque melódico del Maestro, inconfundible, a través del sabio uso de la instrumentación (trompetas, acordeón, flautas, guitarra, bajo o los tambourines, también llamados panderetas con sonajas), y donde tras una pequeña fase de transición dramática (un solo de violín evocando el sonido judío), Goldsmith refuerza la melodía con la entrada de los violines para cerrar de forma maravillosa y exquisita el corte, elevando la melodía de una forma suave y delicada.

Otra excelente canción típica del folklore judío, Chiribim, cantada de nuevo por Topol, da paso a la parte final del score, que comienza con Sleepy Boy, un magnífico corte melódico.

Goldsmith recoge el tercer leitmotiv, el escuchado en The Kibbutz, y le da un carácter más tranquilo y sosegado, donde los vientos y las cuerdas construyen una pieza exquisita, con ese sabor típico del folklore judío, donde la instrumentación étnica aporta el toque esencial a la melodía.

David Lev

El motivo del sufrimiento reaparece en el breve corte No Information, con un cierre espléndido donde la flauta lleva el peso central, para dar paso al siguiente corte, The Old City, que abre con los acordes del arpa y los violines esbozando el motivo de David Lev, mientras una trompeta comienza a hacer acto de presencia, para dar paso, seguidamente, a una melodía que va creciendo en optimismo, sumándose el acordeón para reforzarla. La parte final es maravillosa, con los violines trazan el tema central mientras un solo de violín refuerza la melodía de forma complementaria y paralela.

En el score siempre se observa el gusto del Maestro por envolver las melodías con los violines, reforzándolas y arropando de forma maravillosa al resto de la orquesta, con los vientos lanzando en muchos momentos las melodías, especialmente las trompetas, mientras que las flautas las utiliza de forma más delicada y suave. Es el toque Goldsmith.

A New Friend es una auténtica orgía musical, un auténtico, donde Goldsmith demuestra que no hay proyectos pequeños, sino compositores grandes.

Bajo, violines y flautas trazan melodías vertiginosas y muy floridas, con la intromisión de las cornetas típicas del maestro (trompeta con sordina), dando brío y ritmo al motivo (que de nuevo me traen a la memoria algunos aires de Justine), entrando en una fase de transición maravillosa, con un momento a lo Twilight Zone (con los punteos de guitarra eléctrica haciendo figuras similares).

David Lev

Finalizando el momento The Twilight Zone, comienzan a irrumpir los violines para llevar la corriente musical al ritmo del principio del corte, donde las trompetas llevan el peso principal de la melodía, con las cuerdas arropándolas en todo momento, desembocando en un excelente broche final, donde irrumpen los sonidos de una especie de clavicordio, el clave (típico del Goldsmith de los 70, como en The Last Run) y un acordeón, arropados por una maravillosa percusión exótica (bongos) y las cuerdas.

El tema central reaparecerá en el dramático y melancólico A Sin Against God, una referencia al holocausto judío para una conversación entre la madre y el abuelo de David.

The Legend es el coda final, el broche al score, donde Goldsmith contrapone los dos motivos centrales para dar carpetazo al score, irrumpiendo, en el último momento, el tercer leitmotiv, el del Kibbutz.

La apertura es exquisita y delicada, donde unas notas de piano abren el corte, al que pronto sustituye el clarinete, seguido por dos solos de violín que se van dando el relevo. La melodía desemboca en una flauta que esboza el leitmotiv del sufrimiento, dando paso a los violines, que van construyen la melodía principal, con acompañamiento de guitarra y el acordeón.

Todo ello se corresponde con el relato de la muerte del padre de David Lev, donde el tema central lo desarrolla con los violines y flauta, empezando los primeros, que no terminan la melodía principal porque la flauta entra en acción para rematarla, lo que provoca que el motivo central se encuentra fragmentado o interpretado por dos instrumentos.

En la parte final, Goldsmith retoma de forma brillante el motivo de David Lev, coincidiendo con la intervención de Topol, quien embellece la historia del padre de David para hacer menos triste la historia, dándole incluso un pequeño carácter heroico, donde las trompetas se alzan de forma gloriosa en la parte final.

Una Obra Menor… Sí, pero Que Obra!!!

Jerry Goldsmith

Siempre se ha hablado de obras menores para muchos trabajos de compositores de primera línea, trabajos desconocidos o poco mencionados por el grueso de los aficionados, auténticas gemas, que pasan desapercibidas incomprensiblemente, y que a veces proporcionan horas y horas de deleite a quienes las acaban descubriendo.

Es el caso del House of Cards de James Horner, del maravilloso The River de John Williams, del Hoodlum de Elmer Bernstein, del Sunshine de Maurice Jarre o de éste The Going Up of David Lev, geniales obras todas ellas que quedan sepultadas por los Krull, los Star Wars, Los Magníficos, por Lawrence de Arabia o los Star Trek de todos los autores anteriormente mencionados (y mucho más que podríamos citar, como Lalo Schifrin, Miklós Rózsa, Ennio Morricone…).

Estoy a punto de terminar esta reseña, y comencé a escuchar éste score la semana pasada, el ocho de octubre, y a día de hoy llevo, quince de octubre, llevo casi una veintena de audiciones, y creo que llegará a la treintena a finales de mes, porque es poner el disco, acabarlo… y tener ganas de repetirlo (y así hasta tres veces seguidas lo he hecho).

Es adictivo, y es una maravillosa pieza bisagra para auténticas obras maestras venideras. Y es por ello que agradezco enormemente, especialmente a Buysoundtrax (polémicas aparte), que se arroje luz sobre este tipo de trabajos, auténticos tesoros para el aficionado que se atreva a descubrir las nuevas/viejas genialidades del más grande Maestro, Jerry Goldsmith.

Lo Mejor: La frescura del score, trabajando de forma equilibrado el folklore judío con las melodías más dramáticas y profundas.

Lo Peor: Me atrevería a decir que nada, salvo que no disfrutes de la música con toques étnicos judaicos (salvable porque Goldsmith trabaja en varias direcciones) o las dos canciones interpretadas por Topol (que las puedes pasar para adelante). Pero creo que ni eso. Si te gusta la música de cine, encontrarás elementos para disfrutar de éste trabajo

El Momento: Hay varios, pero me quedaría con los explosivos The Kibbutz y A New Friend, y el maravilloso coda final, The Legend, donde Goldsmith contrapone el dolor y la esperanza de los dos motivos centrales.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)

 
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