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Spotlight

Howard Shore
     
Año:   2015
Sello:   Howe Records
Edición:   Normal
Nº Tracks:   18
Duración:   33:24
     
Ficha IMDB
Web del Compositor
 

 

Reseña por:
Fernando Fernández

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1. Spotlight (01:04)
2. Deference and Complicity (01:14)
3. Investigative Journalism (02:11)
4. Legacy (01:29)
5. The Directories (02:41)
6. Keep Silent (02:32)
7. Summer Investigation (02:01)
8. The Children (01:16)
9. Pressure of the Church (01:38)
10. The Sealed Documents (02:07)
11. The Globe Newsroom (02:03)
12. Courthouse (01:12)
13. Practice and Policy (02:08)
14. City on the Hill (02:10)
15. Pain and Anguish (01:02)
16. Night Mass (01:05)
17. Delivering the News (03:41)
18. The Story Breaks (01:57)

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«Spotlight»

 

«The Children»

 

«The Story Breaks»

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Se trata de una banda sonora con mucho más fondo del que parecería tener en una  escucha rápida. Pero, sobre todo, es de destacar la manera en que sabe ponerse a servicio de una historia dramática y compleja sin pretender ser nada más que un elemento adicional en la película.

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El tono dramático, junto con la contención casi minimalista de la música, la hacen una de esas partituras no apropiadas para todos los momentos. Y se necesita tener un cierto estado mental para saborearla.

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Evidentemente “The Children”, y su capacidad para hacer sentir esa pérdida y dolor, es el momento más brillante de una banda sonora que destaca por su conjunto. Lo destacado es toda ella. Pero por qué no centrarse en las victimas, que en el fondo son lo importante de la historia.

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Nota media: 7,00

Ángel Aylagas (6), Fernando Fernández (8), Asier G. Senarriaga (7), Óscar Giménez (6), Antonio Miranda (8), David Sáiz (7)

 

La fuerza y la clase del drama

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Todavía recuerdo con una ligera sonrisita ese momento en que muchos descubrieron a Howard Shore tras su maravilloso trabajo en The Lord of the Rings. Y esa sonrisita venía por la cantidad de comentarios que surgieron cuando se anunció su nombre como responsable de la saga, acusándole de no estar preparado para ello. Se le describió como un compositor oscuro, excesivamente experimental e incapaz de crear una música épica. Es una pena porque mucha de esa gente no había seguido para nada la carrera de Shore, más allá de su relación con Cronenberg. Y es que Shore puede ser muchas cosas. Entre ellas, por supuesto, se le puede llamar, oscuro y experimental. Pero también es un compositor con un magnifico sentido del drama y del monstruo humano, un músico con un tremendo sentido del humor como demostró desde sus inicios en SNL, y un auténtico maestro del cine.

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Spotlight es un drama dirigido por Thomas McCarthy, con guión del propio McCarthy y Josh Singer. La película aprovecha para contarnos una historia real y de elementos spotlight-keatonbastante sórdidos. Basado en el autentico equipo de Spotlight de The Boston Globe, la unidad de investigación periodística más antigua de Estados Unidos. La película describe cómo, metódicamente, descubren un patrón de abuso sexual de niños por parte de sacerdotes católicos en Massachusetts y el continuo encubrimiento por parte de la Archidiócesis de Boston. Una colección de historias que les hicieron ganar el Premio Pulitzer en 2003. Una historia contada con tremendo rigor, clase y contención, y un reparto de autentico lujo. Lo cual necesitaba el mismo tratamiento musical, algo que Shore maneja con autentica maestría.

spotlight-keaton-ruffaloMúsica para películas periodísticas existen autenticas joyas. La última, la estupenda música que Brian Tyler compuso para Truth. Es un género muy especifico que necesita una atención musical muy especial. Especialmente exige saber mantenerse en su lugar, sin buscar ponerse en primer plano y haciendo avanzar la trama dejando espacio. En ese sentido Shore construye la banda sonora como si de un concierto de cámara se tratase. Pequeño, intimo y centrado en su arreglo para diez instrumentos. Con ello consigue mantener ese tono que describía antes, dándole sólo presencia puntual a algunos de ellos, principalmente al piano/teclado, arpa, guitarra eléctrica y acústica.

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Especialmente el piano es uno de los elementos más destacados de la partitura, desde su comienzo en “Spotlight”. Shore aprovecha esa textura blanco/negro que tiene el piano como elemento de sinceridad, de humanidad, y lo contrapone al resto de tono de la partitura. Por ejemplo, ese sonido tan limpio y directo que expone en “Deference and Complicity”. Como enfrentándose a esa actitud deshonesta que están planeando descubrir.

 

Este es sólo uno de los pequeños toques de maestría que el compositor incluye en la banda sonora. Entre ellos, una gran cantidad de motivos para los múltiples elementos de la historia. Piezas como “Pressure of the Church”, “City on the Hill”, “Investigative Journalism”, “Deference and Complicity”, “Pain and Anguish” y “The Children” incluyen elementos específicos para los diversos grupos que intervienen en el desarrollo argumental, lo cual, para una partitura que no llega a los 40 minutos, es toda una demostración de calidad.

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Y es que uno de los toques de Shore (uno más) consiste en no introducir motivos o temas que se identifiquen con algún individuo. Incluso los periodistas actúan como un grupo investigador, con su música aportando una viveza y una sensación de movimiento y actividad continua. Dentro de esos motivos grupales (por denominarlos de alguna manera) probablemente el dedicado a las víctimas es uno de los más destacados y emocionales de la banda sonora. Por supuesto que “The Children” será uno de los momentos más señalados por los aficionados. Esa sensación de tristeza y desolación es realmente brillante.

 

Y aún más cómo dicho motivo es utilizado en la banda sonora. Como esa aparición del mismo en el flashback del inicio, donde se desvela la complicidad policial en la trama. Y la posterior aparición al final de la misma (“Night Mass”) es realmente brillante.

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Una de las cuestiones que puede llamar la atención es la no utilización de elementos específicamente sacros. Algo que teniendo a la Iglesia y su funcionamiento en el centro de la trama podía ser lo esperable. Sin embargo, como ya pasaba en Doubt, Shore prefiere centrarse en el drama y en el desarrollo de la trama más que en lo que hay detrás. En este caso se trata de los periodistas, su trabajo, las victimas y los que han trabajado por ocultar todo. Un periodismo que no es el de estrellas mediáticas y del que la gente no parece darse cuenta, pero que cuenta con su propio ritmo (“Investigative Journalism”). Y una trama que cuenta con un desarrollo del misterio y de las revelaciones, marcadas por el ritmo que Shore le proporciona a la música.

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Por supuesto que el tono de la música no la hace atractiva para el grueso de los aficionados. Pero la manera y calidad con que Howard Shore sabe “leer” la historia y aportar sus elementos es realmente brillante. Es una de esas partituras pequeñas y discretas que, sin embargo, son bastante más demostración de la capacidad de trabajo de un compositor que se ha ganado ya un hueco en la historia de la música de cine moderna. Pero probablemente más merecido si cabe por este tipo de partituras.