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  Maps to the Stars

 
Howard Shore
     
Año:   2014
Sello:   Howe Records
Edición:   Normal
Nº Tracks:   16
Duración:   38:34
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
Jordi Montaner

 
1. Greyhound (1:56)
2. Set Me Free (1:57)
3. Stolen Waters (2:22)
4. Wildfire (2:25)
5. A Little Crazy (3:21)
6. Walk of Fame (1:31)
7. Fire and Water (2:16)
8. Asylum Corridor (1:45)
9. Brother and Sister (1:06)
10. Secrets Kill (2:43)
11. Burn Out (1:57)
12. Love Is Stronger Than Death (2:32)
13. I’m Sorry (2:41)
14. I Write Your Name (3:47)
15. Liberty (2:10)
16. Blanket of Stars (4:05)
 
 

«Stolen Waters»

«Liberty»

«Blanket of Stars»

 


La osadía de un reverenciado compositor a la hora de romper esquemas y buscar nuevos tratamientos para situaciones arquetípicas.


Las dos tramas musicales que plantea Shore en la película daban para mucho más que 39 minutos de disco.


«Stolen Waters», que inaugura la trama interiorista, la del cuarteto de cuerda con aires de Haydn, la de las mentes torturadas. Se trata de un tema que sigue desarrollándose a intervalos dentro de la película, manteniendo una pauta.

BSOSpirit opina

Nota media: 6,5
 
Fernando Fernández (6), Asier G. Senarriaga (6), Óscar Giménez (5), Juan Ramón Hernández (6), Jordi Montaner (9), David Sáiz (7)
 

 
Una apuesta arriesgada de Howard Shore
 

altCronenberg y Shore acumulan la friolera de 35 años de colaboración y 15 películas juntos. Pero el premio que los 15 miembros del jurado de Cannes 2014 brindaron a la banda sonora de Maps to the Stars no tiene nada de homenaje. El año pasado premiaron a Jozef Van Wissem por Only Lovers Left Alive (2013), dando a entender que los «cannistas» están por la búsqueda de nuevos cauces y estilos melocinematográficos.

altHoward Shore, que a su condición de músico une la de lector impenitente, sabía de Maps to the Stars antes que David Cronenberg. Había leído a  Bruce Wagner y estaba familiarizado con la crudeza de sus planteamientos. No empezaba de cero. A Shore le atraía poderosamente la forma en que Wagner contrastaba el circo hollywoodiense con las laberínticas personalidades psicológicas de los protagonistas, y optó en esta ocasión por plantear la música de la película en forma de dos tramas sonoras paralelas que se entrecruzan sólo en ocasiones: una con tabla, bajo eléctrico, guitarra eléctrica (John Torn) y sintetizador, que en ocasiones suena más a Isham que al propio Shore, muy moderno todo; y otra de corte más minimalista con cuarteto de cuerda, piano y celesta, más en la línia de Schubert, Haydn o Philip Glass.

altEsta segunda trama resulta particularmente atractiva en el sentido que sobredimensiona el estrés  de los protagonistas, lo asimila a una milenaria estirpe de cómicos que llevan intercambiando máscaras desde la antigua Grecia a nuestros días, lidiando con las tragedias humanas de siempre. La música de Shore para esta trama sigue un tema muy simple, reiterado en distintas texturas, que es algo así como el ADN de esta extraña película que ha dividido tanto a críticos como a espectadores… Hay quien dice que es lo mejor de Cronenberg y hay quien dice que es lo peor. Me granjearía muchos enemigos decir que es lo mejor de Shore, y por eso no lo diré. Pero permitidme certificar que Howard Shore sigue siendo muy buen músico de películas, incluso después de colaboraciones tan sacrificadas como Cosmopolis (2012).