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21 Grams

21 Grams


Título en castellano: 21 Gramos
Compositor : Santaolalla, Gustavo
Año : 2004
Distribuidora : Varese Sarabande

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Regular
Tracklist:
  1. Do We Lose 21 Grams? (02:28)
  2. Can Things Be Better? (01:16)
  3. Did This Really Happenn? (01:02)
  4. Cut Chemist Suite (04:36) (Performed by Ozomatli)
  5. Should I Let Her Know? (01:27)
  6. Can Emptiness Be Filled? (01:05)
  7. Shake Rattle And Roll (06:09) (Vocals Performed by Benicio del Toro)
  8. Can I Be Forgiven? (01:37)
  9. Low Rider (03:08) (performed by WAR)
  10. Is There A Way To Help Her? (00:45)
  11. Does He Who Looks For The Truth, Deserve The Punishment For Finding It? (01:41)
  12. You’re Losing Me (02:17) (Performed by Ann Sexton)
  13. Can Dry Leaves Help Us? (03:52)
  14. Can We Mix The Unmixable? (Remix) (01:59)
  15. Can Light Be Found In The Darkness? (02:22)
  16. When Our Wings Are Cut, Can We Still Fly? (02:27) (Performed by The Kronos Quartet)

Gustavo Santaolalla en sus mejores tiempos Últimamente nos estamos acostumbrando a que gentes venidas de otros mundos musicales, entren (a menudo con buen pie) en el campo de la música de cine. Tenemos a Jon Brion y sus colaboraciones con P.T Anderson, tenemos a Air y Kevin Shields con Sofia Coppola... hace unos años encontramos a Neil Young y Tom Waits en sendos films con Jim Jarmusch... A veces las voces musicales de estos compositores intentan adaptarse al lenguaje del cine (Jon Brion y Magnolia) Y otras veces el cine parece intentar adaptarse a su lenguaje (Dead Man y Neil Young sin ir más lejos).

El caso de 21 grams y Gustavo Santaolalla es desconcertante, porque no da la impresión de ser ni una cosa ni otra. Este buen hombre natural de Argentina, es un productor musical de reconocido prestigio a ambos lados del charco, cuya mano ha estado dentro de la mayoría de proyectos de peso del rock en castellano de los últimos 20 años.

Presidente del sello Surco Records y poseedor de cuatro Grammys Latinos, se marcó un tanto al asociarse con el uruguayo Juan Campodónico y presentar en sociedad el proyecto Bajo Fondo Tango Club; un bombazo que casaba los sonidos tradicionales del tango y la milonga con los ritmos actuales del drum’n’bass y el trip hop, en una propuesta que le valió el último de sus Grammys junto a Campodónico al mejor disco instrumental.

Pues bien, después de escuchar detenidamente el disco de la banda sonora para 21 grams, me puse otros discos donde aparece Santaolalla. Sin ir más lejos, la alocada versión de Livin’ la vida loca que aparece en Shrek 2, está producida por él mismo. Y ahora mismo escucho el mencionado proyecto Bajo Fondo Tango Club para llegar a una conclusión: Si es cierto que, como afirma el film, cuando uno muere su cuerpo pesa 21 gramos menos gracias a que el alma abandona el físico, entonces el disco de Santaolalla con el score debe pesar 21 gramos menos que el resto de discos del mercado, porque la música que se nos presenta a lo largo de 16 cortes, está más que muerta y no tiene ni punto de comparación con sus otros trabajos extra cinematográficos.

El primer corte “Do we lose 21 grams?” me recordó a Neil Young en Dead Man, pero al contrario que en la película de Jarmusch, donde los solos de guitarra tenían una progresión y un papel importante en la historia, aquí es simplemente ruido ambiental. Parece ser que el director les ponía la música a los actores (dado que fue compuesta sobre el guión) para que se aclimataran a lo que él les pedía para la escena. Tengo que reconocer que la táctica es buena, ya que si algo és la música, es “ambiental”. Hablamos de un score tranquilo y sin sobresaltos. Para alguien acostumbrado puede resultar incluso agradable, ya que Santaolalla sabe lo que hace, y las guitarras no tienen secretos para él. Estoy imaginando a los actores en el set antes de empezar a rodar, escuchando las progresiones instrumentales de Gustavo y da la sensación de que uno realmente pueda utilizar la música para abrir la puerta mental que lleva al mundo interior del personaje que uno está interpretando. Es una música de cerrar los ojos y concentrarse.

Texturas, guitarras, incluso un bandoneón totalmente desperdiciado por lo pobre de su sonido (es un bandoneón como podía ser una flauta 21 Gramoso un saxo), teclados y eventuales voces ayudan a construir el tejido sonoro. Todos los temas siguen la misma linea atonal y arrítmica. A veces uno piensa que la finalidad principal de esta banda sonora era aclimatar a los actores y no ayudar al film a expresarse (como uno podría suponer).

Incluso en el tema “Can we mix the unmixable? (remix)”, la etiqueta “remix” hace pensar que la música va a levantar el vuelo, pero ni por esas. Todo el disco está construido en base a una telaraña sonora para dar la impresión de que la historia del film es profunda, densa y filosófica. Vamos; para tirar para atrás a la mayoría del público.

El tema más bonito del disco es el último: “When our wings are cut, can we still fly?”, interpretado por un casi inaudible Kronos Quartet (para qué contratar al solicitadísimo Kronos para esa tontería?) y una guitarra que recuerda demasiado al tema que Santaolalla compuso para “The Insider” (El Dilema). Al leer que Kronos Quartet lo interpretaba, me vino a la memoria el anterior éxito de ese grupo interpretando la banda sonora para el film “Requiem for a Dream”, y pensé en las similitudes de ambos.

Si bien 21 Grams carece de las escenas dramáticas y casi apocalípticas del otro film, ambos comparten un buen puñado de cortes ambientales (en el caso de 21 grams: todos), pero si en Requiem for a Dream estaban resueltos con habilidad y conseguían mantener el interés, en 21 grams es puramente una textura que quizá inspire a los actores, pero sin duda aburrirá al oyente más pintado.

Para elevar el nivel “filosófico” del disco, los títulos de los temas que corresponden al score son todos preguntas. Ese signo de interrogación que finaliza cada título es el mismo signo que aparece en mi cabeza ahora mismo, cuando me pregunto si alguien habrá sido capaz de disfrutar de la música en su versión discográfica, fuera del contexto de la película. Por favor, es una duda tremenda. Si alguien conoce la respuesta no dudéis en hacérmela saber.

He dejado para el final el comentario anecdótico de que hay cuatro canciones acompañando al score. Tres de ellas de grupos “externos” que no me merecen ni el más mínimo comentario (hip hop, rock y soul sin nada que destacar) y la cuarta interpretada por el mismísimo Benicio del Toro, cuya falta de gracia hace sospechar que justo antes de comenzar a cantar, el pobre perdió sus 21 gramos.

Lo Mejor: Que si la idea de los responsables era hacer música ambiental atonal y arrítmica, esta banda sonora ha sido todo un triunfo.

Lo Peor: Como diría Homer Simpson: “Me abuuurroo”.

El Momento: “When our wings are cut, can we still fly?”.

Ruben Sánchez

 
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