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El Diccionario de Compositores Cinematográficos de Luis Miguel Carmona, que ha acompañado a los aficionados de nuestro país (y de otros) desde 1996 (con el libro Nombres de la Banda Sonora) recibe ahora una más que necesaria actualización.
Luis Miguel Carmona es un autor bien conocido en el mundo de la música de cine, y si queréis saber más de él, solo tenéis que pasaros por la reseña que mi amigo y compañero José María, realizo en su momento centrado en la salida al mercado de la anterior edición de este diccionario, allá en 2003 (como pasan los años). Ver aqui
Esta actualización reúne todos los elementos positivos contenidos con anterioridad, ademas de incluir nuevas entradas que como comentaba mi compañero, se hacían necesarias y eran uno de los cabos sueltos que habían quedado en el 2003.
Brian Tyler ya tiene su apartado, al igual que Klaus Badelt o Don Davis. Algo necesario viendo la magnitud mediática que estos compositores han obtenido con el paso del tiempo (el tercero eso sí, cada vez con menos trabajos a reseñar). Lo mejor es la importancia que Luis Miguel otorga a los compositores asiáticos, de ahí que lo que más destaque en cuanto a nuevos contenidos sea la incorporación de figurones de esta vertiente musical, talentos de escasa difusión en nuestro país como Taro Iwashiro, Kenji Kawai, Joe Hisaishi, Masaru Sató o Fumio Hayasaka, por poner solo unos nombres a modo de ejemplo.
Uno de los elementos que no gustarán a muchos lectores es el enfoque personal que Luis Miguel Carmona asume para reseñar a los compositores. Sus opiniones dejan de ser asépticamente objetivas, para dar rienda suelta a su naturaleza de critico.
El que esto escribe se enorgullece de ser como es y ser sincero hasta la extenuación. Así que valoro en gran medida esta actitud de Luis Miguel Carmona, independientemente de que esté de acuerdo con algunas afirmaciones (coincido en ver a David Foster como un magnifico compositor o productor, pero no coincido en lo que opina sobre las ultimas composiciones de Brian Tyler).
Por eso aviso, hay gente que no congeniara con esa forma tan sincera de ver las cosas y preferirá un libro aburrido que mas que ameno como lo es el libro de Luis Miguel con ese punto de opinión personal, sea un saco de infinitos datos (que también aporta el libro) sin una finalidad real. Es decir, preferirán una enciclopedia de (escasa) consulta que quede bien con el resto de los libros de cartón piedra que hay en nuestro salón, a un libro que con afán enciclopédico que pueda además devorarse.
El verdadero punto negativo que realmente encuentro (porque ya digo que el anterior no solo no es para mí negativo, sino que es uno de los elementos que mas me atraen del libro), es el no encontrar nombres de compositores que desde mi punto de vista tendrían ya que entrar a formar parte de este libro en perjuicio de otros que no veo que tenga preferencia.
Hay un buen puñado de compositores españoles que deberían de tener una reseña, aunque sea corta en el diccionario. Es el caso de Oscar Araujo, Fernando Velázquez, Javier Navarrete o Bigen Mendizábal. También de otros del ámbito internacional como, Shirley Walker, Jonathan Elias, Christopher Lennertz o Jeff Beal.
Pero, qué demonios, así Luis Miguel tendrá la oportunidad de seguir sacando ediciones actualizadas y ver con perspectiva si esos nuevos valores se merecen entrar a formar parte de este libro de obligada presencia en nuestra colección.
Quiero terminar destacando la gran cantidad de personas que ha participado / colaborado en el libro, entre ellas algunos aficionados que todos conocemos (Soraya Bartolome, una asidua participante de nuestros foros y listas), compositores (Bruce Rowland, Harry Gregson Williams o Christopher Young) y sobre todo, Joaquín Ramentol que ha sido el más activo a la hora de acompañar a Luis Miguel en esta senda que como hemos dicho comenzó hace ya bastantes años.
Enhorabuena por el trabajo bien hecho.
Lo mejor: A día de hoy es el mejor y más actualizado diccionario de compositores de música de cine que hay en nuestro país.
Lo peor: Faltan nombres desde mi punto de vista importantes. Así habrá motivo para seguir actualizando este indispensable libro.
El momento: La presentación del libro. Luis Miguel no tiene pelos en la lengua. Uno estará más o menos de acuerdo con él, pero esto es algo que le da condimento a una obra que podría ser un ladrillo de proporciones bíblicas.
DDBSpawn (David Doncel)
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