Puntúa esta banda sonora

 

 

  Once Upon a Time

(Érase una vez)
Mark Isham
     
Año:   2012
Sello:   Intrada
Edición:   Normal
Nº Tracks:   25
Duración:   62:37
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
Óscar Giménez

 
1. Once Upon a Time Orchestral Suite (04:13)
2. Henry’s Proposal (01:17)
3. The Queen’s Curse (02:46)
4. Jiminy Cricket (03:11)
5. Dealing with Rumplestiltskin (03:26)
6. Belle’s Story (02:37)
7. Dwarves (02:45)
8. The Huntsman (04:31)
9. Things Are Changing in Storybrooke (01:47)
10. Cinderella (01:44)
11. Wedding Dance (01:21)
12. Advising Ashley (02:26)
13. If the Shoe Fits (01:35)
14. Unhappy Endings (03:46)
15. Emma and Henry (01:43)
16. The Siren (05:07)
17. The Man with the Wooden Box (01:11)
18. Hope Will Return (01:48)
19. Rumplestiltskin in Love (02:19)
20. The Genie’s Wishes (01:58)
21. The Road to True Love (02:50)
22. The Family Compass (02:00)
23. Burn the Witch (02:34)
24. That the Queen Loves Most (02:30)
25. The Clock Moves (01:12)
 
 

Tema de Blancanieves en «Unhappy Endings»

Tema de la Reina en «Once Upon a Time Orchestral Suite»

Tema de Rumplestiltskin en «Dealing with Rumplestiltskin»

 


La apuesta de los creadores de la serie y del compositor por dar a la música la importancia que realmente merece, un tipo de música orquestal, emotiva y melódica al uso tradicional. No es una apuesta innovadora, aunque sí se distingue de muchas otras series actuales en las que la música parece estar creada para no destacar.


A pesar de contener más de una hora de música, la edición discográfica resulta mutilada, ya que no incluye nada de los últimos ocho episodios de la temporada, para los cuales Isham escribió algunos temas sensacionales.


“Once Upon a Time Orchestral Suite” es una buena exposición inicial de la música que encontramos en la serie. Sin embargo, algunos de los temas más conseguidos están escritos para personajes secundarios. A destacar “Jiminy Cricket”, “Belle’s Story”, “The Huntsman” o “Rumplestiltskin in Love”.

 

BSOSpirit opina

Nota media: 7,25
 
David Doncel (7), Rubén Franco (8), Asier G. Senarriaga (8), Óscar Giménez (8), David Martínez (6), Sergio Rivas (7), David Saiz (8), Jordi Vázquez (6)
 

 

Reseña Temporada 2

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Princesas de Maine, brujas de Nueva Inglaterra
     

altLos cuentos infantiles están de moda. O mejor dicho, Hollywood y la televisión americana están tratando de explotar el filón que nació con la idea de reversionar o reinterpretar los cuentos clásicos con intención de adaptarlos al gusto de un público adulto o, más bien, adolescente.

No sé si Terry Gilliam fue el desencadenante de la actual ola de películas y series sobre cuentos de hadas con El secreto de los hermanos Grimm (2005). La cuestión es que su visión distintiva de esas historias ha tenido continuidad unos años después. Por ejemplo, con Red Riding Hood (2011), versión “modernizada” de Caperucita Roja, o las más recientes Mirror, Mirror y Snow White and the Huntsman (2012).

La televisión no se ha quedado al margen. El pasado año se estrenó Grimm, serie protagonizada por un policía de Portland, heredero de una estirpe encargada de erradicar a los seres fantásticos de los cuentos que habitan el mundo real con apariencia de personas normales.

altLa otra es esta Once Upon a Time (Érase una vez), serie creada por Adam Horowitz y Edward Kitsis a partir de la idea de traer al presente, concretamente a una población de Maine llamada Storybrooke, a los personajes de los cuentos clásicos, sin que ellos recuerden quienes habían sido en su mundo de fantasía, como consecuencia de una maldición provocada por la Reina Malvada del cuento de Blancanieves. De ese modo, resulta que la susodicha reina es la alcaldesa del pueblo, Blancanieves ejerce de maestra de escuela con aspecto mojigato, Pepito Grillo es psiquiatra, Caperucita Roja trabaja de camarera y el sheriff no es otro que el Cazador.

altA Storybrooke llega Emma Swan, un personaje en principio ajeno a toda esa historia. Allí la lleva Henry, su hijo biológico que dio en adopción nada más nacer, un niño que parece ser el único que sabe lo que realmente sucede con toda la gente de la población y que confía en que su madre recién encontrada rompa la maldición.

Todos los tópicos de los cuentos de hadas irrumpen antes o después a lo largo de la serie. El amor verdadero, el amor perdido, la traición, la magia, el honor, la valentía, la manipulación…, eso sí, con un tono edulcorado y en muchos momentos sentimentaloide. Es una serie apta para todos los públicos pero, evidentemente, no apta para todos los gustos. En cualquier caso, se ha ganado los suficientes seguidores como para que la ABC confíe en la continuidad de su éxito con una segunda temporada.

Una apuesta por la melodía y la emotividad

altLos creadores Horowitz y Kitsis propusieron a Mark Isham que fuera el encargado de la banda sonora. Isham tiene formación musical clásica, pero se ha destacado a lo largo de su carrera como trompetista de jazz y como un compositor innovador en el ámbito de la música electrónica. Es por tanto un artista poliédrico a quien le gusta enfrentarse desde diferentes ópticas a proyectos de lo más variopinto. En este sentido, no es extraño que al lado de bandas sonoras más electrónicas como Crash nos encontremos con otras más próximas al jazz y al sonido del Hollywood clásico, como The Black Dahlia, y con trabajos orquestales más convencionales para películas infantiles, caso de Fly Away Home, Racing Stripes o, más recientemente, Dolphin Tale.

La versatilidad de Isham está fuera de toda duda, lo mismo que su profesionalidad para acometer proyectos de cualquier calado, siempre y cuando le motiven. En su charla de Córdoba, durante el Festival de Música de Cine, explicó que de tanto en tanto le gusta abandonar los sintetizadores y ponerse a escribir música para películas o series de las que puedan disfrutar sus hijos, lo cual implica componer a la antigua usanza con lápiz y papel.

altEs el caso de Once Upon a Time, un score que él mismo define como “muy tradicional”, pero que al mismo tiempo le hizo disfrutar por ser música melódica, emocional y épica. Los creadores de la serie tenían claro que ese era el tipo de música que querían para su historia. “El hecho de disponer de una orquesta todas las semanas es maravilloso –manifestaba el compositor en una entrevista-. El estudio y los productores creyeron en la música y quisieron que tuviera la mayor calidad posible”.

Sentadas esas premisas, Isham desarrolló el concepto en su estudio y los fundamentos quedaron definitivamente claros para el episodio piloto.

Lo que el compositor tiene claro es que cada proyecto debe tener una voz única, unas características que lo hagan reconocible y faciliten al espectador entrar y asimilar su universo musical. La banda sonora de Once Upon a Time es orquestal en un 90% y electrónica en el 10% restante. Los sintetizadores se emplean para perfilar los sonidos de la propia orquesta y su protagonismo es muy secundario. Podría decirse que los instrumentos genuinamente protagonistas son los metalófonos. Son los que llevan la voz cantante en la mayor parte de los motivos temáticos creados para los personajes. Desde los xilófonos a la celesta, el glockenspiel o el vibráfono, muchas melodías están ejecutadas por estos instrumentos.

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Temas, temas y más temas

altPara el primer episodio de la serie se forjó tanto el concepto musical como los temas asociados a los personajes principales de la historia.

Es el proyecto de Isham con mayor número de leitmotivs. Afirma que, en el caso de componer para una película, nunca ha encontrado efectivo eso de crear un tema para un determinado personaje. Más bien suele optar por crear temas para las ideas abstractas que maneje el film, sean la traición, el amor o la ambición. Siempre tendiendo más a escribir temas para emociones que para personajes, lugares u objetos concretos.

Desde luego, no ha sido así en Once Upon a Time, donde desarrolló motivos temáticos para todo. “Cuantos más personajes aparecían en la serie, más temas tuve que escribir”.

altAdemás, no solamente hay temas para casi todos los personajes que deambulan por la pantalla, sino también para las relaciones que se establecen entre ellos y para otros conceptos como el amor verdadero, el amor perdido, el libro de cuentos, el maleficio, el cambio…

Su carácter emocional conecta rápidamente con el espectador que, consciente o inconscientemente, acaba asociando las melodías a esos personajes e ideas, incluso cuando no están presentes en pantalla, un recurso que Isham utiliza a menudo en esta serie para sugerir mediante la música la relevancia que tiene un tercero en escenas en las cuales ni siquiera se le nombra.

También hay que destacar que desde el punto de vista musical no se ha querido diferenciar el mundo actual en el que habitan los personajes del mundo de fantasía del que proceden. La idea es que se mantenga la conexión entre ellos.

Como ya he dicho, además de dejar establecido el concepto musical, el episodio piloto presenta los temas principales de toda la serie. De hecho, el primer corte, “Once Upon a Time Orchestral Suite”, ya contiene unos cuantos. No es una suite recopilatoria de leitmotivs en sí, sino la música que acompaña toda la escena de introducción de la serie: el Príncipe galopa, encuentra a Blancanieves aparentemente muerta en el bosque, la besa y la despierta; cuando se van a casar para ser felices y comer perdices, aparece la Reina Malvada y anuncia la maldición. Por lo tanto, ya tenemos ahí el tema del Príncipe, el de Blancanieves, el del amor verdadero y el de la Reina en poco más de cuatro minutos.

altEn el resto del CD –que por cierto se ha editado con cinco portadas distintas con los rostros de los cinco personajes principales- se incluyen unos cuantos cortes más del episodio piloto, en los que se presenta el resto de motivos que constituyen la columna vertebral del material temático. Se trata de “Henry’s Proposal”, “Dealing with Rumplestiltskin”, “Unhappy Endings”, “Hope Will Return” y “The Clock Moves”.

Como puede comprobarse en el tracklist, están desperdigados de principio a fin del CD. Lo mismo ocurre con los tracks que corresponden al segundo episodio –“The Queen’s Curse”, “Things Are Changing in Storybrooke” y “That the Queen Love Most”-. Supongo que la idea de los productores ha sido presentar el universo musical de la serie de forma variada y sin que los temas de los principales personajes de la serie suenen en el disco de forma demasiado repetitiva. Eso produce la sensación en el oyente de que no existe un tema principal destacado cuando, de hecho, no hay solamente uno, sino varios, aunque es necesario ver la serie para tenerlos bien presentes.

altUno de esos temas, profusamente utilizado en la gran mayoría de capítulos es el de la Reina Malvada. Está formado por una serie de notas descendentes a cargo de lo que parece ser un címbalo. Simple pero efectivo, sugiere inquietud y amenaza. La entrada espectacular de la Reina en el salón donde se casan Blancanieves y el Príncipe se acompaña de su leitmotiv, así como de un ostinato de cuerdas que también queda asociado a la Reina en futuras escenas. Ese momento lo encontramos en el fragmento final de “Once Upon a Time Orchestral Suite”.
 

El tema de la ReinaRegina Mills en Storybrooke- lo escuchamos en algunos otros cortes como “The Queen’s Curse”, en una breve referencia de “Dealing with Rumplestiltskin” y al final de “If the Shoe Fits” y “The Family Compass”. Son pocos ejemplos para la importancia que realmente tiene en la serie.

altLo mismo sucede con el tema de Blancanieves, Mary Margaret en el mundo actual. La celesta y otros metalófonos suelen ser los instrumentos con los que se ejecuta su sencilla y evocadora melodía, que también es la que siempre cierra cada episodio con los títulos de crédito. También la encontramos en el primer corte, “Once Upon a Time Orchestral Suite”, cuando el Príncipe encuentra su ataúd de cristal en el bosque, así como en “Unhappy Endings”.
 

altEl tema del Príncipe tiene un carácter más heroico y suele sonar interpretado por toda la orquesta. Es el primero que encontramos en la serie y en el disco, en los primeros momentos de “Once Upon a Time Orchestral Suite”, cuando cabalga en busca de Blancanieves. También al final de “The Siren” con carácter triunfal y, de forma más emotiva, en “The Road to True Love”.
 

altAdemás de la Reina, el personaje más manipulador y ambiguo de la serie, puesto que nunca conocemos sus verdaderas intenciones, es Rumplestiltskin –histriónico Robert Carlyle cuando encarna al personaje del cuento pero magistral como el poderoso mister Gold en el mundo real-. Su leitmotiv está formado por una serie de acordes graves y siniestros que escuchamos por primera vez en el primer episodio –“Dealing with Rumplestiltskin”– cuando Blancanieves y el Prínicipe lo visitan en la prisión donde está encerrado.
 

Lo encontramos también en el corte final “The Clock Moves” –correspondiente al final del episodio piloto-. Pero una de las piezas más conseguidas es “Rumplestiltskin in Love”. No incluye el tema del personaje, sino un motivo de cuatro notas iniciado con coro femenino que aporta una sensación de dramática fatalidad y que las cuerdas hacen evolucionar hacia la majestuosidad. Además, sorprende que la primera parte de este corte se escuche en una escena violenta en la que el Rumplestiltskin actual, mister Gold, golpea con desesperación a otro personaje, momento que enlaza con la visión de su propia desesperación en el mundo de los cuentos.
 

altEl tema del amor verdadero es otro de los principales. Su primera versión la encontramos en “Once Upon a Time Orchestral Suite”, con celesta o xilófono, justo cuando el Príncipe despierta a Blancanieves. Es un tema basado en series de tres notas que transmite esperanza y que las cuerdas elevan cuando la escena cambia hacia la boda de la pareja. Lo tenemos también en “Hope Will Return” y al final de “The Clock Moves”.
 

altEn contrapartida está el tema del amor perdido, que también podríamos llamar tema de los finales infelices, y está muy asociado al personaje de Emma Swan, hasta el punt de que también podemos considerarlo tema de Emma. En la serie se escucha por primera vez cuando celebra sola su cumpleaños en su casa de Boston. Es una mujer solitaria que se deshizo de su hijo nada más nacer, lo mismo que hicieron sus padres con ella. O al menos es lo que cree… Este tema del amor perdido tiene múltiples usos para otros personajes, no solo para Emma. Se emplea tanto como para mostrar la separación de ella y su hijo Henry –cuya madre adoptiva es la alcaldesa Regina– como para subrayar la separación de Blancanieves y el Príncipe, que no se reconocen en el mundo actual al que han sido enviados. Aunque se utiliza con frecuencia en la serie, en el disco lo encontramos solamente en “Unhappy Endings”. Es una melodía triste y evocadora, a menudo interpretada por piano o vibráfono.
 

altEl libro de Henry, que da pie a su teoría de que todos los habitantes de Storybrooke son personajes de cuentos, también parece asociado a un tema basado en pares de acordes de metalófono. Lo tenemos al inicio de “Henry’s Proposal” y con frecuencia se escucha en escenas que hacen referencia a dicho libro, como ocurre en “Hope Will Return”.
 

altEl tema de Henry también lo escuchamos en “Henry’s Proposal”, así como en el comienzo de “Cinderella”. Una base percusiva con marimba y metalófonos apoya el desarrollo de una melodía ascendente que se asocia a la operación que se trae entre manos para romper el maleficio que pesa sobre los habitantes del pueblo.
 

Existe también el tema de Emma y Henry, que subraya la conexión emocional positiva entre la mujer y su hijo biológico. Consiste en un adagio triste con notas de piano que después parece animarse un poco con las cuerdas hacia un tono más optimista. Lo encontramos en “Emma and Henry”.
 

altLas acciones de Emma en la localidad provocan que las cosas cambien. El reloj de la torre, parado desde tiempos que nadie puede recordar, vuelve a funcionar poco después de su llegada. Esa idea de cambio queda recogida en otro tema dinámico, con cierto carácter mágico conseguido mediante metalófonos y coros, que oímos en “Things Are Changing in Storybrooke”.
 

altEn cuanto a temas principales con presencia a lo largo de toda la serie, hay que destacar por último el del maleficio, por motivos obvios muy emparentado con el leitmotiv de la Reina. Cuando se hace referencia a él en la serie se deja claro que las cosas no van nada bien. Su momento más espectacular lo podemos oír en “The Queen’s Curse”.
 

Temas para personajes secundarios

Con la base temática construida para el episodio inicial, le quedaba a Mark Isham mucho trabajo por delante. En muchos capítulos aparecen personajes nuevos que necesitaban sus propios temas. Por lo tanto, a pesar de que podía reutilizar material ya escrito y grabado para los personajes conocidos, el compositor tuvo que crear más y más música nueva semana tras semana.

altFruto de esa labor encontramos algunas de las piezas más bellas y conseguidas de la banda sonora. Una de ellas es el tema de Pepito Grillo –“Jiminy Cricket”-. Las delicadas notas de vibráfono sobre una base sonora electrónica transmiten verdadera magia, una sensación que se refuerza con la entrada del arpa y de la sección de cuerda.
 

altPara el tema de Bella –“Belle’s Story”– también es el vibráfono, al que se une la flauta, el instrumento encargado de la melodía, alcanzado instantes de auténtica belleza. La pieza evoluciona pasando de la melancolía a la esperanza con entradas de maderas, trompas y arpas. “Belle’s Story” es una de las piezas más bonitas que ha conseguido Isham en esta serie.
 

altOtro personaje clásico, Cenicienta, disfruta de otro gran tema, esta vez con protagonismo de cuerdas y trompas, y con metalófonos únicamente de apoyo. El tema se desarrolla como un vals, que encontramos en la segunda mitad de “Cinderella” y en “If the Shoe Fits” con carácter más íntimo. De hecho, el CD contiene cuatro cortes del episodio dedicado a Cenicienta, las dos mencionadas, además de “Wedding Dance” y “Advising Ashley”.
 

altEl tema del Cazador no se queda atrás respecto a los anteriores. Recogido en “The Huntsman”, sus notas forman una melodía calmada al comienzo de este corte, la misma melodía majestuosa y noble que suena más tarde con toda la orquesta, después de una fase de música de acción, y al final de la pieza de manera más emotiva y dramática, con las cuerdas destacando sobre percusión y arpegios de arpa.
 

altEl tema de los enanos de Blancanieves tiene un carácter más cómico, a base de pizzicatos y percusión, pero la pieza en que se presenta -“Dwarves”– también está dotada por momentos de cierta belleza y elegancia mágica, resaltada con arpa y coros, cuando conocen sus nombres, que aparecen grabados en los picos que les entregan para trabajar. Una referencia al tema de los enanos la encontramos también al inicio de “The Road to True Love”.
 

altEl CD incluye dos cortes del episodio dedicado a Hansel y Gretel: “The Compass Family” y “Burn the Witch”. El primero es el que contiene el tema dedicado a esta pareja de hermanos abandonados por su padre. Es un bonito tema iniciado con flauta y arpa que deriva hacia sonoridades más intrigantes cuando se ven perdidos en el bosque.
 

altEl genio de la lámpara es otro de los personajes de los que se nos relata su historia. “The Genie’s Wishes” nos presenta la melodía de claro sabor oriental que conforma su tema, interpretada con lo que parece sonar como un címbalo o dulcímele y desarrollada también con flauta.
 

altComo curiosidad, Isham declaraba en una entrevista que lo más raro que había hecho para Once Upon a Time había sido escribir música para oboe bajo. En concreto, lo hizo para el tema de la Sirena, ser mágico que habita en un lago del mundo fantástico en el que el Príncipe debe cumplir una misión. “The Siren” es el corte de mayor duración del CD y contiene la música de toda esa escena. El oboe bajo tiene una sonoridad nasal y la melodía forma arabescos de lo más sugerente.
 

altA mitad de temporada aparece en Storybrooke un misterioso individuo montado en una moto. Hasta los últimos episodios no se sabe quién es, pero su aparición lleva asociada un tema que oímos en “The Man with the Wooden Box”, un motivo descriptivo en clave intrigante formado por sucesiones de notas que ascienden y descienden.
 

Aparte del material temático, unas cuantas pistas del CD ponen de manifiesto el buen hacer del compositor a la hora de crear interesantes temas de acción y atmósferas. “The Queen’s Curse”, “Dealing with Rumplestiltskin”, “Burn the Witch”o “What the Queen Loves Most” contienen ambos tipos de aproximación musical.

altEn conjunto, la edición discográfica representa un buen ejemplo de la música creada por Mark Isham para esta serie de fantasía, pero tiene una pega. El disco se editó a principios de mayo y la serie no acabó de emitirse en Estados Unidos hasta unas semanas más tarde. En el CD solamente hay música de los primeros 14 episodios de un total de 22, lo que significa que no incluye ningún tema de los 8 últimos, capítulos en los que se presentaron otros personajes, con sus respectivos leitmotivs, algunos realmente buenos como los de Pinocho, Caperucita o el Sombrerero Loco. Por este motivo, podría decirse que se trata de una edición discográfica mutilada, una recopilación en la que faltan piezas musicales destacadas, especialmente si tenemos en cuenta que brilla por su ausencia todo lo compuesto para los momentos climáticos del final de temporada.

En conclusión, aunque no puede decirse que esta banda sonora sea en absoluto arriesgada ni innovadora, es un trabajo de escucha agradable de principio a fin, con música orquestal que podría considerarse convencional, pero buena música al fin y al cabo. Es una notable banda sonora que apuesta por la melodía y que incide emocionalmente en el espectador, papel de la música de cine –o TV como es el caso- que muchos productores y directores se empeñan últimamente en olvidar.