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Blood Diamond

Blood Diamond


Título en español: Diamante de Sangre
Compositor: Howard, James Newton
Año: 2006
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 61:37

Compra este CD en Zona K
Muy bueno
Tracklist:
  1. Blood Diamond Titles (01:32)
  2. Crossing the Bridge (01:41)
  3. Village Attack (01:52)
  4. RUF Kidnaps Dia (05:02)
  5. Archer & Solomon Hike (01:55)
  6. Maddy & Archer (01:56)
  7. Solomon Finds Family (02:09)
  8. Fall of Freetown (04:45)
  9. Did You Bury It? (01:36)
  10. Archer Sells Diamond (01:42)
  11. Goodbyes (02:40)
  12. Your Son Is Gone (01:21)
  13. Diamond Mine Bombed (04:31)
  14. Solomon's Helping Hand (01:11)
  15. G8 Conference (02:36)
  16. Solomon & Archer Escape (02:12)
  17. I Can Carry You (01:30)
  18. Your Mother Loves You (02:25)
  19. Thought I'd Never Call? (03:56)
  20. London (02:38)
  21. Solomon Vandy (02:11)
  22. Ankala (04:12)
    Performed by Sierra Leon's Refugee All Stars
  23. Bai (04:37)
    Performed by Emmanuel Jal
  24. When Da Dawgs Come Out To Play (03:19)
    Performed by Bal Burea

James Newton Howard es especialista en hacer grandes cosas en poco tiempo. Para Blood Diamond, el mago sacó de su chistera un score radiante, potente, eficaz, con orquestaciones de lujo, solos de piano, voces corales y efectos étnicos africanos, que grabó a una velocidad terminal el pasado octubre, sólo dos meses antes del estreno. Lo hizo nada más y nada menos que en los estudios Air de Londres, concretamente en el Estudio 1, apodado The Hall,  empleando una  orquesta de 60 músicos y un coro de 20 voces.


Ensayo de orquesta en los estudios AIR de Londres (JNH Studios©)

Poco amante de las orquestaciones, y habida cuenta del poco tiempo con que contaba para musicar la película de Edward Zwick, el compositor se hizo ayudar por Jeff Atmajian, Brad Dechter, Jon Kull y Bruce Babcock. En las sesiones de Londres, que Newton Howard no quiso perderse, trabajó junto al orquestador y director Pete Anthony.

El músico quiso reunir a los mejores solistas para sus sesiones de grabación, y contó con la presencia de todo un maestro del inefable duduk, el armenio Djivan Gasparyan, el vocalista senegalés Youssou N'Dour, la violinista Kala Ramnath, la violoncellista Maya Beiser violoncello y el flautista Pedro Eustache. En los coros se apoyó del African Children's Choir y la agrupación Metro Voices


James Newton Howard dando instrucciones a Pete Anthony (JNH Studios©)

Poco tiempo, gran presupuesto

El disco está exquisitamente producido y grabado. Al buen hacer de Pete Anthony a la hora de interpretar las instrucciones de Newton Howard, cabe sumar el del ingeniero de grabación Geoff Foster.

Cuentan que el director Edward Zwick no quiso perderse en ningún momento  las sesiones de grabación en las que participaron los coros, cautivado por la belleza de las canciones.

La producción de Blood Diamond trabajó con un presupuesto de 100 millones de dólares, de los que Newton Howard pudo pillar un buen pellizco y rodearse de todo un elenco de artistas de renombre, sobrados medios y recursos.

T.I.A.

Mucho más lejos y, por supuesto, mucho más al sur, reina la T.I.A. No se trata de los Técnicos de Investigación Aeroterráquea de Mortadelo y Filemón, sino de un imperio de gran violencia y mayor corrupción, presidido por el caos y denominado por estas siglas: T.I.A. (This Is Africa)...  Danny Archer (Leonardo DiCaprio), musita estas siglas en reiteradas ocasiones y con gesto cínico. Se conoce que tomó su papel muy en serio, un papel que en principio estaba destinado a Russel Crowe, cuya afición a arrojar teléfonos al personal en los ataques de ira le mantuvo alejado del proyecto.

Tan en serio se tomó DiCaprio el papel protagonista de Blood Diamond, que apechugó para aprender a hablar inglés con acento afrikaaner (parecido al holandés) en muy poco tiempo, musitar algunas palabras del crio (lenguaje criollo en que hablan los habitantes de Sierra Leona (mitad nigeriano, mitad inglés) y a conducir vehículos todo-terreno de forma tan frenética que lesionó las cervicales de Jennifer Connelly rodando una persecución. A modo de anécdota, DiCaprio "metió" en la peli hasta a su madre y su abuela, que aparecen como figurantes en una escena de aeropuerto.

Por lo demás, T.I.A., esto es África... Con el tema principal de la película, el tema del diamante de sangre que queda presentado en "Crossing the Bridge" y que reaparece una y otra vez en "Archer & Solomon Hike", "London" o "Solomon Vandy", DiCaprio reflexiona en voz alta: "A veces me pregunto si Dios podrá perdonar cuanto hemos hecho en este lugar... Luego miro a mi alrededor y me doy cuenta de que Dios hace mucho tiempo que abandonó África..."
Gracias al protocolo de Kimberley, un acuerdo internacional para poner cerco al comercio de diamantes surgidos de zonas en conflicto armado, prácticamente el cien por cien de los diamantes visibles en las joyerías proceden de lugares en los que no medra ninguna guerra civil. 

Blood DiamondEl guión de Charles Leavitt y la fotografía de Eduardo Serra, nominado al Oscar por Girl With A Pearl Earring (2003) ilustran con crudeza las peripecias de Solomon Vandy, un pescador de la etnia mende que un buen día es capturado por la guerrilla y obligado a trabajar en una mina de diamantes en la región de Kono (Sierra Leona). El papel está interpretado por un eficaz Djimon Hounsou, que había trabajado anteriormente a las órdenes de Steven Spielberg en Amistad (1997).

La película supedita asimismo su acción a una documentada y escrupulosa veracidad; no en vano, Blood Diamond goza del apoyo institucional de dos prestigiosas ONG: Amnistía Internacional y Global Witness.
Pero T.I.H., Aquello es Hollywood... Pese a que el crítico de cine estadounidense Richard Roeper haya encumbrado esta película y haya bautizado a Edward Zwick como "maestro del thriller políticamente correcto",  el consorcio diamantino DeBeers, líder mundial en la venta de diamantes y que acapara el 40% del mercado, se ha dado por aludido y ha acusado a los productores de la película de plantear una publicidad perjudicial... El director tuvo la delicadeza de sustituir el nombre DeBeers por Van De Kaap y de alterar su sede en Nueva York por una ficticia sede en Londres; aun así, la película alude a un consorcio diamantino de fama mundial con las manos sucias de sangre.

Para sacar hierro al asunto, el gremio de joyeros estadounidense anunció que donaría 10,000 dólares a ONGs africanas por cada artista que acudiera a la gala de los Oscar del presente año luciendo diamantes...  Edward Zwick se ha apresurado a tachar de mal gusto esta iniciativa.

Gracias al protocolo de Kimberley, son cada vez menos los diamantes de sangre que acaban luciendo las manos multimillonarias, pero si hablamos de un mercado que recauda 60.000 millones de dólares anuales, un "pequeño" fleco de 600 millones sigue intercambiando minerales por armas que, sin ser de destrucción masiva, causan un sufrimiento atroz. A través de 138 minutos y al son de una banda musical tan sencilla como irreprochable, Blood Diamond plantea al espectador una reflexión cabizbaja: los diamantes "son para siempre", como dice Shirley Bassey en una melocinematográfica canción; pero África, no.

Lo mejor: “Solomon Vandy”. Este tema recoge el tan reiterativo como inspirado motivo del diamante de sangre, como una mezcla de nana africana y canto fúnebre, prologado por las vocalizaciones de Yossou N’Dour. Es el alma de la banda sonora.

Lo peor: “Maddy & Archer”. La incómoda química entre DiCaprio y la Connelly pone a Newton Howard en la necesidad de obviar un tema de amor de corte clásico. Pese a que la atracción de ambos crece y parece abocada al flirt, éste nunca hace acto de presencia y el tema “diamantino”, tenuemente revelado, resuelve la incipiente ternura como si no hubiera más que decir; o por no decir nada en absoluto.

El momento: “Fall of Freetwon” y “Diamond Mine Bombed”, en los que la extrema violencia de ráfagas de fuego que destrozan cuerpos, casas, vehículos y todo tipo de mobiliario se acompaña de espectaculares efectos sonoros editados por Christopher Assell y un juego malabar de percusiones para el que Newton Howard se arropa de solistas étnicos de primer orden: Modou Diouf, Nansady Kieta, Moucoulou Sawane, Mamadou Cissokho, Michael Landau, Bob Zimmitti, Mike Fisher, Brian Kilgore, Alex Acuña, Alan Estes, Bill Schultz, Fred Seldon, Sid Page, Attab Haddad y Anna Mudeka.

Jordi Montaner

 
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