Puntúa esta banda sonora

 

Mission: Impossible – Ghost Protocol

(Misión Imposible: Protocolo Fantasma)
Michael Giacchino
     
Año:   2011
Sello:   Varese Sarabande
Edición:   Normal
Nº Tracks:   22
Duración:   76:31
     
Ficha IMDB
Web del Compositor
 

 

Reseña por:
Asier G. Senarriaga

1. Give Her My Budapest (01:57)*
2. Light the Fuse (02:01)*
3. Knife to a Gun Fight (03:42)
4. In Russia Phone Dials You (01:40)
5. Kremlin with Anticipation (04:12)*
6. From Russia with Shove (03:37)*
7. Ghost Protocol (04:58)
8. Railcar Rundown (01:11)
9. Hendricks’ Manifesto (03:17)
10. A Man, a Plan, a Code and Dubai (02:44)*
11. Love the Glove (03:44)
12. The Express Elevator (02:31)
13. Mission Impersonatable (03:55)
14. Moreau Trouble Than She’s Worth (06:44)*
15. Out for a Run (03:54)*
16. Eye of the Wistrom (01:05)
17. Mood India (04:28)
18. Mumbai’s the Word (07:14)*
19. Launch Is on Hendricks (02:22)
20. World’s Worst Parking Valet (05:03)*
21. Putting the Miss in Mission (05:19)*
22. Mission: Impossible Theme (Out
with a Bang Version) (00:53)*
* Los mejores temas

«Light the Fuse»

Nuevo motivo para Ethan Hunt en «From Russia with Shove»

«The Plot», de Lalo Schifrin, adaptado por Giacchino en «From Russia with Shove»

Tema del equipo en «Moreau Trouble that She’s Worth»

Tema de Mumbai en «Mood India»

«Mission: Impossible Theme (Out with a Bang Version)»


El disfrute continuo que Michael Giacchino nos regala, y cómo la partitura consigue llevar en volandas al oyente durante toda la audición, sin que la emoción, la aventura, la acción o la implicación emotiva disminuyan ni un ápice en todo el trayecto. La variedad y viveza de cada nuevo track, haciéndonos viajar musicalmente por todos los enclaves en que la trama nos sitúa. Los dos temazos de acción de raíces eslavas, con unos poledourianos coros rusos, de “Kremlin with Anticipation” y especialmente, “From Russia with Shove”, antológicos.


Por decir algo en este apartado, que tras hora y cuarto de partitura de acción creativa y vibrante, el viaje tiene un final.


El equipo de Ethan Hunt se enfrenta a la traición de un enemigo sibilino y esquivo, que parece ir por delante en todo momento, el grupo aborta la misión y se dispone a huir del Kremlin, cuando los coros nos ofrecen la versión más gloriosa del tema ruso, y lo más inesperado tiene lugar, “From Russia with Shove”.

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Un equipo incriminado acusado de traición,
una lucha a contrarreloj,
una misión más allá de lo imposible

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J.J. Abrams & Michael Giacchino, una dupla de camino a la leyenda

altCuando J.J. Abrams tomó los mandos de la saga de misiones imposibles cinematográficas, allá por el 2006, el compositor que había acompañado a éste desde sus inicios en el mundo de la televisión, como era obvio, iba a ser la opción musical asignada al proyecto. La partitura para Misión: Imposible III no obtuvo el éxito crítico que en opinión del que esto suscribe realmente merecía, y fue duramente ninguneada por carecer de la trascendencia, que a otras composiciones y a otros autores se les perdona sin problemas. El caso es que no estando de acuerdo con los ataques a esta citada tercera entrega, en mi humilde opinión, injustificados, sólo estaba esperando la oportunidad de que aquellos que elevaban sus voces críticas, vieran con el tiempo lo errada de su intolerancia a un compositor por su origen en la televisión y el mundo de los videojuegos.

Ahora, las sagas de Medal of Honor o Call of Duty, son clásicos dentro de la historia musical de los videogames, y partituras como Alias o, sobre todo, Lost (con la que volvió a poner de moda en la pequeña pantalla, la música orquestal y el sinfonismo más abrumador), han encontrado el reconocimiento a la calidad y el talento de este compositor, y que con Misión: Imposible III le fue negado.

altY como culminación a un año 2011 soberbio en cuanto a los niveles de excelencia de sus creaciones, tras las magníficas Cars 2, Super 8, Monte Carlo o 50/50, llegaba el momento de regresar a la Imposible Misión Force (IMF) para demostrar que el perfecto engarce para un ecuación sobresaliente, iba a ser un Michael Giacchino capaz de darnos una de sus mejores obras, en una carrera que poco a poco, pasito a pasito, le va poniendo, en la senda de los grandes.

Budapest, Moscú, Dubai, Bombay, Seattle,
un grupo de repudiados, sin apoyo, sin medios, sin salida.
La misión más imposible de todas da comienzo…

altComo no podía ser de otro modo, Misión: Imposible es ante todo, un nombre, Lalo Schifrin. Su tema es ya inmortal y siempre estará asociado a la franquicia, por lo que Michael Giacchino muy inteligentemente, estructura su composición en torno al mismo, juega con él, lo hace evolucionar alrededor de sus nuevos motivos y temas, integrándolo, haciéndolo crecer incluso a través de su mutación a las diferentes localizaciones en las que la trama tendrá lugar. Lo integra en torno al motivo ruso que adquirirá fuerza coral en “Kremlin with Anticipation” y “From Russia with Shove”, le añadirá tonalidades hindi en “Mood India” aunque muy sutilmente, pues el tema está escondido en las tonalidades étnicas que el compositor imprime al tema, o un tono arábigo en “Love the Globe” acompañado de tambores en segundo término a partir del 2:38,  o le añadirá nuevos arreglos como ya hiciera en el anterior film de la saga, para asociarlo a esta entrega en concreto, mediante las creativas variaciones de “Light the Fuse” y “Mission: Impossible Theme (Out with a Bang)”.

altEl viaje comienza sin embargo, con Giacchino reflejando a través de unos violines en acuciante crescendo, la  fallida misión inicial del film, prediciendo la tragedia que ocurrirá en los primeros instantes de la trama, mientras los logos de Paramount y Bad Robot ocupan toda la pantalla, “Give Her My Budapest”, del que encontraremos un desarrollo más amplio, adrenalínico y emocional en “Knife to a Gun Fight”, a través de la sección de cuerda al completo, sacando chispas en una interpretación formidable que te deja sin aliento al tema de la misión húngara, el flashback que recoge lo que no hemos visto aún de la trampa inicial.

 

Unos títulos de crédito apabullantes, “Light the Fuse”, que nos avanzan muchas de las emociones del film, acompañados del fastuoso ritmo del tema original de Schifrin pasado por el tamiz de Michael, nos lleva al planteamiento de la misión y a la nueva traición a la que se verá abocado el equipo en Moscú, “In Russia Phone Dials You”, jazzístico motivo de tensión con pimpantes pespuntes de cello y aparición estelar y suntuosa del tema de Mission: Impossible y de “The Plot”, ambos del bueno de Lalo.

La misión se despliega en la Plaza Roja de Moscú, y Giacchino crea un memorable motivo, acompañado en varios instantes por una apabullante masa coral de entonación eslava (si bien, como indicó el compositor en una entrevista concedida el pasado diciembre, el canto no es ruso, sino un lenguaje inventado con aportaciones cirílicas), mientras los protagonistas se superan a sí mismos efectuando una entrada con mucha cara dura por la misma puerta central de acceso a la sede del Gobierno Ruso, “Kremlin with Anticipation”.

Para todos aquellos de nosotros que amamos la música de un Maestro en mayúsculas como Basil Poledouris, este track nos trae a la memoria la maravilla que compusiera para La Caza del Octubre Rojo, hace más de dos décadas, en su vigor y prestancia dramática. Giacchino además, lo engarza junto a variaciones del tema de Mission: Impossible de Schifrin, y un crescendo emocional de intensidad magnificente al final de “From Russia with Shove”, uno de los temazos de esta partitura.

 

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Ethan Hunt y su equipo son traicionados y expuestos ante el gobierno ruso y sus agentes empiezan una acuciante caza al hombre por toda Moscú, mientras el Pentágono sitúa sus ya ex-activos fuera del sistema, convirtiéndolos en cabezas de turco del ataque al Kremlin, “Ghost Protocol”, manejado por Giacchino en base a un tratamiento de suspense a base de notas agudas a los violines y un crescendo al que los metales se incorporan aquí y allá denotando una sensación de caos, exactamente el caos global al que la FMI se va a ver abocada.

La sección de cuerda se desata, con aportaciones de flauta y trompeta, para con una elegante entrada del motivo de M: I, “Railcar Rundown”, llevarnos en volandas a la gravedad del percusivo piano y las oscuras texturas de “Hendricks Manifesto”, donde una música oscura y tenebrosa, asociada al plan de destrucción del villano, y con puntuales apariciones del tema de Schifrin nos conducen a Dubái.

altEs el instante en el que otro de los temazos de la partitura nos fascina en su epicidad y fuerza sonora, “A Man, A Plan, A Code, Dubái”, donde Giacchino, con una percusión étnica va dando paso a la orquesta que despliega en toda su amplitud el motivo de Dubái, de honda evocación arábiga. La misión implica una escalada a contrarreloj por el edificio más alto del mundo, máscaras que no llegarán a completarse, gadgets que no funcionan todo lo bien que debieran, y el poder persuasor de Ethan Hunt y su equipo.

 

Nos encontramos en la cima de acción y emoción de la partitura, y el compositor que lo sabe, se divierte en un juego constante entre vientos de madera, arpa, flauta y violines, que van acompañando en Mickey-mousing el más difícil todavía hecho imágenes, “Love the Globe”, donde Giacchino recurre al tema de Ethan Hunt ya presente en Mission: Impossible III, con entradas puntuales del tema de Schifrin y un constante suspense musical, que sólo se atenúa ante la percusión y los toques étnicos de “The Express Elevator” para comenzar un tour de force musical a lo largo de los siguientes cuatro tracks en el que Michael demuestra su maestría para implicar y hacer vibrar al oyente.

altGeniales son las épicas entradas del tema de Mission: Impossible en el track anteriormente citado, juguetonas las cuerdas dejando casi sin aliento en “Mission Impersonatable” en contraposición a las disonancias de “Moreau Trouble than She’s Worth”  que dan paso a la entrada de toda la orquesta a partir del 3:31 para ponernos el corazón en la boca ante las nuevas dificultades a las que la misión constantemente se enfrenta.

 

Y todo ello no es sino el aperitivo para el festival de música de acción hiperquinética de “Out for a Run”, donde el sinfonismo llega a límites cuasi paroxísticos, jugando con todos los temas que Giacchino nos ha ido mostrando en pinceladas hasta ahora, tema del equipo, de Hunt, de Dubái, percusión en ascenso, metales desaforados, cuerdas, cellos, tablas, tambores, guitarra eléctrica, piano, convirtiéndose en un festival de la música de acción sin igual. Mientras, en pantalla, tormentas de arena apocalípticas, coches que desafían las leyes de la gravedad, choques, carreras, saltos, ¿qué podemos esperar?, estamos en una ¡¡¡Misión Imposible!!!

altEl descubrimiento a través de percusión grave y notas alargadas a las cuerdas de una sorpresa más por parte de un villano que siempre parece ir un paso por delante, “Eye of the Wistrom”, nos lleva a La India.  Aquí el compositor se divierte de lo lindo experimentando con su música, y transformando el tema de M: I en un himno a la música hindi, con una extasiante cítara y toda variedad de instrumentos exóticos y voces de hindúes, combinadas para llevarnos a un paroxismo kitsch, en el que los colores brillantes de las mansiones, el lujo de coches y trajes y la nueva misión del grupo, se integran con fastuosa prestancia, “Mood India” y “Mumbai’s the Word”. Atentos en el primer tema citado a la exhilarante emoción que destila a partir del 2:43, si no fuera la saga de Ethan Hunt, diríamos que es muy bondiano el arreglo de Mr. Giacchino.
 

 

altY por si hubiera habido poca, la acción vuelve a tomar el mando con el clímax de la historia, “Launch is on Hendricks”, donde el estilo del compositor se hace inconfundible, y encontramos esa facilidad de Giacchino para situarnos en el ojo del huracán de la emoción, como ya hiciera tantas veces a lo largo de su carrera en obras como The Incredibles, Speed Racer, Medal of Honor o Lost, todas ellas, composiciones en las que éste fraguó sus habilidades, y que demuestran su apogeo con la fascinante utilización de trompetas con sordina, percusión  imparable, cuerdas, cellos, metales, maderas, guitarra eléctrica y bajo, con que nos deslumbra antes del fin de fiesta final, “World’s Worst Parking Valet”. Los leit motifs de Ethan y el equipo se unen, las cuerdas manejan el ritmo, en un ostinato inmisericorde, el piano se suma, los cellos traen paz por unos segundos, las campanillas nos llevan al muy John Williams mix orquestal final, en el que todos los instrumentos se van turnando en un alarde de orquestación imponente, mientras un maletín cambia de manos cada dos segundos, y el destino del mundo recae en una sola persona, Ethan Hunt.

altPara finalmente, en una liberadora explosión del tema de Mission: Impossible, dejarnos descansar de tanta emoción, con una rendición final al tema de amor de Julia y Ethan del anterior filme de la saga, “Putting the Miss in Mission”, en el que un reencuentro, que no es tal, tendrá lugar, y una unidad de dos partituras, que son evolución la una de la otra, será forjada.

 

Entonces seremos conscientes de que nuestro protagonista nunca dejará de salvar al mundo, nunca se retirará ni dejará esa labor en manos de un sucesor, porque en un agridulce epílogo, para proteger aquello que ama, siempre deberá estar al pie del cañón, y contestar de la misma forma a la siguiente línea de diálogo:

…su misión si decide aceptarla…

Y el tema de Lalo Schifrin sonará imponente una vez más, arreglado por Michael Giacchino, incorporándole su toque personal, para como todo buen agente de la Fuerza Misión Imposible, desaparecer con un Bang.

Este mensaje se autodestruirá en cinco segundos. Buena Suerte Ethan.

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